ELOGIO DE LOS ÁRBITROS DE FÚTBOL
Hoy he tenido un mal día. Bah, pesadillas. Que Zapatero ganaba las próximas elecciones y nos íbamos a los siete millones de parados, que Fernando Alonso se pasaba al balonmano, que Contador tiene las horas contadas, que cerraba la prensa deportiva por falta de lectores, que el Arco se iba a hacer puñetas… En fin, malos sueños. Pero la peor pesadilla de todas ha sido la de que se me ocurría un breve articulillo ensalzando la labor de los árbitros de fútbol. Y aquí va, ji, ji.
El día que un jugador, entrenador o todo un equipo acaben un partido de furbo y afirmen ante los tres millones de micrófonos que les enchufan que “el árbitro ha estado fenomenal, magnífico, excelso, muchísimo mejor que nosotros”, ese día al Puñetas le dará un ataque de amigdalitis, pese a no tener amígdalas o anginas que criar. Lo mejor que se suele oír de los arbitruchos es que “no influyeron en el marcador” o “que pasaron desapercibidos”. ¡Esto mismo se debería decir también de un jugador o de un entrenador, pero nunca se dice!
Un día nos sale Ronaldo, ese tipo que gana un saco de millones por marcar una veintena de goles al año, y dice que la gente le silba y que él lo que quiere es cariño. Todavía está por ver que salga un árbitro y diga lo mismo. Se oirían las carcajadas hasta en Groenlandia. Yo no sé si ganan mucho o poco, pero dado que -según cuentan los entrenadores, presidentes, jugadores, periodistas y aficionados- influyen demasiado en el resultado de los partidos (sólo les falta que también marquen goles), deberían ganar muchíiiiiiisimo dinero. Casi más que los jugadores, mire usted. A más influencia y poder, más pasta gansa. Digo yo….
Claro que para pasta, la que los árbitros fabrican para los demás. Gracias a que siempre meten la pata y el pito, los medios de aborregamiento audiovisual y escrito alcanzan audiencias millonarias y beneficios cuantiosos. Gracias a esos mismos árbitros, los jugadores y entrenadores se ganan la vida muy ricamente y los equipos se defienden bastante bien financieramente, algunos con categoría de multinacional. Incluso los aficionados tienen un plus de distracción y entretenimiento vital añadido a su placer futbolero gracias a que estos señores del mal pito -que siempre se equivocan a favor del equipo contrario, que siempre pitan los penaltis al rival- tienen el masoquismo de ponerse a impartir “justicia” en un campo de fútbol.
El día que impere el sentido común y no haya quisque capaz de arbitrar (lo de trabajar con miles de personas echándote insultos y maldiciones en el cogote debería estar prohibido o penalizado con multa y tres avemarías), se habrá acabado la vidorra que se pegan a costa de los árbitros tantos parásitos como pululan por el futbolín, en el césped y en las gradas. Eso no significaría la desaparición del fútbol pues su pujanza y vitalidad nace de su práctica no profesionalizada gracias a la simpleza de sus reglas que lo hacen fácil de practicar hasta en medio de un mercado iraquí.
Les deben casi todo a los tíos del pito y encima se están quejando de ellos a todas horas. ¡Anda y que les zurzan!
2 comentarios:
Con tanta tecnología y tanta leche deberían haber inventado ya el árbitro cibernético. A ese sí que le iba a importar un pito... Y mira que en otros deportes se gastan un potosí para eliminar los errores arbitrales, y estos animales que dirigen el fútbol siguen apostando por la polémica... Alguien debería hacerles responsables de la violencia que hay en los estadios (a ver si Garzón se anima...).
Alguien debería darse cuenta que si no hay árbitros (sean de carne y hueso o cinernéticos)... se acabó el festín. Acabarse no se acabarán porque siempre hay gente para todo y porque algunos viven muy bien con la profesión. En todo caso siempre podrían subirle el sueldo y las prebendas (rodeadas de gritos e insultos en los estadios, claro) y así desaparecería la posibilidad de la desbandada de los árbitros.
Sueño quizás en que un día futuro los árbitros ganen más dinero que los propios futbolistas. Porque estamos hablando de los árbitros de fútbol pues -que yo sepa- en otros deportes la cosa está bastante comedida y controlada.
Publicar un comentario