17 de mayo de 2011

MESSI HASTA EN LA SOPA (Y EXÁMENES)

Francamente: empiezo a estar muy hartico de que al Messias culé lo tengamos hasta en la sopa pero lo que no me esperaba, de verdad de verdad, era que la Junta de Andalucía, madre de todos los ERES y de todos los chanchullos, pusiese el nombre del Ilustrísimo don Leo hasta en sus exámenes. Esto ya pasa de castaño oscuro.

La semana pasada los señoritos de la Junta han estado sometiendo a la chavalería andaluza que pasa sus días en escuelas e institutos (4º de Primaria y 2º de ESO) a una serie de pruebas llamadas “de Evaluación de Diagnóstico”, nombre rimbombante y abracadabrante, con las que pretende comprobar la eficacia del sistema educativo que tan magníficamente vienen destrozando desde hace la tira de años. (Y el que no se lo crea que mire hacia la torre inclinada de Pisa).

Para hacer más “atractivas” dichas pruebas (algo que no se lo cree ni el que asó la manteca) a la Consejería de Poca Educación y Escasa Ciencia no se le ha ocurrido otra cosa que incluir los nombres de Leo Messi, los Jonas Brothers o Hannah Montana en los exámenes quizás con la ilusoria idea de hacer más llevaderos y emocionantes los cuadernillos de las pruebas que medían las competencias matemáticas, lingüísticas y  de idiomas así como la competencia social y ciudadana (en otros tiempos, formación del espíritu nacional) de los chiquillos.

Y digo yo: ¿qué tiene de atractivo en el mundo educativo y cultural Leo Messi o los otros cantamañanas yanquis? Dejemos a estos últimos porque no sabía de su existencia hasta hoy mismo (si es que vivo en la luna de Valencia...), y hablemos de mi  héroe contemporáneo favorito: don Leo.

¿Es el líder del Barça un modelo para los jóvenes andaluces y españoles desde un punto de vista educativo? Me asusta plantear la pregunta porque la respuesta es tan fácil… NO. Don Leo no es un “león” precisamente. Vamos, que lee menos que mi abuela, que ya está criando malvas. Su competencia lingüística abruma por su escasez, basta verle abrir el piquito de oro que tiene. De su competencia matemática es posible que quepan más dudas pues el control del cuantioso parné que gana le debe motivar bastante (en un día se embolsa lo que ni usted ni yo, juntos, ganaremos en toda nuestra vida), aunque seguro que de eso se ocupan varios gestores pues son muchos los ingresos dinerarios que hay que meter y controlar en el patrimonio messiano. En cuestión de idiomas no sé si le dará algo al inglés, aunque lo dudo pues en su biografía wikipédica no se habla de nada que no sea fútbol. Claro que tampoco le hace falta. Así que por mucho que la Junta pretenda “motivar” a los mozalbetes y mozalbetas del terruño dudo mucho que los resultados de las pruebas den un vuelco respecto a años anteriores y ahora nos los coloquen  en el primer puesto del ranking mundialoide del gran saber cultural y competencial.

Más bien: si la chiquillería quiere imitar a don Leo, además de frustrarse cantidubi porque don Leo sólo hay uno, acabará en la ignorancia enciclopédica más sonora, a imitación de nuestro ídolo. Claro que a él ni falta que le hace ser un genio del verbo, los números y los idiomas porque dios y su esfuerzo le han dado el enorme don de manejar un balón con los pies como si fuese un guante de seda, pero dudo mucho que ese mismo don pueda generalizarse en sus seguidores e imitadores. Más bien corremos el riesgo de que acaben creyendo que un balón es cuadrado, que el fútbol es lo más importante que se ha inventado en la vida y, lo peor, que con tan poco bagaje cultural terminen con los bolsillos llenos de agujeros por falta de empleo y oportunidades. Quizás ahí es donde los señoritos de la Junta piensan que tienen garantizado su futuro político ad eternum: en un vasto ejército de ciudadanos dependientes de las migajas del poder, sin más bagaje que la subvención, la aculturización y el arsa y olé, don Manué. Eso sí, en competencia social y ciudadana, de diez. Por cierto, el número de Leo Messi…

2 comentarios:

la aguja 9/6/11, 20:15  

No me creo nada. Harían falta observadores internacionales (igual que cuando hay elecciones en un país que se diga democrático) para acreditar que no se manipularon los resultados de los exámenes.

Me imagino yo, reunidos en el salón, al político de turno (presi, conse o dire) diciendo que donde hay un 4'7 pongan un 7'4 y donde hay un 3'8 pongan un 8'3, que en este mundo traidor, la mentira, cuanto más gorda, más creíble.

Juan Puñetas 13/6/11, 18:23  

No hace falta ningún presi, conse o dire. Muchos profes y profas -que son los que están al frente de los examencillos- se las ingenian para "ayudar" a sus hijuelos/as y así las puntuaciones suben un poco. Luego llegan los que insinúas y suben otro poquillo. Pese a lo cual, al menos en Andalucía, el 37 % de fracaso escolar no se lo salta ni un galgo. Claro que viendo quienes la dirigen, las cifras cuadran...

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