DE LA QUE NOS HEMOS LIBRADO...
-Te confieso, Venancio, que he vivido varias semanas sin vivir en mí. Acojonao. Con los nervios a flor de piel. Pendiente de los informativos a ver si al final se arreglaba la cosa…
-¿Qué cosa? ¿La reforma laboral? ¿Los cinco millones de parados que tenemos en el país de Blancanieves y las 17 enanitas?
-Eso carece de importancia, hombre. Ya vendrán las locomotoras alemanas, francesa y americana a tirar del carro español.
-Entonces será por lo de Garzón, el súper juez al que quieren empapelar los fachas…
-A mí el señor juez ese me importa lo mismo que yo a él: un pito.
-Pues tu nerviosismo sería porque ha comenzado la Declaración de la Renta y la camisa no te llega al cuerpo…
-¡Qué va! Si a mí Hacienda me tiene controlados hasta los calzoncillos que uso…
-Pues, chico, habla y aclárate de una vez, que me tienes en ascuas…
-Verás, Venanciete mío: el 30 de marzo leí en mi diario preferido que se estaba gestando una posible huelga de futbolistas que paralizaría varias jornadas de Liga de Primera, Segunda y Tercera División. ¡Amenazaban con dejarnos sin el Madrid-Barça del día 11 de abril! ¿Pero cómo se le podía ocurrir a la Asociación de Futbolistas Españoles semejante barbaridad? ¿Había calculado los daños inmensos que podía hacer a las estructuras económicas, sociales y religiosas de este país si no podíamos disfrutar del partido del milenio entre Messi, Cristiano y la compaña?
-¿Y por qué querían declararse en huelga de pies caídos?
-Por lo de siempre, el maldito dinero. Al parecer sólo el 15 % de los clubes están al día en sus pagos a los futbolistas. Muy fuerte, tú. Los futbolistas no son artistas así que eso de trabajar por amor al arte y a la camiseta no va con ellos. Natural, si no tienes para comer no puedes luego rendir en el campo. También pedían cumplimiento de las garantías económicas cuando los clubes están endeudados hasta las orejas, ampliar las coberturas del Fondo de Garantía Salarial de Segunda División y crear uno para la Tercera. Temas de pasta gansa que es lo que mueve el mundo, macho. Me parece muy bien, pero también tienen que pensar que esto del fútbol es un sentimiento que los aficionaos llevamos muy adentro del alma, pero que muy adentro, y al que hay que respetar también un poco. Un sentimiento tan profundo que muchos somos capaces de pasar hambre durante toda la semana con tal de poder pagar luego la entrada del partido del domingo. Coño, ese esfuerzo también deberían valorarlo en la AFE.
-Pues no veas qué problema. ¿Y qué vamos a hacer sin el fútbol si se declaran en huelga? ¿En qué vamos a emplear ese tiempo y de qué hablaremos en el bar y en la oficina? Jodé, pero es que sólo piensan en ellos… ¿Y no pueden atarse el cinturón como lo estamos haciendo todos? ¡Que se declaren en huelga cuando se acabe la Liga!
-Pues esa ha sido la preocupación que me ha tenido en un sin vivir estas semanas. Menos mal que alguien de muy arriba debió decirles que el Madrid-Barça era un asunto de Estado y entonces empezaron a decir que la huelga empezaría el fin de semana siguiente. Pero seguía la tormenta perfecta, así que debieron sonar todas las alarmas y desde el Gobierno de la nación hasta el último mono del Consejo Superior de Deportes empezaron a mover el culo para intentar solucionar el problemón. El paro, las reformas estructurales y hasta lo del juez Garzón puede esperar pero solucionar el cacao planteado por la AFE era un asunto de emergencia nacional.
-Así que se reunieron todos y aquí paz y después gloria, ¿no?
