26 de diciembre de 2006

CERRAMOS EL KIOSKO UNOS DÍAS


No sólo los millonetis del fútbol patrio tienen derecho a unas vacaciones navideñas. También el Puñetas decide tomarse unos días de descansillo para que se oxigene el personal.

Ea, a mis queridos lectores no les deseo felices fiestas, ni feliz y próspero año nuevo ni otras coñas tan manidas como sobadas. Seamos algo más originales: conservad el buen humor, la crítica sana, el ceño incrédulo, la mente abierta y el espíritu libre. Y volved por el Arco si sobrevivís al empacho comercial y gastronómico de estos días. El menda ha prometido no dejarse engañar ni conmover con el cuento ese de las “fiestas”. ¡Joé, que ya son 50 años oyendo la misma cantinela por estas fechas!¡

VOLVEREMOS A EMPUÑAR LA TECLA EL DÍA DIEZ DE ENERO DE 2007, con nuestras habituales paridas y calenturas deportivescas.

22 de diciembre de 2006

ALGUNAS CALENTURAS DEL 2006


Se va a tomar por saco el año y, por una vez, le damos al cante ya cantado. O sea, que vamos a recordar algunas letrillas publicadas en este tiempo para dar una pequeña visión de conjunto sobre el pica-pica que el Puñetas elabora para el Arco dos veces por semana.


Así anduvo la cosa por el 2006 si vuesas mercedes no mandan lo contrario.


¡MUY BUENAS!: Sólo recordar que aquí le damos al lingotazo de la sátira y la ironía más de lo debido, aunque con la suficiente delicadeza para no herir más que lo estrictamente necesario. Si lo nuestro fuese sadismo nos habríamos apuntado desde hace tiempo a un partido político y hasta es posible que ya estuviéramos provocando calamidades desde alguna poltrona. Mas lo nuestro es puro y duro entretenimiento en plan ajo y agua, sin ánimo de lucro ni de enmienda. Nos gusta el deporte y, encima, lo practicamos en nuestras horas de ocio. En unos tiempos en que las ideas se acortan a los tres renglones y medio, aquí seguimos enganchados al troglodítico discursete del folio completo, con su preámbulo, nudo y desenlace clásicos.



DAKAREANDO: La idiocia no tiene límites ni fronteras, pero unida a la obscenidad eso sólo se da en un único evento deportivo: el rally Dakar.



FUTBOL, GRANDEZA Y MISERIA: No me vale eso de que los jugadores trabajan con una enorme presión ambiental y corporal. Ni que a veces no pueden controlar sus instintos más primarios. Ni que es comprensible que los millones que ganan se les suban a la cabeza en vez de bajárseles a las piernas. Cuentos chinos de gente con menos conocimientos y moral que una cacatúa tropical. La responsabilidad que llevan consigo en todos sus actos, dentro y fuera del terreno de juego, es algo más que personal. Emocionalmente representan a miles y miles de personas, a pueblos, naciones y culturas. No debería ser así, pero desgraciadamente lo es. Y si no saben comportarse como es debido, la más implacable de las justicias deportivas y económicas debería caer sobre sus locas y desnortadas cabezas.


LOS POBRES SÓLO HACEN BULTO: Ya se sabe que los equipuchos están para rellenar y hacer bulto, mientras que los equipazos actúan para la Historia, aunque luego sus enormes éxitos y pequeños fracasos deban conseguirlos en lucha desigual contra los parias de la tierra. (…) O mezclamos a los ricos y a los pobres con idénticas reglas y posibilidades o rompemos la baraja y hacemos una liga de pobres y otra de ricos, para que se vea claramente el pastel. El embuste de ahora –chicos y grandes mezclados con reglas que favorecen exclusivamente a los grandes- es una tomadura de pelo digna de mi ilustre peluquero.



FLORENTINO SE CAE DE LA GALAXIA: Don Florentino se ha quitado un enorme peso de encima con su dimisión. Ahora muchos de los antiguos pelotas y lameculos le llaman cobarde y acusica. Sí, ha llevado al Real al primer puesto del hit parade publicitario y económico, pero sus chicos son un desastre jugando al fútbol. Para los cantamañanas y destripaterrones de la prensa del colorín futbolero, sólo vale el 1-X-2. ¡Horror, tres años sin títulos! ¿Y qué, capullitos de alhelí? ¿Y lo que nos hemos reído? ¿Y la fama, y el ligoteo y el fardeo que nos hemos traído con el cuento marketinero de los galácticos?



AL FINAL NO HAY HUELGA DE ÁRBITROS: Sólo arbitré una vez un partido de fútbol en mi vida, a unos chavales de dos ciudades distintas en un campamento veraniego allá por el Pleistoceno, cuando el fútbol todavía no era una religión y cuando había más fair play que ahora. Cuando llevaba veinte minutos de encuentro les dije a los jugadores: “ahí os quedáis, imbéciles”.



QUÉ POCO HUMOR VA QUEDANDO POR AHÍ: Verán el día que el bueno del Ronaldinho comience a declinar. Su bella e ingenua sonrisa será calificaba por más de uno de rictus bobalicón y subnormal. Y es que muchos no sólo viven instalados en el malhumor si no que aborrecen al prójimo bienhumorado. Pues que les den morcilla.



EL ADIOS DE CONCHITA: El Puñetas se enfrentaba a un partido de Conchita Martínez como los buenos aficionados taurinos lo hacían ante una corrida de Curro Romero: temiendo salir defraudado por el resultado global, pero esperanzado en disfrutar de algunos minutos en que el arte y la magia relucieran incomparables.


LLANTINA FUTBOLERA: Debe ser cosa de los tiempos modernos desquiciados y paranoicos que nos han tocado vivir. Esto de llorar de alegría, considerando el triunfo de los demás (de los trotones que salen al campo y quienes los entrenan) como si fuese propio, es digno de estudio por los especialistas del ramo. Uno salta de alegría por un gol si tiene el muelle emocional flojo, pero ver el careto tembloroso y lleno de lagrimones de miles de aficionados viendo un partido o celebrando una victoria –por muy “histórica” que sea-, pa mí que roza lo paranormal o, cuando menos, lo exótico.



