29 de mayo de 2007

DONDE SE HABLA DE FUTBOLISTAS QUE ESTARÍAN MÁS GUAPOS CALLADITOS Y DE AFICIONADOS QUE DESCONOCEN EL SENTIDO DEL DEPORTE


Habituados como estamos a disfrutar de las mayores sandeces y paparruchadas (basta darse un paseíto por las tropecientas telecacas que ensucian el paisaje), en el espectáculo preferido de las masas –el fúrbo, claro- hay que ir acostumbrándose a que las miserias florezcan como las setas.


Las cometen los jugadores, desquiciados por la presión mediática, del entorno y de sus cortas entendederas. (Una preguntilla sin mala intención: de todos los jugadores que militan en la primera división del fútbol español, ¿cuántos han acabado la ESO, cuántos el Bachillerato y cuántos han realizado o realizan estudios universitarios, aunque sea por la Universidad a Distancia? Haber si algún periodista sagaz e investigador de los que abundan por el firmamento peloteril es capaz de afrontar el reto que planteo). Una de las mayores barbaridades que el Puñetas ha escuchado en los últimos tiempos la dijo Michel Salgado, a primeros de mayo: “Que el Barça juegue la final de Copa en el Bernabéu es una provocación”. Todavía no había actuado el hacha del Getafe eliminando al equipo culé de la competición copera, cuando el lateral derecho del Irreal Madrid tuvo un ataque de visceralidad carpetovetónica: "Lo que no hay que hacer en la vida es provocar a la gente y hay más estadios. Es como si nosotros vamos a jugar una final al Camp Nou. No sería positivo". Días más tarde se tuvo que tragar “positivamente” las palabritas de marras porque resulta que era el mismo Madrid quien había ofrecido su campo para la final copera. Sin embargo, la parida de Salgado fue aplaudida por más de uno. La vieron lógica y razonable.


A nadie extraña tampoco que en una rueda de prensa salga un jugador que siempre parece estar cabreado (Etoo, por ejemplo) y se dedique a soltar frases tan lindas como “hay que echar a todos los que echan mierda del vestuario” o “¿tú crees que le puedo hacer una putada a Laporta” o “no sabes las ganas que tengo de meter un gol, sólo para joder” o “no nos faltan goles, nos falta echarle más cojones”. Este chico necesita que le compren un diccionario para ampliar su vocabulario o un profesor particular para que le enseñe a refinar sus expresiones. Y mientras tanto, o pensar bien las cosas antes de largarlas por la sin hueso, o callarse cuando le pongan un micrófono ante la boca. Sus palabrotas las he visto repetidas en muchas ocasiones en las telecacas y, sobre todo, en boca de chaveas y mozalbetes que imitan dentro y fuera del campo a sus idolillos de la pelotita. Si éstos –como el tal Etoo- fuesen algo más responsables y conscientes del papel mediático y social en que los ha situado el sistema y el mercado, deberían cuidar mejor su lenguaje oral y sus gestos. Dentro y fuera del césped.



Pero las mayores tropelías y memeces las suelen cometer los aficionados, esos intelectuales de medio pelo cuyo tema de conversación día y noche, semana tras semana y año tras año gira en torno al gran problema filosófico de la nada: gol por aquí, gol por allá. Estamos acostumbrados en casi todo el orbe a que de vez en cuando se fabriquen algunos fiambres tras las grescas y peleas de rigor entre las aficiones rivales. Habituales son las escenas de burda violencia en los prolegómenos de algunos encuentros de “alta tensión” o a la finalización de los mismos. A veces la memez sólo obra de pensamiento y gritos, como ha ocurrido en las dos últimas semanas ligueras, cuando algunos seguidores y socios preferían que su equipo perdiera un encuentro. En un caso (At.Madrid-Barcelona) para fastidiar al equipo rival de la ciudad, el Real Madrid. En otro (Osasuna-Real Sociedad), para que el equipo visitante pudiera salvarse del descenso a Segunda, por aquello de que es del mismo “terruño” y la sangre y la boina tira mucho de los sentimientos gregarios.



