27 de octubre de 2010

LOS BOBOS SE QUEDAN SIN PULPO


Mundial futbolero de Sudáfrica. Nada comentamos en el Arco cuando toda aquella soplapollez del vidente pulpo Paul. Recordarán las infinitas memeces que se dijeron y contaron en torno al bicho. Y todo porque –decían- adivinaba lo que iba a ocurrir.

Leo que el pulpejo ha estirado la pata y los tentáculos. Con su fallecimiento acaba uno de los momentos más estúpidos, cretinos y gilipollescos que uno recuerda en muchos siglos. Le han fabricado biografías, poesías, le han declarado hijo adoptivo, le han llamado “asceta” (señor, señor…), hasta 600 cadenas de televisión llegaron a retransmitir su bobada adivinatoria, algún periodistillo se quedó con ganas de que el pulpejo le concediera una entrevista, pueblo hubo que llegó a ofrecer hasta 300.000 euros (en plena crisis, ojo) por su fichaje. En fin, una mamarrachada detrás de otra, protagonizada por pobres diablos, memos hasta reventar, gentes sin dos dedos de frente, majaderos hasta las uñas y tipos que no merecen tener un micrófono en la mano, excepto para rascarse la entrepierna. Nada diferente de lo comúnmente habitual pero tan concentrado en el tiempo –ay, aquel mundial sudafricano del futbolín- que deberá quedar como ejemplo de la estupidez  a que hemos llegado en estos desnortados e idioticráticos tiempos. Antes del evento pensábamos que no cabía un gilipollas más en este mundo pero éramos unos optimistas.

Parece que ahora el pulpejo la ha palmado. Y si uno revisa en la internet del detritus (que es muy abundante) encontrará majaderías a cuentas del bicho que –vistas a toro pasado- hacen enrojecer todavía más a cualquier animalejo humano que se crea dotado de cierto sentido común. Como el pulpón nos importó siempre un cojín, en su momento no hablamos del mismo ni un cajón. Sólo ahora, cuando lo llevan a enterrar, elevamos las teclas al firmamento para enarbolar un RIP. Pero, ojo, no por el pulpón, que nos importa un cojón, si no por todos aquellos capullitos y capullones que nos dieron la vara y la “información” con el insípido cefalópodo demostrando que estaban a la misma altura del animalejo, lo cual es un enorme piropo hacia éste. Descansen en paz todos los que nos vendieron el pulpo tomándonos por gilipollas e imbéciles. Quede aquí escrito que para ídem, ellos…

¡¡¡ RIP !!!

“El acuario alemán ha anunciado que levantará un monumento en honor a este pequeño pulpo marrón que conquistó al mundo con sus poderes de predicción, convirtiéndose en una estrella que casi eclipsó a Lionel Messi, Wayne Rooney o Andrés Iniesta”. ¡Que lo declaren héroe nacional, hombre!   

3 comentarios:

el meji (el mejillón) 27/10/10, 19:55  

Y yo me pregunto en qué se diferencian este pulpo y los humanitos del experimento de psicología social ese que llaman Gran Hermano, el de la Milá, que mira que estuvo y aún guarda (la que tuvo, retuvo, dice el refrán). O será que uno está tonto también (a la altura del pulpo) y aún quiere ver en la tez momiácea de la Milá la gran señora que otrora fue.

Cítrido Limóndez 27/10/10, 19:57  

Que les pulpe un follo.

Juan Puñetas 28/10/10, 23:31  

Hoy pasaba por la puerta de un chino, de esos que venden basura a precio de oro (teniendo en cuenta lo ridículo que es su coste, hecho por gente casi esclava). ¡Vendía pulpos de peluche, de plástico y goma vestidos con la camiseta oficial de la RFEF!

La ha jodido el pulpejo muriéndose cuando todo el negocio estaba en su apogeo. Claro que sin derechos de autor, aunque la SGAE lo mismo pedirá también participar. ¡Menuda pulpa es la señora!

Imbecilidad total en la que el único inteligente ha sido el pulpeojo. Muriéndose, claro...

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).