¿CICLISTA? ¡NI HABLAR DEL PELUQUÍN!: ¿Cómo va a extrañar que sea precisamente en el mundo del ciclismo donde se den los mayores casos de dopaje? ¡Pues naturalmente! O te dopas para aguantar las tres semanas de carrera, en que no puedes pillar ni un vulgar resfriado porque no te dejan curarlo, o la cagas. No hace falta ser un lince para darse cuenta que sin sobredosis artificiales (más allá de los macarrones, el arroz, las barritas de cereales y el Acuarius) no habría dedos de una mano con que contar a los ciclistas que acabarían el Giro o el Tour. ¡Y encima tienen la desfachatez de ponerles un tiempo límite de llegada a la meta!



MURIERON CON LOS PANTALONES CORTOS PUESTOS: En la mayoría de los países árabes, la carne está carísima. Una pierna aireada de tenista puede costar un balazo y un cuerpo de mujer futbolera –que las hay- sin velo y sin ropas que la cubran por completo –ya me dirán como se juega a la pelota así- vale dos lapidaciones, una para matar y otra para rematar. Si desde esta bitácora solemos tener el mal gusto de poner a caldo los desnortados excesos de nuestros hinchas y aficiones, lo de estos salvajes disfrazados de humanoides sólo merece el más absoluto de los desprecios.



OTRA VEZ SOMOS FAVORITOS: Ji, ji. Somos favoritos. No lo han dicho los jugadores, que tontos no son y saben algo del paño. Lo han dicho casi esos tropecientos mil periodistas que necesitan vender humo antes de que sus jefes les quemen el trasero. En nuestra futbolera vida de equipo nacional nunca hemos ganado nada, ni siquiera la pedrea. Pero somos favoritos. Nuestros equipos de la Liga, plagados de extranjeros hasta las orejas, se las ven y desean para llegar de vez en cuando a alguna final europea, con la excepción de este año anormalmente victorioso. Pero somos favoritos. Quitemos los galácticos al Real y los magos al Barça y nos quedarán unos equipillos muy monos… para la segunda división. Pero somos favoritos. Nos tienen tan acostumbrados a cualquier embuste, farsa o estupidez que nos las tragaremos hasta la bola. ¡Somos favoritos!



OPÁ, A TOMÁ POR SACO ER MUNDIÁ: Yomelo pasao pipa estos dias. No por la selesion sino por las gachíes quevisto, la serveza quemebebío y las tonterias quehe echo. Ezque a esto seviene ar mundiá, no a otracosa. Y a sufrí con los niñatos de la selesion. Claroque ellos no tien culpa. Sison así de poquitacosa y de pitiminís, se debe a losque los suben a los altare porque meten cuatro churros de vé en kuando y por los milloneti que les meten enel borsillosin rascá bola. Así que ya vé, má viejo é el Sidán y le moja laoreja al Raú de los cojine, que sillega a nasé en Fransia no ubiera pasao de segundaregioná. Muscho Casilla pero tres champiñone se comió el marte. Mucho tiburón Pujol y musho Bogart Xavi, pero sin los piños del Ronaldiño, no hasen ná de ná. Tiés rasón kuando dises que funsionamo grasias alas legiones extranjeras, la internasioná furbolera y el puñao de divisa que les damo.



LA MUERTE DE UN BALONCESTISTA: Entró a canasta pero chocó contra su defensor. Los árbitros le pitaron falta en ataque. Era su quinta personal. La expulsión del encuentro. Tenía fama de jugador visceral. Enfadadísimo, se propinó un brutal cabezazo contra el soporte de la canasta. Pero allí no había protección alguna. Sólo una barra de hierro. Jankovic cayó fulminado y ensangrentado. Confiesa al médico entre gestos de enorme dolor que no siente las manos. Por el camino afirma repetidas veces que va a morir. En el hospital diagnostican que se había fracturado la tercera vértebra cervical. Se quedó tetrapléjico para toda su vida. Por un vulgar desahogo.


CAMPEONES DENTRO Y FUERA DE LA CANCHA: Lo que hace falta es que el éxito de nuestros baloncestistas trascienda a los festejos de rigor, el “semos los mejores” y el olvido mediático y todo se traduzca en un incremento ostensible de la práctica deportiva del deporte de la canasta en nuestros colegios, institutos y calles. Ese sí que sería el auténtico éxito derivado del triunfo que ahora todos celebramos.


1001 ODISEA NACIONAL-FUTBOLERA EN EL ESPACIO: “El fútbol español es una asombrosa galería de paquetes. Marcelino, Gento, Rexach, Amancio, Marcial, Gordillo, Butragueño, Guardiola y Raúl fueron futbolistas mediocres elevados por razones del comercio patriótico a una categoría muy superior a la real. En un siglo España no ha dado un solo futbolista importante”. (Arcadi Espada)



HOMBRES DE FÚTBOL, NO, HOMBRES DE TEATRO: Jodé, si es que Raúl no tiene ná que envidiarle al Cruise, Casillas a Fernando Tejero, Etoo a Denzel Washington, Ronaldinho al Murphy o Beckham al Alfredo Landa en sus años del destape. La pena es que en la representación no haya papeles femeninos, porque entonces la temática teatrera daría más juego.



FAYR PLAY, ¡QUÉ ORDINARIEZ!: Hubo un tiempo en que había una caballerosidad ejemplar en las competiciones deportivas. Hace muuuucho tiempo. Los señores que iban a disputar un encuentro se saludaban cortésmente dándose los buenos días, tardes o noches, se preguntaban por la salud de la señora o novia respectiva y no se regalaban una cajita de bombones porque el bolsillo andaba más tieso que una mojama. Tiempos en que el personal jugaba por amor al arte, a veces costándole el dinero, porque creían ciegamente en el dicho “cuerpo sano, mente sana”. No había patrocinadores, así que las camisetas lucían impolutas, sólo con el escudín del equipo y el número. Y cuando acababan, a menudo los dos equipos hasta se echaban unas cañas a la salud del rival, se hubiese ganado o perdido. La gente acudía a los estadios a pasar el rato viendo a aquellos seres tan fuertotes y sanotes darle a una pelota como si fuesen niños chicos.



