Dedicado a los chavales del Alcorcón por su victoria en la Copa por 4-1 ante el Real Madrid. Aunque algunos todavía no se hayan enterado, de higos a brevas el pez chico suele merendarse al grandón. Y aunque, como dice el clásico, cuando el dedo señala a la Luna el imbécil suele mirar al dedo, (frase que dedico a muchos de los medios informativos que se han volcado en denigrar al pez gordo y ningunear al pezqueñín), desde el Arco queremos esbozar una sonrisa cómplice sobre este milagrillo gracias al ingenio del estupendo dibujante del absurdo Alfons Figueras. La dedicamos, por supuesto, para vitorear a los triunfadores, no para ciscarnos en los derrotados, que bastante tienen con lo que tienen.
¡Va por vosotros, chavalotes!
2 comentarios:
En su anterior artículo hablaba ustede de David y Goliat. Este cliché se repite una y otra vez, y siempre gana Goliat... salvo en contadas ocasiones en las que el pez chico se come al grande... Bueno, creo que las pirañas lo hacen a diario, pero también es cierto que van en manada (en banco o en cardumen sería más propio).
Siempre gana Goliat, claro. En la naturaleza eso pasa practicamente siempre. En la vida cotidiana, a falta de garras y fuertes colmillos, los daviditos pueden convierten en malvados goliats gracias a la pasta gansa, las armas, la propaganda, la presidencia de alguna corporación o gobierno, etc.
Que un davidito le gane a un goliat de la manera que lo han hecho los de Alcorcón, demuestra que hasta en las mejores familias y en la naturaleza siempre hay un eslabón perdido, quiero decir, un error genético. Menos mal que pronto se auto repara para bien del orden establecido, social y natural. Amén.
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