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17 de mayo de 2011

MESSI HASTA EN LA SOPA (Y EXÁMENES)

Francamente: empiezo a estar muy hartico de que al Messias culé lo tengamos hasta en la sopa pero lo que no me esperaba, de verdad de verdad, era que la Junta de Andalucía, madre de todos los ERES y de todos los chanchullos, pusiese el nombre del Ilustrísimo don Leo hasta en sus exámenes. Esto ya pasa de castaño oscuro.

La semana pasada los señoritos de la Junta han estado sometiendo a la chavalería andaluza que pasa sus días en escuelas e institutos (4º de Primaria y 2º de ESO) a una serie de pruebas llamadas “de Evaluación de Diagnóstico”, nombre rimbombante y abracadabrante, con las que pretende comprobar la eficacia del sistema educativo que tan magníficamente vienen destrozando desde hace la tira de años. (Y el que no se lo crea que mire hacia la torre inclinada de Pisa).

Para hacer más “atractivas” dichas pruebas (algo que no se lo cree ni el que asó la manteca) a la Consejería de Poca Educación y Escasa Ciencia no se le ha ocurrido otra cosa que incluir los nombres de Leo Messi, los Jonas Brothers o Hannah Montana en los exámenes quizás con la ilusoria idea de hacer más llevaderos y emocionantes los cuadernillos de las pruebas que medían las competencias matemáticas, lingüísticas y  de idiomas así como la competencia social y ciudadana (en otros tiempos, formación del espíritu nacional) de los chiquillos.

Y digo yo: ¿qué tiene de atractivo en el mundo educativo y cultural Leo Messi o los otros cantamañanas yanquis? Dejemos a estos últimos porque no sabía de su existencia hasta hoy mismo (si es que vivo en la luna de Valencia...), y hablemos de mi  héroe contemporáneo favorito: don Leo.

¿Es el líder del Barça un modelo para los jóvenes andaluces y españoles desde un punto de vista educativo? Me asusta plantear la pregunta porque la respuesta es tan fácil… NO. Don Leo no es un “león” precisamente. Vamos, que lee menos que mi abuela, que ya está criando malvas. Su competencia lingüística abruma por su escasez, basta verle abrir el piquito de oro que tiene. De su competencia matemática es posible que quepan más dudas pues el control del cuantioso parné que gana le debe motivar bastante (en un día se embolsa lo que ni usted ni yo, juntos, ganaremos en toda nuestra vida), aunque seguro que de eso se ocupan varios gestores pues son muchos los ingresos dinerarios que hay que meter y controlar en el patrimonio messiano. En cuestión de idiomas no sé si le dará algo al inglés, aunque lo dudo pues en su biografía wikipédica no se habla de nada que no sea fútbol. Claro que tampoco le hace falta. Así que por mucho que la Junta pretenda “motivar” a los mozalbetes y mozalbetas del terruño dudo mucho que los resultados de las pruebas den un vuelco respecto a años anteriores y ahora nos los coloquen  en el primer puesto del ranking mundialoide del gran saber cultural y competencial.

Más bien: si la chiquillería quiere imitar a don Leo, además de frustrarse cantidubi porque don Leo sólo hay uno, acabará en la ignorancia enciclopédica más sonora, a imitación de nuestro ídolo. Claro que a él ni falta que le hace ser un genio del verbo, los números y los idiomas porque dios y su esfuerzo le han dado el enorme don de manejar un balón con los pies como si fuese un guante de seda, pero dudo mucho que ese mismo don pueda generalizarse en sus seguidores e imitadores. Más bien corremos el riesgo de que acaben creyendo que un balón es cuadrado, que el fútbol es lo más importante que se ha inventado en la vida y, lo peor, que con tan poco bagaje cultural terminen con los bolsillos llenos de agujeros por falta de empleo y oportunidades. Quizás ahí es donde los señoritos de la Junta piensan que tienen garantizado su futuro político ad eternum: en un vasto ejército de ciudadanos dependientes de las migajas del poder, sin más bagaje que la subvención, la aculturización y el arsa y olé, don Manué. Eso sí, en competencia social y ciudadana, de diez. Por cierto, el número de Leo Messi…

10 de mayo de 2011

EL TONTO NACIONAL


Hay un tipo por las Catalunyas (que no tienen culpa de tener entre sus feligreses a un majadero de esta especie) que ha hecho de su vidorra una tontería. El pobre hombre deshonra la barretina y al país que le vio nacer cada vez que monta uno de sus estúpidos numeritos pero le debe ir muy bien (seguramente porque entre la tropa política y mediática tiene importantes protectores y adeptos) cuando la cosa le sale gratis. Incluso dudo que le salga gratis: debe ganar bastante dinero haciendo sus habituales payasadas. Se llama Jimmy Jump aunque su nombre de pila (más bien de pilón) es Jaume Marquet i Cot.

El otro día, en el último Barça-Madrid, saltó al campo para intentar ponerle la barretina a Cristiano Ronaldo. Si yo hubiera sido el luso, en vez de aguantar el numerito como si se lo esperase, le habría arreado una patada en los genitales al grito de ¡te vas a guasear de tu mami!

Digámoslo clarito como el chocolate espeso: igual que el tontícola del Cot saltó al campo a hacer el payaso, otro capullito de alhelí pudo hacer lo mismo sólo que en vez de barretina podría haber llevado un cuchillo o una piedra. ¿Qué hubiera pasado entonces? Cabe la posibilidad de que este otro capullito lo hubiera hecho disfrazado de tontícola Jimmy Jump para cumplir mejor sus malvadas intenciones. ¿De qué estaríamos hablando ahora?

Digámoslo todavía más clarito: tras el arsenal de majaderías que ha realizado semejante fantoche en su desnortada vidilla propagandística lo normal es que ya le hubieran puesto a la sombra durante una temporada (por cosas de menos importancia hay gente que está en el talego), pero se ve que entre los padrinos que le protegen y el parné que otros tontos del haba ingresan en su bolsillo, el tipo tiene para salir ileso de sus fantasmadas.

Digámoslo ya con todas las letras: si en vez de semejante carota saltara usted (pongamos que portando una pancarta diciendo: “Estoy en paro, busco trabajo”), ¿adivina el pelo que se le caería nada más destrozarle la pancarta los seguratas?

¿Qué tiene este tonto nacional que parece inmune a cualquier pena o correctivo? ¿Quién le protege, se ríe de sus gracias o le paga? Mientras alguien responde a preguntas tan idiotas escribamos aquí la necedad que en su página web manifiesta el susodicho en referencia a su afición, oficio y beneficio:

“Jimmy Jump es un 'saltador' y como tal ha estado presente en numerosos actos públicos 'saltándose' las barreras de entrada existentes e infiltrándose en una zona adecuada para actuar y, claro está, preparar su 'gran salto'. Su objetivo es que el mundo entero sonría con sus divertidas y geniales actuaciones. Para ello está dispuesto a escuchar cualquier tipo de proposición que si le gusta y lo ve conveniente realizará brillantemente. Su manera de actuar podrá ser objeto de debate, pero en ningún caso te mostrarás indiferente ante su causa universal del saber estar y sentirse implicado en lo que hace”.

El amigacho ni tiene abuela, ni vergüenza torera ni sentido del ridículo. ¡Su objetivo es que el mundo entero sonría con sus divertidas y geniales actuaciones! Pobre diablo.

PD. Hay una actitud bien pensante en alguna gente que dice más o menos lo siguiente: “¿Cuándo vais a aprender a no darle publicidad a este tipejo? Si no se publica, acabará por no saltar”. Cerrar los ojos no es la solución. La solución pasa porque tras su última bufonada no le queden ganas ni dinero para hacer otra. La solución pasa porque, como hoy hace el Puñetas, califiquemos a este tipo como lo que es: un tonto de tomo y lomo que aumenta su tontura porque se entrena concienzudamente para ello. ¡Que le den la medalla de oro de la idiotez!

20 de octubre de 2010

DEPORTISTAS HEROICOS

No destaca el mundo del deporte por albergar gente muy crítica con el poder establecido y con la realidad social imperante. La inmensa mayoría de los deportistas profesionales tienden hacia lo pastueño, y los dirigentes de la cosa suelen ser personal más bien vividor. Gente acomodaticia los unos y otros, empeñados en ganar mucho dinero y fama en el menor tiempo posible o en apoltronarse en los cargos hasta que les salgan callos en el trasero.

Así que hoy, cuando el Puñetas se levantó dispuesto a escribir algo sobre “héroes del deporte”, se encontró con un desierto sólo salpicado con unos cuantos oasis prefabricados por la prensa deportivesca (para la que Messi, Nadal o Alonso son héroes) cuando en realidad son vulgares espejismos.

Así que, junto con el Ardilla y Pepe Pi,  nos hemos tenido que refugiar en el pasado buscando aquí y allá. De lo encontrado, hemos seleccionado dos casos que casi nos hacen saltar las lágrimas, y eso que somos unos tipos bien duros. Hablaremos brevemente de ellos, emplazando al lector hacia el enlace donde más detenida y exhaustivamente se habla de su historia. Estos sí que son (fueron) unos auténticos héroes.

JOHANN TROLLMAN, EL BOXEADOR GITANO QUE RIDICULIZÓ AL TERCER REICH.

A los seis días de conseguir el título de campeón de Alemania fue despojado del mismo porque su estilo de boxeo no era el de un deportista ario. Lo había ganado contra el también alemán Adolf Witt en un combate en el que, siendo claro ganador, fue declarado nulo. La multitud asistente, enfurecida, exigió reconocer vencedor a Trollman y los jueces se vieron obligados a declararlo ganador. Johann lloró de felicidad en el ring, y precisamente esa fue la excusa para que tan solo seis días después le fuera retirado el título. La razón oficial: “Pobre comportamiento” (¡llorar en el ring!) y “Mal boxeo”. La verdadera razón: ser gitano en la Alemania nazi.

Dos meses después se organizó un nuevo combate en el que Trollman fue obligado a participar. Las autoridades nazis querían vengar la derrota de Witt y acabar con la peligrosa popularidad del joven gitano. Prohibieron terminantemente a Trollmann moverse del centro del ring y utilizar su famoso baile de pies para esquivar los golpes, de otra forma perdería su licencia. Trollman apareció en el ring con el pelo teñido de rubio y todo su cuerpo cubierto de harina, en un gesto de provocación, burla y caricatura hacia la imagen del “guerrero ario” con la que la propaganda nazi estaba envenenando el país. Durante el combate se quedó inmóvil en el centro del ring, con las piernas separadas y sin esquivar, uno tras otro, los mazazos de su rival. Johann resistió cinco asaltos y cayó al suelo totalmente bañado en sangre. Su carrera prácticamente acabó aquel día.