UNAS CUANTAS PILDORITAS: Marcar a un equipo contrario 76 goles en un partido de fútbol sala es de juzgado de guardia, un abuso de menores, una vergüenza. Si hay algo que un deportista debería tener claro es que jamás hay que humillar al vencido y esos 76 goles son como 76 puñales clavados en el equipo contrario.



LA HORROROSA COPA DEL REY: Se la van a cargar. Quiero decir, que a este paso no dura unos cuantos años más. Y es que, en unos tiempos de sobresaturación futbolística, o se organiza una competición copera como dios manda o al invento le quedan cuatro telediarios. La jornada de la Copa del Rey del miércoles fue un desastre completo de espectadores, en consonancia a eliminatorias tan emocionantes como el Écija-Real Madrid, el Portuense-Valencia o el Badalona-Barcelona. Ojo, eliminatorias nuevamente a doble partido.



DE LA GIMNASIA DE AYER Y HOY: El Puñetas echa la vista atrás, a los años 60-80, y recuerda con poca nostalgia aquellos trotes interminables alrededor del campo, para seguir luego con marciales ejercicios de brazos, piernas, tronco, abdominales, planos inclinados, estiramientos jamoneros en las espalderas y martirologios varios. Señor, señor, si lo que estábamos deseando los pajaritos aquellos era que el profe nos diese un balón de furbo o baloncesto para empezar a correr como posesos en busca del gol y la canasta. Han pasado muchos años y no creo que haya nadie que siga enseñando en aquel plan de prietas las filas, manos al hombro derecho del tío que tienes delante y más firmes que una vela.



DON PAQUITO, GRACIAS POR EL RECUERDO…: Paquito Fernández Ochoa. Un inesperado invitado en la mesa olímpica y alpina en que todo el bacalao se lo comían los austriacos, italianos, alemanes… Se coló de rondón por puro milagro. Sin ayudas públicas, sin preparación en centros de alto rendimiento, con toda la historia en contra... A veces es que llueve hacia arriba para que algunos desharrapados puedan contarlo…


EL PRESIDENTE EGÓLATRA Y LA AFICIÓN DESMEMORIADA: Cuando los buenos resultados no llegan porque las cosas se hacen mal o regular, los primeros que te saltan a degüello son aquellos que meses atrás te daban besos hasta en el cielo de la boca. Y eso le está pasando al ínclito Lopera, de un tiempo a esta parte. En algo más de un añito ha pasado de estar en la cumbre del éxito a caer en la mayor de las desgracias. Los que antaño lo consideraban más bético que la madre que los parió, ahora le llaman de todo menos “bonico”. ¡Quién le ha visto y quién le ve, don Manué!



MÉDICOS A SUELDO DEL BALÓN: Los médicos andan como locos buscando como prevenir las lesiones. La mejor manera sería que los jugadores abandonaran el fútbol por el parchís y a la oca, pero eso no cuela. También que fueran menos burros y en vez de arrearse estopa se cuidaran más de la ética y estética futbolil. Tampoco les vale pues el espectáculo y el negocio se irían al garete. Así que, para prevenir, lo mejor es “aprender a caerse”. ¡Cómo si ya no supieran de sobra cómo hacerlo para que el arbitrucho pite penalti o le saque la tarjeta roja al rival!

19 de diciembre de 2006

EL VATICANO CLUB DE FÚTBOL


Por el Estado del Vaticano andan preocupados desde hace tiempo porque el mensaje de la casa no llega a la parroquia con la debida resonancia. Ello se traduce en pérdida de influencia y en escasez de personal de repuesto para proseguir la obra que se inició hace ya la tira de años por un tal San Pedro. No extraña por ello (y también porque los gobernantes vaticanos son cien mil millones de veces más listos e inteligentes que los del resto de los mortales países), que vengan dándole al coco con implantarse en el mundo del fútbol, ese nuevo Rey Midas que todo lo que toca no será oro, pero sí publicidad, espectáculo y charlatanería. Y al final de todo, poder y comedura de coco.



Según cuentan las crónicas, la idea de crear un equipo de fútbol vaticanil ronda por la Basílica de San Pedro desde hace años. Pero no un equipo lúdico y tal como el que ahora mismo hay, formado por los guardias suizos, que entretienen el aburrimiento disparando a gol en los ratos libres. Ahora la idea del cardenal Bertone (el nuevo Secretario de Estado) es montar un equipo futbolero pero de altísima calidad que sea capaz de jugar la Liga italiana “a la altura de la Roma, el Inter, el Génova o el Sampdoria”. Y según siguen contando las crónicas, ya desde los tiempos de Juan Pablo II, el Vaticano baraja esta posibilidad, acrecentada con Benedicto XVI, gran aficionado al fútbol, y especialmente, de su selección alemana.



Y digo yo: ¡pues no es mala idea! En estos grises tiempos en que es elegido mejor futbolista del mundo un defensa central llamado Cannavaro, algo tan opuesto al arte y la creatividad, no es mala cosa que los curas se tiren al campo de juego para demostrarnos que no sólo tienen buena labia sino mejor olfato de gol. En estos violentos tiempos en que los jugadores se atizan los unos a los otros con un frenesí digno de un loco de atar, no vendría mal un equipazo de clérigos y aspirantes que fuesen capaces de ganar un partido sin dar más hachazos a las piernas, pechos y rostros rivales que los estrictamente necesarios. (Eso sí, tras el partido sería obligatoria la confesión y el cumplimiento de una penitencia ajustada a la ley divina, antes de volver a poner de nuevo el cronómetro a cero, claro).



El Puñetas, que anda siempre con la mente calenturienta y más ahora que se acercan las vacaciones, es que ya se imagina las escenas. Un equipo vestido de negro riguroso, rezando un padrenuestro antes de cada partido, bendiciendo a los jugadores rivales al gritito de “amaos los unos a los otros”. Once paisanos procedentes de todas las partes del mundo (“sólo con los estudiantes brasileños de nuestras universidades pontificias –afirma optimista el tal Bertone- pondríamos en marcha un magnífico equipo") confabulados bajo el paraguas del Altísimo para ganar a esos niñatos del Juventus o el Milan. Y si la cosa se pone fea, siempre podrán recurrir a algún exorcismo oculto, o recabar la ayuda plenipotenciaria de todos los santos. Y lo bonito que quedaría, oyes, al final de partido, que pasaran el cepillo entre los rivales para recaudar unos euros destinados a los negritos o las misiones.