Cuando predomina más el odio al rival que el amor a los propios colores y cuando se pretende adulterar antideportivamente una competición regalando un partido al otro equipo en perjuicio de terceros, se acaba el deporte y lo que éste representa. Yo lo así lo veo de claro, aunque quizás el problema de visión lo tenga el Puñetas…

25 de mayo de 2007

LOS MALETINES FANTASMAS Y LOS FANTASMAS DE LOS MALETINES


En el articulillo anterior analizábamos –a través de la bragueta de mi primo Paco, el Cipote- que la Liga de fútbol está que arde, con cuatro famosos pretendientes que, al final, quedarán en uno sólo. Manía ésta de los amigos competitivos y simplistas del deporte que no entienden que quizás sería más interesante que hubiera dos campeones en vez de uno. Y menos frustrante. Que yo sepa, en el Festival de Eurovisión, hubo un año en que resultaron ganadores cuatro países y, oiga, no pasó nada que no fuese una tetra-alegría. Así que desde aquí propongo humildemente que en muchos torneos deportivos existan dos ganadores al unísono. Por fin se acabarían esas tragicómicas imágenes de unos alborozados triunfadores dando saltos de canguro en el terreno de juego mientras que un metro más allá se lamen las heridas de la derrota unos abatidos llorones. Otra idea más del Puñetas que regalo al personal aunque, como a todo genio, je, je, nadie me hace ni pajolero caso.


Regresando de los cerros de Úbeda a donde me he ido en el párrafo anterior, retomo al cacao de la Liga. Oiga, es que no falla. Se acercan las últimas jornadas y ya empiezan los maletines llenos de billetes a rodar de aquí para allá. Preámbulo del llanto y crujir de dientes que se avecina. Especialmente este año, con todo por decidir y con muchos aspirantes al triunfo y al fracaso. Como sólo gana uno y, en cambio, descienden tres, el nivel de decepción, frustración, rabia y lloriqueo final va a ser de aúpa. Se avecina una avalancha de gente hacia las consultas de los psiquiatras. Están por llegar diversas alteraciones del orden público, donde esperemos que la cosa se quede sólo en unos cuantos cocotazos y chichones a voleo. Tendremos unas portadas y declaraciones incendiarias casi todos los días, que nos pondrán la mala leche por las nubes. Se acerca una buena, el que avisa no es traidor y aquí va a arder Troya con un montón de maletines en la entrepierna.



Muchos dicen haberlos visto pero ninguno aporta pruebas. O sea, que van de bocazas. O de cínicos. O de embusteros. Otros no saben, a estas alturas de la peli, si son legales o ilegales. Eso sí, todos lo comentan y lo farfullan, aunque nadie enseña la patita, la mano o la caja que lo demuestre. Con este proceder todo se enmierda y todos quedan como trincones y filibusteros. Porque aceptar que es una práctica habitual, saberlo y contarlo (aunque sin dar nunca detalles) demuestra que hay mucho equipo con la contabilidad en plan Malaya, mucho tragón que calza pantalones cortos y mucho intermediario con el culo al aire. A nadie parece importarle mucho.


Dicen los que saben de esto, pero que nunca cuentan más allá de la sospecha y del ventilador (siempre acusan a los demás), que en España es legal el primar a terceros para que ganen un partido. Lo que quiere decir que si no hay dinero por medio, no tendrían la motivación suficiente. Así son estos futboleros: unos “profesionales” de pacotilla. Sin embargo, la miope Federación Española del Fútbolín (que no ve tres en un burro siempre que se habla de estas cosas) y el selectivo Ministerio de Hacienda (que sólo espulga de lo seguro: los que están controlados por una nómina) consideran que estas acciones maletineras llenas de billetes son contranatura. Con lo cual uno no entiende esta esquizofrenia (lo que para la Justicia no es malo, para la Hacienda lo es), pero así son las cosas politiqueras en este desnortado país, donde las normas van por un lado y los hechos y las palabras por otro. Por eso nadie hace nada por demostrar con pruebas y señales qué hay de cierto en el asunto maleteril.