Varios años más tarde fue esterilizado, como miles de gitanos y judíos. En 1939 fue reclutado por la Wehrmacht para luchar en el frente oriental. Era la forma de evitar la muerte de su familia: a cambio del "servicio desinteresado al Tercer Reich." Murió en un campo de concentración tras verse obligado a disputar una pelea de boxeo  contra un preso que trabajaba para la SS. Aunque le derrotó, finalmente fue asesinado por ese preso, vestido con sus guantes de boxeo.

En 2003, setenta años después de conseguirlo, fue entregado a sus herederos el cinturón de campeón alemán de peso semipesado. Hace unos meses fue inaugurado en Berlín un monumento en su memoria. (Lean aquí, mucho más detallada, esta heroica historia).

MATTIAS SINDELAR, EL FUTBOLISTA "DE PAPEL".

Mattias fue un tipo que luchó contra el fascismo y lo pagó con su vida. Era austriaco de origen judío y es considerado el mejor deportista austriaco del siglo XX. Corría la década de los años 30 y un finísimo jugador  llamado Sindelar ("flotaba por los campos como una hoja de papel") lideraba la que entonces era la mejor selección de Europa, la austriaca.

La primera vez que Matthias se dio de bruces contra el fascismo fue en el Mundial de 1934. Partido contra Italia, quien era la anfitriona. Árbitro designado por Mussolini. Italia debía ganar el torneo. Sindelar recibió uno de los marcajes más infames e impunes de la historia del fútbol. Acabó lesionado y su equipo maltratado y perdedor. Luego se repitió la historia con Checoslovaquia. Así ganó Italia su primer campeonato del Mundo de fútbol.

De quien ya no pudo escapar fue de los nazis. Se anexionaron Austria y también a los mejores jugadores austriacos pero Sindelar nunca quiso defender un régimen que odiaba. Inventó lesiones, enfermedades y evadió como buenamente pudo a la Gestapo.  Cuando Alemania se enfrentó a Austria en el Prater vienés en el último partido de esta última como selección independiente, tras un primer tiempo meramente teatral, marcó un gol en el minuto 70. No contento con ello se fue a celebrar el gol delante mismo del palco de los jerarcas nazis simulando un baile y dando brincos como si tuviese un violín.

Perseguido sin tregua por la Gestapo, viviendo a salto de mata, en 1939 Matthias y su novia italiana -también de origen judío- fueron encontrados muertos sobre la cama de su piso vienés.  La versión “oficial” fue suicidio. Es muy probable que fuese un crimen de la misma Gestapo puesto que el informe oficial sobre la muerte se “extravió”. Lo enterraron en el mismo cementerio vienés que a Beethoven, Brahms, Schubert, y los Strauss padre e hijo. Lo llamaban el “'Mozart del fútbol”.  Dejando a un lado disquisiciones sobre su muerte o sobre el tipo de fútbol que practicó, su actitud contra el nazismo y en aquel partido es suficiente para calificarle de héroe. Como tantos miles y miles de gentes anónimas que no se plegaron a los criminales de la cruz gamada. (Lean aquí, mucho más detallada, esta historia).

30 de mayo de 2010

EMPIEZA LA CUENTA ATRÁS...



Lo siento, no pensaba escribir ni una sola línea sobre el particular pero la carne es débil y el cachondeo mucho. Así que no resisto la tentación de parir estas cuatro letras de puro refocile, de regodeo despiporrante y de profecía puñeteril.

Si ya lo dice mi querido monstruo, el diario deportivesco “Marca”, quien al final se ha salido con la suya y ha mandado al paro a Pellegrini (don Florentino Pérez es que lee mucho): “El Madrid ya tiene al mejor entrenador del mundo”, “Mourinho a mitad de precio” (bah, 8 milloncejos de eurillos para “liberar” al técnico portugués de las garras del Inter, qué son para la cartera merengue, una vulgar propinilla, calderilla inodora e insípida,), “El técnico galáctico”, “Catedrático en táctica”. O sea, el fichaje de Pepe Mourinho es la pera, repera y requetepera. Una ganga, vaya. Otro acierto más de ese ser superior que atiende al nombre de don Florentino (para los amigos) y que tiene una mano especial para despedir entrenadores. Algo habitual en la santa casa madridista, donde  aquellos duran menos que un caramelo en la puerta de un colegio. Ganen ligas o no.

Mas como a crueles no nos gana ni don Florentín, hemos pensado hoy darle la vuelta a la noticia: ¡ya falta menos para que al galáctico don Mourin le den el finiquito! Y para que quede constancia de nuestra maldad, hemos creado el relojillo de arriba  en el que, como pueden ver, situamos el horizonte laboral máximo del portugués “malo” (ahora reconvertido en “buenísimo”) allá por el 15 de junio de 2011, que es cuando la Liga española dará sus últimas boqueadas, más o menos.

Nuestra apuesta profética saldrá vencedora en cualquier caso. Si don Floren da la patada a don Mou, habremos quedado como unos chicos lanzadísimos que sabían de qué va el paño. Y si el luso aguanta y se gana otra temporada, quedará demostrado que, además del Marca, don Flo también nos lee y por eso mismo quiere aguarnos la profecía.

-¡Señor Puñetas, qué gran político se ha perdido este país…! Maquiavélico, sí señor…

Pues eso, que hoy nos sobraba cachondeo y hemos derrochado un poco a costa de don M. y don F. Sólo queda esperar algo más de un año, como mucho, para comprobar que el Puñetas, sí o sí, tenía razón.  

18 de abril de 2010

POBRES DIABLOS...

El viernes pasado tenía lugar en Madrid una de esas ceremonias o ritos propagandísticos a los que tan dados son en la UEFA y otros organismos federativos nacionales e internacionales. El Barcelona entregaba a la susodicha el trofeo de la Champions que el año pasado ganó y ésta se lo traspasaba a don Gallardón, alcalde de Madrid, para que lo custodie hasta que se celebre la final el próximo 22 de mayo. Custodia que no saldrá gratis a los madrileños, aunque nunca se sabrá su coste exacto ni todos los gastos que conllevará la organización de la famosa final. En cambio el alcalde ya tiene clarísimo que la misma "supondrá a la ciudad de Madrid unos ingresos aproximados de 70 millones de euros”. Ya saben: ocupación hotelera, publicidad y resonancia del partido a nivel mundial. Sería bueno que alguna vez nos explicasen con calculadora en mano cómo demonios sacan estas cuentas tan fantasiosas. Y, encima, antes de que se produzcan. Nuestros politicastros se creen listísimos y ya hasta adivinan el futuro. Dicho de otra manera: toman a la ciudadanía por imbécil.

Para el sarao del trofeo se juntaron los grandes jefes de ambas casas futbolísticas, la del Madrid y la del Barcelona. Para satisfacción de los presentes y de la gente de bien, hubo flores y galanteos por ambas partes. Don Florentín soltó aquello de que el Real Madrid, “como anfitrión hará todo lo posible para que el Barcelona se encuentre como en su propia casa" si llega a la final de la Liga de Campeones y don Joan se mostró “muy agradecido” por el trato recibido en estos años pues “desde que soy presidente del Barça, siempre he notado, aparte de la hospitalidad y cordialidad que corresponde, un cierto afecto, con lo que estoy muy contento. Si llegamos a la final nos sentiremos como en casa”. Sólo faltó que los presidentes se dieran un beso en la boca pero al Puñetas le basta y sobra con la cordialidad, buena educación y maneras con que los unos y otros han celebrado el ritual uefero. Un sano compadreo que viene de perlas para enfriar un poco la temperatura del país, elevada a niveles preocupantes por culpa de tanto extremista, fanático y maleducado como abundan por doquier.

Sin embargo, la cordial entente de ambos clubes a nivel institucional choca con la actitud de algunos pobres diablos, socios y seguidores del club blanco mayormente (los del Barça se callan por ahora aunque ya sacarán también los pies del plato, en su momento), quienes han visto en este sano compadreo un ataque directo e intolerable a lo que ellos entienden por “madridismo”. Y es que los irreductibles de uno y otro equipo (espero que no sean muchos) entienden que además de defender a muerte a su equipo del alma, están en la obligación de atacar a muerte al equipo rival. Son gente tan estúpida que no sólo se alegran por la felicidad propia sino también por la desgracia ajena. Viven en permanente estado de guerra: o conmigo o contra mí. He aquí algunas perlas de estos “intelectuales” sin intelecto, recogidas de las páginas web de los principales diarios españoles (respetaré su pésima escritura, faltas de ortografía incluidas, fiel reflejo de su patético discursillo):

“Florentino en su afan de "buenismo" no dice más que chorradas. Si juega la final el Barcelona, lodseable pro los madridistas es QUE LA PIERDA. Alguien se imagina lo que sería si el madrid la jugase en Barcelona??? Pues eso”. “Ante todo soy del Madrid, y anti Barsa (…) Hace poco estuve en el Nou Camp, y no me levanté en ninguno de los dos goles del Barcelona. Aplaudí el gol del Getafe, aunque ya no tenía nada que hacer. Como gane el Barsa la final, creo que no voy a poder superar el trauma. Y lo digo muy en serio....”. “Por favor, Florentino que se deje de lo políticamente correcto, que es una bobada. A los madridistas de corazón, lo peor que nos puede pasar es que el Barsa juegue la final de la Champions en el Bernabéu. Y lo peor, y lo más seguro que pase, que la gane.... Sr. Pérez, no me parece ningún orgullo, la verdad. Tampoco quiero que el eterno rival se sienta como en casa. Me parece hipócrita decir eso”. “D. Florentino Perez un Gentelman.lo dice de corazón ,ya lo demostro cuando vino a los funerales de Kubala....un señor, lastima que sea del Madrid....” “Estoy con todos@ los madrdistas de acuerdo, es imposible que florentino intente acojerlos como si de su casa se tratara,!!!!que gane el milan!!3-0 todos de eto”. “Si eso sucediera o sucediese, querido Florentino, claro que se iba a sentir como en casa, porque ni un solo madrileño (menos aún un madridista) asistiría a esa representación cómico-burlesca. Confío en que no llegue a producirse ese lamentabilísimo espectáculo”.

Ante semejantes acémilas sólo nos queda decir lo típico: ¡Arreee! A esta gente, de ardor tan guerrero, el Puñetas les daba un fusil y los enviaba a Afganistán a hacerse unos hombres (o mujeres) de provecho.

Menos mal que no todo el mundo piensa tan burda y fieramente. El resto, la gran mayoría, suele vivir el deporte con pasión pero con cerebro, con alegrías y soponcios pero con deportividad.

