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8 de julio de 2010

APROVECHAR LA OPORTUNIDAD

Anoche, tras la victoria de la selección de Del Bosque sobre la de Low, releía desde suelo sudafricano el estupendo libro de John Carlin “El factor humano. Nelson Mandela y el partido que salvó a la nación”. (Basándose en él, Clint Eastwood ha realizado una estupenda película: “Invictus”).


El libro detalla, paso a paso, toda la estrategia de Nelson Mandela para –ya presidente- usar el deporte del rugby, el deporte mayoritario de los afrikáners (el 65 % de los blancos sudafricanos), como elemento de cohesión social, como símbolo de la nueva época que esperaba conseguir para un país que había sido denostado en el mundo entero por el apartheid que se practicaba sobre los negros, la gran mayoría. Letreros de “solo blancos” en aseos públicos, bares, fuentes, cines, piscinas públicas, parques, paradas de autobús y ferrocarril. Un país dividido condenado a una eterna guerra civil.

Mandela, poco después de su liberación,  había estado en Barcelona, cuando las Olimpiadas del 92, y sacó de allí un claro mensaje: “Vamos a usar el deporte para la construcción nacional y para promover todas las ideas que creemos que conducirán a la paz y la estabilidad en nuestro país”. Tras conseguir que la Copa del Mundo de Rugby se pudiera disputar en Sudáfrica, comenzó a desgranar –con enorme y elevadísima dificultad- toda su estrategia de reconciliación nacional y racial.

La selección sudafricana de rugby tenía fama de violenta y era un símbolo más del apartheid: los colores de su camiseta, su himno, su bandera, la procedencia blanca de todos sus jugadores… Por todo ello numerosos países del mundo tenían prohibido que sus selecciones jugasen contra ella. El deporte era un elemento muy importante en la política exterior de aquella Sudáfrica para hacer que el apartheid no fuera tan inaceptable. “En cuanto a la política interna el deporte era la barrera que separaba a los jóvenes blancos de los negros; por eso contaba con un enorme apoyo del gobierno y las grandes empresas tenían grandes rebajas fiscales por patrocinarlo. Era el opio que mantenía a los blancos en una ignorancia feliz: el opio que tenía adormecida Sudáfrica.”

Mandela entendió pronto que el nuevo país que él quería construir necesitaba los partidos internacionales del rugby afrikáner. Era un apasionado partidario de utilizar el rugby como instrumento de reconciliación.  “Debemos utilizar el deporte para la construcción nacional y promover todas las ideas que creemos que contribuirán a la paz y la estabilidad en el país. Antes los negros apoyaban a los equipos de rugby extranjeros cuando jugaban contra Sudáfrica. Mi idea era asegurarnos el apoyo de los afrikáners, porque el rugby, para ellos, es una religión”.

Aquel campeonato del mundo de rugby, disputado en Sudáfrica bajo el slogan “Un equipo, un país”  fue todo un éxito a pesar de las enormes dificultades que tuvieron que superarse y que el libro de Carlin detalla minuciosa y emotivamente.  “Fue muy difícil convencer a la gente de que los Sprinbok podían ganar el mundial. Aquello era una oportunidad política inmejorable, aunque el propio Mandela también se vio arrastrado por el fervor y se convirtió en otro aficionado patriota y enloquecido”. La selección sudafricana consiguió ganar aquel campeonato. En las calles se desató la locura. Unas escenas que se repetían en toda Sudáfrica. Sólo habían pasado cinco años desde la liberación de Mandela. “Nunca imaginé que ganar la Copa del Mundo pudiera tener tanto impacto. Nunca me lo esperé. Todo lo que hacía era seguir adelante en mi tarea de movilizar a los sudafricanos para que apoyaran el rugby e influyeran en los afrikáners, sobre todo con vistas a la construcción nacional”.

De todo lo que pasó y se dijo en aquellos históricos momentos, me quedo con la siguiente reflexión del delantero francés al que el árbitro le anuló un ensayo en las semifinales contra Sudáfrica, lo que permitió a la postre que el equipo africano pasara a la final: “Lloramos desconsolados cuando perdimos aquel partido. Pero, cuando fui a ver la final el fin de la semana siguiente, volví a llorar, porque sabía que era más importante que no estuviéramos allí, que lo que estaba ocurriendo ante nuestros ojos era más importante que una victoria o una derrota en un partido de rugby”.

Bien, lejos del país, tras la victoria de la selección española sobre la alemana en las semifinales del Mundial de fútbol (la religión de la vieja Europa y de casi todo el mundo), me puse a releer el libro citado porque aunque ni los tiempos, ni las sociedades, ni las selecciones ni casi nada de nada son equiparables, sin embargo tiene uno la sensación –o quizás la ilusión- de que lo que ocurra el próximo domingo en la final contra Holanda pueda representar –en línea con lo que ya viene sucediendo- un antes y un después en las viejas rencillas que tienen amordazado y semi parado a este viejo país llamado España, repleto de gentes muy diversas, de rasgos culturales, lingüísticos e históricos diferenciados, pero que lleva siglos y siglos encajado geográficamente entre los Pirineos y el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico (junto a su otro hermano, Portugal) y, por ello, siglos y siglos disfrutando y padeciendo en común las mismas batallas, idénticas penurias y alegrías.  

Nos falta (y nos ha faltado -un mal histórico casi crónico) unas elites y unos gobernantes de altas miras, no ombliguistas, respetuosos con el bien general de todos los ibéricos, dispuestos a escuchar a las gentes sencillas de sus respectivos localismos –sea el supranacional, el nacional o el local- para las que el día a día no se hace odiando o enfrentándose a los que se encuentran en las tierras de más abajo o arriba sino uniendo esfuerzos entre todos, aunando voluntades comunes dentro de las inevitables diferencias geográficas y personales que hay en cualquier lugar pero que en vez de servir de elemento disgregador deben contribuir a la cohesión. Esta mezquindad y cortedad de miras que nos ha llevado en algunos momentos de la historia común al más absoluto fracaso (cuando en otros momentos nos condujo a la mayor de las victorias) viene amenazando con repetirse en los últimos tiempos. Y la gente de bien, los currantes, la morrallita, no nos lo merecemos, aunque con nuestro pertinaz individualismo y nuestro clásico aborregamiento (basado en el buen vivir de estas tierras) no hagamos nada por evitar los fantasmas de siempre. Quizás, aprovechando la marea roja de Sudáfrica (como hizo Mandela en un país muchísimo más complicado que el nuestro), sería el momento de mostrar a las claras que somos como la mayoría de los países de nuestro entorno, que tenemos nuestras rencillas como las tienen todos los que viven codo con codo pero que sabemos distinguir perfectamente lo esencial de lo accesorio y que la unión de todos es lo que nos da la fuerza para no acabar hundidos en el abismo.

A la caspa de mangantes, trileros, falsificadores de la historia, gobernantes de salón  y cínicos elitistas de campanario que en este país se enrocan en proclamar las diferencias legítimas de los pueblos sobre las bondades de una historia común y voluntariosa de todos los que vivimos bajo el mismo techo ibérico, quizás sería el momento de arrojarles a la cara –y algo más- la famosa letra de Rafaelito Alberti. Con ella les dejo, además de con la vibrante y libertaria voz de Paco Ibáñez.

4 de abril de 2010

EL TURISMO COMO DEPORTE Y EL DEPORTE COMO TURISMO

La revista “Deportistas”, editada por la Federación Española de Municipios y Provincias, en las páginas 8 y 9  de su  nº 32 de febrero/marzo de 2010,  informa que “El Consejero de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía presentó en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) celebrada en enero en Madrid los grandes eventos deportivos que albergará la región en 2010”.  Acto seguido se desglosan algunos de los eventos más importantes: el Open de España de golf en Sevilla, el Open de Golf Andalucía en Málaga, el Gran Premio de Motociclismo de Jerez, los ciclos de carreras de caballos de los hipódromos de Dos Hermanas y de Mijas, las carreras típicas de las playas de Sanlúcar de Barrameda, las 5 primeras etapas de la Vuelta Ciclista a España, el Torneo Andalucía Tennis Experience, torneo del circuito femenino a celebrar en Marbella…

Hasta aquí todo perfecto, maravilloso y olé los buenos gestores y políticos que se lo curran para que el nombre de Andalucía traspase Despeñaperros, los Pirineos, el Atlántico y lo que haga falta. La primera cruel pregunta que se hace el humilde contribuyente un poco crítico es la siguiente: ¿El papelón de las Administraciones Públicas –sean Centrales, Autonómicas o Locales- es organizar torneos de tenis, carreras de caballos, mundiales, olimpiadas y otros hierbajos? Porque no parece que ese deba ser su cometido. Y la segunda preguntilla igual de  cruel: ¿De dónde sale la pasta para pagar estos fastos? Porque el Consejero y la patulea de gente que trabaja en la Consejería no pondrán un duro de su bolsillo, eso seguro…

La primera sospecha, a bote pronto, es que nuestros administradores públicos confunden churras con merinas y torneos de golf con sanidad pública de calidad. Confunden propaganda y  gestión de los intereses públicos. La segunda sospecha, aún más gorda y cierta, es que los paganos de todos estos eventos tan chiripitifláuticos  seremos los contribuyentes, los curritos y currantes mayormente. Y esto será así porque casi todo el parné de los fastos y fiestas deportivescas que se anuncian procederá de las arcas públicas. Atentos a la explicación de porqué se organiza con pasta gansa mayoritariamente pública este tinglado deportivo-turístico-comercial: “La captación y organización de grandes eventos deportivos constituyen una prioridad dentro del Plan de Marketing turístico porque están íntimamente unidos a la puesta en valor del territorio y promueven la generación de rentabilidad turística para nuestros empresarios”. Más claro, el agua turbia.

Para organizar el tinglado, dice la Junta que ha implantado un nuevo modelo de gestión consistente en la creación de eventos que incorporan en el nombre la marca “Andalucía” en lugar de patrocinar citas deportivas ya existentes, aunque eso no lo veo nada claro en el caso de la Vuelta Ciclista a España o el Campeonato motero de Jerez, pero en fin...  También dice la señora que su nuevo modelo ya está siendo estudiado por otras comunidades autónomas, es decir, que es magnífico ya que colegas de otras latitudes están perdiendo el culo por imitarlo. Sí, alguna iniciativa privada –empresarios amigos, mayormente- colaborará en el gasto pero el plato fuerte lo pagará el sufrido ciudadano que ve como con sus impuestos se abona o subvenciona ya casi todo. Nunca pudimos imaginar que el famoso “Estado del Bienestar” consistiese en pagar a mansalva a un montón de gente que no tiene ninguna utilidad pública o que con el dinero de los impuestos se pagasen actividades privadísimas que deberían correr a cargo exclusivamente de quienes las realizan.