De verdad que estoy deseando que las buenas intenciones del Vaticano se plasmen en una pronta realidad y que en unos añitos podamos disfrutar viendo, por ejemplo, un Real Madrid-Vaticano en la Champion Li. Supongo que el camino estará lleno de dificultades, pero les animo a superarlas. A los ateos quizás les haga gracia el asuntejo y lo mismo salen del armario (hay millones escondidos por ahí) y deciden también forman una Iglesia de los sin-dios con su correspondiente equipo futbolero. Es posible que, al calor del rebaño, otras religiones imiten el numerito y en un futuro tengamos derbys emocionantísimos entre el Vaticano y la Meca o entre los Ortodoxos y los Budistas. ¡Coñe, hacen falta equipos nuevos que alegren un poco el viejo cotarro futbolero en donde siempre ganan los mismos: que si el Bayer, el Chelsea, el Manchester, el Madrid, el Barcelona…!



Quiero pensar que los árbitros disfrutarían pitorreando a un equipo vaticanero, con la seguridad que de él no saldría ningún piscinazo tramposo en el área en busca de penalti ni nadie osaría mentarles cariñosamente a sus queridas madres. Todo muy deportivo, educado y tal, como corresponde a gente de sotana y sacristía. Aunque cabe también que los pupilos del Papa fuesen incapaces de sustraerse a la idiosincracia del futbolín, un deporte cuya práctica suele ser bastante tosca, burril y maleducada. En cuyo caso quedaría demostrado que no hace falta que venga el Anticristo porque ya lo tenemos aquí y le vemos el careto todos los domingos y días de entre semana en los mejores estadios del mundo. Bueno, esto último me ha salido un poco exagerao, pero ya avisaba que hoy tenía el día calenturiento…



CODA: Hoy iba a hablarles de Del Nido, ese presidente malayo del Sevilla, al que le das dos euros y se cree que son mil pesetas, pero se ha cruzado el Vaticano y, claro, no hay color… Según el camarada, Rijkaard no valdría ni para entrenar al Sevilla B y su Sevilliya C.F. del alma, es el club más grande que han visto los tiempos. Si bebiera menos jerez y más cerveza sin alcohol, no diría estas tonterías. Aunque todo puede ser que sea una genial broma, sabiendo que en cuestión de fútbol el personal se cree todas las bobadas que le echan. Si es así me quito el sombrero y hasta el cráneo ante su ingenio. Pero si lo ha dicho en serio (que tampoco sería raro), espero que alguien lo ponga cara a la pared, con los brazos en cruz y dos kilos de libros en cada mano. ¡ Por burro! “Puede decir lo que quiera, me da lo mismo”, ha contestado el buenazo de Rijkaard a la pedrada Nidesca. ¡Ostras, acabo de encontrar al entrenador ideal del futuro Vaticano C.F.!

15 de diciembre de 2006

CONFUNDIR LA GIMNASIA CON LA MAGNESIA


Alucinaba. Veía chiribitas con mis ojos llenos de dioptrías. Si no bebo, ¿por qué deliro? ¿Será posible tanta estupidez? Lean, lean y luego hablamos.

Diario “La Opinión de Málaga”. Miércoles 13 de diciembre de 2006.


Titular: “Las peñas del Villarreal piden no fichar a Salva”.


“Las ideas políticas del delantero maño no son bien acogidas entre los aficionados amarillos que emitieron un comunicado en el que mostraban su desagrado al posible fichaje de Salva. (…) La Federación de Peñas de Villarreal no ve con buenos ojos la posibilidad de que el ariete del Málaga desembarque en el Villarreal por su ideología de extrema derecha. De todas formas la negociación entre el Málaga y el Villarreal está muy estancada”.



Vamos con la puñetería de hoy. Si la noticia es cierta (que doy por veraz, pues ya todo es posible en este país desnortado) habrá que empezar a cazar brujas nuevamente. Y brujos… ¿Qué diantres tiene que ver que el jugador Salva sea más de derechas que el grifo del agua fría con que juegue al fútbol y cada temporada se infle de meter goles en las porterías rivales? ¿A qué va uno al campo: a ver un partido de fútbol o a criticar la ideología política de cada uno de los que pacen por el césped? Y si Salva fuese de extrema izquierda, ¿también le vetarían las peñas villarrealistas? ¿Y si Salva fuese homosexual, o negro, o vegetariano u okupa? ¿Le darían el visto bueno, el nil obstat, el “usted, sí, porque nos sale de los cataplines verbeneros”?



Pero vamos a ver, camaradas. En primer lugar, metiendo goles Salva no es derechista: los mete de cabeza, con la pierna izquierda, con la diestra y hasta con el trasero si es necesario. En segundo lugar, Salva no se esconde en el terreno de juego ni fuera del mismo. ¿Que un periodisto le pregunta por sus ideas políticas? Salva va y las dice, es como un niño, sin saber muy bien lo que dice porque no es un lumbreras (por eso juega al fútbol en vez de dirigir Carrefour), pero el tío no esconde sus ideas, cosa que no se puede decir de la mayoría de sus correligionarios. En tercer lugar, el gran problema del Salva es que a veces su cerebro sufre repentinamente una subida de adrenalina cabreante que le hace cometer majaderías varias en el terreno de juego –ayudado por la de palos que le arrean los defensas contrarios- pero si ponemos objeción a esta conducta bastante habitual en los futbolistas, nos quedaremos sin el deporte rey en menos que canta un gallo. También sin espectadores, otros que tales.