“No creo en la rivalidad Barça-Madrid. No es real. Es entretenimiento, como una peli de ficción. Es puro teatro para que el circo del fútbol siga funcionando. Al ser los dos grandes clubes de un mismo país, dependen en gran medida el uno del otro (sin uno de los dos "leones" no hay espectáculo de domadores) y la rivalidad se siembra para que sea el "opio" de las masas. Si uno de los dos no existiera, surgiría otro que ocuparía el lugar de esa rivalidad acérrima, pasaría a ser Barça-Valencia, o Madrid-Sevilla, o lo que fuera. Y la vida seguiría su curso!” “Qué mal estáis dejando al madridismo, que nada tiene que ver con los que aquí se expresan! ¿Dónde está vuestro espíritu deportivo? Soy madridista desde tiempos en los que seguramente ninguno de vosotros había nacido aún y por supuesto que me hubiera gustado que fuera el Real Madrid quien disputara la final de la Champions; pero como el Barcelona (detesto lo de Barça) no tiene ninguna culpa de que nos eliminaran, me alegraría que fuera el campeón antes que cualquier otro equipo y poder verlo para disfrutarlo, porque, nos guste o no, se lo merece y así hay que reconocerlo”.

De acuerdo que en esto del furbo hay bastante teatro, cantamañaneo y taruguez, pero aunque no sean muchos los portadores de tales virtudes, ya se encargan los periodistas del corazón y la bragueta de darles cancha y pábulo para que, pobrecicos, sigan manteniendo bien alto el discursín de la inanidad, que es lo que da de comer hoy a tantísimo analfabeto y asnalfabeto. Desde aquí felicito a sus contrarios, a esa enorme mayoría de aficionados que cumplen con el fair play de felicitar a los vencedores en buena lid, aunque no sean sus equipos del alma. Y felicito doblemente si uno de esos triunfadores resulta que es el equipo de la “máxima rivalidad”. Por fortuna, todavía hay mucha gente de bien por esos mundos del carajo y del deporte. Los pobres diablos se están quemando vivos en su absurdo infierno. Angelicos… (Mejor aprendieran de los profesionales, que ven las cosas más serenamente… dentro y fuera de la tempestad).

3 de febrero de 2010

EL ARDILLA ENTREVISTA A LAPORTA

-Siñor Laporta. Lotro día desía usté questá capasitao pa goberná Cataluña…

-Claro que estoy capacitado. Mi paso por el Barça lo ha demostrado. Y créame, es más difícil dirigir al Barça que estar al frente de la Generalitat. Fíjese, por ejemplo, que al señor Montilla no lo conocen ni en Andalucía, mientras que a mí me saludan por todos los rincones del Estado español y no digamos en el extranjero. Tan capacitado estoy que sería una pena que yo entrase en política para al final quedarme de simple culiparlante.

-Y, un suponé, ¿tiene pensaos algunos colaboradores quele ayudasen ha goberná su país?

-Ardilla, yo no doy puntada sin hilo… A Xavi lo nombraría vicepresidente, para que repartiera juego entre todo el equipo de gobierno. A Messi le destinaría el papel más difícil: mantener  las relaciones internacionales con Spain. A Pujol lo pondría de conseller de Defensa, además de nombrarle mi primer escolta. De la Consejería de Economía yo mismo me ocuparía pues tengo tal fuerza interior, tal capacidad de trabajo y tal sabiduría que la simple Presidencia se me quedaría corta y hasta me aburriría. Ah, y a Valdés, que lo para todo, lo nombraría Defensor del Pueblo.

-Supongo ke tendrá reservao un papé de honor ensu gobierno pa Pep Guardiola…

-Hombre, no sé porqué lo supone… Quizás le ofreciese el cargo de Asuntos Exteriores, para que esté siempre por ahí fuera, aunque no sé yo si Pep valdría para eso. Yo creo que alguien tendría que ocuparse de la cantera del Barça, así que a Guardiola también le podría ofrecer ese cargo tan  espectacular y tan lleno de responsabilidad. No creo que se le ocurriera no aceptar mi magnífica proposición.

-¿Y el Barça, qué papé tendría ensu gobierno?

-El que ha tenido hasta ahora: ser el mejor embajador de Cataluña en el planeta. Zapatero pretende ahora que el Barça apoye también la imagen de España en el exterior, pero ambas cosas son incompatibles desde mi inteligentísimo punto de vista. No sé porqué no recurre al Real Madrid…

-¿Sacuerda, señó Laporta, cómo acabó otro presidente de furbo que se metió a político? Jesús Gil y Gil se llamava… Goberná un paí no é lo mesmo que llevá entremanos un equipo de furbo…

-No será mi caso, descuide. Yo soy un hombre del pueblo, humilde, culto y lleno de vitalidad e ilusión por llevar a mi país a las más altas cotas de autogobierno, alejándolo de la opresión españolista que venimos sufriendo desde hace siglos. Yo he nacido para esto, para ser un líder carismático y triunfador…

-¿Y qué piensa asé, cuando gobierne, con el otro equipo dela siudá, el Español, presisamente?

-Le cambiaremo el nombre por el de Catalán C.F.

-¿Ha pensao que si usté consigue lindependensia de Cataluña el Barça tendría que jugá con equipos de tersera división?

-No se preocupe. Seguiremos jugando la Liga española porque a ésta le interesa que el Barça juegue en ella y a nosotros también. Ya me dirá qué sería del Real Madrid si no tiene rivales de la altura económica y futbolística del Barça. Ambos equipos nos necesitamos mutuamente. Y ya no le hablo del resto de los clubes modestos que obtienen ingentes beneficios cuando el Barça les visita. La pela es la pela, amigo, y no sólo en mi bendita tierra.

-Po munchas grasias, siñor Laporta. Por último, la preguntilla tópicay típica: ¿Quién creeque ganará ezte año la Liga?

-Perdone que le diga que hacerme esa pregunta es un verdadero insulto a mi inteligencia. Por supuesto que la ganará el Barcelona que tan magníficamente yo presido. Por cierto, Ardilla, ¿usted qué idioma habla? Soy un hombre muy viajado pero no consigo situar su lenguaje entre ningún idioma conosido o populá…     

7 de octubre de 2009

LOS CAPELLANES. DON CAMILO

El lector va a tener hoy ante sus ojitos la entrada más larga de todo el Arco. Así aprovechamos para estar libres en el puente del Pilar y seguir cumpliendo con nuestro objetivo de servir en la cazuela dos pájaros (dos artículos) a la semana. De ahí que el título cubra dos asuntos diferenciados aunque haya un nexo común y, por eso, aparezcan en esta entrada formando un todo.

Hay un programa de radio en la cadena COPE llamado “Al sur de la semana” que se emite durante las mañanas del sábado y domingo. Dentro del mismo, no recuerdo exactamente a qué hora, escuchaba la semana pasada (el día 3 de octubre) una sección que es habitual en ese día titulada “Los capellanes”. Asunto que llamó la atención del Puñetas. En dicho espacio radiofónico, 4 capellanes (el padre Jesús, el padre Ángel, el padre Taboada y el padre Gracia) estuvieron hablando durante un buen rato sobre fútbol, aunque aprovecharon para comentar algo sobre la fallida elección de Madrid como sede der las Olimpiadas de 2016.

Que unos sacerdotes hablaran de fútbol en las ondas (coordinados e interpelados magistralmente por el presentador del espacio, Rafael Sánchez), me hizo bastante gracia. Así que les escuché durante la casi media hora que estuvieron de palique. Divertidos. Caústicos. Ingenuos. Bocazas. Califique el lector como quiera a estos curiosos “locutores” si le da por escuchar el posdcast (¡excelente invento!).



Hoy les refiero esta tertulia como curiosidad por si no la conocen, como me ocurría a mí. Para pasar el rato no está mal. Y aunque cualquier lector asiduo del Arco considerará una extravagancia lo de dicha tertulia, la verdad es que uno no le hace ascos a nada ni nadie siempre que las cosas se hagan y digan con honestidad, gracejo y buena fe. Nada comparable a esas tertulias de periodistas deportivescos donde el fanatismo, la mala educación, el grito y la trola están siempre presentes.

Pero como una cosa lleva a otra, la audición de la tertulia de los capellones –no sé porqué- me trajo a colación un personaje literario que leí hace bastantes años: Don Camilo. Así que acudí a mi biblioteca más rancia y antigua y rescaté un viejo libro ya casi apolillado. El libro se llama así: “Don Camilo” y fue escrito en 1948 por Giovanni Guareschi. La acción –relatada en numerosos cuentos, independientes unos de otros- se sitúa en Brescello, un pueblo de la provincia de Reggio Emilia en los años 50, poco después del final de la segunda guerra mundial. Los protagonistas, Don Camilo y Peppone, simbolizan el conflicto entre dos culturas encontradas que, precisamente en los años 50, chocaban con fuerza proponiendo dos modos distintos de plantear la vida. Por un lado, el tradicional contexto social de la Italia católica y democrata-cristiana, representada por el párroco Don Camilo y por otro el revolucionario modelo comunista, encarnado por el alcalde Peppone. Sin embargo, la confrontación política, que en la vida real fue dura y se prolongó durante décadas, en las novelas de Guareschi se convierte también en una ocasión de reflexión afable, divertida y sarcástica acerca de los tipos antropológicos del italiano de a pie. En el fondo Don Camilo y Peppone son las dos caras de la misma moneda, dos italianos de gran corazón que a pesar de su aparente hostilidad no pueden estar el uno sin el otro. Son paisanos, se comprenden y se aprecian y, aunque estén enfrentados de cara a los acontecimientos locales, están unidos contra las adversidades externas y prefiguran el llamado "compromiso histórico" que luego, en los años 70, llegaría con la alianza y colaboración entre los partidos de mayor representación nacional, desde la democracia cristiana al Partido Comunista Italiano.

El alcalde Pepón está presentado como un hombre tosco y prácticamente analfabeto aunque con un corazón de oro, y el cura don Camilo tampoco le va a la zaga. En el libro, primero de una serie de gran éxito, Don Camilo termina ganando o empatando moralmente la mayoría de las disputas contra el alcalde comunista, reflejando claramente la posición cristiana y anticomunista del autor. Pero aquí no estamos para hablar de política si no para situar en su contexto el cuento que he seleccionado y que tiene una temática deportiva y futbolera. Además de divertido, refleja una situación que ya a finales de los años 40 mostraba que el deporte rey era capaz de aglutinar a las gentes con todo lo que es capaz de ofrecer: sencillez, emoción, trampa, alienación popular, etc. Espero que lo disfruten como yo lo he hecho tras una relectura.



LA  DERROTA

El duelo a cuchillo que venía durando ya casi un año terminó con el triunfo de don Camilo, quien llegó a concluir su “Recreatorio Popular” cuando a la Casa del Pueblo de Peppone le faltaba aún toda la carpintería. El “Recreatorio Popular” resultó una obra de primera: salón de tertulia para representaciones, conferencias y demás actos públicos; pequeña biblioteca con sala de lectura y escritura;  superficie cubierta para ejercicios deportivos y juegos invernales. Además, una magnífica extensión cercada, con campo de gimnasia, pista, piscina, jardín de infantes, calesita, columpios, etcétera. Cosas en su mayor parte en estado embrionario, pero lo importante en todo es empezar.

