Cuando los periodistos deportivos de Madrid (en sus medios “nacionales”) andan con la pluma o la lengua seca siempre acaban sacando a pasear a Raúl, el jugador del Real Madrid. Deberían hacerle un monumento. Cuando era sólo una promesa del futboleo ya había medios que lo vendían como el futuro astro del furbo español. Aún no era nadie pero algunos ya apuntaban con el dedito y la lengua al firmamento… Luego pasaron unos cuantos añitos, el chiquirritín maduró y demostró que era un maestrillo en su oficio. Entonces ya no sabían cómo vendernos el producto. ¡Que le den el Balón de Oro o la Espinillera de Hierro! –gritaban ante el bostezo general. Pero lo máximo que le concedieron fue el de Plata en el 2001.
La Espinillera todavía la está esperando… y le hacía (y hace) mucha falta al señor González Blanco porque luego llegaron unos añitos en que parecía que el hombre andaba algo flojo para su nivel anterior y los mismos que habían exagerado sus facultades tan gratuitamente empezaron a lanzarle patadas en donde más duele: -Está acabado, no le queda más gasolina, ya no ve la portería rival porque se ha vuelto miope… Luego don Raulito remontó el vuelo y los periodistos, en los días de sequía, aprovechando que no iba a la selección, le metían los dedos en el gaznate: -Pégale una patada en los cataplines a Luis, hombre, que tú debes estar en la selección y ese tío no… Cuando lo seleccionaban y la cosa no funcionaba, los cañamones se volvían cañas: -Mejor que ponga un kiosco de pipas, ya no corre como antes y encima mete cizaña en el vestuario… El caso era no dejar en paz a Raúl, a quien el mejor premio futbolero que le podrían conceder es el del Santo Job.
La Liga de este curso ya ha comenzado, llevamos un par de partiduchos y los periodistos han vuelto a coger el mango de la sartén habitual: -Parece que Raúl anda y trota, pero no corre, no ve puerta, no marca un gol desde hace varios meses… La cantinela ya nos la conocemos y lo malo es que no sólo meten a González en el saco si no a todo el que circula por allí: el entrenador (al que asan a preguntas impertinentes y absurdas), el masajista y hasta al tío que le pide un autógrafo: -Pero si ya no vale dos pimientos, pídale la firma a otro… A ver si dejan ustedes, ilustres plumíferos y microfonistas, de dar la tabarra con Raúl por aquí, Raúl por allá… No sean tan pesados y cambien de CD que la música ya nos la sabemos demasiado y, encima, está rayada. Si yo fuera Raúl los mandaba a pastar donde Cristo perdió el gorro. ¿Qué dónde es eso? Busquen en el Wikcionario…
2 comentarios:
¿Y las ganancias por derechos de imagen que ha ganado el chavalín? Sin tanta comedia mediática a lo mejor no sería tan conocido.
Pero ahora que lo pienso... Nadal o Alonso y hasta el propio Gasol han sido más hombre anuncio que este Raúl.
¿Será por la alexia congénita de los futboleros?
Es que Nadal y Alonso son deportistas "individuales" y Gasol (como trabaja fuera, como único español del equipo...)pues también. En cambio el futbolista tiene que repartir la imagen entre un montón de chupones como él y, encima, tiene a los del equipo de enfrente que también le hacen sombra. Total, que lo que ganan por el lado influyente del deporte rey, lo pierden por el lado de los camaradas de equipo, amigos en el campo y rivales en las pasarelas...
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