“Nuestro modelo supone compartir riesgos y beneficios, en un sistema de lealtad, confianza mutua y suma de esfuerzos  con el sector privado para ser algo más que la sede de la competición”. ¡Olé el piquito de oro! ¡Olé la confraternización universal con un sector privado que hace aguas por todo el Mediterráneo gracias a que la Junta de Andalucía es el mayor empleador de toda la comunidad, bien a través de sus ramas administrativas, bien a través de sus ramas clientelares, bien a través de sus innumerables empresas públicas para usos privadísimos! En realidad quien pone casi todo el riesgo en los eventos (o sea, los dineritis) son los contribuyentes, auténticos mindundis de este modelo de gestión basado en el clásico dicho del “todos pagan y algunos se lo llevan calentito”. Bueno, eso de que “todos pagan” tampoco es cierto porque el fraude fiscal es de aúpa.

Pero no seamos demagogos ni recelosos. Las cuentas están claras: “Andalucía acogió el año pasado 350 acontecimientos deportivos que supusieron un retorno económico de 120 millones de euros, reunieron a más de medio millón de espectadores y alcanzaron una repercusión mediática de 100 millones de personas”. ¡Ele las cuentas bien contadas! Sólo un pero: ¿cuánto costaron esos 350 acontecimientos deportivos, desglosados en dinero aportado por el erario público y por el sector privado? Ah, que todavía están haciendo las cuentas… Menudos cuentistas…

19 de noviembre de 2009

MIEDO A LA LIBERTAD


El otro día el Parlamento vasco aprobó una resolución en la que invitaba a la RFEF a que cuente con el País Vasco en sus próximas citas de la selección española de fútbol. También hacía referencia a la organización de una etapa de la Vuelta Ciclista a España. Esta no pasa por el País Vasco desde la edición de 1978 y la “Roja” (vaya nombrecito cursi) no pone sus pies en aquel terruño desde 1967.

¿Qué es lo que ha pasado en todos estos años para que una tierra tan amante del ciclismo y el fútbol no albergue citas importantes del deporte? Que sepamos, no es sólo el fútbol y la Vuelta. Hay otros muchos acontecimientos deportivos de primera línea que tampoco han sido solicitados para su presentación o representación en Bilbao, San Sebastián o Vitoria. La explicación parece evidente.

El Partido Nacionalista Vasco y sus amistades peligrosas llevaban gobernando Euskadi desde el inicio de la transición y a esta gente no les saques del levantamiento de piedras y la cesta punta. Bromas aparte, es evidente que en todo este tiempo los camaradas han huido (y huyen) de todo lo que huela a “español” –menos la pasta, claro- como si se tratase de la peste porcina o la gripe A. El problema tiene narices porque en ningún lugar consta que ellos sean los propietarios del solar vasco y que allí se tiene que hacer siempre lo que ellos digan. Si al PNV le revienta “la Roja” no tiene porqué prohibir o poner peros a que juegue alguna vez un partidillo en el País Vasco: hay gente “pa tó”. Que a uno no le guste una cosa no significa que no pueda gustar a otros,  por lo que impedirlo a las bravas –por ordeno, mando y el te vas a enterar- dice muy poco del amor por la libertad ajena. La propia, ya se sabe, ni tocarla porque es sagrada.

La plataforma que defiende la oficialidad de las selecciones vascas, bajo el nombre de Euskal Herria, ESAIT, ha puesto el gritazo en el cielo con la resolución del nuevo Parlamento, ocupado  en esta legislatura por los enemigos del pueblo vasco: “Pretenden impulsar la conciencia española entre la ciudadanía vasca”. ¿Conciencia española? ¿Y eso qué coño es? ¿Desde cuándo un vulgarote juego como el fútbol lleva implícita la conciencia nacional de quienes lo practican? ¿No saben estos mastuerzos que los jugadores, los españoles y los vascos, sólo se representan a sí mismos, a sus clubes y quizás a su Federación privada, cuando saltan al campote y empiezan a darle patadas a la dichosa pelotita? Si todos sus argumentos en otros ámbitos de las ideas tienen la misma racionalidad que en éste, mejor que se dediquen a la cría del champiñón en un caserío perdido o se enrolen hacia el Índico en busca de atún para el marmitako. 

Lo que no es de recibo para esa ciudadanía vasca es que una parte de ella –sea pequeña o grande- no pueda presenciar ciertos acontecimientos deportivos simplemente porque uno de los contendientes es vestido en Galerías Spain, como si Euskadi fuese un territorio de otro planeta. Nadie va a acudir obligado  a presenciar el espectáculo. ¿A qué ha venido entonces tantos años de sequía y de muro deportivo?  Pues simplemente a que esta gente tan cerrilmente patriotera, palurda y catetona ha impuesto su parecer al resto del paisanaje en vez de permitir que éste hiciese libremente de su capa un sayo. “El acuerdo del Parlamento Vasco, va en contra del sentir mayoritario de los ciudadanos de Euskal Herria”. Pero, mastuercillos míos…, ¿no dicen las reglas de juego aquí y en Groenlandia que un Parlamento democrático representa la soberanía popular? Ah, que eso sólo ocurre cuando el Parlamento está en vuestras manos... ¡Pues empezad por ahí, machotes…!

Cierto es que hay por en medio una banda de bandidos que pudiera aprovecharse de la situación para organizar sus típicas fiestas y divertimentos de celebrarse “allí” (en su “casa”, entienden los muy suyos)  cualquiera de esos grandes acontecimientos deportivos con selecciones “españolas” o deportistas  hispanos  de alto nivel. Nos lo ha recordado ese hombre de medio pelo que responde al nombre de Anasagasti (toda una vida dedicada a mamar de la política) al poner a la banda como hipócrita justificación: mientras exista ETA mejor dejarse de tanta selección y tanta Vuelta. Lo que ha querido decir, en román paladino, o se ha expresado muy mal, es  que por las tierras vascas quienes mandan son los bandidos de la banda esa y que mejor no cabrearles. Hagamos como con los piratas somalíes: impuesto revolucionario y salir pitando con el rabo entre las piernas. Más o menos lo que ha hecho el PNV y sus amistades peligrosas en una treintena de años hasta que hace poco fue desocupado democráticamente del poder tras las últimas elecciones autonómicas, lo cual provocó una llantina de tal calibre a los peneuvistas de pesebre que el nivel del Cantábrico subió varios centímetros. Si todos los países siguiesen semejante razonamiento, incluida España, jamás organizarían Olimpiadas ni Campeonatos Mundiales ni nada de nada pues siempre hay una ETA, un Al Qaeda, un IRA o unos descerebrados dispuestos a aguar la fiesta con sangre y fuego. Rindámonos pues, en plan peneuvista, y que manden los pistoleros.  

En fin, que mientras los que se creen dueños del cortijo han puesto el grito en el cielo (Nafarroa Bai: "Expresión de nacionalismo español rancio"; EA: “Pedir la Vuelta y que España juegue en Euskadi es una frivolidad que raya en la irresponsabilidad”), algunos dirigentes del deporte español –como don Lizzaqué- han tenido un orgasmo múltiple pensando que porque vayan Del Bosque y sus muchachos a Bilbao o aledaños se va a producir el evento más histórico de toda la historia vasca. Ni la burrez de los unos ni la ingenuidad y subidón de algunos otros. Simplemente de lo que se trata es de que en el País Vasco –como en cualquier otro lugar del mundo- puedan ver a los deportistas de élite de toda Spain y del extranjero más desarrollado disputando partidos, corriendo carreras, dando raquetazos o nadando en la Ría. Y nada más. Ni rollos patateros de representatividad inexistente (ni política ni territorial) ni poner una pica en Flandes. Aunque los del Parlamento vasco también han errado en algo sus intenciones –es la RFEF y sus clubes quienes tienen potestad para organizar los partidos- de lo que se trata, queridos mamoncillos, es simple y llanamente de fútbol, ciclismo o lo que caiga. Dejad la conciencia nacional de los unos y otros para cuando estéis hartos de vino, que es cuando las grandes ideas dan bastante risa. Se trata -simplemente- de que haya libertad para que puedan organizarse los eventos deportivos que se crean convenientes (siempre habrá gente interesada en acudir a ellos) y no de impedir en nombre de vuestra santa libertad la libertad de los demás. Esa que tanto miedo da... 

15 de noviembre de 2009

EL MURO DEPORTIVO DE LA RDA

Cuando se acaban de cumplir 20 años de la caída del Muro de Berlín pocos recuerdan que, en el ámbito deportivo, también caía otro gran muro: el del dopaje en la RDA (República Democrática Alemana, aunque de Democrática no tenía ni un pelo del bigote de Stalin). Nacida en 1949 tras la Segunda Guerra Mundial, se estableció en una parte del territorio alemán, siendo ocupada por la Unión Soviética. Hoy, afortunadamente, la RDA y la URSS se han hecho añicos, como el Muro berlinés. Aunque aún quedan nostálgicos (hay gente masoquista a la que las dictaduras le erotizan bastante), en el ámbito deportivo hay plena unanimidad: aquellos dos países alcanzaron numerosos éxitos deportivos gracias a que el deporte era un asunto de Estado y a que a los deportistas más selectos los dopaban en cantidades industriales. “El objetivo es asegurar al deporte de la RDA una posición que demuestre la superioridad de la sociedad socialista sobre la capitalista gracias a la utilización de UM”.  Así llamaba la Stasi  (UM: productos de apoyo) a lo que era un plan estatal de dopaje, perfectamente planificado. Los deportistas apenas competían fuera de la órbita soviética (así se evitaba que otros países metieran las narices y sospecharan), pero no dudaban en acudir a unos Juegos Olímpicos o Mundiales, donde el deporte se confundía con la política, dentro de aquella Guerra Fría de infausto recuerdo.