Para la fiesta de la inauguración don Camilo había preparado un programa en forma: cantos corales, actividades atléticas y partido de fútbol. Porque don Camilo había organizado un equipo sencillamente formidable, y fue éste un trabajo al que dedicó tanto entusiasmo que, echadas las cuentas, al cabo de ocho meses de adiestramiento, los puntapiés que don Camilo había dado a los once jugadores habían sido muchos más que los puntapiés dados por los once jugadores juntos a la pelota.

Peppone sabía todo y tragaba bilis. No podía soportar que el partido que representaba verdaderamente el pueblo resultara segundo en el torneo iniciado por don Camilo a favor del pueblo. Y cuando don Camilo le había hecho saber que para demostrar “su simpatía por las más ignorantes capas sociales del pueblo”, había generosamente concedido al equipo Dynamos la ocasión de medirse con el suyo, el Gallardo, Peppone palideció, y haciendo llamar a los once muchachos del equipo los puso en fila contra el muro y les espetó este discurso:

-Jugarán con el equipo del cura. ¡O vencemos o les rompo la cara a todos! ¡Es el partido el que lo ordena, por el honor del pueblo vilipendiado!
-¡Venceremos! -contestaron los once, que sudaban de miedo.

Cuando lo supo, don Camilo reunió a los hombres del Gallardo y refirió la cosa.

-No estamos aquí entre gente grosera y salvaje como ésos -concluyó sonriendo-. Podemos así reaccionar como caballeros juiciosos. Con la ayuda de Dios les meteremos seis goles a cero. No hago amenazas: digo sencillamente que el honor de la parroquia está en las manos de ustedes. Quiero decir, en los pies. Cumpla cada uno su deber de buen ciudadano. Ahora, naturalmente, si hay algún bribón que no se emplea a fondo, yo no haré tragedias como Peppone, que rompe las caras. ¡Yo les pulverizo el trasero a puntapiés!

Todo el pueblo acudió a la fiesta de la inauguración. Peppone, a la cabeza de sus secuaces, de pañuelo rojo encendido. En calidad de alcalde genérico, se complugo con la iniciativa, y como representante del pueblo en particular, afirmó serenamente su confianza en que la iniciativa no serviría para finalidades indignas de propaganda política, como algún maligno ya susurraba.

Durante la ejecución de los coros, Peppone halló la manera de observar con el Brusco que, en el fondo, aún el canto es un deporte en cuanto desarrolla los pulmones. Con señoril sosiego el Brusco le contestó que, según él, sería más eficaz a los efectos del mejoramiento físico de la juventud católica que los jóvenes acompañasen el canto con ademanes adecuados, a fin de desarrollar, además de los pulmones, también los músculos de los brazos.

Durante el partido de pelota al cesto, Peppone dijo con convicción sincera que también el aro tiene, además de un indudable valor atlético, una finísima gracia y se asombró de que en el programa no se hubiese incluido un torneo del mismo.

Como estas observaciones eran expresadas con tal discreción que se podían oír cómodamente a setecientos metros de distancia, don Camilo tenía las venas del cuello como dos estacas de aromo.Y esperaba por lo tanto con ansia indescriptible que llegara el momento del partido de fútbol. Entonces hablaría él.



Y llegó ese momento. Malla blanca con una gran G en negro sobre el pecho de los once jugadores del Gallardo. Malla roja con la hoz, el martillo y la estrella, entrelazados con una elegante D, los once del Dynamos.

El pueblo, indiferente a los símbolos, saludó a los equipos a su modo:

-..¡Viva Pepponel ¡Viva don Camilo!

Peppone y don Camilo se miraron y se saludaron con mucha dignidad inclinando ligeramente la cabeza. Árbitro neutral: el relojero Binella, apolítico de nacimiento.

Al cabo de diez minutos de juego, el oficial de carabineros, pálido como un muerto, se aproximó a Peppone, seguido por dos gendarrmes igualmente exangües.

-Señor alcalde -balbuceó-, ¿cree oportuno que telefonee a la ciudad pidiendo refuerzos?
-Puede usted llamar una división, si quiere, pero si esos carniceros no abandonan el juego violento, nadie podrá impedir que aquí se levante una montaña de muertos alta hasta el tercer piso. ¡Tampoco Su Majestad el Rey podría impedirlo! ¿Ha entendido? -gritó Peppone, olvidando en su excitación hasta la existencia de la República.

El oficial se volvió hacia don Camilo, quien estaba a un metro de distancia.

-¿Cree usted que?... -balbució. Pero don Camilo no lo dejó terminar.
-Yo -gritó- creo simplemente que tampoco la intervención americana en persona podrá impedir que aquí nademos en sangre, si esos malditos bolcheviques no dejan de inutilizarme a los hombres con patadas en las canillas.
-Está bien -concluyó el oficial. Y fue a atrincherarse con sus dos hombres en el cuartel, porque sabía sin la menor duda que, al final de todos esos líos, la gente remata los festejos intentando incendiar el puesto de los carabineros.

El primer gol lo señaló el Gallardo y se levantó un alarido que hizo temblar el campanario. Peppone, con el rostro congestionado, volviose hacia don Camilo, apretando los puños amenazador, como para echársele encima. Don Camilo contestó poniéndose en guardia. Faltaba un milímetro para el encontronazo, pero don Camilo vio con el rabillo del ojo que la gente se había de pronto  inmovilizado y que todas las miradas estaban fijas en él y en Peppone.

-Si nos peleamos nosotros, aquí se produce la batalla de Maclodio -diio entre dientes don Camilo.
-Está bien: lo hago por el pueblo -manifestó Peppone, serenándose.
-Y yo por la cristiandad -dijo don Camilo.

Nada ocurrió, pero Peppone, apenas concluyó el primer tiempo, reunió a los de Dynamos.

-¡Fascistas! -les gritó con voz llena de repugnancia. Luego agarró por el cuello a Flaco, que era el delantero centro-. Tú, puerco traidor, acuérdate de que cuando estábamos en los montes te salvé tres veces el pellejo. ¡Si en los cinco primeros minutos no marcas un tanto esta vez soy yo quien te saca el pellejo!

El Flaco, iniciado el segundo tiempo, cuando se apoderó de la pelota trabajó con la cabeza, con los pies, con las rodillas, con las nalgas; hasta dio un mordisco a la pelota, escupió un pulmón, se reventó el bazo pero a los cuatro minutos la metía en el arco. Luego se echó al suelo y no se movió más.

Don Camilo fue a situarse en la puerta opuesta del campo para no comprometerse. El arquero del Gallardo, del susto tenía fiebre.

Los rojos se replegaron a la defensiva y no hubo forma de romper el cerco.Treinta segundos antes de terminar el partido, el árbitro decretó un penal contra el Gallardo.

La pelota partió. Ni Zamora habría atajado un tiro semejante. ¡Gol!

El partido allí quedó terminado. La única tarea de los hombres de Peppone consistió en retirar a los jugadores y llevarlos al comité. El árbitro era apolítico: que se las arreglara.

Don Camilo ya no comprendía nada. Corrió a la iglesia y fue a arrodillarse ante el altar.

-¡Señor! -dijo-, ¿por qué no me has ayudado? He perdido.
-¿Y por qué debía ayudarte a ti y no a los otros? Veintidós piernas tenían tus hombres y veintidós los otros: todas las piernas son iguales, don Camilo. Yo no puedo ocuparme de piernas. Yo me ocupo de las almas. Da mibi ánimas, caétera tolle. Los cuerpos se los dejo a la tierra. ¿Nunca volverás a encontrar tu seso, don Camilo?
-Me cuesta, pero lo encuentro –respondió don Camilo-. No pretendía que vos administrarais personalmente las piernas de mis muchachos, tanto más que son mejores que las de los otros. Digo solamente que no habéis impedido que la deshonestidad de un hombre castigase a los míos por una falta no cometida.
-Se equivoca el cura al decir la misa, don Camilo: ¿por qué no admites que otro pueda equivocarse, aun sin mala fe?
-Se puede admitir que uno se equivoque en todos los terrenos. ¡Pero no cuando se trata de un arbitraje deportivo! Cuando está de por medio una pelota...
-Don Camilo razona, también él, no peor que Peppone, sino peor que Bólido, que no razona absolutamente -prosiguió el Cristo.
-También eso es verdad -admitió don Camilo-. Pero Binella es un sinvergüenza.

No pudo continuar porque oyó avecinarse un vocerío tremendo y de allí a poco entró un hombre, deshecho, jadeante, con el terror pintado en el rostro.

-Quieren matarme –sollozó-. ¡ Sálveme!

La turba estaba en la puerta a punto de entrar. Don Camilo aferró un candelabro de medio quintal y lo blandió amenazante.

-¡En el nombre de Dios -gritó-, atrás o les parto La cabeza! ¡Recuerden que quien entra aquí es sagrado e intocable!

La gente se detuvo.

-¡Avergüénzate, jauría desatada! Vuelve a tu cubil a rogar a Dios que te perdone tu bestialidad.

La gente bajó la cabeza confundida y silenciosa y se volvió para marcharse.

-¡Persígnense! -ordenó don Camilo. Y con el candelabro blandido por la mano ciclópea, alto como una montaña, parecía Sansón.

Todos se persignaron.

-Entre vosotros y el objeto de vuestro odio  bestial está la cruz que cada uno de vosotros ha trazado con su mano. Quien trate de violar esta sagrada barrera es un sacrílego. Vade retro! Entró y corrió el pestillo de la puerta; pero no era necesario.

El hombre estaba abatido en un banco y todavía jadeaba.

-Gracias, don Camilo -susurró.

Don Camilo no respondió. Se puso a pasear de un extremo al otro y finalmente se paró delante del hombre.

-¡Binella! -dijo vibrante don Camilo-. Binella: ¡aquí, delante de mí y de Dios, no puedes mentir! ¡No hubo falta! ¿Cuánto te ha dado ese bellaco de Peppone para obligarte a sancionar un penal en caso de empate?
-Dos mil quinientas liras.
-¡Hum! -mugió don Camilo, poniéndole los puños bajo la nariz.
-Pero... -gimió Binella.
-¡Fuera! -vociferó don Camilo, señalándole la puerta.

Cuando quedó solo, se volvió hacia el Cristo.

-¿No os había dicho que éste era un infame vendido? ¿Tengo o no razón de estar enojado?
-No, don Camilo -contestó el Cristo-. La culpa es tuya, que por el mismo servicio has ofrecido a Binella dos mil liras. Cuando Peppone le ofreció quinientas más, él aceptó la oferta de Peppone.