¿A qué viene esta cosa de no querer que fichen al jugador del Málaga por sus ideas políticas radicales, en vez de porque no les gusta como juega? ¿Acaso amenaza en los partidos con una Parabellum a los jugadores contrarios o a los aficionados que le gritan? ¿Es que no tiene derecho a expresar sus tontolinadas politiqueriles, como hace todo hijo de vecino? ¿Teme alguien que –como es un avezado piloto de avionetas y otros pájaros voladores- un día de no entrenamiento se monte en un trolebús aéreo cargado de diez kilotones de bombas y las tire sobre las sedes del PSOE y de IU de Villarreal? Si desean que el maño les eche una mano para meter goles (si le dejan, también los mete con la mano), pues fíchenlo y le pitan o aplauden según cómo responda en el campo. Y si no les interesa, pues cállense y dedíquense a trabajar por el Villarreal, que –desgraciadamente- este año les necesita más que en los últimos tiempos.


El Puñetas supone que esto de las Peñas del Villarreal es un cuento chino. Quiero decir, que quienes esgrimen la estupidez que comentamos son los cuatro tipos que las dirigen y que el resto de la tropa ni se ha enterado o pasa del tema. Así que me gustaría ver el careto de estos listos del copón hermoso que se permiten el lujo de discriminar por razones políticas, aunque lo mismo también lo harían en nombre de la religión, el sexo, el billetaje de la cartera o el color de la epidermis. Que conste que al Puñetas le importan un bledo Salva, el Málaga, el Villarreal y las Peñas del mundo mundial, pero es muy “fuerte” lo que hoy estamos comentando tan delirantemente. Estos tíos confunden la velocidad con el tocino y el culo con las témporas. Y, de paso, no tienen ni pajolera idea de lo que dice la Constitución, que aunque hasta los políticos la incumplen y no defienden como es menester, al menos queda feo hacerle un corte de mangas tan rumboso.



¿Renunciaría usted a comprar en una tienda de informática un equipo muy chulo que ha visto a muy buen precio, simplemente porque el dependiente lleva un tatuaje de Mussolini en el biceps? ¿Acaso si le compra el ordenata va a tener que tragarse dos horas de cantos fascistoides en versión Al Bano? De verdad que uno se descojona con tanta actitud sectaria como pulula por ciertos caletres y cabecitas, inflamados/as por aires viciados de porquería politiqueril. Siempre preferiré a un derechista honrado a un izquierdista que mamonea. Y a un izquierdista honrado a un derechista que trinca. El muá, pobre Puñetas, que al igual que es capaz de escribir que “eres más de derechas que el grifo del agua fría”, tampoco se corta un pelo en teclear lo de “eres más de izquierdas que el grifo del agua caliente”. Y que cada uno aguante la vela y lo que haga falta.



¿Y qué tal sentaría a los peñistas de Villarreal si a la memez que han parido a cuenta del Salva, le respondiesen los peñistas maños o malagueños con que ellos no van a comprar ningún azulejo que proceda de las fábricas de la ciudad castellonense? Las gilitonteces se contagian, queridos… Los humanoides las criamos (el que esté libre de culpa, que tire el primer pedrusco) y ellas hacen todo lo demás. Al final acabaremos no sabiendo distinguir entre la gimnasia y la magnesia, el tocino y la velocidad, las témporas y el culo. Eso mismo: si pensamos con éste, vamos a ir siempre de ídem.

12 de diciembre de 2006

...PUES NO LO HACE TAN MAL CAPELLO...


Escuchaba el otro día un corte de la rueda de prensa con Capello en el vestuario tras finalizar el partido de Liga entre el Sevilla y el Real Madrid. Un periodista, haciéndose seguramente el gracioso, preguntaba a Capello:



-Este Real Madrid, ¿a qué juega?



A lo que don Fabio, agotado tras la tensión mantenida durante el partido, y aburrido porque los tíos de la plumilla y el micro siempre están con la misma cantinela, decidió responder en plan aséptico:



-Al fútbol.



De verdad. Se trata de esas veces en que uno desearía estar en la mente de otro. Como en este caso, en que el Puñetas (disfrazado de Capello) hubiera respondido así:



-Mire usted. El Real Madrid juega al baloncesto, al tenis, al balonmano y a lo que haga falta. Lo que no sé es a qué juega usted…



Y es que ya se están pasando. ¡Pesados, que sois unos pesados!



Desde que llegó don Fabio lo andan crucificando con el cuento chino de siempre: sus equipos no juegan al fútbol, tiene un concepto ramplón e instrumental del juego y así no hay forma de ayudar a vender una escoba a los chicos de la prensa, radio y televisión. Y como el Puñetas se las veía venir, ha tenido la santa paciencia de ver casi todos los partidos del Real Madrid (al tiempo que se tragaba una aspirina para evitar el dolor de cabeza) con objeto de tomar una postura ante la persistente e insolente lluvia mediática que le aplican desde tierra, mar y aire al entrenador italiano. A estas alturas, la conclusión puñetera es que estos periodistos de pitiminí cuando la toman con alguien no paran hasta destrozarle. Unos buitres de mucho cuidado, que encima se las dan de sabios futboleros cuando lo más redondo que han visto en su analfabeta vida es una onza de chocolate y no un balón de fútbol.



Vamos a ver, periodistillos listillos. Como preámbulo hay que decir que ya está bien de hablar hasta la náusea del Madrid. Y de hacerlo en plan cotillas, con la misma autoridad moral e intelectual que la de un trilero en una feria de magia. O sea, ninguna. Dicho lo cual, lo primero que hay que sentar como principio es que Capello es un buen entrenador de fútbol, que ha dirigido a algunos de los mejores equipos de Europa y que con ellos ha conseguido los éxitos de rigor. O sea, que no es ningún pelanas para estar cuestionándolo desde que llegó al Bernabéu hace ya unos cuantos meses. En segundo lugar, tiene cierta idea de lo que es el fútbol (un deporte bastante aburrido) y la aplica consecuentemente, lo que no se puede decir de otros entrenadores. Vamos a la tercera y principal: como en todos los deportes, el objetivo básico es ganar a los rivales, se haga buen o mal juego. Tenistas hay que viven instalados en los primeros puestos del ranking simplemente porque disponen de un descomunal saque y una volea decentita. Juegan en pistas rápidas y cuando llega la tierra batida cogen vacaciones para las Chimbambas. Verlos en combate es no parar de bostezar, pero eso a ellos les importa muy poco si de vez en cuando cae algún triunfo de su lado y, con él, su buen dinerito. Volviendo al futbolín, los aficionados disfrutan como posesos si gana su equipo y se cabrean si pierde, aunque practique un juego la mar de primoroso. Sólo con la belleza no se come. Cierto que ganar y jugar bien les produciría un orgasmo doble, pero son conscientes que los milagros no se dan ya ni en la religión, aunque su equipo del ánima sea el más laureado de todos los tiempos. Del recuerdo ya no viven ni los historiadores.