En la RDA se dedicaron especialmente al atletismo y la natación, deportes en los que prevalece el físico (velocidad o resistencia). Pruebas en que las hormonas del crecimiento, las transfusiones sanguíneas y demás guarradas químicas podían hacer efecto. En 1972, en los Juegos de Munich, la RDA ganó más medallas que la RFA. Cuatro años más tarde, en Montreal, las nadadoras orientales se llevaban 11 de los 13 oros en juego. En Seúl la RDA consiguió 102 medallas, sólo aventajada por la URSS. Para un país de unos 17 millones de habitantes, no estaba nada mal la cosecha de chatarra. Sólo que tanto éxito olía ciertamente a chamusquina, máxime cuando los mayores triunfos procedían de la parte femenina. En Seúl, por ejemplo, las féminas consiguieron el triple de medallas que sus compañeros. O estaban hechas de una pasta especial o allí había trampa. Recuerdo que las nadadoras apenas cabían en el bañador, todo músculo, con espaldas más grandes que las de un leñador. Las walkirias, las llamaban. Sus 24 medallas convertían en ridículas las 9 de los chicos. Y no digamos en el atletismo (31 contra 12). A muchas les pilló la reunificación alemana tras la caída del Muro, pero nunca más se supo de ellas. Algunas, como la prometedora atleta Katrin Krabbe, fueron pilladas con las manos en la masa. La mayoría prefirieron hacer mutis por el foro: sin UM el cuerpo  ya no funcionaba igual. El Muro se les había caído encima con todos sus cascotes.

Se calcula que unos 10.000 deportistas de Alemania oriental fueron dopados entre 1970 y 1989. A la fuerza. Porque esa es la particularidad de este dopaje, nada comparable al que se produce en la actualidad. Era un dopaje planificado por el Estado para conseguir éxitos de propaganda política, sin tener en cuenta las nefastas consecuencias futuras en la salud de los deportistas.  A los que  apuntaban maneras, aunque fuesen tiernos infantes, ya se les empezaba a preparar “adecuadamente”. “Las gimnastas no crecían, las atletas y nadadoras se quedaban embarazadas y luego abortaban para aprovechar el cambio hormonal, y el dopaje desde los laboratorios era parte de la dieta”. (ABC) “A largo plazo, muchos han testimoniado las consecuencias espantosas del dopaje: cánceres, disfunciones hormonales, infertilidad en algunas mujeres e hijos con discapacidades en otras”. (El Mundo).

Cómo sería la cosa que arramblado el Muro y la RDA, tras las investigaciones pertinentes –y aún queda mucha tela por cortar- ya se ha sentado en el banquillo a diversos responsables de entonces y hasta se ha establecido un plan de indemnizaciones para los deportistas más afectados por las secuelas físicas que les han quedado de aquellos lodos. De entre ellos, el caso que más me ha impresionado es el de Heidi Krieger, campeona de Europa de peso (ver viñeta). A consecuencia del consumo de esteroides y hormonas modificó su metabolismo y le dio aspecto de hombre. Al final, tuvo que cambiarse de sexo y hoy se llama Andreas. Krieger declaró en el año 2000 en un juicio que se siguió contra los máximos responsables de la trampa.

Las cifras de la Alemania unificada, veinte años después del Muro, confirman el embuste y el delito de la RDA: Alemania gana las mismas medallas que ganaba la RFA, más o menos las que vienen a corresponder a su número de habitantes y poderío económico. Frente a los nostálgicos de unos tiempos y de una época que ningún ser humano decente y con sentido común quiere que regresen, reconforta conocer el detallazo de la ex atleta Ines Geipel. “Su mayor éxito, logrado gracias al doping, fue el récord mundial en la carrera de relevos de 4x100 metros. Geipel hizo borrar su nombre del registro, pese a la oposición de la Asociación Alemana de Atletismo y de sus tres colegas, que aparecen ahora como plusmarquistas de una disciplina que no existe: la carrera de relevos femenina de 3x100 metros.” (DW-World.de).


4 de noviembre de 2009

LA LEY DEL EMBUDO



Vive el Puñetas en uno de los países del mundo donde hay más leyes por kilómetro cuadrado y habitante. Se fabrican como churros, vengan o no a cuento; se interpretan como dios da a entender pues quienes las escriben adolecen de la virtud de la simplicidad y de ir al grano; la gran mayoría encierran trampas y argucias que sólo conocen los iniciados y, por si fuera poco, su cumplimiento suele ser bastante arbitrario y escaso, siendo los mayores incumplidores aquellos que deberían dar precisamente ejemplo: quienes se las inventan, interpretan o imponen a los demás. En cuestiones leguleyas somos la maravilla de las maravillas, la envidia del planeta y parte de la galaxia…

Una de esas leyes que venía circulando por el país en plan disparate era una que –ahora nos enteramos- llaman la “Ley Beckham”. Que semejante analfabeto haya dado tanto que hablar, incluyendo el aportar su nombre a una ley española, es para salir corriendo camino de Groenlandia, cuando menos. Dicha ley la parieron los políticos de turno con la idea de atraer hacia Spain a ciertas cabezas de huevo del mundo mundial (investigadores, científicos, investigadores, intelectuales de alto copete…) pero resulta que al final los únicos que se han servido y aprovechado de ella han sido los futbolistas extranjeros y sus tapaderas, los clubes que los han contratado. ¿Cómo van a venir científicos a España cuando los pocos que tenemos tienen que buscarse las habichuelas fuera de nuestras fronteras? La respuesta a la ley citada demuestra la estupidez e ignorancia del legislador así como la picaresca de los enteradillos de turno pues, según cuentan ahora las crónicas, los que venían de fuera acogiéndose a ella tributaban sólo al 24 %. Poco más o menos que si fueran pobres de solemnidad. (A este respecto, hace más o menos dos meses, recogíamos aquí la pataleta –bien razonable- del mánager general del Bayern de Múnich, Uli Hoenes, criticando el trato fiscal privilegiado que reciben los futbolistas en España, que le da a los clubes de la Primera División española una ventaja competitiva sobre el resto de Europa. ¡Qué razón tenía el muy pillín!).

Aunque, cuando recogimos la queja del alemán fuimos muy pesimistas con que el actual Gobierno cambiase dicha ley, mira tú por dónde quien tiene boca se equivoca: Don Zapatero nos da una patada en todos los morros y se atreve a mordisquear la oreja un poquitín a los millonarios del futbolín, subiéndoles la tributación al 43 %, pese a lo cual esos jugadores –los que vendrán a partir del 1 de enero de 2010- seguirán siendo riquísimos porque quienes suelen pagarles los impuestos son los clubes. Así da gusto.

En cuanto ha saltado la noticia al césped, los de la Liga Profesional del Fútbolín han puesto el grito en el cielo y en el bolsillo.  "Al fútbol español una modificación del régimen especial de impatriados le supondrá una factura de más de cien millones de euros, por lo que en el caso de ser adoptada habrá que tomar el camino de enfrentarse a esta decisión, llegando incluso a tener que parar la competición". Eso han dicho, en una huida hacia adelante que ojalá se haga realidad –quizás el personal de a pie empiece ya a darse cuenta del morro y cemento armado que gastan los clubes profesionales y sus dirigentes-. En vez de empezar a ahorrar como todo quisque (por ejemplo, no despidiendo entrenadores en cuanto se pierden cuatro partidos seguidos o llevando a los jugadores a hoteles de tres estrellas, que tampoco están mal), estos esforzados del patriotismo futbolero pretenden mantener la discriminación con los futbolistas españoles, que por el mero hecho de serlo tributan muy por encima de ese ridículo 24 % (en España, se diga lo que se diga, es una bicoca ser extranjero) y, por otro lado, quieren seguir riéndose de todos los millones de currantes  que no tienen un club o entidad que les pague los impuestos sino que han de de quitárselos del pan escaso de sus bocas para que el Estado haga de las suyas, mientras que a los dioses del balompié, ni tocarlos, que para eso realizan una labor social de la máxima urgencia histórica: meter goles entre tres palitroques pintados de blanco.

Parece que el ministro de Deportes, don Zapatero, anda más pelado que el culo de un mono y que necesita sacar dinero hasta de las piedras para que papá Estado no se hunda en la miseria y –con él- todos acabemos yéndonos a la porra. Tras la anunciada subida del IVA, que va a dejar en cueros a la clase obrera y a la de medio pelo, ahora –para compensar un poquitín- añade la guinda de unos cien millones de euros que saldrán de los bolsillos de los nuevos craks que don Laporta y don Florentín quieran incorporar a sus megaproyectos balompédicos desde el próximo año. “Con esta subida muchos de esos grandes jugadores recalarán en otros clubes de Europa” –han dicho sin rubor ni vergüenza gentes de la LFP. Por fin han desnudado a estos falsos dioses: el Ronaldo, el Ibra y otros que les precedieron han venido al Madrid y al Barça no por amor a tan lindas camisetas sino por querencia a lo de siempre: la pasta. Y cuanta más, mejor (sobre todo si es libre de impuestos y el que los paga en tu nombre lo hace en un ridículo porcentaje respecto a tus ingresos).

¿Acordará la LFP un paro empresarial en la Liga? Es capaz… Pero mientras lo meditan con la chequera algunos tontícolas pensamos que la burbuja futbolera estallará un año de estos, más temprano que tarde. Lo único que pedimos, en nuestra tontez congénita, es que cuando se produzca sus responsables no acudan llorosos ante el papá Estado a pedirle una ayudita por el amor de dios. Si yo estuviese en el lugar adecuado para tomar las medidas consiguientes, lo tendría bien clarito: iba a aumentar la densidad de población carcelaria española en cuestión de días. Y es que muchos estamos hasta las narices de que en este país siempre se inventen y apliquen las leyes siguiendo las directrices de la ley fundamental del reino: la del embudo. Lo tenemos claro: el que la hace, la paga y no puede ser que proporcionalmente pague más al fisco quien gana menos. Así de claro y así de simplísimo. El que busque privilegios de niñato rico que se vaya a vender sus abalorios más falsos que Judas a las Islas Jersey o las Caiman donde –por cierto- creo que tienen una Liga de lo más interesante...