Don Camilo abrió los brazos.

-Jesús -dijo--, si razonamos así va a resultar que el culpable soy yo.
-Así es justamente, don Camilo. Proponiéndole tú, sacerdote, el primero la trampa, él ha pensado que se trataba de un negocio lícito, y en consecuencia, negocio lícito por negocio lícito, uno se queda con el que da mayor beneficio.

Don Camilo bajó la cabeza.

-¿Queréis decir que si aquel desgraciado hubiese recibido una carrada de leña de los míos, mía habría sido la culpa?
-En cierto sentido sí, porque tú has sido el primero en inducir al hombre en tentación. Pero tu culpa habría sido mayor si aceptando tu oferta, Binella hubiese fallado en favor de los tuyos. Porque en tal caso lo habrían apaleado los rojos y tu no hubieras podido detenerlos.

Don Camilo reflexionó un poco.

-En conclusión -dijo-, es mejor que hayan vencido los otros.
-Así es, don Camilo.
-Jesús, entonces os agradezco por haberme hecho perder. Y si os digo que acepto serenamente la derrota como castigo de mi deshonestidad, debéis creer que estoy verdaderamente arrepentido. Porque no enojarse al ver perder un equipo como el mío, un equipo, y no lo digo por jactarme, que podría jugar en la división B, un equipo que se come a dos mil Dynamos, creedme, es una cosa que destroza el corazón y reclama la venganza de Dios.
-¡Don Camilo! -amonestó sonriente el Cristo.
-No podéis comprenderme -suspiró don Camilo-. El deporte es un asunto muy especial. El que está metido, está metido, y el que no está metido, no está. ¿Expreso la idea?
-Demasiado, pobre don Camilo. Te comprendo tanto que... Bueno, ¿para cuándo es el desquite?

Don Camilo se alzó con el corazón rebosante de alegría.

-¡Seis a cero! -gritó-. Seis pelotazos como balas, que ni los verán pasar. Tan seguro es como que acierto en ese confesonario.

Arrojó al aire el sombrero y con un puntapié lo recibió al vuelo y lo metió en la ventanilla del confesonario.

-¡Gol! -dijo el Cristo sonriendo.

14 de junio de 2009

GRACIAS, DON FLORENTÍN


Cuando en febrero nos preguntábamos si don Florentín cabalgaría de nuevo, no podíamos imaginar que no sólo se subiría al caballo en tres meses sino que en un pis-pás iba a conseguir (tirando espléndidamente de chequera) los fichajes de Kaká y Cristianito Ronaldo por la módica cantidad de ciento sesenta y un milloncejos de eurillos.

A veces los milagros existen en el fútbol y a los ateos nos las dan en el mismo carrillo. Nuestro escepticismo y sarcasmo han sido barridos por el vendaval florentinesco en menos de una semana. Nos ha dejado hechos unos zorros. Pero, ¿qué tiene este rey Midas al que se le ablandan los gladiadores más significativos del circo futbolero? ¿De dónde saca tanto dinerito calentito y qué cuentas contables realiza en la intimidad para que el supuesto derroche le sea rentable?

Confiesa el Puñetas que no tiene ni pajolera idea de cómo se lo monta don Florentín. Usando el sentido común pensamos que esta vez su caída será más morrocotuda que la primera y que es posible que con ella arrastre al club merengue a poco que le fallen los números. Pero ¿quién dijo que el mundo del futbolín se rige con criterios de sensatez? Así que hoy hemos cambiado el chip, dejando en el perchero nuestras más acendradas y revoltosas neuronas (las que nos aportan buen juicio, lógica, prudencia y cordura) para alabar el locuelo proceder de un señor tan serio como este hombre, de apellidos Pérez Rodríguez. Entre pitos y flautas quizás se gaste 200 millones de euros en fichajes (y lo mismo me quedo corto), cosa que sólo puede escandalizar a los meapilas y paletos del mundo mundial.

El fútbol del más alto nivel (representado por los clubes más poderosos del orbe) tiene que ser como lo ve don Florentín: pasta a troche y moche, sueldazos de impresión, estrellas y galaxias, glamour y fama. El espectáculo más visto y endiosado del mundo no puede permitirse el lujo de funcionar con chicuelos de la cantera, colegas del barrio y unas cuantas figurillas de porcelana. Eso queda para los clubes liliputienses, modestillos y tal, pobre morrallita. En una economía superglobalizada, dominada por las multinacionales y las grandes corporaciones, un gran equipo de fútbol tiene que ser también una gran multinacional y, como tal, funcionar a toda pastilla. Luego, si la pelotita no entra, habrá que colgar a los responsables en alguna farola, pero pretender contentar a millones de seguidores repartidos por todo el planeta con una plantilla de minúsculos gladiadores es empresa inútil. A las masas se las arrastra con grandes chuletones y no con unas cuantas albondiguillas.

El fútbol no es un equipillo representando a una ciudad, ni una sociedad  de amigachos que pretende defender paletamente los valores de una geografía determinada. El fútbol moderno y de masas, representado por sus clubes más cualificados, tiene que ser como don Florentín lo siente: un grupo de estrellas mediáticas, de pasarela y publicidad, que encima juegan al fútbol de maravilla. Ricos hasta las cachas. Polémicos, divos, niñatos y guapos. Para que todos los días del año se esté hablando de ellos sin parar, comprando camisetas de ellos en el Corte Inglés y en la tiendas de los chinos, viajando de la Ceca a la Meca siguiendo sus huellas y andanzas, pidiéndoles autógrafos y un hijo suyo, saliendo en las revistas del cuore y la bragueta y –de paso- metiendo goles casi todos los domingos y fiestas de guardar. Se acabó la vieja trola de un equipo que sólo se dedica a jugar al fútbol con once tíos a los que da ganas de enviarlos a sembrar alfalfa. Los grandes clubes tienen que ser imperialistas (señor Laporta, baje de las nubes y deje de decir bobadas) porque si dejan de serlo dejarán de ser grandes. Jugador que destaque en el planeta, para el saco. Cláusulas de rescisión de contrato a precio de tonelada de jamón. Mercadotecnia las 24 horas del día y los 12 meses del año. Esto no es el Teatro Chino de Manolita Chen. Estamos hablando del Coliseum, de las catedrales balompédicas, de entradas a precio de caviar, de informaciones machaconamente futboleras en todos los telediarios, de gobernantes mundiales arrastrando la cerviz detrás de una Champions. Hablamos de fútbol planetario, del deporte más seguido por la ciudadanía, sea pobre o rica o mediopensionista. Deletreemos “Cristianito Ronaldo” y la humanidad entera sabrá de quién y de qué hablamos. Pronunciemos “Obama o Zapatero” y, salvo Leire Pajín (alias la pelotillera), ni un dos por ciento de los habitantes de este planeta sabrán de quién demonios hablamos.

Todo esto, y más, lo sabe muy bien don Florentín. Como sabe que siendo Presidente del Real Madrid lo conoce media humanidad, mientras que como Jefazo de ACS pasa desapercibido hasta en la misa de doce. La prensa se va a forrar de lo lindo con la llegada de nuestro prohombre. Las televisiones, no digamos. La economía sumergida, también. Y las compañías de aviación, los hoteles, los autocares, los bares, los políticos y hasta los poetas. Don Florentín ha abierto el saco de las esencias y aquí va a florecer la pelotita con un glamour y un perfume la mar de metrosexuales. Como en las grandes superproducciones, el personal prefiere ver al Pitt, al Cloney, al Cruise o al Bardem antes que a Santiago Segura o a Manolo el de la Moto. Así que, gracias, don Florentín por mostrarnos el fútbol como lo que es (aunque nos pese): el mayor espectáculo del mundo mundianesco.Eso dicen sus innumerables devotos y creyentes...

19 de marzo de 2009

EL ARDILLA ENTREVISTA AL PUÑETAS (SEGUNDO TIEMPO)


-Seguimo conel interrogatorio ar Puñetas… Ademá de sé campeón endes nucá gambas, ¿enqué tuviera gustao destacá má?
-En ser como Mingote, Forges, Idígoras-Pachi… Las viñetas del Arco vienen de esa frustración de no saber dibujar ni una rueda pinchada.
-¿Kualé tu deportista preferío?
-De ahora, ninguno en especial. De los de antes, Miguel Indurain. Reúne todo lo que exijo a un deportista de élite: discreción, modestia, autocontrol, sacrificio y ser buena persona... hasta con sus rivales. Sumo a estas cualidades el que logró superar con su poderoso físico lo que parecía imposible. Hasta su llegada era impensable que un ciclista de casi 1,90 metros pudiera batir a los escaladores en la alta montaña.
-¿Yqué tré sucesos extradeportivo tan impresionao má?
-Pues así, a bote pronto, el asesinato de 11 deportistas israelíes a cargo del grupo terrorista “Septiembre Negro” en las Olimpiadas de Munich de 1972; la tragedia en Heyssel, Bruselas, en 1985, cuando los hinchas británicos atacaron a los italianos  y se produjo el derribo de un muro de hormigón que mató a cerca de 40 personas y provocó centenares de heridos en lo que iba a ser una gran final de fútbol entre la Juventus y el Liverpool; y el apuñalamiento en plena pista de la tenista Mónica Seles, número uno del mundo, cuando disputaba un partido del torneo de Hamburgo. Tras su larga recuperación, nunca pudo volver a ser lo que había sido.
-Ytú, como as ezcritoenel Arco, ¿no tienes equipo?
-Sí, digo no, mi equipo es “Ninguno”.  Veo un encuentro de fútbol, baloncesto o el deporte colectivo que sea como pueda ver un cirujano a un enfermo en el quirófano. Sólo procuro disfrutar con las virguerías que allí se hagan, cosa nada fácil por lo infrecuente, y para de contar. Pese a todo, me lo paso bien, así que lo de implicarse política o emocionalmente con un nombre o un club determinado, me atrae menos que Madonna recién levantada de la cama.
-¿Note gustaría escribí enargún sitioimpor tante, como el Playboy?
-Sí, escribir me produce cierto placer, pero es un hobby temporal como otro cualquiera. Supongo que cuando me canse me dedicaré a resolver sudokus o a cocinar en la Termomix.
-¿Porqué tiés tanbue nas migas conla Aguja?
-Es otro como yo, pero que sabe de deporte todo lo que yo no sé. Somos dos bichejos raros en esto de las bitácoras deportivas, aunque hay por ahí algunas –desde luego mejores y mucho más leídas que las nuestras- que apuntan alto. Claro que para tíos con retranca y mala leche, nosotros. Y así nos luce el pelo, que nos leen cuatro gatos. Tampoco tenemos más pretensiones. Hago mío aquel famoso eslogan de la revista humorística de “La Codorniz”: la revista más audaz para el lector más inteligente. Cada cual tiene sus ideas, sus intereses y sus ganas de publicitarse como le dé la gana. Luego, que cada palo aguante su merecida vela.
-¿TieneRaúl que volvé a laselessión española?
-Tío, déjate de preguntas chorras, que hasta ahora vas muy bien. Deja eso para los señores de las telecacas y demás basura mediática.
-Peroal guien delas teles o arradios abrá quete hagati lín…
-Pues mira, ya que lo dices, disfruto con María Escario, la que informa del deporte en algún telediario de la Uno. (La Uno en poca vergüenza y en mucho despilfarro, quiero decir). No sólo porque es mujer sino porque es discreta, tiene una sonrisa muy agradecida y una voz que me pone. Es la única con la que no me cabreo…
-¿Y quéme dise der Jaime Lizzaqué, el mandamá deldeporte españó?
-Mira Ardilla. Una de las cualidades de éxito de un buen político es que sepa reírse en la cara del personal y que, encima le voten o le aplaudan. Y una de las cualidades exigibles a un buen ciudadano es poner en cuarentena a quienes lo tratan como un imbécil. Don Lizza juega muy bien a lo que juega y yo no quiero desmerecer en lo mío. Así que cada cual hace perfectamente su papel…
-Finámente, ¿quiéngana rá la liga?
-Alguno de los de siempre, o el Barcelona o el Madrid, aunque los de Guardiola llevan todas las papeletas para ganar en la rifa amañanada de este año. Y digo “amañada” porque si duplican, triplican o más los presupuestos del resto de los equipos, ya me dirás si no van a ganar en una competición de largo recorrido como es la Liga. Lo que me encanta de estos dos primos es el odio que se profesan (salvo las consabidas excepciones) y que los convierte en hermanos de sangre. Su rivalidad política y deportiva es el debate más estéril, inane y absurdo que puede ocupar nuestra vida nacional o lo que sea, pero ahí los tienes, formando pareja como el Gordo y el Flaco, Sansón y Dalila o Ramón y Cajal, que en paz descansen todos. Me aburren sus disputas pero reconozco que, de cara al Arco, me han dado y darán grandes tardes de gloria.
-Po muschas grasiaspor dejarte  interrogá y ezperoquel personá talla conosío unpoco má grasias amí. Y ahora, meva a invitá auna servesa, o no, agarrao…
-Sí, pero al 5 % TAE más IVA, que tú te crees que esto es Jauja, chaval…
-Jodío Puñetas…