Capello va a lo que le pide el club y sus jugadores: buenos resultados y triunfos. Cada año raro es que no le caiga algún titulillo. Pero, en el actual caso que nos ocupa, muchos de estos listos de salón, parecen olvidar lo que el Real Madrid ha sido en los últimos años: un grupo de amiguetes, algo pijos, bastante vagos y muy consentidos en todos sus caprichos. En unos meses los ha transformado de cabo a rabo. Ronaldo corre hasta en el medio campo. A Guti le arrean los rivales más que a una estera, pese a lo cual el famoso niñato no saca el hacha. A Beckham lo pone cuando tiene la seguridad que va a pensar en la pelota, no en el anuncio de Gillette, así que el inglés empieza a darse cuenta que como no cambie de mentalidad, en un año no vende ni pomada para las almorranas. Con un equipo descompensado y pleno de vejestorios, algunos de ellos recién llegados y en fase de adaptación, se mantiene entre los tres primeros de la Liga, ganó al Barcelona y está en la Champion todavía.


¿Qué es el éxito sino un triunfo inestable que dura lo que tarda un suspiro? Dejémonos de cursiladas. Don Fabio está sacando petróleo de donde hay poco combustible o donde ya había desaparecido en los años atrás. Sus jugadores corren, atacan y defienden y a cada grito del italiano se acojonan por si las moscas. No juegan muy bien, pero también impiden que los rivales lo hagan. Celebran los goles en bloque y no haciendo la cucaracha. En el vestuario se acabaron las habladurías y algunos se pelean entre sí, no porque uno sea más guapo que otro sino de rabia porque le están quitando el puesto.


De verdad, hay que estar ciegos y sordos como ese periodista de Sevilla para no darse cuenta que Capello ha transformado a la antigua banda de jugadores madridistas en una orquesta que, aunque desafina y aburre hasta a las ovejas, al menos toca algo parecido a una melodía. Todavía no es bella, pero el que busque hermosura en el fútbol moderno... que se vaya apuntando a la Organización Nacional de Ciegos. Claro que ahí enfrente está el Barça…, pero algunos son tan ingenuos (o tan tontos) que se creen que los milagros existen por duplicado o triplicado. Venga ya con tanto rollo… Y estos pelanas, ¿a qué juegan? Porque si hay que mirar la calidad de la prensa, la radio y la televisión deportiva de este país, entonces afirmo que –a su lado- Capello es un genio y medio. Por lo menos…

8 de diciembre de 2006

PITERMAN VUELVE A LAS ANDADAS Y LOS POLÍTICOS SE RETRATAN


Si alguien dudaba que el tío había sentado la cabeza a base de bocadillos de jamón y cervezas sin alcohol, iba muy desencaminado. El camarada Piterman, ese tipo metido a dueño de un club de fútbol –el Alavés- para alegrarse las pajarillas en su vidita de millonario aburrido, ha vuelto a ser noticia en las páginas de sucesos de los periódicos gracias a que, excelente relaciones públicas, tiene a toda la afición vitoriana en contra, a toda la plantilla de jugadores, a la prensa, a todos los partidos políticos, a la Diputación alavesa, al Ayuntamiento, a las Juntas Generales y hasta al mismísimo Presidente del Senado, Gregorio Rojo, accionista y exsocio del Alavés, quien ha llegado a decir que hay que "hacer todo lo posible para sacar a Piterman del club y de la ciudad". El ucraniano desvergonzado y lenguaraz es un experto en hacer amigos y como siga en este plan cualquier día le zurran la badana y le cuelgan de una farola. No diré que se lo tendrá merecido pues aquí –a diferencia de semejante bestia- no hacemos apología de la violencia sino de la inteligencia y al camarada le sobra de lo primero y le falta totalmente de lo segundo, pero hay gente que lo tiene enfilado y veremos a ver como acaba. Torres más altas cayeron.



Fascista, xenófobo, dictador, burro… Por Álava le llaman de todo, gracias a que el millonario se cree con patente de corso porque es propietario del 51 % de acciones del equipo de Vitoria. “Tenía que haber limpiado antes el vestuario de mierda” dijo los otros días tras ver que los cantamañanas de los jugadores hacían una piña con uno de los suyos, al que el Dimitri había insultado, metiendo de paso en el saco a todos los catalanes. Así que el zumbado millonario de la lengua bífida tuvo poco después que pedir disculpas para añadir a continuación que lo de los insultos “es un lenguaje habitual en todos los vestuarios”. Sobre todo en el suyo… Este hombre no tiene enmienda. Será por eso que en Vitoria ya han dicho basta y le van a montar un pollo de no te menees. Las peñas iniciarán una sentada, aunque lo pertinente sería no acudir al campo. Los jugadores intentarán mantener la compostura aunque en el último partido la perdieron por 6 a 1. Así que el equipo está cerca del precipicio de los puestos de descenso. Todos los partidos políticos municipales han pedido la intervención del Comité Español de Disciplina Deportiva acusando a Piterman de conducta antideportiva. El Ayuntamiento estudia el contrato de cesión del estadio, de carácter municipal para ver qué represalias puede tomar sin dañar en exceso al club. Y la Diputación ha rescindido el convenio con el Alavés para el 2007, que se acerca al millón de euros, con el argumento de que el Dimitri de las narices "veja los sentimientos, valores y forma de ser de Álava y de los alaveses". El camarada sólo tiene un aliado, alguien que le baila el agua fétida: el entrenador Chuchi Cos, un apesebrado que pone el carné para que el ucraniano –entre insulto e insulto- se distraiga entrenando al equipo. Siempre hay gente para todo a cambio de cuatro chavos y la voluntad.