-Efectivamente, Venancio. Ayer, día 13, quedaba desconvocada la huelga. La AFE, el Consejo Superior de Deportes la Federación de Fútbol y la Liga de Fútbol Profesional se pusieron de acuerdo. Algo inaudito en un país donde todo el mundo lleva a gala estar peleado con el resto del paisanaje. Aquí tienes los acuerdos a que llegaron en esta cama redonda. Con lo cual todos contentos. Los señoritos políticos porque podrán presumir de que arreglaron al menos un problema, el más grave, la huelga del fútbol; los de la Federación y la Liga porque ven reconocida su pésima gestión con más pasta y bicocas; los futbolistas porque podrán comer a final de mes y así no engrosarán las listas del paro y nosotros, los aficionados, porque tendremos nuestra ración de fútbol semanal sin la cual no somos nadie.
-Pues a los psiquiatras y psicólogos les han hecho la pascua, con lo contentos que estarían por la llegada de clientes por culpa de la huelga…
-Hombre, no se puede contentar a todo el mundo. Pero, tranquilo, no se morirán de hambre. Entre los paraos sin futuro, los fanáticos defensores y detractores del juez Garzón y los que esperan el sablazo de Hacienda, tienen un manantial de potenciales clientes que ya lo quisiera el Barça o el Madrid…
2 comentarios:
¿Huelga de cabareteros? Pues nos iremos a otro lugar.
Además, la tal huelga no es eso. Los partidos había que jugarlos en otro momento. Es decir, que no era una huelga sino un aplazamiento.
Para huelga de deportistas la que hicieron en la MLB (Major League Beisbol) y la NFL (National Football League), en los USA. Avisaron y avisaron y cuando no vieron que los propietarios pusieran remedio se cargaron toda una temporada: enterita (dejando de ganar dinero, por supuesto). Creo recordar que también ocurrió en la NHL (National Hockey League), pero luego de varios meses llegaron a un acuerdo y jugaron una liga descafeinada, con poquitos partidos.
Pero aquí el ministrín del deporte vio una oportunidad más de figurar y se metió (y con ello metió al Gobierno y al Estado, que éste sí somos todos) de cabeza en este nuevo charco.
No recuerdo que el gobierno USA moviera un dedo para mediar en lo que es un conflicto entre particulares: patronos millonarios y trabajadores millonarios.
En resumen:
1) la pretendida huelga no era tal huelga y los millonarios jugadores saturados de partidos hubieran gozado de un fin de semana de descanso, y hubieran seguido cobrando lo mismo (a mí, cuando voy a la huelga, me descuentan el día y me dan de baja en la Seguridad Social por ese día).
2) el ministrín de deporte hubiera debido abstenerse de meterse en este nuevo charco y limitarse a observar cómo evolucionaban los acontecimientos; después de todo el deporte no está a la altura de la educación, la seguridad ciudadana, la sanidad pública o la justicia.
Tú es que le sacas punta a cualquier lápiz, pero fuera huelga o una merendola, lo cierto es que todos los sectores involucrados (en especial el gobierno) movió el culo y las tetas -corrijo así mi "machista" y "desigual" tratamiento en el articulillo, en el que sólo haía mención al culo masculino- para evitar que varios domingos sin fútbol nos hicieran la pascua, o sea, la desolación, la perdición de las buenas costumbres, el acabose.
La huelga que citas de la MLB y la NFL sí que es una huelga como dios manda, pero esto no son los EEUU sino Spain, que tampoco es un país como dios manda.
Y es una pena que no hubiera al final huelga porque hubiera sido aplaudida por la gran mayoría de los ciudadanos ya que esos días podrían haber puesto sus radios y televisores sin que les repitiesen tropecientas mil veces los goles de la jornada. Y digo bien, mayoría, porque el país (o lo que sea) tiene casi 50 millones de personas y que se sepa, más de las tres cuartas partes no suele ver un partido ni en pintura. A las cifras de share de las telecacas me remito. Que aquí lo que hace, ve o piensa la minoría más mayoritaria es tomado siempre como sinónimo de la inmensa mayoría.
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