17 de marzo de 2009

EL ARDILLA ENTREVISTA AL PUÑETAS (PRIMER TIEMPO)


Bengointen tando convensé ar Puñetas pa aserle una entre vista. Arfin loéconseguío y endos peazos, akíla teneis. Espero quesus guste. Y si aargún direktó deperio dico legusta mi estilode entrevistá, llasa be ondeme tié.

-Avé, Puñeta, tú, ¿quienco ño ere?
-Pues un tipo bastante raro que, en algunos ratos libres,  se dedica a escribir sobre deporte, tomándoselo mitad en serio, mitad a cachondeo. En su vida terrícola trabaja en el racional mundo de la enseñanza y en su vida extraterrestre se dedica a la irracional francachela del deporte.
-¿Crés entonses que tóel mundo que ase deporte estázum bao?
-No, lo que creo es que el deporte-espectáculo y de élite es pésimo para la salud física y mental,  de ahí lo de irracional, aunque el que tiene suerte se forra de pasta gansa y de fama, o sea, de poder, que son dos de las cosas que más menean el culo del mundo.
-Pero haséde porte es sano; ¿no? Yono e echoen mi vía másque el deporte dempiná el codo, pero disen que esgüeno palasalú…  
-No soy un entendido en la materia y por eso escribo sobre el deporte. Más o menos como hacen los alegres chicos del AS o el Marca, sólo que yo lo hago con mejor humor y menos trolas. Sin  embargo, los médicos (esos seres que escriben peor que tú y que exigen a los demás prácticas saludables que ellos no realizan para sí) afirman que es fundamental para la salud de nuestro organismo mover el esqueleto, ya sea barriendo, doblando repetidamente el espinazo o corriendo detrás de un autobús. Convertir el movimiento necesario de huesos y carne en un frenesí y un derroche repetitivo e insano me parece una exageración y un error, pero díselo tú a los que viven, de una manera u otra, de este bello cuento.
-Tonses a tite gusta el ejersisio físico má queldeporte…
-Claro. Otra cosa es que, los que no valemos para la alta y desquiciante competición, nos conformemos con verla en un estadio o en una tele, más o menos como si aquello fuese un espectáculo único e irrepetible. No hay nada más monótono y repetitivo que el deporte, salvo la vida misma. Ya sabes, dormir, levantarse, comer, trabajar, sonarse los mocos…
-Pero túte lo passas muy vienconlo del deporte ese, nome mien tas…
-Claro, porque este mundillo ha pasado a tener gran importancia social y mediática, al extremo de que ya es un espejo en que poder examinar, objetivar y destripar nuestras propios anhelos y neuras como bichejos humanos medio socializados. Los que tenemos el gran defecto de ser muy críticos (bah, cuatro gatos, no creas….) hemos encontrado en el deporte un entorno cerrado y minúsculo donde poder sublimar nuestros bajos instintos críticos. Así, de paso, creemos que hacemos algo bueno por la humanidad, aunque sea en nuestros ratos libres. Quizás esto sea puro cinismo, pero es preferible un cínico que sabe de qué va el invento a un ingenuo creído de que el deporte sólo es una pelota o unos tíos y tías en pantalón corto haciendo felices a la gente al tiempo que se ganan el pan y el queso sudando la camiseta.
-¿Y cuántotiem popi ensas seguí dándola vara enel Arco?
-El que me permita la salud, el cachondeillo y mi inventiva, que uno no es de piedra. Así llevo desde 2004 y lo que te rondaré, resalao…
-Ay poco humó en eztodel deporte…
-Muy poco, y humor basado en la ironía, la sátira y la crítica, menos todavía. El personal se toma demasiado a pecho lo que no es sino una simple diversión. Todavía los deportistas se juegan meses de duro entrenamiento, sueldos, suculentas ganancias y otras fruslerías, pero los espectadores, especialmente en los deportes colectivos, deberían acudir a los estadios con actitudes menos agrias y más con ganas de pasárselo bien. La primera pregunta cachonda que deberían hacerse es: ¿qué diantres hacemos cien mil almas en este estadio viendo como unos tipos intentan meter una pelota entre tres palos, pagamos un potosí por verlos y encima nos cabreamos como monos contra el 50 % de los que están ahí abajo para darnos espectáculo?
-Er furbo é unade tus debilidade…
-Porque es el deporte rey de mi entorno y del planeta. Si no lo fuese me importaría un pimiento pero reúne en sí todas las bondades y necedades del mundejo y sociedad que hemos construido hasta la fecha.
-¿Y poqué ledas tanta caña ala prensa, las teles y asín?
-Porque me descojonan. Oír a unos tíos hechos y derechos cantar gooool ante unos micrófonos me reconcilia con Tarzán de los monos. Comprobar que informan en los telediarios (que ahora deberían llamarse telechorradas) más de fútbol que de política o economía, me hace recordar los lavados de cerebro de la antigua Formación del Espíritu Nacional de mi infancia. Reducir toda una programación a un encuentro deportivo tras otro es jibarizar la cruda realidad que nos rodea queriendo convertir un simple pasatiempo en el centro de nuestras vidillas o vidorras. Una actitud torticera y opiácea que me eriza los pelos del bigote.
-Po asta aquí mispregun tas del primé tiempo. Avé sien la según daparte te dejasde tanta filo Sofía, macho, yme contestas rápido y convuen humó a argunas curiosidades quete voi a interrogá…
-Sí, ya es hora de que me hagas preguntas inteligentes para que yo pueda responderlas de forma ídem…            

27 de enero de 2009

HOMENAJE A LOS INVISIBLES


El mundo del espectáculo es bastante puñetero, mejorando lo presente. Todo el mundo conoce los dimes y diretes, la cara y el careto de quienes asoman la patita triunfalmente por los medios de comunicación, sea cine, tele, radio u hoja parroquial. A nuestros ojos, la Sharon Stone está de pan y moja, pero nadie se acuerda de la patulea de gente que pierde las pestañas y manos para mantenerla así de guapetona, a sus maduros añitos. Los gorgoritos que hace en el escenario mi admirada Amaral suenan a gloria celestial pero ni dios sabe la de gente que hace que la cantante sea lo que es: esos que están detrás del escenario encargados hasta de los detalles más nimios. Todos los que vemos copar los megawatios de los focos para ellos solitos no serían nadie si no tuviesen  detrás un equipo de profesionales especializados que les cubren las espaldas y realizan el trabajo más oscuro.   

En el mundo del deporte, todo espectáculo, ocurre lo mismo. El astro, el rey midas, el gran campeón deben gran parte de sus éxitos al trabajo que muchos curritos hacen en la trastienda. Currantes que, en su materia, suelen ser también unos ases, pero que no traspasan el umbral del escenario porque toda la luz tiene que llevársela el jefe, el idolillo de masas o el equipo puntero, no se sabe porqué cortedad de miras. Hoy quiero personificar en un masajista a toda esta gente casi desconocida que actúa para la gloria y el esplendor de los deportistas triunfadores. Estoy seguro que sin su trabajo y el de otra gente anónima, muchas medallas y triunfos deportivos no se habrían producido o serían escasos. Personifico hoy el trabajo imprescindible de estos trabajadores que actúan entre las cortinas del escenario en Marcelino Torrontegui.

No es un masajista cualquiera. En la actualidad lo es del Málaga C.F., pero su labor abarca otros deportes. Tiene en su haber cuatro asistencias a Juegos Olímpicos y 18 campeonatos mundiales de ciclismo. Por sus manos han pasado Miguel Indurain, Tony Rominguer, Lance Amstrong, Oscar Freire,  Alejandro Valverde, Abraham Olano, Alberto Contador, Joan Llaneras o Joane Somarriba. Lo más granado del ciclismo. Pero también Chema Olazabal, el golfista, que no golfo (algunos malos lectores suelen confundirse).  ¡La de cosas que tiene que saber –y no contará nunca- de estos grandes campeones!

Hace varios meses, en el diario SUR, leí una entrevista a Torrontegui, de la que destacaré algunas frases: “El auténtico campeón estimula a todos los que estamos alrededor. Son una gente muy fuerte mentalmente. Los ves tan centrados y tan puestos en su sitio, tan ganadores, que te hacen ellos a ti más que al contrario. Y si alguna vez fallan, saben reconocer inmediatamente sus errores. Son muy autocríticos”. “El deporte ha evolucionado mucho. Pierde un poco de encanto. Hoy hay más presión y nos movemos más en el modelo de empresa que sólo busca rendimiento”. “El deporte de alto nivel sí es perjudicial para la salud. La gente se exprime mucho”.” “Se ha masacrado al ciclismo con el dopaje. En los Juegos de Pekín llegamos y el primer día, análisis de sangre y orina; el segundo y el tercer día, igual. Es el deporte más controlado del mundo.”  