14 de octubre de 2009

EL POLÍTICO SENTIMENTAL Y EL PRESIDENT LENGUARAZ



Como las noticias corren que es una barbaridad, los otros días nos enteramos que el 14 de agosto del presente año, don Joan Laporta, el muy honorable president del Barça, llamó al presidente de la Junta de Extremadura para decirle de todo menos “bonito”. ¿Y a qué vino el cabreo de don Joan ante el máximo dirigente de la Comunidad Autónoma extremeña? Cuentan las crónicas que todo arranca de un artículillo publicado por éste en el diario Marca (titulado “Querido President”) donde, además de declarar su amor al Barça (“para nosotros también es más que un club, es un sentimiento, una emoción, parte de nuestras vidas”) reprochaba al mandatario barceloní que “cuando hables como presidente del Barça lo hagas sabiendo que nos representas a todos”. Y es que don Joan anda de un tiempo a esta parte con la lengua politiquera muy desatada pues se le acaba el momio de la presidencia y ahora tiene que poner los huevos en otra cesta. Y en dónde medrar mejor que en el mundillo de la política barriobajera que se hace en este país y en el suyo. Así que, junto a la bufanda de hincha culé, se ha puesto también la de flamante independentista catalán que es una cosa que hoy día viste y abriga mucho. Lo malo es que no ha esperado a salir de su actual carguete si no que lo está utilizando para su promoción y autobombo a ver si así aumenta su meritorio currículum y consigue colocarse en los primeros puestos de la opción politiquera que pretende pues el hombre –como buen deportista que es- hace ascos a todo lo que no sea ganar y no es cosa de meterse en la puñetera política para ir de figura decorativa o de vulgar pegador de carteles cuando lleguen las elecciones. Él, elegido de los dioses, no puede contentarse con cualquier birria que le ofrezcan.

Siguen contando las crónicas que en esa llamada telefónica el Joan se empleó a fondo con el político extremeño llamándolo “imbécil” y otras cosas igual de lindas. Como el lector puede imaginar, episodio tan chusco no podía pasar desapercibido por el Puñetas pues si aquí le damos a la sátira y la crítica, sería imperdonable que dejásemos pasar la oportunidad que nos brindan estos dos señoritos. Y a eso vamos, claro…

Que todo un presidente de una Comunidad haga públicamente tan sentida declaración futbolera (me da igual que sea al Barça como al Cantidubidubidá C.F.) provoca la hilaridad de este firmante, pero es que yo me río muy fácilmente. Ese “sentimiento”, esa “emoción” que provoca el club de sus amores es algo tan incomprensible para el muá que todavía ando revolcándome por las esquinas. ¿Pero cómo puede provocar tan alto cariño un club profesional, millonario, formado por gente que gana más de lo que pesa, que mañana está en Barcelona y pasado mañana en Milan, que lo único que hace es salir a un campo de juego a intentar –en prosaica y rutinaria labor- meter más goles que el equipo rival? ¿Tan bajo ha caído la palabra “amor” y “sentimiento”? Se ama y se quiere a los seres vivos, ñoras y ñores, pero no a un club social… “El Barça es de las mejores cosas que nos ha pasado” –escribe el político sin el más mínimo rubor ni rigor intelectual. Pues, oiga, no quiero ni pensar cómo serán las peores… Menos mal que, acto seguido, escribe en el articulillo: “…el día que el Barça deje de ser tan universal como es, los que viven en la Diagonal, tendrán sólo un equipo de fútbol”. Universal o no universal, el Barça es sólo un equipo de fútbol, señor Fernández Vara. Déjese de patrañas deportivescas y de cuentos chinos sentimentaloides. Una cosa es que la publicidad y la propaganda nos vista de seda al mono (sea un club de fútbol, un banco, un partido político, una empresa energética, una televisión o una multinacional del automóvil) y otra que los idiotas del pueblo llano pensemos que el mono es inteligentísimo y que representa los más altos valores de la universalidad, la solidaridad, la sentimentalidad, el patriotismo, la leche, la releche y la caraba. Los alegres chicos de la gran masa social seremos tontos del culo (así nos consideran los elegidos de los dioses y quizás no les falte razón) pero a la mayoría aún nos queda todavía –no sabemos durante cuánto tiempo más- alguna neurona que funciona con cierta racionalidad. En cambio, a los monos, no les funciona ninguna y por eso su mundo (y, de rebote, el nuestro) va como va: un completo desastre.

En cuanto al otro president, el Laporta (al que entiendo que venda la burra del “mes que un club” pues ese ha sido y es su negocio para incautos creyentes), me da igual que sea independentista que dentista: cada cual se masturba políticamente como su pene/vagina le da a entender. Otra cosa es usar su cargo deportivo para hacer poltiquería personal, confundiendo las churras con las merinas. Y peor cosa es creerse el rey del mambo porque en la última campaña deportivo-publicitaria el equipo que él preside ha ganado el triplete y le encasquetó un 2 a 6 al Irreal Madrid, cosa que –según el amigo- “no acaban de superar los enemigos del barcelonismo y de la caverna”. Bagatelas infantiles, señorito mío, con la crisis y la torta que tenemos encima...  Llamar “imbécil” a un político elegido por el pueblo extremeño también es muy feo, máxime si luego te defiendes aduciendo que esa palabra no es un insulto, lo cual puede volverse en contra porque hoy o mañana otros podrán llamarte también “imbécil” sin que se les caiga la sonrisa de la boca. En lo de afirmar que “…parece que Fernández Vara quiera hacerse publicidad a mi costa” sí que tiene razón el jefe culé. ¡Dónde va a parar la influencia, el prestigio social, la inteligencia y el glamour de un president futbolero en comparación con un político elegido democráticamente para gobernar una deprimida comunidad autónoma!  Mejor haría el mandatario extremeño en dedicarse a trabajar noche y día por sus conciudadanos y poner al club de sus amores en el sitio estricto que le corresponde: un equipo de fútbol profesional muy famoso y supermillonario, pero nada más que eso, un equipo. Que no es poco…

San Joan Laporta, elegido de los dioses, empieza a parecerse cada vez más a aquel Jesús Gil y Gil, presidente del Atlético de Madrid. Además de las malas artes, por de pronto ya ha aprendido también a darle patadas al “imbécil” y “ostentóreo” diccionario…

9 de septiembre de 2009

CRISTIANO E IBRA, ¡A PAGAR, RICOS!

Hoy, en el Congreso de los Diputados, nuestro risueño Presidente de la Cosa, Míster Zapatero, acaba de confirmar que en Spain habrá una próxima subida de impuestos. Como es natural, el Puñetas no sólo se ha echado la mano a la cartera si no que la ha metido en la caja fuerte (una caja de zapatos que tengo camuflada en una cisterna que no funciona, je, je). Me temo lo peor, porque si ya nos suben los impuestos sin avisarnos, dándonosla con queso, no quiero ni pensar la que pueden liarnos en el bolsillo si lo anuncian.

-Coñe, Puñetas, no será usted un tipo de esos que el Ministro de Fomento, un tal Blanquiño,  considera ricachones e insolidarios…

Pues no, caballero. Quienes son ricos, pero de verdad, son algunos de los futbolistas más admirados de nuestra Liga de las estrellas, pero esos no tienen ningún problema con los impuestos.

Como pueden leer en el enlace (curioso que en la mayoría de la prensa generalista no haya habido eco de la información  a fecha de hoy) el mánager general del Bayer Munich critica el trato fiscal privilegiado que tienen los futbolistas en España, lo cual perjudica –según él- la competitividad de los equipos con el resto de Europa. Para el camarada "un trabajador con un ingreso anual de 50.000 euros paga un 30 por ciento de impuestos y no va a soportar por mucho tiempo que un jugador que gana 10 millones al año sólo tenga que pagar un 25 por ciento". ¡Qué poco conoce el germánico a los españolitos de a pie y de gobierno! ¡Sus héroes de la pelota cómo van a pagar lo mismo que cualquier mindundi!

Ni don Zapatero y su ministrín fomentero les van a subir el porcentaje a unos personajes que les tienen entretenido al personal (algunos dirían “alienado”, pero eso ya son palabras mayores); ni los sindicatos se van a echar a la calle reclamando impuestos justos para todos; ni las amas de casa harán una cacerolada en Mercadona al grito de “Cristiano e Ibra, ¡a pagar, ricos!” ni los currantes mileuristas van a dejar de ir al fútbol en protesta por una situación tributaria tan injusta con ellos mismos.

La oposición pepitera ha cifrado en 15.000 millones de euros la anunciada subida de impuestos. ¿Qué se apuestan vuesas mercedes que casi toda esa bárbara cantidad de eurillos saldrá volando y piando de todos nuestros bolsillos mientras que quienes los tienen repletos de billetaje se echan unas risas a nuestra costa? Y es que  en Spain tenemos una política fiscal retrógada e injusta con los que menos tienen. Por mucho que los del gobierno levanten el puño para cantar la Internacional. Ea, ya me he quedado descansando… (Incluyendo también la viñeta...).

2 de junio de 2009

LA MEADA DE LA LEY DE CONTROL DE DOPAJE (3 DE 3)

“Durante los procesos de recogida de muestras a un deportista requerido para pasar un control del dopaje, en el Área de Control sólo podrán estar presentes las siguientes personas, además del deportista sometido al control. a) El Oficial de control del dopaje. b) Al menos un segundo Agente de control del dopaje, que actuará como Adjunto de control del dopaje o como Técnico de control del dopaje. c) En su caso, un acompañante, expresamente autorizado por el deportista. d) En caso de que el deportista sea menor de edad, el padre, madre o tutor del mismo. e) En su caso, un observador de la Comisión de Control y Seguimiento de la Salud y el Dopaje, designado y debidamente autorizado por su Presidente. f) En los controles ordenados por las Federaciones deportivas internacionales o por la Agencia Mundial Antidopaje, un representante de las mismas, siempre que previamente haya sido comunicada y justificada esta circunstancia al Presidente de la Comisión de Control y Seguimiento de la Salud y el Dopaje, realizando la pertinente solicitud”. ¿A cuánto decía que vale la entrada de la meada?

“Durante la estancia en la sala de espera, el deportista tendrá a su disposición bebidas sin cafeína ni alcohol, que se encontrarán en recipientes individuales y que deberán estar cerradas y envasadas en vidrio o lata, debiéndolas elegir y abrir él mismo”. ¿Y deberá pagarlas o se las regalarán?