El caso es que los maletines parece que ruedan y vuelan a tutiplén por estas fechas. Son como los OVNIS: todo el mundo dice verlos pero ninguno va más allá. Cojonudo. Y, lo que es peor, nadie analiza las implicaciones que de su existencia se derivan. Ya he apuntado más arriba una: que muchos jugadores tienen una profesionalidad que deja bastante que desear. ¿Alguien se imagina llegar a una ventanilla de una Administración Pública y pagar un extra al funcionario de turno para que coloque nuestro expediente o solicitud por delante de otros/as en el largo procedimiento administrativo y así resolver nuestra cuestión o problema antes que el resto del personal? Quizás la acción no sería ilegal, pero al funcionario de turno que aceptase nuestra manteca habría que mandarlo a la calle al día siguiente de conocida su acción. Algo parecido me parece el asunto éste de los maletines por pagar a otros equipos para que se motiven un poquito en ciertos partidos en que ellos no se juegan mucho pero otros sí. El día que se levanten las alfombras de la economía futbolera, no habrá vertedero suficiente para albergar tanta basura y estiércol como allí puede aparecer.


Mientras tanto los maletines repletos de billetitos frescos e indocumentados seguirán apareciendo siempre por estas fechas en el descacharrante firmamento mediático y futbolero. Son unos clásicos del discurrir del tiempo, como la llegada de las cigüeñas en invierno o de los bikinis en verano. Eso sí, mucho bla, bla, bla pero poco más. La fuerza sólo se le va por la boca a tanto bocazas como hay por los derroteros de la pelotita. ¡Queridos fantasmas: menos sospechas aderezadas de verborreico palique y más documentadas visitas al juzgado de guardia, a la Federación y al Ministerio de Hacienda!

22 de mayo de 2007

LA LIGA ESTÁ CALENTORRA


Dicen los Demóstenes, Parménides, Homeros y Herodotos de la prensa deportivesca que esta temporada la Liga está de lo más emocionante; que faltan tres jornadas y hay cuatro equipos en un pañuelo y que quizás hasta el último minuto del último partido de la última jornada no se sabrá quien será el ganador. (Largo nos lo fían: negocio obliga).



Para los casos de calenturas nadie mejor que mi primo segundo de Jabalcuerno del Porrón. Paco se llama, si ustedes no mandan lo contrario. Paco, alias el Cipote. No porque el mozo (que ya calza sus 40 tacos) sea tonto de capirote si no porque tiene una líbido tan subida de tono que todo lo ve y explica mediante la ley de su bragueta. La única que conoce y que –hasta ahora, dice- nunca le ha fallado. Así que este domingo fui a visitarle para que me diese las claves ontológicas, filosóficas, históricas y gamberriles de porqué este añito la Liga está tan calentita. Como el primo tiene un lenguaje un poco torpón y soez, permítanme –si ustedes no mandan lo contrario otra vez- que sea el muá, el Puñetas, quien elabore gramatical y decentemente las teorías de Paco, el Cipote.


Dice el muy salido sexuá que lo de la Liga tan calentorra es cosa del cambio climático, que lo mismo que ha hecho que granice en mayo y haga 40 grados a la sombra en diciembre, también ha trastocado los habituales pirindinguis placenteros de la susodicha, así que la pobre está que no sabe qué galán escoger. A estas alturas anda aún con la duda entre cuatro famosos gachupines de Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia. Ricos y famosos. Para que luego digan que el furbo es un deporte en que todos somos iguales y todos tenemos las mismas oportunidades. Parecía que el Barcelona volvería a llevársela al catre por tercer año consecutivo pero el galán está cantando la Traviata demasiado, se lo tiene muy creído y lo mismo al final la indecisa lo manda a paseo, a pesar de que el domingo pasado quiso echar el resto ofreciéndole seis afamados goletes, seis, de la prestigiosa ganadería culé a costa de ese chico de barrio llamado cariñosamente “el Pupas”. Pasa que a la buena señora le pirran este año los que van de trágicos y epopéyicos, así que el señorito del Real tiene por ahora medio prepucio de ventaja sobre el tradicional noviete blaugrana de estos últimos años. Además, trae una sequía seminal que ya le dura cuatro añitos, así que el no comerse una rosca en tanto tiempo hace que vaya embalado y con ganas de mucha juerga: una garantía de farra y noches locas. Las perspectivas eróticas del Real son muy superiores a las del Sevilla, un joven dicharachero y chulapo al que ha tocado en estos dos últimos años la lotería, la bonoloto y las quinielas, permitiéndole codearse con los chulapos de toda la vida, pero al que tanto dinerín no puede suplir su tradicional falta de experiencia amatoria de alto standing, que es lo que pirra a la Liga. En cuanto al chicarrón valenciano, afirma la tiparraca que no está nada mal pero que es tan voladizo en sus quereres (ahora funciona como una bala, ahora la cosa va floja) que no se fía de él ni un pelo. Ella va a lo seguro.