Masajistas, médicos, preparadores físicos, utilleros, psicólogos… y demás auxiliares de los deportistas y de los equipos merecerían salir de vez en cuando a la luz pública, más o menos como ocurre en las películas cuando, tras el acostumbrado final feliz, desfilan los nombres de  todos los que han intervenido en el invento (actores, peluqueros, guionistas, paisajistas, efectos especiales, vestuario…), sin cuya ayuda –cada cual en su parcela- nada hubiera sido igual. El culto al líder, llámese Zapatero, Messi, Penélope Cruz o Emilio Botín no puede hacer olvidar que no serían nadie si detrás de ellos y ellas no trabajase un montón de gente experta y especializada en vendernos la burra y el burro como es debido. Qué quieren que les diga, la historia no la hacen los generales ni los reyes sino los soldaditos y la anónima gente que todos los días tiene que currar si quiere llevarse un trozo de pan a la boca.  

15 de enero de 2009

ADIÓS SIN HACER RUIDO

Los vi en el diario AS del viernes 9 de enero. En un roalillo de una página par del final del periódico, encima de la lista de la lotería. “Isabel Fernández se retira tras 18 años de triunfos”. “Llaneras, el mejor olímpico, se despidió ayer en Rotterdam”. Sí, la judoteca española más laureada de toda la historia, con cuatro Juegos Olímpicos a sus espaldas (Oro en Sydney) y un porrón de medallas mundiales, europeas y nacionales, cuelga los hábitos. Por su parte, Joan Janeras, el mejor deportista español en la historia de los Juegos Olímpicos (dos oros y dos platas) y heptacampeón del mundo, colgaba la bicicleta de competición. Dos deportistas como dos soles; dos extraños en un país que sólo se acuerda de esta gente una vez cada cuatro años, exigiéndoles lo que no se atreve a exigir a los peloteros ricachones del fútbol: medallas en unos deportes donde somos un país de medianías. El otro día dijeron adiós a la alta competición. En la prensa deportiva, media paginita para el recuerdo. Una miseria cuando se dedican media docena todos los días a contar majaderías solemnes sobre cualquier futbolisto o futbotonto de medio pelo, siempre que sean del Real Madrid o el Barcelona. En las televisiones, ni olieron las despedidas. País de mierda que desconoce y ningunea a sus mejores hombres y mujeres, y no sólo en el deporte. No se van millonarios pero ni falta que les hace. Sabe dios cuantos siglos tendrán que pasar para que aparezcan dos deportistas de su mismo nivel en sus respectivas especialidades.

25 de noviembre de 2008

EL INCOMBUSTIBLE

Era julio de 1988 cuando don Ángel María Villar ganaba en disputada lid la presidencia de la Federación Española de Fútbol al otro candidato, Eduardo Herrera. Mucho ha llovido desde entonces pero ambos caballeros siguen, veinte años después (se dice pronto) al frente de sus chiringuitos respectivos. El segundo, que ya entonces presidía la Federación Andaluza de Fútbol, continúa al frente de la misma, mientras que don Ángel acaba de revalidar otros cuatro añitos al frente de la cosa nacional. (Además, es alto ejecutivo de la UEFA y de la FIFA, o sea, que está en todas las pomadas).  Aunque esto del fútbol es muy volátil en cuanto a jugadores, entrenadores y presidentes se refiere, pues raro es el que logra aguantar unos cuantos años en un mismo club e invento, en la cosa directiva es bien diferente. Veinte años se han cumplido y los que te rondaré morena. Don Ángel y don Eduardo, cada uno a lo suyo: a sufrir en nombre del fútbol, je, je.

Con su victoria de hoy el Ilustrísimo Señor don Villar de las Alta Poltrona tiene asegurado el momio federativo nacional hasta el 2.012, pero como es muy joven –sólo tiene 58 años- sus pretensiones pueden ir mucho más allá. Por de pronto ya se ha puesto un mínimo listón: el del año 2018, donde piensa concelebrar el Mundial de Fútbol que aspira a organizar. Y lo ha dicho recién salido ganador por sexta vez: “Estando unidos, teniendo a la Administración unida y a la sociedad española unida, nuestra candidatura será invencible. Continuemos por este camino”. Dicho en lenguaje del Puñetas: “Si el Gobierno pone la pasta que costará el festejo y yo sigo siendo el rey indiscutible del mambo furbolero, seguro que organizamos el mundialote”.  Sin nadie que le tosa en la Federación (ni dios se ha atrevido a presentársele como alternativa) y con todo atado y bien atado (salvo unas disputas políticas con los alegres chicos de la pseudoizquierda política de este país, que hunden sus raíces en aquellas primeras elecciones de 1988), este hombre consigue el Mundial y que los españolitos paguemos la juerga más contentos que unas castañuelas. Y, encima, le darán el premio Príncipe de Asturias, como al Nadal o al Fernandito Alonso…

Es un genio don Ángel y, siendo muy crítico con su apego al sillón y lo que trae aparejado tras tanto tiempo (escándalos, corrupción, caudillismo, etc), hay que reconocerle que es el tuerto en el país de los ciegos. Algo así como el señor Samaranch lo fue en el terreno del olimpismo. Esos milagros que nadie se explica pero que –de vez en cuando- ocurren en este país. Así que felicito al reelegido y le deseo larga vida federativa, por lo menos hasta el 2088, en que pueda celebrar el centenario. Como la medicina adelanta que es una barbaridad, espero que para esas fechas don Villar pueda seguir ostentando el bastón de mando y el Puñetas –de edad cronológica parecida- pueda comprobarlo notarialmente in situ. 

2 de septiembre de 2008

VICENTE MARCO

El fin de semana fallecía en Madrid a los 92 años Vicente Marco. Para muchos de los que ya calzamos nuestros añitos, don Vicente ha sido una referencia de nuestra infancia y adolescencia. No sé quien dijo hace poco que nuestra patria es nuestra infancia, con sus recuerdos, temores y alegrías. Especialmente en los 60 y 70, el Puñetas escuchaba religiosamente cada domingo, no la misa de la iglesia franquista si no el "Carrusel Deportivo", un programa de la Cadena Ser dirigido y presentado por don Vicente.

"Tengo 53 años y recuerdo toda mi infancia los domingos por la tarde pegado a una pequeña radio escuchando esa maravillosa voz de Vicente Marco diciendo, adelante Juan de Toro, Bilbao Antonio de Rojo, Sevilla Juan Tribuna, Valencia Miguel Domínguez, Castellón Chenco, Zaragoza Paco Ortiz, Madrid Pepe Bermejo, etc. Que tiempos! Descansa en paz, Maestro". "Gracias por tantas tardes de Domingo. El sonido de aquel Carrusel (qué diferencia con el bodrio de hoy en día) es parte de mi vida. Descansa en paz".

Estos dos comentarios encontrados al pie de la noticia en diversas páginas web ilustran perfectamente lo que quiero decir. No necesito más. El paisaje que vivimos cuando éramos unos chicuelos hace tiempo que lo destruyeron: el río de agua cristalina, la escuela donde aprendimos a leer y escribir, la era en que nos desfogábamos pegando patadas a un balón de trapo... También van desapareciendo del paisaje aquellas voces que arrullaban nuestro despertar a la madurez y a la oscura y difícil vida de adulto. Oír a Marco todos los domingos cantando las excelencias del gol es una música que muchos guardamos entre los recuerdos más queridos. Hoy nada suena igual, ni siquiera el Carrusel, quizás porque abandonada la infancia, nos hemos vuelto apátridas.

12 de marzo de 2008

CHICA LISTA, CHICO TONTO - EMPIEZA EL CHOU OLÍMPICO

CHICA LISTA, CHICO TONTO. Seguro que este articulillo gustará mucho a más de una feminista bilirrubinosa. Pero es que dónde va a parar la una y el otro. La chica, aunque ya gaste los mismos años que el añejo Puñetas, es Martina Navratilova, que hoy es noticia porque ha recuperado la nacionalidad checa, ahora que por allí los tanques soviéticos sólo están en las fotos del horror comunista. Está por hacerse todavía la simbiosis peliculera entre el deporte y la política, reflejando las historias de muchísimos deportistas que han tenido que emigrar de sus países para poder trabajar en lo suyo, que han sido carne de cañón de sus respectivos Estados totalitarios o que han devenido en puro montaje propagandístico. En fin… Doña Martina, toda una señora en las pistas de tenis durante muchísimos años, tuvo que largarse de su país porque "mi federación no me permitía jugar en territorio americano, donde se disputaban la gran mayoría de los torneos y así no podía continuar con mi carrera". Eran los gélidos años de la Guerra Fría entre los USA y la URSS, más sus respectivos satélites. Martina (que no abandona la nacionalidad estadounidense) mantiene lazos familiares y profesionales con su país de nacimiento. Cuando nos hacemos mayores la infancia asoma a nuestros ojos con más vehemencia y cariño. Retornamos la vista hacia aquellos años, paisajes y vivencias. No es bueno olvidar y aunque no tengas ninguna necesidad siempre viene bien regresar al claustro materno y familiar, donde también se engloban las calles en que jugamos, la tierra que estrujamos con las manos y el cielo con el que tuvimos nuestros primeros sueños. Me encantó siempre verla en las pistas de tenis, inclusive su valentía al declararse lesbiana. Ahora que, para valiente, ese chico atontolinado llamado Lewis Hamilton, corredor de Fórmula I, que a sus pocos años se cree muy listo simplemente porque conduce un sofisticado cuatro latas a 300 por hora. En una entrevista que acabo de leer demuestra su escasa formación intelectual diciendo majaderías de este tenor: “Tras el último año, ahora tengo más experiencia, soy un poquito más viejo y mucho más sabio”. Y explica, el muy tonto, que ahora es más sabio porque sabe qué esperar, es consciente de su preparación y porque sabe ahorrar energía. (¡Menuda paradoja en la Fórmula I!). Tenemos un sabio viejo o un viejo sabio que se pasa la mayor parte de su tiempo encajonado en un bólido viendo como la vida transcurre veloz tras el asfalto, llevado en volandas por los mass media hasta la mayor de las obscenidades: hacerle creer que es alguien importante. Sólo lleva un añito en el candelero, todavía no ha ganado ningún campeonato, pero ya se cree el rey del manbo. Bienvenido al club de los sabios, querido tonto. (Dicho sea, por supuesto, sin el más signo de mala leche o insulto. Es una manera de hablar o de entendernos).