• “Una vez en la sala de toma de muestras de orina, el deportista deberá lavarse las manos y se retirará la ropa necesaria, al menos desde la cintura hasta las rodillas, subiendo las mangas para dejar claramente visibles los brazos y las manos, de forma que se pueda observar la emisión, directamente o a través del espejo que haya en la sala, sin ningún impedimento ni restricción”. Aquí no hago ningún comentario de pitorreo. El artículo, de por sí, es todo un pitorreo, un cachondeo y un fulaneo. Del deportista, claro… Del potencial criminal, quiero decir…

“La extracción de sangre se realizará en la «sala de extracción»”. Elemental, querido metomentodo… Y, por cierto, ¿no hay recogida de caquita? También puede ser un buen elemento de diagnóstico…

La burocratización que significa este Decretazo es impagable. Quiero decir, que costará un ojo de la cara del ciudadano, ciego desde que nace hasta que la palma. Esto les encanta a los politicastros porque así crean multitud de órganos y organillos donde poder aposentar a sus amiguetes y conocidos. Veamos unos cuantos de los órganos burocráticos: Comisión de Control y Seguimiento de la Salud y el Dopaje. Consejo Superior de Deportes. Concejalías del deporte. Consejerías y otras hierbas deportivas en las 17 Autonomías. Agencia estatal Antidopaje. Comité de Autorizaciones de Uso Terapéutico. Subcomisión de Protección de la Salud. Ministerio de Sanidad y Política Social. Agencia de protección de datos. Servicios de Inspección Sanitaria del Estado. Laboratorios de control del dopaje. Agente de Control del Dopaje. Técnico de control del dopaje. Oficial de control del dopaje…

He querido darme el gustazo de hacer algo por la patria una, grande y libre. He impreso el PDF del BOE que contenía este Real Decreto y luego le he prendido fuego en el WC. Era el lugar más apropiado. Espero no haber cometido una irrespetuosidad con las cabezas pensantes que han intervenido en el engendro, que en algunas páginas habla de “copaje” en vez de “dopaje” y es que los lapsus freudianos siempre salen a relucir. Se trata de “copar” el deporte totalmente, convirtiéndolo en una actividad más del Estado en la que se toma al deportista como un delincuente potencial, se le tiene localizado todos los días del año y a cualquier hora, se le obliga a contratar a un gerente o abogado para que le lleve el inmenso papeleo y burocracia exigida y se le obliga a mear ante gente que no es médica ni puñetera falta que hace pues la salud es lo único que importa, bla, bla, bla. Como ha dicho recientemente Toni Nadal, tío y entrenador de Nadal, “no es posible que a un deportista, por el mero hecho de ser deportista, se le trate como a un delincuente y que tenga que estar demostrando constantemente su inocencia. Me extraña a mí que no se les hagan controles a ellos  y que se lo hagan a los deportistas”. (…). "La culpa es de los políticos y del Comité Olímpico, propio de una época caciquil". Precisamente por eso les encanta controlar las vidas y las mingas ajenas. Y si así funcionan con los famosos y ricachones, no veas qué no harán o querrán hacer con nosotros, los pobres tontos del culo que todo lo tragamos… Por ejemplo, los que somos catalogados de piratas simplemente porque tenemos conexión a internet y nos bajamos algunos archivos; o defraudadores del erario público si nos equivocamos a nuestro favor en la declaración de la renta.

Claro que, más que boicots  a las Olimpiadas, yo haría otra cosa si fuese deportista de élite o del montón: negarme a salir en una foto donde haya un político y un dirigente-carcamal a diez kilómetros a la redonda. Yo, no es por señalar, llevo haciendo eso  en otros ámbitos desde que tengo uso de razón y en la gloria, oiga…

PD: Lo que llevamos opinando sobre el dopaje y sus tralarás, aquí...

1 de junio de 2009

LA MEADA DE LA LEY DE CONTROL DE DOPAJE (2 DE 3)

 
“Los equipos y deportistas que compitan o entrenen establemente en España (…), deberán entregar en la Agencia Estatal Antidopaje una declaración conforme al modelo que la misma establezca en la que necesariamente deberán constar los datos relativos a la persona que utiliza los medicamentos y productos en cuestión, el facultativo que los ha prescrito y el tiempo de duración del tratamiento”. Como siempre, los burócratas metiendo sus narizotas en los menudillos ajenos… mientras que ellos campan libremente y a sus anchas por el prado.

“El Ministerio de Sanidad y Política Social establecerá, de común acuerdo con el Consejo Superior de Deportes, y en coordinación con las Comunidades Autónomas, sistemas de aviso o redes de alerta sobre los productos nutricionales y alimenticios que puedan producir en el ámbito del deporte un resultado positivo de dopaje”. Alimentos que pueden producir dopaje...¿Las gambas, los churros, el pan con tomate? ¿Será por eso que en los USA tienen vedada la entrada del jamón? Y si producen dopaje, con lo dañino que es, ¿por qué se permiten para el pueblo llano?

“Los deportistas con licencia deportiva que habilite para participar en competiciones deportivas de ámbito estatal, podrán solicitar y en su caso obtener Autorizaciones para el Uso Terapéutico (AUTs) que les permitan usar sustancias o métodos prohibidos incluidos en la lista de sustancias y métodos prohibidos en vigor”.  ¿Y no es este apartado un coladero para que unos tengan más privilegios que otros?

• “Los resultados definitivos de los análisis de muestras recogidas en un control serán remitidos o entregados por el laboratorio directamente al correspondiente órgano disciplinario federativo, en forma confidencial de la que quede constancia de su envío. Simultáneamente, el laboratorio de control del dopaje remitirá una copia del resultado del análisis al Presidente de la Comisión de Control y Seguimiento de la Salud y el Dopaje”. Con tanta gente de por medio pensar en la confidencialidad es una quimera y casi una necedad.

“Los deportistas que formen parte del Plan Individualizado de Controles estarán sujetos a requerimientos específicos de datos sobre su localización para hacer efectivo el control individualizado”. Controladitos, sí señor… por la mañana, tarde y noche. El Gran Hermano (y no precisamente el de Telecinco) ya está aquí.

“Los deportistas que se incluyan en el Plan Individualizado de Controles deberán proporcionar una información trimestral sobre su localización habitual”. Nadie tiene derecho a inmiscuirse en el tiempo de los demás, y menos si es libre o de ocio. En otros tiempos alguien calificaría esto de “militarización” encubierta…

“Los controles de dopaje fuera de competición no podrán iniciarse, ni realizarse durante una franja horaria comprendida entre las once de la noche y las ocho de la mañana del día siguiente”.  ¡Y cuando la competición, en cualquier momento! Eso sí, “en la realización de los controles previstos en el presente real decreto se cuidará específicamente que su realización se lleve a cabo con el mayor respeto tanto al deportista como a su entorno personal y familiar y que se realicen en las mejores condiciones de higiene y respeto a la intimidad”. Palabras, palabritas que se lleva el viento…
 
“De acuerdo con el número y tipo de controles a realizar en cada modalidad o especialidad deportiva, según el plan mínimo de distribución de controles, se seleccionarán los deportistas que serán sometidos a control en competición o fuera de ella, utilizando cualquiera de los medios siguientes: a) Designación directa, basada en una valoración objetiva y en el uso más racional de los recursos para asegurar una óptima detección y disuasión del dopaje. b) Sorteo, en el caso de controles aleatorios. c) Designación de acuerdo con los resultados deportivos.” Hacedle hoy un control a Pepito  a las siete de mañana, aunque tenga partido a las doce. Su rival es primo de un cuñado mío… e interesa que el tal Pepito llegue poco descansao…

“El acceso al área de control del dopaje será, con carácter general, restringido, limitándose a las siguientes personas: a) El deportista requerido mediante notificación para pasar un control de dopaje.b) El acompañante del deportista. c) El equipo de recogida de muestras, incluyendo en su caso los escoltas con las funciones que se determinen en cada caso”. ¿Decía usted que el control sería un acto íntimo y respetable? ¡Pero si sólo falta vender entradas para ver la meada de la estrellita de turno!

31 de mayo de 2009

LA MEADA DE LA LEY DE CONTROL DE DOPAJE (1 DE 3)

El 8 de mayo de los corrientes y molientes el BOE (Boletín Obrero Español, ya me entenderán los que quieran entender) publicaba en un chorro de páginas, con esa literatura oficial y burocrática capaz de producir más sueño que la anestesia, un Real Decreto la mar de saleroso “por el que se regulan los procesos de control de dopaje y los laboratorios de análisis autorizados, y por el que se establecen medidas complementarias de prevención del dopaje y de protección de las salud en el deporte”. (Ojo, la errata no es del Arco sino del mismísimo BOE).

Los gobiernos, progresistas y conservadores, han venido a sustituir a la madre Iglesia y desde hace un tiempo vigilan por nuestra salud física, mental y espiritual no vaya a ser que la espichemos antes de tiempo y se largue al carajo nuestra contribución a Hacienda. Uno de sus máximos objetivos es que los  deportistas (los nuevos héroes e iconos de estos tiempos tan gilipollescos) pasen también por el aro y que su corta vidilla profesional dependa de los politicastros y cagamandurrias del poder, deseosos de controlar hasta el aire que respira el gentío. Pero como todos son muy democráticos (tururú…), su vigilia permanente la hacen por la salud de los deportistas y para que no haya trampas en la cosa, como si todo el tinglado no estuviese montado sobre la mayor de las trampas (el dinero y la suerte) y como si el deporte de alta competición fuese la mar de saludable. No te jode…

El Puñetas ha tenido la santa paciencia de leerse de pe a pa semejante engendro (espero no sufrir efectos secundarios en un futuro). No abusaré de la confianza del lector (y de un posible ictus cerebral) contándole de pi a po de qué va el rollo, pero sí fusilaré algunos de los párrafos que considero más significativos para reírme un poco de ellos. Si así tratan a los deportistas famosuelos y tal, ¡qué no serán capaces de hacer estos meapilas con nosotros, pobres diablos miserables! Dejo de lado toda la patraña leguleya sobre las “actuaciones en materia de protección general de la salud del deportista”, dado que no nos hemos caído de un guindo ni somos creyentes de cuentos chinos y paso a subrayar algunas perlas majóricas del Decretazo que –sintiéndolo mucho- amenazan con irse a los cuatro folios, así que las publicaré en los próximos días hasta la derrota final por agotamiento del personal y mío.