Amables lectores, llegado este momento es cosa de plantearse la siguiente pregunta: ¿puede pensar estas chorradas alguien en su sano juicio? Pues sí: mi primo Paco, alias el Cipote. Y tiene un éxito en el bar y en la playa del río, que ni les cuento. Sobre todo cuando da un paso más, se implica y afirma que él cree que el “sí, quiero” se decidirá en la última jornada, pero que en las dos anteriores ya se irán cayendo de la cama algunos candidatos. No por falta de expectativas propias si no porque en esta historia también interviene el papaíto de la moza, algo casquivano y arbitrario, pues le gusta la cosa del celestineo. Hasta ahora está comportándose muy modosito, pero verán ustedes en las tres jornadas que restan como empezará a hacer de las suyas: un penaltito fantasma, un fuera de juego inexistente, una expulsión oportuna… Él será quien elimine a algunos candidatos ante la falta de decisión y firmeza de su hija liguera.


Junto con el arbitrista papá, el Cipote señala también como pieza clave a la sorprendente mamá de la chica, que gusta de aplicar también sus propias normas de seducción selectiva para ayudarla ante una dudosa elección: marcar goletes en el último minuto, correr como gamos para trincar un maletín que apareció la noche anterior en el hotel de concentración, un bocazas del vestuario que siembra la discordia en la casa propia, una contratación que se anuncia antes de tiempo y que desestabiliza al jugador clave, un gol de chorra pero que valdrá su peso en oro… En un deporte tan poco racional y serio como el fútbol, todo puede esperarse. Lo único que está claro, y que se repite año tras año salvo prematuro encaprichamiento uterino de la Liga, es que los pretendientes siempre son los mismos: todos hijos de buena familia, ricos, guaperas y más chulos que el Punteras. De los madriles o las barcelonas, mayormente. Que la plebe nos quedemos embobados mirando cómo los tíos de siempre se llevan a la cama a la chica adorada, que encima les paguemos la cama y el champán y que consideremos el espectáculo como la mar de erótico y sensual cuando la inmensa mayoría no tenemos ni una infinitésima posibilidad de besarle ni la uña del pie a la gachí, demuestra que somos más burros que Abundio. Pero esa es otra historia, aunque jamás contada.



Ya digo: mi primo el Cipote, no tiene un pelo de tonto aunque siempre lleva la bragueta como una amoto. Con ella piensa, razona y dice el tío que no le va mal, aunque él quisiera ser como esos Demóstenes, Parménides, Homeros y Herodotos de la prensa, radio y televisión deportivesca, pues estos –encima- se forran de plata con las hazañas amatorias siempre repetitivas y repetidas de la susodicha. En eso, en lo de la pasta, el Paco anda bien pelado. Pelándosela como puede, el muy cipotón...