Visto lo cual dos lecciones saca el Puñetas del asunto y que me perdonen los bienpensantes. La primera es que al famoso Piter le va la marcha y sabe que lo suyo ha prosperado hasta ahora (y lo que queda) gracias a que está en un país lleno de fantasmones, corruptos y sinvergüenzas como él. De haber hecho de las suyas en Francia, Inglaterra o Alemania, a estas horas ya calzaría unos grilletes entre los tobillos o le habrían puesto una camisa de fuerza. Mas en España los chorizos retozan artística y alegremente, a veces hasta con el visto bueno de la Audiencia Nacional y el Gobierno Central o Autonómico de turno. ¡Cuánto no dejarán hacer a un millonario excéntrico y verbenero –ciudadano del mundo- al que se la sudan todos los pringaos que tiene a sus órdenes y que llevan años lamiéndole las botas! La segunda lección es que nuestros políticos de caspa y puñal no tienen tampoco los más mínimos escrúpulos en dilapidar el dinero de los ciudadanos en subvenciones a fondo perdido a entidades privadas (tan privadísimas como el Alavés Club de Fútbol) mientras las necesidades públicas siguen estando claramente desatendidas, desde las farolas que no lucen a las escuelas con problemas de calefacción o cualquier otra menudencia por supuesto menos importante que la marcha de un club de fútbol. Depositar en éste los “valores y forma de ser” de los ciudadanos del terruño sería una de las mayores estupideces que uno ha oído en mucho tiempo, si no fuera porque a estas alturas del partido ya estamos completamente curados de espantos.



Total, que entre uno y otros, la casa sin barrer y llena de porquería. El primero con sus verdulerías mafiosillas y los segundos con el despilfarro de un dinero que no es suyo y que tanto trabajo cuesta ganarlo al prójimo al que se lo rilan vía impuestos. Al parecer el gran problema de Álava (el único en que todas las fuerzas políticas son capaces en ponerse de acuerdo, por encima incluso de la acción conjunta contra el terrorismo etarra) es que su equipo de fútbol más “representativo” está dirigido por un millonario facha, maleducado e impresentable. Cómo está el mundo, Facundo…

5 de diciembre de 2006

AL VALENCIA LE HAN ECHADO UN MAL DE OJO. O LE HA MIRADO UN TUERTO. O TIENE UN GAFE EN EL VESTUARIO. O EL DIABLO EN EL CUERPO…


Para cuando a uno no le sale nada ni al derecho ni al revés y todo son adversidades, se ha inventado una frase: “te ha mirado un tuerto”. Pues eso, más o menos, es lo que parece que le ha pasado al Valencia Club de Fútbol, pero no con un solo tuerto sino con un centenar de ellos. Porque hay que ver lo que le está pasando al equipo de Quique Sánchez Flores (el entrenador) y de su presidente, el promotor inmobiliario Juan Soler. Hombre, ambos paisanos no son la alegría de la huerta, pero no creo que se merezcan tantas desgracias juntas, que lo único que pueden hacer es avinagrarles aún más el careto.


A esta altura de la temporada, en que sólo van jugados una docenilla de partidos de la Liga y una ronda de la Champion Li, tiene el Valencia una enfermería con overbooking, donde ya no cabe nadie más, repleta como está de lesionados de corta, media y larga duración. A causa de ello los prometedores resultados balompédicos de inicio de temporada han caído en picado. Si en los cinco primeros partidos de Liga obtuvo trece puntos, en los últimos ocho encuentros sólo ha podido lograr cinco. Se puede decir que el club levantino tiene dos equipos claramente delimitados: el de los lesionados (un auténtico lujo) y el de los que juegan hoy pero mañana pueden pasar también a formar parte del primero.



Echemos una visual al hospital ché. Regueiro ha sido el último en caer con la lesión que está de moda, la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla. No quería ser menos que otros compis, más precoces que él: Gavilán, Marchena o Edu. Unas lesiones con las que pueden estar fuera de los campos de juego entre cinco y siete meses, dándoles tiempo a leerse los cuarenta y tantos tomos de los Episodios Nacionales de Galdós más el Quijote de propina. A la lista también se han sumado en los últimos tiempos Moretti, Albelda, Del Horno, Baraja, Vicente y alguno que no recuerdo. La semana pasada, cuatro jugadores se lesionaron de una tacada, aunque la convalecencia sólo duró unos días: Villa el domingo, Miguel el martes, Morientes el miércoles y el citado Regueiro. De record Guinnes, vamos…



Desde el club valencianista ya no se conforman con la explicación habitual de la casualidad y la mala suerte. ¡Aquí pasa algo! Y se han puesto como locos a buscar alguna causa que justifique tanta desgracia. ¿La preparación física? ¿La dieta estricta a que es sometida la plantilla? ¿El terreno de juego? ¿Las zapatillas ultramodernas que calzan los jugadores? ¿Una pandilla de tuertos? ¿Una bruja piruja que anda haciéndoles el vudú, a sueldo de algún otro equipo? “Qui lo sá”. La cosa ya empieza a sonar a cachondeo. Y es que más vale reírse un poco que llorar a moco tendido por tanta mala pata. El día menos pensado el mal se extiende a los aficionados mediante una pandemia de gripe o de sarampión. O al presidente se le empiezan a caer los pisos con los que se ha ganado bien la vida. Así no hay quien viva, gritan por Valencia. Y es que todo se “pué aguantá” menos que el primer equipo de la ciudad ande con las extremidades inferiores echas cisco.



Así que yo propondría varias acciones para averiguar el origen de tan escalofriante asunto. Un concurso público internacional con los mayores magos del mundo para descubrir al cenizo o gafe. Una investigación de la Interpol con la Guardia Civil en la retaguardia para desenmascarar a quien ha echado mal de ojo al equipo. Un exorcismo en el vestuario para volatilizar los demonios. Un conjuro en toda regla (con su queimada y todo) para alejar los malos espíritus. Algo habrá que hacer, digo yo…., antes de que tengan que salir a jugar el masajista, el entrenador y hasta los que venden las entradas.