“El Consejo Superior de Deportes desarrollará una base de datos que ofrecerá la información necesaria para ofrecer una asistencia clínica adecuada a los deportistas”. Patada en los testículos de la intimidad e intromisión en la salud de los demás, como si éstos fuesen críos de pecho, incapaces de velar por ella y por ellos mismos. ¡A otro perro con otro hueso!

“El Consejo Superior de Deportes promoverá la firma de convenios de colaboración con las federaciones deportivas españolas a fin de implantar la tarjeta de salud del deportista”. ¿No basta con la tarjeta de la Seguridad Social o la de un seguro privado? Además de la manía de meterse en la salud de los demás, se me olvidaba que estos cantamañanas consideran al deporte-espectáculo como un asuntejo de Estado.

“Se publicará en el «Boletín Oficial del Estado» la lista de sustancias y métodos prohibidos en el deporte”. ¿Lo decidirán los médicos o los políticos, y bajo qué criterios? ¿Será sustancia dopante algo tan habitual en el común de los mortales como el café, alcohol, aspirina o pasta de dientes?

“Realizar campañas y actuaciones que promuevan los valores éticos del deporte y el juego limpio”. ¡Mas propaganda, no, por favor, salvo que la paguen ustedes de su bolsillo! ¡Dedíquense a hablar de los valores éticos del buen gobierno, que ni existen ni se les espera!

“Los sujetos incluidos en el ámbito de aplicación del presente real decreto tienen el deber de crear, registrar y mantener actualizado un libro-registro de tratamientos sanitarios de los deportistas susceptibles de producir dopaje en el deporte”. Para “sujetos”, los que escriben el panfleto, tan malamente que hablan de “deportistas susceptibles de PRODUCIR dopaje”. Las personas, catetos míos, no producen dopaje; a lo sumo determinadas sustancias que consuman según y cómo…

12 de mayo de 2009

POR FIN SE FUERON LOS DEL COI

Por fin se largaron ya los 13 inspectores del Comité Olímpico Internacional que en los días pasados vinieron a Spain a darse la vida padre a cuento de los cuentos que el alcalde más endeudado de España, un tal Gallardón, tiene escritos y hablados en torno a las Olimpiadas. La deuda, claro, no la pagará el tal sino la ciudadanía madrileña y hasta española que a la hora pagar a escote sí que somos una sola nación.

Pues decía que vinieron 13 tipos y tipas a examinar cómo está el patio olímpico de Madrid pues dentro de unos meses el COI deberá decidir a donde se lleva el circo tras el ya aprobado de Londres. Desde la Corona a la Presidencia del Gobierno pasando por famosuelos, deportistas de élite y vividores de salón, todos se han postrado a los pies y manos de los inspectores besándoles todo lo besable. O sea, cayendo en el más puro servilismo y bobaliconería. En ninguna otra cosa se ponen de acuerdo nuestros politicastros y vividores de la cosa pública, pero en lo de las futuribles olimpiadas madrileñas (y españolas) ahí están de acuerdo: vengan fastos, gastos y meneos con tal de figurar durante un par de semanas como el anfitrión mundial del deporte ídem, como si este país no tuviese temas y apuestas más  importantes que hacer y en las que endeudarse aún todavía más. Pero, ¿es que acaso no nos conocen ya en todo el mundo, incluyendo a los habitantes de los planetas más cercanos? ¿Duda alguien que Spain (y Catalunya, Galicia, Euskadi, Andalucía, etc) son el centro del universo? ¡Pero si tenemos al mejor centrocampista del mundo! Iniesta. Al mejor portero de fútbol del mundo: Casillas. Al mejor equipo del mundo: el Barça. Y no sigo porque mi ego va a acabar reventando de tanto bombo y autoestima. Lo mismo nos pasamos, como en estos casos, que no llegamos y consideramos que tenemos menos valor que una caquita pinchada por un palo. ¡País de ciclotímicos!

Volviendo a los alegres chicos y chicas del COI. Hay que ver lo bien que les han vendido nuestra oferta olímpica, incluyendo a niñas dicharacheras, viejas glorias, sonrientes paralímpicas, presidentes realísimos y todo tipo de ganchos publicitarios. Y los tipos/as, venga sonreir, very good, qué diantres van a decir. ¿Un poquito más de tortilla española? Sí, Gallardón, una poquita más, si es que sigue invitando la casa… (A ver, alcalde, cuando nos cuentas el pico por el que nos ha salido esta visita. Es más, a ver cuando nos alegras las pajarillas mostrándonos las cuentas de todo lo que llevas gastado desde que empezó este numerito de la candidatura olímpica…¿Cuántos ceros le ponemos a la cifra?).  Se bromeó sobre el fabuloso tiempo de Madrid, como si el mismo dependiese de la voluntad de la Comunidad de Esperanza Aguirre. Se habló del Madrid-Barça, claro, que a muchos de los inspectores les importó un rábano porque serán lo que sean pero de tontos no tienen un pelo. Comprobaron que los madrileños son gente muy simpática. (Bueno, lo comprobaron gracias a sus contactos en la tercera fase con  los camareros y personal del hotel, claro). El alcalde, tan hinchado de ego como siempre, proclamó una vez más que “nos merecemos estos Juegos” que, traducido al lenguaje preciso, quiere decir: “me merezco estos Juegos”. Y todo, claro, porque “nuestra candidatura es la mejor”. (Faltaría más…). Es más, si se conceden a Madrid, “o sea, a mí”, serán “los mejores juegos de la Historia”. Si es que no tiene abuela el muchacho…

Don Jaime Lissaqué, jefe de Deportes de Zapatero, proclamó sin rubor alguno que “nos darán un diez en cortesía” (cuánto topicazo, dios mío, que uno ya pensaba desterrado), aunque durante el “examen” de los inspectores debió de estar como un flan. Al fin y al cabo, si la candidatura sale hacia adelante, tendremos Lissaqué para una buena temporada. Al final los llevaron a una sesión de flamenco y a una corrida en las Ventas. Andalucía sigue siendo la pandereta de España. Supongo que al menos les darían algún día un cocidito madrileño…¡digo yo! O unos churritos o unos callos…

En fin, que al Puñetas le causan risa estos meneos de cerviz, testuz y espinazo de gente tan importante ante unos tipos del COI a los que sólo les importa su negocio, que pagaremos con el sudor de nuestros lomos impositivos para que los unos y los otros se pavoneen durante unos añitos de gloria a costa nuestra. Por lo demás, que hagan lo que quieran, pero aquí manifiesto solemnemente que al Puñetas no convencerán con sus cantos de sirena a precio de oro. Que hagan lo que quieran. Al fin y al cabo es lo que vienen haciendo desde siempre… 

29 de marzo de 2009

DEPORTE Y REPRESIÓN

Ahora que se aproxima la Semana Santa (la Pasión según San Mateo y sus otros camaradas) es el momento de ponerse a reflexionar. Pero como aquí estamos en plan deportivesco, se nos ha ocurrido hoy probar la paciencia de nuestros escasos pero fieles lectores. ¿Qué tal un añejo ladrillo teórico-marxistoide? –les pregunto, con una sonrisilla ladina de conejo. ¡Pero si eso suena muy antiguo! –me contestará algún lector ya entrado en años.

Pues sí, hoy voy a seleccionar algunos párrafos de un artículo titulado “Deporte y represión”, aparecido en la revista marxista “El viejo topo” hace 32 añitos de nada. O sea, que regresamos a la guerra fría, a la vieja URSS y a esos sesudos análisis que por entonces solían publicarse en las revistas serias. Hoy sólo hay revistas superficiales donde lo más profundo que publican es el escote de Madonna. El caso es que yo guardé ese artículo porque me pareció interesante entonces y aunque hoy está bastante apolillado el pobrecico, algunas reflexiones aún pueden tener vigencia y capacidad para despertar algunos sarpullidos en las mentes puras y virginales que pululan por este mundo tan inocentón e ingenuo del deporte de  este siglo XXI. Hoy, pues, vamos de reliquia histórica que a más de un joven lector sonará a chino o maorí. Aseguro que la cosa tiene enjundia y daría para dos semanas pero seré piadoso y sólo le dedicaré el día de hoy. Seguro que gente mucho más docta que yo le saca bastante jugo y hasta es posible que –leyéndolo o recordándolo- se le caiga una lagrimita por los tiempos pasados que –quien sabe- lo mismo cualquier día regresan. (Como la Tierra da vueltas, al final acabamos repitiéndonos más que la morcilla…).   

Vale, pues, de preámbulos –para que luego no digan que no les avisé- y demos paso a algunas perlas del citado artículo, escrito por Pierre Laguillaume, y seleccionadas por el ínclito Puñetas.

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“El deporte se inscribe en el marco de las relaciones de producción que determinan, en lo fundamental, su estructura interna, su naturaleza profunda. En la actualidad, el deporte está determinado por la sociedad capitalista y por las relaciones de clase. El deporte, como todo hecho social, tiene una naturaleza clasista, está fuertemente jerarquizado y cada vez más centralizado. Por eso no existe ningún sector deportivo autónomo. Las federaciones internacionales, el COI y organismos del mismo tipo lo administran, dirigen y controlan. Esta administración es la que determina una práctica mundial del deporte. Toda la estructura organizativa del deporte está basada sobre esta realidad superior. El deporte, como la ciencia y el arte, ignora las fronteras y sus normas y estructura son universales. La unidad que las naciones no pudieron lograr a lo largo de los siglos en el plano político, ha sido realizada por el deporte en su ámbito particular…en menos de 50 años. La unidad mundial del deporte es, sobre todo, política. (…)

Prácticamente todos los países están vinculados a la confrontación deportiva internacional. Cada Estado organiza y controla su deporte nacional a través de sus competiciones, sus campeones, sus records, su comité olímpico y sus federaciones. En la actualidad el deporte se ha convertido en un deporte de Estado. El objetivo de la estatización del deporte sirve evidentemente para coordinar y controlar a las masas, y sobre todo a la juventud, así como para impulsar la vida en un sentido de esfuerzo nacional único. El deporte se ha convertido hoy, totalmente, en un engranaje del capitalismo monopolista de Estado, cuyos sirvientes incondicionales son los CAMPEONES. El campeón no es más que el portavoz del gran capital en el mercado deportivo, el agente propagandístico de la burguesía. El campeón, al servicio de su nación, espera una gratificación del gobierno. El deportista, así, ya no se pertenece: pertenece al sistema, pertenece al Estado. (…)