EMPIEZA EL CHOU OLÍMPICO. La China chinesca, la del uniforme uniformado y la de las masas masificadas, la China de los derechos torcidos y del comunismo capitalizado, ha dado el disparo de salida para las próximas olimpiadas. Veremos grandes acontecimientos, pero el primero ya está aquí: la cara norte del Everest, la cara tibetana, ha sido cerrada a cal y canto. Las olimpiadas universales que cantan los vivales del COI han puesto el candado al monte más alto del planeta, haciéndolo más pequeño y enano. Más o menos, a la altura de los jerifaltes que gobiernan, masacrando o exiliando, a gran parte de su pueblo. Argumentan los sátrapas que el medio ambiente de aquellos lares corre serio peligro. Los mismos que han ampliado la carretera que sube hasta el campamento base para facilitar el paso a la llama olímpica en ese desfile de pasarela habitual y, de paso, para que los turistas puedan llegar hasta la zona con total comodidad. Parece ser que la pasarela antorchera llevará el fuego fatuo hasta la mismísima cumbre del Everest por esa cara Norte. Una estrategia política más de los Juegos chinescos, en un intento de legitimar la soberanía china sobre la región tibetana y de evitar que las protestas aparezcan en las telecacas de medio mundo. Largas tardes de gloria nos prometen los Jueguecitos de la Cochinchina. (Otra manera de hablar…)

16 de enero de 2008

BOCAZAS A BABOR Y ESTRIBOR - EL ALPINISTA QUE AMABA LAS MONTAÑAS

BOCAZAS A BABOR Y ESTRIBOR. El mundo del deporte está lleno de bocazas. Gente que parece que se va a comer el mundo y a los rivales, cayendo luego en la más absoluta de las miserias y de los descréditos. Uno de los que usan gratuitamente la lengua con mayor celebridad y contumacia es el señorito Del Nido, el mejor presidente del mundo como corresponde al mejor club del mundo: el Sevilliya C.F. Nada más conocer que en octavos de la Copa le había tocado en suerte al Barcelona de los Cuatro Fantásticos que Nunca Juegan Juntos, el amigo se despachó bien despachado: “La mala suerte es para el Barcelona, que va a caer en octavos de Copa”. Sin ninguna duda. Con un par. Pero ayer, tras el partido de vuelta, quien quedó eliminado fue su Sevilliya del alma. ¿Y ahora qué, Nido mío? ¿Dirás que lo tuyo era una corazonada, que te lo había dicho una gitana en la acera de la catedral, que ese día estabas eufórico porque te había tocado la lotería? ¿Qué vas a decir ahora, querido deslenguado? No dirás nada, ni que perdiste una ocasión de oro para –antes de la eliminatoria- haberte callado como un caballero. “No sé como acabará la eliminatoria, señores. Son dos grandes equipos y puede pasar cualquier cosa. Esperen un par de semanas y verán quien gana y quien pierde”. ¡Era tan fácil! Los lugares comunes de siempre y ahora no correrías el riesgo de que algunos te digan que eres un experto en hacer el ridículo. Los que son del Barça todavía no han parado de reír a tu costa. ¿Aprenderás alguna vez, querido bocazas?



EL ALPINISTA QUE AMABA LAS MONTAÑAS.
La edad no perdona y a los 88 años ha fallecido Edmund Hillary, el hombre que a las 11,30 del 29 de mayo de 1953 alcanzaba por primera vez la cumbre del Everest en compañía del sherpa Norgay Tenzing, realizando así una de las mayores gestas de la exploración moderna. De natural humilde, el éxito no se le subió a la cabeza. Después siguió con sus grandes aventuras, como su visita al Polo Norte en avioneta, cuando ya tenía 66 años. Pero siempre con una máxima: el respeto por el riesgo y por la naturaleza. Por eso, él quiso sobre todo a las gentes que vivían en las montañas, especialmente al pueblo sherpa, al que ayudó fundando hospitales, escuelas, puentes, y a recuperar su naturaleza maltratada. Porque Hillary fue el primero, pero tras él han venido muchos con mucho menor mérito y conciencia. Tanto ha cambiado el Everest que en una ocasión lo calificó como “el mayor basurero del mundo”.
En Nepal lo consideran como un héroe y los sherpas no digamos. Muchos éxitos deportivos nunca se alcanzarían si no tuvieran el soporte anónimo de gente modesta que nunca sale luego en los diarios ni en las pantallas. Hillary siempre ayudó a los porteadores y éstos –bien nacidos- siempre han sabido agradecérselo. Por eso son ellos los que más le lloran en el último adiós. Los tiempos del romanticismo y el aventurerismo sano quedan bien lejos. Señor Hillary, descanse en paz en las alturas que siempre amó y respetó.

20 de marzo de 2007

INDURÁIN, EL CAMPEÓN HUMILDE


No soy nada fetichista. Ni siquiera me gustan las fotos personales o de los lugares a donde viajo alguna vez. Pero en casa tengo una estantería donde, mezcladas entre decenas de libros, hay dos bicicletas de carrera en miniatura y un muñequito de plástico. Entre los libros, uno de Javier García Sánchez titulado “Induráin, una pasión templada”. Una de las bicicletas es la famosa “Espada” con la que el ciclista navarro batió el record del mundo de la hora en 1994, la otra una copia de las utilizadas habitualmente en sus famosas carreras contrarreloj del Tour. El muñeco representa una pose habitual de Miguelón, saludando tímidamente con una mano y en la otra un ramo de flores, tras un sufrido triunfo.


Hace poco se cumplía una década desde que Induráin dejó el ciclismo activo y me tenía prometido un breve recuerdo sobre su figura y lo que representó. De hoy no pasa, ahora que la actualidad nos deja un hueco.



Como señalaba hace poco el citado Javier García “con Miguel se terminó toda una época del ciclismo, aquélla en la que este bello deporte aún parecía noble y con un sentido épico de la existencia”. A Induráin le debemos el asombro de haber roto barreras que parecían infranqueables, la planificación concienzuda en un país lleno de improvisadores, la capacidad de sacrificio con la mayor de las modestias, el saber ganar sin menospreciar jamás a los rivales, el tomarse las victorias con la misma humildad con que sufría las derrotas y el conseguir unos triunfos deportivos jamás soñados por el deporte español.



Pensar que un tío de 80 kilos podía superar, y hacerlo a veces el primero, cimas tan míticas como el Tourmalet era impensable antes que llegase Induráin a sus años de mayor gloria. Nadie, ni sus descubridores, pudo imaginar nunca que subiría las montañas de Francia tan bien como para ganar cinco veces consecutivas el Tour. Todos le veían inicialmente como un hombre de pista o un clasicómano cuando a los 18 años ganó el campeonato de España de aficionados con su 1,88 y casi 90 kilos de peso. Ocho años más tarde gana su primer Tour, donde siempre destacará gracias a una concienzuda preparación anual orientada hacia la prueba francesa y sin la cual nunca hubiera logrado sus triunfos pues el hándicap del peso y la estatura era considerable. Sus triunfos los cimentaba en unas contrarreloj fabulosas por las que le llegaron a llamar “el extraterrestre”, una defensa férrea en la montaña donde siempre acababa cazando (y a veces ganando) a los grandes especialistas, una técnica depurada sobre la bicicleta tanto en el llano como en la montaña y en los peligrosos descensos, un ahorro de esfuerzo innecesario, una mente privilegiada para aplicar tácticamente lo que más le convenía y un saber prever el peligro en cada curva. El sol le daba alas y la lluvia y el mal tiempo se las cortaba, así que lo suyo también dependía de los dioses y de su propio autocontrol y leal saber.


Los cantamañanas empezaron a valorar poco las sucesivas victorias del “extraterrestre”, como si tener un equipo acompañante muy inferior a otros equipos y el inconveniente del peso y la estatura no fueran suficientes elementos en contra como para pensar que Miguelón pasaba las de Caín cuando la carretera se empinaba. Pero todo esto queda en un segundo plano si el campeón es un ser odiado por los rivales y poco respetado por los suyos. En el caso de Induráin la unanimidad es plena: nunca quiso acaparar todos los triunfos (tipo Merckx, Hinault o Amstrond), siempre respetó a sus oponentes (y estos le respetaron) y jamás mereció un reproche por falta de deportividad, falso orgullo o exceso de protagonismo. Fue, y sigue siendo aunque ahora no corra, un deportista de los pies a la cabeza que actuó con esa deportividad y fair play que hoy echamos en falta a tantísimos deportistas fatuos y creídos. Siempre me viene a la mente su proceder en el Mundial de Colombia 95 cuando -controladísimo por sus rivales- mandó escaparse a Olano, mientras él se quedaba al frente del pequeño grupo templando y frenando la persecución, pese a que era consciente que se le escapaba la medalla de oro. Una actitud de generosidad y de disciplina que él siempre mantuvo hasta cuando, estando plenamente capacitado para ganar el Tour, su jefe de filas era Pedro Delgado.



Luego llegaría el último Tour del 96, en cuya preparación demostró que estaba con una fuerza plena para ganarlo y ser el primer ciclista que conseguía seis victorias de la famosa prueba gala. Los primeros días de lluvia bloquearon los músculos del navarro y sufrió las consecuencias con una gran pájara en la primera etapa montañosa. Cualquier otro hubiera abandonado al día siguiente, pero su orgullo profesional le impidió bajarse de la bicicleta y aguantó hasta el final. Aquel Tour fue la demostración (y quizás ya, el hastío de tantos años de brutal sacrificio) de que la hora del adiós se acercaba. Un mes después acudió a los Juegos Olímpicos de Atlanta para darse el gustazo de ganar el oro en la contrarreloj, aunque su sueño –nunca lo ocultó- fue siempre el Tour, así que poco después anunció que se retiraba. Lo hizo con la misma modestia y deportividad con la que llegó. Por eso, diez años después, no sólo el Puñetas sigue teniendo en sus laicos altares (habitados por muy poquita gente y escasísimos deportistas) a don Miguel, si no que todavía muchísima gente se acuerda de sus hazañas y su humilde forma de ser: a finales del año pasado la Junta de Castilla La Mancha le concedió su Premio Nacional del Juego Limpio, destinado a estimular a los chicos y chicas para que sepan que, en la vida, como en el deporte, hay que practicar el juego limpio".


Así que le debía este comentario a Miguelón, con la misma admiración que la de Javier García en un artículo recordatorio reciente que finalizaba así de bien: “La vida toda, y ahí se incluyen las pasiones que despierta el deporte, se fundamenta, en buena medida, en los recuerdos. Pues bien, nosotros estamos orgullosos de haber conocido la época de Miguel, y ese milagro no nos lo quitará nadie. Así sea”. Amén.

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).