TAMBIÉN LOS MACHOS HACEN GIMNASIA RÍTMICA...
El 20 de enero, “El Pirao”, colaborador ocasional del Arco, se descolgaba con un articulejo la mar de cochambroso: “Qué rollo la gimnasia, macho…”. Como nos leen cuatro gatos (pocos pero selectos, así que fetén), nadie se nos echó a la yugular proclamando que estábamos injuriando a los deportistas de la magnesia o que éramos blasfemos del deporte más estético que parió Zeus, dios del Olimpo. Decía imprudentemente el camarada (El Pirao, no Zeus) que “hay que ser de otra galaxia para dedicarse en cuerpo y almita a eso de la gimnasia”. Mira por donde pocos días después supe de la existencia de Rubén Orihuela, un chaval valenciano practicante de la gimnasia rítmica. Aún teniendo licencia federativa (en la Federación constan 14 casos más), denunciaba que no podía competir oficialmente porque en esa especialidad gimnástica sólo podían hacerlo… las mujeres. ¡Ostras, Pedrín -me dije-: un caso para mi amiga Bibiana Aído, ministra de la Igualdad! Ahora que los perjudicados son los miembros y no las miembras, habrá que ver qué piensa sobre el particular… -continué diciéndome.
No sé si, bajo cuerda, habrá influido o no, pero lo cierto es que hoy leo en un periódico local que el bueno de Rubén se ha salido con la suya. La Federación Española de Gimnasia, de acuerdo con el Consejo Superior de Deportes, a raíz de la petición del gimnasta (¿o deberíamos decir “gimnasto”?), anuncia la puesta en marcha del primer Campeonato nacional de gimnasia rítmica masculina. Sería la primera competición de estas características que se organiza en el mundo mundial. Ya ven, ya tenemos los españolitos y españolitas otra cosa más por la que sacar pecho o pechos. Y es que en el mundo son muy pocos los practicantes machos de la gimnasia rítmica por lo que siempre ha sido considerada una especialidad femenina, no teniendo competiciones ni reglas, ni ná de ná. Eso cuenta el periódico y eso que les cuento o recuento. Así que se han tenido que improvisar las normas que regirán la nueva competición española, aunque no diferirán mucho de las que rigen las pruebas femeninas. (Al fin y al cabo hombres y mujeres sólo nos diferenciamos en algunos colgajos corporales). Eso sí, la competición de cada categoría –alevines, infantiles, júnior y senior- sólo se podrá realizar cuando haya, al menos, tres inscripciones.
Tan feliz noticia debería llenarnos de orgullo a los machos ibéricos, últimamente tan alicaídos de líbido y parné por la cosa esa de la crisis económica y el dominio de la mujer, habitualmente más inteligente que nosotros. Instantes después de conocer la noticia llamé al Pirao y le insinué que la gimnasia será un rollo pero que podría presentarse al nuevo campeonato a ver si tiene suerte. Si sólo se presentan tres en su categoría tendría medalla o premio seguro. Y si hay más competidores, con alegar una imprevista lesión en el pubis tras una noche de cachondeo y farra, asunto concluido. Además del premio seguro, la novedad del evento acarreará la presencia de televisiones y periodistas, con lo que mi amiguete podría hacerse famoso con muy poco esfuerzo. Entonces hablaría de este Arco y de cuatro gatos pasarían a leernos hasta en el Consejo de Ministros y Ministras, je, je… De lo que sí estamos seguros es de una cosa: que Rubén Orihuela va a cumplir su sueño, que era de justicia y que olé sus gónadas colgantes. Doña Bibiana, supongo, también estará la mar de contenta. Y nosotros con ella, jolín…
No sé si, bajo cuerda, habrá influido o no, pero lo cierto es que hoy leo en un periódico local que el bueno de Rubén se ha salido con la suya. La Federación Española de Gimnasia, de acuerdo con el Consejo Superior de Deportes, a raíz de la petición del gimnasta (¿o deberíamos decir “gimnasto”?), anuncia la puesta en marcha del primer Campeonato nacional de gimnasia rítmica masculina. Sería la primera competición de estas características que se organiza en el mundo mundial. Ya ven, ya tenemos los españolitos y españolitas otra cosa más por la que sacar pecho o pechos. Y es que en el mundo son muy pocos los practicantes machos de la gimnasia rítmica por lo que siempre ha sido considerada una especialidad femenina, no teniendo competiciones ni reglas, ni ná de ná. Eso cuenta el periódico y eso que les cuento o recuento. Así que se han tenido que improvisar las normas que regirán la nueva competición española, aunque no diferirán mucho de las que rigen las pruebas femeninas. (Al fin y al cabo hombres y mujeres sólo nos diferenciamos en algunos colgajos corporales). Eso sí, la competición de cada categoría –alevines, infantiles, júnior y senior- sólo se podrá realizar cuando haya, al menos, tres inscripciones.
Tan feliz noticia debería llenarnos de orgullo a los machos ibéricos, últimamente tan alicaídos de líbido y parné por la cosa esa de la crisis económica y el dominio de la mujer, habitualmente más inteligente que nosotros. Instantes después de conocer la noticia llamé al Pirao y le insinué que la gimnasia será un rollo pero que podría presentarse al nuevo campeonato a ver si tiene suerte. Si sólo se presentan tres en su categoría tendría medalla o premio seguro. Y si hay más competidores, con alegar una imprevista lesión en el pubis tras una noche de cachondeo y farra, asunto concluido. Además del premio seguro, la novedad del evento acarreará la presencia de televisiones y periodistas, con lo que mi amiguete podría hacerse famoso con muy poco esfuerzo. Entonces hablaría de este Arco y de cuatro gatos pasarían a leernos hasta en el Consejo de Ministros y Ministras, je, je… De lo que sí estamos seguros es de una cosa: que Rubén Orihuela va a cumplir su sueño, que era de justicia y que olé sus gónadas colgantes. Doña Bibiana, supongo, también estará la mar de contenta. Y nosotros con ella, jolín…
2 comentarios:
El sentido del ridículo se pierde cuando se mixturan categorías que no ligan.
Ser más papista que el Papa o ser rara avis in terris suele ir con el carácter quijotesco del español dirigente pro-Derechos Humanos y tal. Que no exista reconocimiento federativo internacional no es impedimento para que el CSD se siga inmiscuyendo en el devenir deportivo y fuerce la creación de una nueva categoría deportiva inexistente para el resto del mundo.
Espero que el líquido y gaseoso Lissavetzky (lo digo por su capacidad para adaptarse a todo tipo de contenedores) esté allí para entregar las medallas.
Y mientras tanto yo me pregunto que habrá sido de nuestra amiga María. ¿Recuerdas?.
¿Encuentras la diferentes diferencias entre ambos casos?
Supongo que María abandonó el balonmano, asqueada. Nuestro muchachote Rubén sí se ha salido con la suya. Desconozco si es que los tiempos han cambiado respecto a cuando la muchacha, si es que la gimnasia tiene más bula o si todo ha sido una rara avis. Probablemente se den las tres cosas a un tiempo.
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