La ideología deportiva es inseparable de la ideología burguesa. Los grandes ideólogos del deporte (Arnold, Coubertin…) han sido grandes ideólogos burgueses. El campeón es la realización viva del hombre tal como lo desea el capitalismo. El deportista es aquel que, por encima de todas las cosas, ha sabido integrarse en una jerarquía: relaciones jerárquicas entre dirigentes y dirigidos, entre los valores deportivos, entre los competidores. Este principio, basado en la selección, obliga a los débiles a permanecer en la sombra, olvidados, borrados, en el mismo nivel en que se encuentra un obrero que no tuvo la ventaja de heredar de un padre propietario capitalista.  No por casualidad, todas las estructuras altamente jerarquizadas (Iglesia, fuerzas armadas, burocracia) promueven el deporte con tanto desvelo. Trabajo y Patria son las voces de mando en el deporte. Los países del Este  burocratizados han readaptado este slogan burgués: “Listo para la producción y la defensa del país”. La movilización deportiva es una pre movilización patriótica. (…)

El espectáculo deportivo se ha convertido en un ritual obsesivo de masas. Este ceremonial representa la trampa que va a permitir las grandes maniobras multitudinarias. Se trata de un ejercicio ritual de movilización masiva, que cumple una función evidente: controlar a las masas. Al reunirlas periódicamente alrededor de motivos nacionales y chauvinistas, el Estado ejerce una presión ideológica sistemática.  Esta movilización ideológica y física de la población a través del deporte entraña una despolitización masiva de la atmósfera política. Toda la prensa, todos los medios masivos comentan los mínimos gestos de los campeones, los menores incidentes y resultados de los encuentros y dejan de lado la actualidad fundamental. Ello representa la domesticación de la conciencia crítica y más aun cuando se produce una identificación masiva con los objetivos nacionalistas del deporte. Bajo este aspecto el deporte constituye un poderoso medio de condicionamiento político y perfectamente se le puede aplicar el calificativo de opio del pueblo, en el doble sentido del término: por una parte, oscurecimiento de las facultades críticas (evasión, fuga, éxtasis); por la otra, compensación, sustitución de las desdichas reales. A través de la identificación nacional, el deporte configura un poderoso medio de homogeneización y cohesión social y, como tal, es presentado por sus ideólogos. (…)

El deporte, como hecho de masas cotidiano, constituye un espectáculo masivo también cotidiano. La industria ha encontrado en él una importante fuente de ganancia. Los deportistas-mercancía son tratados y manipulados con todos los métodos del marketing aplicados al mercado deportivo.  En efecto, el motor del espectáculo deportivo es el atractivo que ejercen los hombres-espectáculo sobre el público. El valor mercantil (y no su valor de uso, que es nulo) significa, por lo tanto, el dinamismo del espectáculo deportivo. Al atraer a las grandes masas, el espectáculo deportivo representa una especie de consumo cultural que corresponde estrictamente a las necesidades de la producción cultural masiva del sistema. A su vez, el deporte se ha erigido como el ámbito de la mitología laica. Los encuentros deportivos, por el carácter casi sacro y semi místico, han adquirido los rasgos de las fiestas religiosas tradicionales. Ciertas pruebas, particularmente  penosas y esforzadas, se han revestido del carácter simbólico del vía crucis. (…) El deporte como forma de dominación, de represión (competencia, rendimiento) sólo podrá desaparecer en una sociedad comunista”.

Chin, pon…

18 de enero de 2009

EL MACCABI NO ESTÁ EN GUERRA


El jueves pasado se enfrentaron en Málaga el Unicaja y el Maccabi en encuentro de la Euroliga de baloncesto. El partido era de altísimo riesgo pues aunque el deporte pretenda permanecer al margen de la política, ésta acaba contaminándolo todo. Y suele hacerlo porque en ella todo vale, hasta los argumentos más peregrinos. Así que la ecuación era muy simple: el Maccabi es un equipo de baloncesto establecido en Israel; luego el Maccabi es israelí: ergo sus componentes tienen algo que ver con los actuales gobernantes de aquel país, que están masacrando al pueblo palestino; por tanto, a los macabeos habría que darles un escarmiento, incluyendo su expulsión de la competición. Conclusión de algunos: hay que ir al palacio Martín Carpena a boicotear a Israel (?) y mostrar nuestra solidaridad con Palestina. 

Atendiendo a tales argumentaciones, los alegres chicos del Mossad, la policía israelí, anduvieron por Málaga con la antelación suficiente para peinarse casi toda la ciudad en previsión de algaradas o atentados contra los chicos del Maccabi. Se movieron como Pedro por su casa, con la anuencia de los gobiernos de acá, que en público ladran mucho contra los gobernantes israelíes pero en privado les venden armas y lo que se tercie, haciendo el mercadeo habitual. Que un buen negocio no empañe tu profunda conciencia moral. Así que campo libre a la policía israelí para que filtre el acceso al recinto, pida tickets de entradas, vigile desde todos los rincones y se apropie del pabellón como si fuera suyo. En Spain es que somos la mar de hospitalarios. A cambio, unos cuantos grupitos de gente llevaron al polideportivo sus pancartas protestando sobre los 600 muertos de Gaza o el genocidio de Israel. Al final no hubo grandes problemas y la mayoría optó por ver el baloncesto, que es lo que se proyectaba ese día.

Ahora bien, las preguntas que se haría un extraterrestre ante todo esto serían: ¿Y qué demonios tiene que ver el Maccabi con Israel? ¿Acaso el equipo macabeo representa políticamente a ese país? ¿Por casualidad representa al gobierno de Israel? ¿No es, simplemente, un equipo privado que juega exitosamente al baloncesto desde hace muchos años, independientemente de quien gobierne en Israel y del conflicto con Palestina o con Irán? ¿En base a qué peregrinos argumentos se considera que este –o cualquier otro equipo- representa al país y al Estado en que se ubica? ¿Necesariamente el club tiene que sufrir las consecuencias de lo que haga el gobierno de la nación? Es como si desde Groenlandia catalogasen a todos los españoles de socialistas porque actualmente gobierna el camarada Zapatero, o que tomásemos a todos los franceses por pequeños napoleones o que los cubanos son enemigos de la democracia porque su gobierno la aborrece. Una cosa es que se proteste, y con toda la razón del mundo, sobre la guarrada que el gobierno judío está haciendo con la población civil palestina , y otra que se tome a un equipo deportivo "israelí" (que lo único que hace, que se sepa, es jugar al baloncesto) como colaborador de la política del gobierno judío. (A veces el extraterretre se maravilla de la facilidad con que los humanoides del planeta azul toman el rábano por las hojas, aunque comprende que el cerebrito que tienen –el más deficiente de toda la galaxia- no da más de sí).

El extraterrestre, pues, no entiende que se quiera excluir al Maccabi de la Euroliga porque quienes gobiernan en Israel están encantados lanzando misiles en Gaza sin preocuparse antes de si van a atravesar la cabeza de un miliciano/dirigente de Hamas o de un chavea que juega a la pelota delante de su casa. El Maccabi es un equipo que habitualmente está formado –como todos- por jugadores de variados países y que se dedican sólo a jugar y a cobrar por su trabajo. Este año la mitad de la plantilla son foráneos, algo inusual pues suelen ser mayoría. Incluso el líder del equipo es un tal Brown, negrito yanqui, que años atrás jugó en el mismísimo… Unicaja. La culpa que tendrá don Marcus de que a Simon Peres y a Hamas les guste un misil más que a un tonto un caramelo con palote.

15 de noviembre de 2008

PELOTEROS POLITIQUEROS

El pasado jueves una noticia amenazaba con derrumbar los cimientos del solar hispano y euskadiano: un total de 165 futbolistas y exfutbolistas vascos hicieron un comunicado en el que aseguraban que “no disputarán el partido previsto para el día 23 de diciembre ante la selección de Irán, si el combinado no mantiene el nombre de Euskal Herria y finalmente es sustituido por el de Euskadi”. Nuestros miopes ojos, arrasados en lágrimas tras leer el comunicado de los peloteros vascos –otros les llamarían, quizás con más tino, tocapelotas- no podían ver ni las letras del teclado. Fue imposible escribir nada aquel día. Hoy, con el tiempo que todo lo sana y unas pastillas de Valium superconcentrado, nos disponemos a tratar el asunto. Tiempo hemos tenido de pensar y repensar sobre el particular pues hasta tuvimos que pedir la baja laboral por depresión.

Decían los peloteros del citado comunicado que “los deportistas de Euskal Herria (…) queremos representar a una nación de siete territorios y 21.000 kilómetros cuadrados, cuyo nombre a día de hoy es Euskal Herria". Escribían “representar  a una nación”, como si once tipos en calzoncillos, por mucha bandera, himno y camiseta de por medio, pudieran representar a un colectivo social de tan amplio espectro. Leñe, si no se representan ni  a sí mismos… Luego está lo de llamar “nación” a 7 territorios tan diversos como Vizcaya, Navarra o Zuberoa. Quizás en un futuro esos territorios puedan ser una nación pero en la actualidad no lo son. ¿De quién se consideran representantes: de una nación inventada? Hoy, a estas horas, sabemos de la existencia jurídica y política de Euskadi y Navarra (comunidades autónomas del Estado español) y de tres provincias - Behe Nafarroa, Lapurdi y Zuberoa- que pertenecen al Estado francés. Eso es lo que hoy tiene plena realidad y existencia formal. Mañana, cualquiera sabe. Mañana lo mismo regresamos a la Edad Media, la Prehistoria o por fin se consigue el viejo sueño de algunos: una Euskal Herría bien grande y bien libre.

Hemos dicho en varias ocasiones que –dado que algunos futbolistas salen en los mass media más que los mismísimos presidentes de gobierno- los peloteros deberían pasar por la escuela o la universidad para culturizarse un poco. Su responsabilidad, como “modelos” sociales reflejados por los espejos mediáticos, es muy grande y un salivazo o una gilipollez a destiempo puede contagiarse a miles de lindos infantes y adolescentes, que copian de sus idolillos hasta los andares. Me extraña, pues, que desde la incultura más supina –a ver, cuantos de esos 165 furbolistas son bachilleres, cuantos han estudiado Geografía o Ciencias Políticas- se atrevan estos tipos a sentar cátedra, en “representación” de todo un pueblo. Sí, podemos ser compresivos si consideramos que en cuestión de polítiquería –ahí, ahí les duele- todo vale (hasta el asesinato y el tiro en la nuca, según algunos psicópatas), pero no deberían utilizar su popularidad local por darle patadas a un balón para dedicarse a darle patadas al sentido común y al principio de realidad más elemental: Euskal Herría, salvo que algún iluminado nos lleve la contraria, no existe por el momento. 

