20 de enero de 2009

QUÉ ROLLO LA GIMNASIA, MACHO...

Hoy me deja las teclitas del Arco el compi del Puñetas para que escriba cuatro letrajas sobre el sport que menos me gusta y más me aburre. Ya cuando estaba en la EGB, que no la acabé porque mi vocación era la mecánica de coches (ay Fernando Alonso, cuanto te envidio), la gimnasia me parecía un rollazo. El profe nos ponía a dar vueltas al campucho como una peoncilla. Cuando ya estábamos bien sudados nos mandaba hacer equilibrios sobre un banquete y luego a saltar un potrillo. No nos rompíamos los dientes de milagro.  Para acabar las sesiones nos metía tela de espalderas, donde debíamos permanecer colgados un montón de minutejos. Desde entonces todo lo que huela a gimnasia me repatea. No sé ni porqué la echan por la tele. Esas niñitas que hacen virguerías con su cuerpecillo a costa de estar machacándoselo desde pequeñitas. Y esos tipos llenos de musculitos sólo para poder aguantar colgados de unas anillas o dar cuatro brinquillos sobre el suelo al ritmo de una música sosona. Bah, tanto músculo y no tienen dos tortas. ¿Qué chiste tiene la gimnasia? La ves y luego, ¿de qué vas a discutir con el compi? ¿De las mallas de la chiquilla rumana o de los tirantes del ruso de las barras paralelas? Y luego unos árbitruchos que dan puntos a los participantes sin que nadie se entere porqué un nueve o un siete. Ya podían explicar la puntuación, leñe. Yo es que no comprendo cómo hay gente masoquista que se dedica a estas cosas, para ganar muy poco dinero o incluso perderlo. Además, que acaban artrósicos perdidos en muñeconas y manecillas (por lo menos) según leía el otro día en el “Diez Minutos”. Acaban las pobrecicos (sobre todo ellas), con el cuerpo hecho una piltrafilla. Y todo para que no las conozca nadie y para no hacerse millonarias. Ya sus digo, que hay que ser de otra galaxia para dedicarse en cuerpo y almita a eso de la gimnasia. Conmigo que no cuenten, que donde se ponga el fútbol, el baloncesto o el tenis, que se quite este deporte tan soso y tan poco saludable. Y tan rácano con la pasta.


3 comentarios:

Anónimo 25/1/09, 0:47  

Sí, qué rollo; y encima el profe metiéndote mano en el puto plinto.

A los tíos no sé, pero a las chavalas, y más a la que era mona, el tío se aprovechaba con la cantinela de que no se fuera a caer.

A las feas aunque nos partiéramos los piños, ni se dignaba mirarnos el muy cabrón.

No sé para qué he entrado aquí, que ya me he puesto de mala hostia recordando aquellos años.

Juan Puñetas 28/1/09, 0:56  

Sí que se aprovechaban algunos de la dificultad en saltar el plinto o el potro. El Pirao, como chico joven y más bien futbolero, aborrece lo que él llama los deportes demasiado estáticos donde la pasión brilla por su ausencia y uno nunca sabe si quienes están concursando lo hacen bien o regular. Es un deporte muy técnico y él sólo entiende de mecánica de coches.

PArticularmente, el Puñetas aprecia la gimnasia como espectáculo más estético que deportivo, si bien no la practicaría en plan competitivo por nada del mundo, dada su alta exigencia del cuerpo y de la disciplina. En cualquier caso sí le gusta cierto tipo de gimnasia correctora de malos hábitos corporales o para mantenerse físicamente si bien hoy día los aparatos modernos están supliendo lo que siempre han sido los ejercicios tradicionales de suelo o de pie, a pelo o espalderas. ¡Menudo suplicio!

Espero, Maripili, que lo tuyo con aquel profe no te haya traumatizado mucho.

Anónimo 30/5/09, 1:40  

quien es el imbecil y pelot...udo que piensa eso de la gimnasia. la gimnasia al igual que el breakdance es un arte, y si no lo quieres hacer no lo hagas, pero para quienes aman el deporte es un insulto lo q dice.las cosas q se hacen en gimnasia no son cosa facil,pero con esfuerzo se puede todo

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).