Comprendo que no haga ninguna gracia a los valencianistas esta racha de desventuras. Pero el que no se consuela es porque no quiere: es en la adversidad donde se forjan las heroicidades y donde maduran los espíritus y las ánimas. Luego, cuando lleguen los días de éxitos y jarana, el disfrute será mayor. Así que, seamos optimistas, no le echemos tanta mala hiel al tema, practiquemos un poco el sanísimo humor negro y, queridos, sigan buscando al culpable de la mala racha. Porque tantas casualidades no pueden ser tan casuales. Por cierto, yo que la plantilla del Valencia, compraba décimos de lotería por un tubo, siguiendo esa presunción tan hispánica que afirma que a quien lo pasa requetemal luego le toca la el gordo de Navidá. Aunque la sabiduría popular ronda el analfabetismo funcional, es cosa de probar…

1 de diciembre de 2006

CACHONDEÁNDONOS DE LOS DEPORTES EXTREMOS


Como hay gente “pa tó”, desde hace unos años abundan cada vez más los practicantes de eso que en el argot se llama eufemísticamente “deportes extremos”. No, no hablo del parchís, la oca, la petanca o la siesta. No. Si nos atenemos a la definición de “deporte” que dan los que mejor usan la Lengua (los académicos de la cosa) se llama así “a toda actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas”. La definición es suficientemente amplia como para albergar en ella cualquier actividad física que se nos ocurra, incluido el deporte de la cama. En vista de tanta manga ancha y de que la palabreja gusta al personal, si encima buscamos una práctica lo suficientemente rara, cara y peligrosa, entonces nos cubriremos de gloria, envidia ajena y orgullo por los cuatro costados. Presumiremos de practicar un deporte extremo.



Hay muchos deportes a los que se les califica así. Entre los más socorridos tras visitar varias webs al uso, hago una breve referencia según el medio en que tienen lugar. Si el agua, nos encontraremos con el buceo y submarinismo, el surf, las motos de H2O, el darle a la vela, descensos a toda leche en aguas bravas o por barrancos y, en general, todo tipo de actividades acuáticas donde jugarnos el pescuezo y los pulmones. Realizados en el aire, podríamos señalar el paracaidismo, la caída libre, el parapente, el puenting... Y en tierra las ofertas se multiplican para los gustos más estrafalarios: escalada, quads, rapel, rapting, todo tipo de luchas...


La mayoría de estas prácticas aparecen muy poco en las páginas de los medios deportivos y mucho en las de las agencias de viajes. Para realizarlas se necesita tener un bolsillo normalmente holgado, disponer de tiempo libre superior al habitual, no padecer problema físico alguno y tener cierto apego hacia el peligro.



-¿Y cual es tu deporte favorito, tío?


-El Gotcha, tío.


-¿Y eso como se come, tío?


-Consiste, tío, en derrotar al mayor número de oponentes utilizando una especie de escopeta que dispara balas de pintura, tío. Es muy diver y descarga adrenalina que te cagas, tío.


-Pues yo practico el Muay Thai, tío.


-¿Y eso qué coño es, colega?


- Es una especie de boxeo, tío, pero en el que se pueden usar todas las extremidades del cuerpo como la mano, el codo, el brazo, el pie, la pierna y agarrar al contrincante, tío.


-¡Qué molón, ¿no?!


-Yes, tío. Te deja las meninges más sopladas que si estuvieras diez noches seguidas de botellón, pero para lo que sirven, tío…



Dejando a un lado caricaturas y coñas, el Puñetas –de natural tranquilo- no comprende cómo puede haber alguien que se juega incluso la vida por hacer estas cosas tan raras. En su práctica debes cagarte las patas abajo, seguramente, y a la finalización debes sentirte como si hubieras parido cuatrillizos, pero uno creía que lo sensato y sanísimo es rehuir el peligro, buscar la tranquilidad y los buenos alimentos. Pues no, para muchos colegas (algunos peinan canas hasta en los bajos) hay un no se qué, un plus requeteplus, un descacharrante desparrame de todo su ser practicando estas ociosidades, de cuyo mono y adicción algunos sólo se curan con el desenlace fatal. RIP. Y el dineral que cuestan, oyes. Pero ¿y las horas que da para contar las hazañas y mostrar las afotos? Claro que el submarinismo es precioso. También volar por los aires mecidos por el viento… Mira éste. Y ver la Tierra desde una plataforma espacial. Pero llamar deporte a esto… Claro que si algo falla (ese alud de nieve, el ala delta que se descuajaringa, el pedrusco que se interpone a la canoa y te parte la crisma…), entonces “mami, pupa”, que vengan los especialistas profesionales a rescatarnos, estemos vivos o tiesos como la mojama. Y que arriesguen su vida para salvar a los que lo hacemos por placer. Ah, y que pague Rita, o sea, el Estado, porque yo tengo derecho a practicar deportes extremos pero sin seguro a todo riesgo con Mapfre o Santa Lucía, que entonces se encarece el asunto y no lo hace tan divertido.



Cuando algún conocido se las tiene de valentudo, presumiendo de hacer algún deporte extremo o de riesgo mientras el resto de los mortales nos sorbemos los mocos, siempre le digo lo mismo.



-Mucho rollo tienes tú. ¿A que no te atreves a meterte en la barriada de los Pajaritos de Sevilla, o en la Palma Palmilla de Málaga, o en el Pozo del Tío Raimundo de Madrid, o en La Mina de Barcelona solo y a las cuatro de la mañana? ¡Eso sí que es deporte de riesgo, barato y sin salir del país! Así que déjate de cuentos y ponle los cuernos a otro.


Aseguro que jamás vuelven a presumir ante mis narizotas de practicar tontolinadas pseudodeportivas en las que se juegan el pellejo a cambio del mero placer de correr el riesgo y tener unas buenas vistas. Si al menos, como Fernandito Alonso u otros, se inflasen la chequera con dólares y euros a porrillo, pues vale, buen olfato para el negocio, pero encima es que la broma les cuesta un ojo y parte del otro. O sea que no sé de qué presumen si se dejan media cara en la agencia de viajes. Y después no les queda ni una propinilla para que en Corporación Dermoestética les recompongan el careto.

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).