La respuesta más certera e ingeniosa la ha dado el alcalde de Bilbao, Iñaki Alkuna: "Yo vivo en un país que se llama Euskadi y a mí quiero que me represente la selección de Euskadi. Que a esos jugadores les pague la Hacienda de Euskal Herria, a ver cuánto cobran". Pues cobrarían cero patatero, naturalmente. Claro que enfrentarse a la potentísima selección futbolera de Irán la noche antes de Nochebuena no debe ser precisamente un plato de buen gusto. Quizás venga el enfado por ahí. A mí me cabrearía cantidubi el tener que “representar” heroicamente a mi país, defendiendo el honor patrio, frente a una selección adversaria que juega al fútbol peor que los chicos de mi barrio. Con rivales así lo único que puede venir es el ridículo, de perder o empatar el encuentro. Por este lado, mejor sería que reclamasen que les cambien el adversario. ¿Qué tal la selección rusa o la inglesa o la italiana? Así, al menos, aprenderían algo en el campo. En cualquier caso, espero con el ánima en vilo ver qué pasa al final. Sería una pena que los futboleros nos perdiésemos un Euskal Herría – Irán por culpa de un nombre propio.

Echándole morro e imaginación al asunto, al igual que hacen estos 165 peloteros –que quizás estén más acojonados de lo que parece, ya saben porqué etarrinas razones-, lo mismo ha llegado la hora de inventarnos nuevas selecciones nacionales, al margen de la realidad vigente. Así algunos dejaríamos de aburrirnos siempre con los mismos. ¿Qué tal una Selección Hispana, formada por jugadores de habla española? Argentinos, uruguayos, españoles, bolivianos…, todos juntos en defensa de un bello sueño: por el idioma hacia la Copa del Mundo. O la mismísima Selección Romana, formada por jugadores nacidos en lo que fue (y espera ser algún día de nuevo) territorio del Imperio Romano. Puestos a soñar, la Selección de Al-Andalus sería un enemigo bien duro de pelar y me caería bastante cerca. No me extraña que, entre acojonos y ensoñaciones, el fútbol vasco de estos representantes de la nada esté de capa caída en los últimos años. Puestos a escoger, mejor sería que mirasen al pasado glorioso –de la historia siempre se aprende algo- que a ese futuro que ni dios sabe como será.      

16 de octubre de 2008

SILBIDOS, NO, GRACIAS.

No sabemos si la ministra francesa de Sanidad, Juventud y Deporte tiene mucha idea de Sanidad y Juventud. De deporte parece que poca. Se le ha ocurrido a la buena señora prohibir que en un campo de fútbol franchute se silbe al himno francés, aunque quienes lo hagan sean los hinchas rivales. Si eso ocurre “los miembros del Gobierno abandonarán el estadio” (¡qué drama, dios mío!) y “se anularán todos los encuentros amistosos contra el país rival durante un periodo de tiempo por determinar”. Dada la tropa habitual que pulula por los estadios (una minoría,  pero muy escandalosa) aventuramos que en un par de años la selección francesa no va a tener selecciones contra las que jugar, salvo consigo misma. Una solución al problema de las pitadas y los rebuznos sería dejar la Marsellesa en casa pues no pinta nada en un campo deportivo, donde sobran los himnos nacionales. (El invento de que los deportistas representan a los países tiene más trola que el de la Santísima Trinidad). Sin embargo, la doña –como buena política- pretende fabricar un mundo a su imagen y semejanza: todo el personal firme y tieso escuchando la música celestial patrioteril. Claro que lo mismo lo hace –¡si es que somos muy mal pensados!- porque no le gusta el fútbol y así tendrá un pretexto perfecto para largarse a casa desde el inicio del partido. ¡Que te hemos calao, Roselyne…!

6 de julio de 2008

SI EL PUÑETAS FUERA MINISTRO DE LA IGUALDÁ


Hoy celebramos el último artículo de la temporada del Arco, a falta de los acostumbrados resúmenes de la próxima semana, y queremos hacerlo en comandita con nuestra homóloga “El Espectador”. (Aconsejo leer primero su artículo y luego pasar a éste). Y qué mejor que acabar el curso deportivo con algo de buen humor y mucho de crítica, normas habituales de esta santa casa y de la de mi vecino.


En el socialismo descorbatado que ahora mismito nos gobierna destaca con luz propia, aunque sin mérito alguno, la Ministra de Igualdá Bibiana Aído, de profesión sus meteduras de pata. Su filosofía (porque no pasa de ahí) es que las palabras deben hacer visible a la mujer, nombrándola, y si no se puede, debe buscarse el vocablo oportuno que permita identificar a los dos sexos en vez de sólo al macho ibérico. De esta manera de entender la gramática y la lengua les habla la Aguja en “El Espectador” hoy mismito y lo relaciona primorosamente con el lenguaje en el deporte. Pero nosotros queremos ir más allá de las palabras.


En este psocialismo zapateril, casi indistinguible de un anuncio televisivo, como no saben cómo hincarle el diente a los temas que más preocupan a la ciudadanía, (crisis económica, reinos de taifas en el Estado, falta de democracia interna de los partidos, corrupción política, ley electoral tramposa, sistema educativo por los suelos, justicia decimonónica, etc) se dedican a andarse por las ramas y las palabras, como hace doña Bibiana. Pero eso no cuela para el Puñetas, que si algo exige a los políticos gobernantes –además de formación intelectual, honradez y dedicación plena- es imaginación. Menos palabritas del niño Jesús y más hechos. O sea, menos pico y más pala.


¿Qué podría hacer la ministra Bibiana en el mundo del deporte buscando la famosa Igualdá? Por lo visto hasta ahora, parece que su igualitarismo se circunscribe casi en exclusiva al ámbito de la dialéctica macho-hembra y sus excesos, el machismo-feminismo. De la verdadera igualdad, la que se da ante la ley, ante el hecho económico y ante las libertades, hay mucha propaganda y excesiva tontería, pero desde aquí vamos a pedirle que empiece por el campo más grato y dónde es más fácil hacer visible la igualdad real entre el hombre y la mujer: el deporte federado.


Francamente, estoy aburrido de ver cómo las competiciones son o masculinas o femeninas. Cuando lo mixto se da cada vez más en la vida cotidiana –desde la educación al ejército- sorprende que en la cosa deportivesca todavía andemos aferrados a la separación de sexos: los penes con los penes y las vaginas con las vaginas. Se argumentará que las diferencias físicas no pueden evitarse, aunque conocemos miles de machos que no le dudarían un asalto a más de una robusta moza. Vale, dejemos que cuando la competición sea individual cada sexo marche por su lado. Pero no es el caso cuando quienes compiten son equipos y colectivos. Si en unas listas electorales deben de ir mitad machos y mitad hembras; si la pretensión es que se aplique la paridad en todos los colectivos, no sé porqué doña Bibiana y sus chiquilicuatres no se ponen a trabajar de una vez propugnando que los equipos deportivos sean paritarios. Sé que mi propuesta es una medida verdaderamente revolucionaria que dará repelús a los meapileros y meapileras del psocialismo zapaterino, más duchos y duchas en palabritas huecas y gestos de cara a la galería; pero es tan coherente esta propuesta que vamos a tener que restregársela en la cara a nuestros gobernantes cada vez que abran el piquito de loro hablando de igualdá. (Encima, cobran su buena pasta por hacer como que la defienden).


Como siempre, el tenis es el deporte de masas más avanzado, el más moderno y echao palante. En él pueden jugar parejas mixtas sin ningún problema. ¿Por qué no hacer extensible la medida al resto de los deportes? Incluido el fútbol, por supuesto. Es más, siendo el deporte rey y el deporte bufón, debería ser el primero en dar ejemplo. Hace poco la FIFA proponía alinear sólo a cinco jugadores extranjeros. La UEFA, por su parte, proponía establecer un cupo de jugadores formados en la cantera. El Puñetas propone (y espera que doña Aído se sume a la propuesta, si es que su “igualdá” no es de boquilla) que en cada equipo jueguen cinco hombres y cinco mujeres. Sí, amiguitos, han leído bien, pero por si acaso haremos como en las televisiones, repitiendo la jugada: propongo que en cada equipo futbolero jueguen cinco hombres y cinco mujeres. Salen diez jugadores y jugadoras… –se me argumentará con razón. Pues miren, yo subiría a doce por equipo, mitad y mitad, pero si quieren que le eche un poco más de morro e imaginación al asuntejo, propondría que los dos que nos faltan fuesen homosexuales. Así la igualdad sexuá sería completa y el lobby gay quedaría satisfecho.


No me digan que no serían mucho más atractivos los partidos… Y más plásticas las imágenes televisivas… Y habría más morbo, y más pasión, y más pasta de por medio y más de todo. En el fútbol y, prácticamente, en casi todos los deportes colectivos. No hay ninguna razón que pueda impedirlo, ¿verdad, doña Bibiana? Si es que el Puñetas debería ser el Ministro de la Igualdá esa y ya verían como habría hechos y realidades tangibles, no estas memeces parlanchinas del “miembro y miembra”. Se me argumentará que esta idea está muy bien, pero que el Gobierno no tiene poder nacional ni internacional para llevarla a cabo pues los clubes y equipos deportivos son entidades y empresas privadas. Bueno, aceptémoslo de momento por no alargarme…, pero ¿por qué no empezar con las selecciones nacionales? Ah, que esas también dependen de organismos privados... –se me volverá a decir. Pues entonces, ¿a cuento de qué viene el mentirnos con que la selección nos representa? ¿A cuento de qué viene montar esos numeritos patrioteros con unas selecciones en las que el gobierno de turno sólo puede intervenir para hacerse la foto cuando se gana un titulillo? Si es que se atrapa antes a un mentiroso que a un cojo… (o a una mentirosa que una coja...)

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).