18 de mayo de 2007

EL ESPAÑOL-SEVILLA VISTO POR UN EXTRATERRESTRE


“Sr. Puñetas. Muy señor mío:


Me llamo Jacinto RX y he sido enviado por el Departamento de Asuntos de Fuera de la Galaxia, sector Tercer Mundo, para elaborar unos informes sobre la vida y costumbres en este su planeta llamado Tierra, prácticamente desconocido en el mío, RX16. Llegado a la ciutat de Barselona, coincidió que se celebraba en un país llamado Escocia una final de un campeonato de fútbol, un juego que tiene mucha fama para los terrícolas. Así que aproveché la ocasión para empaparme de la "indiosingracia" de dicho deporte, que en ningún planeta del Segundo y Primer Mundo de la Galaxia existe, por considerarlo demasiado primitivo y gagá. Pensé que sería pintoresco para contárselo luego a mis nietos.



Así que compré un paquete de esos que en su país llaman turísticos (y que en mi planeta se llaman “caca de vaca”) para viajar en el mismo avión (un tipo de cacharro que en RX16 ya ni se fabrica) junto a más de 300 seguidores del Español. Quería informarme exhaustivamente del ambiente pre-partido. Pero aquello fue una estafa y ni había avión, ni ná de ná. (Notará, con este “ná de ná”, que le leo en mi Planeta. Soy experto en arqueología terrícola). Los timados se quedaron sin vuelo pero yo no: recurrí a Gurb, un espía permanente que tenemos por las Ramblas, quien me llevó electromagnéticamente hacia Glasgow en un cuarto de segundo. Eso sí, me quedé sin un euro por culpa del timo. Pondré una denuncia en mi planeta.


El campo estaba abarrotado de gente que no hacía más que cantar siempre lo mismo y chillar como si la estuvieran matando. En mi planeta estas actitudes son consideradas peligrosas para la salud mental, así que están prohibidas. En el palco me informaron que había muchos gobernantes españoles, incluyendo al hijo del Rey. En mi planeta los que mandan no van a estas cosas pues tienen otras más importantes que hacer. Estuvo lloviendo todo el rato, pero la visera del campo impidió que me sintiera como un pez. El caso es que lo pasé fatal porque la lluvia humedece nuestros sensores fotolumínicos y nos jode un montón. Entre eso y el estruendo casi nuclear de ambas aficiones, aquello parecía un psiquiátrico de los que ustedes tienen por aquí y que nosotros ya no necesitamos en nuestro planeta. Ventajas de nuestro elevadísimo grado de civilización y de su primitivismo genético y cultural. Más no ofendamos…


En estas que, tras el descanso, un señor llamado "árbitro" pero al que todos los que había en las gradas llamaban constantemente "hijo de tapu" (o algo así), echó del campo a un jugador del Español. Y el partido se jodió. (Llevo dos semanas en la Tierra y ya se me han pegado sus jodidas palabrotas). Si yo pagué para ver a 22 tíos pelearse en el campo por meter una pelota en una portería, considero un timo que echen a uno y se fastidie el invento. Presentaré otra reclamación. Luego acabó el partido y vi, estupefacto, que la cosa seguía 30 minutos más. ¡Aquel hijo de tapu obligaba a los jugadores y al público a seguir presenciando el encuentro! Y yo, que había avisado a Gurb que me recogiera al cabo de dos horas, tuve que plantarle durante más de treinta minutos, con lo que a mi regreso voy a tener que pasar diez días haciendo una cura de desintoxicación horaria. ¡Se ve que en la Tierra el tiempo no vale nada! Otra reclamación más y ya van…



Aburrido, pues más de dos horas de ver lo mismo resulta un espectáculo bostezadísimo (aunque los espectadores no pararon de cantar la misma horrenda sinfonía y de berrear hasta enroquecer), por fin pude salir de aquella jaula de grillos mientras atrás quedaban miles de tíos y tías llorando. Unos porque habían ganado y otros porque habían perdido. Eché cuentas y me dije que los primeros no tenían razón pues entre los viajes, el hotel, las cervezas y el gasto en comprar una falda escocesa y una botella de güisqui, habían perdido por lo menos mil quinientos euros. No entiendo esta manera de tirar el dinero en gente y planeta tan paupérrimo. Será por eso que en JX16 llaman a los terrícolas los “cabezas huecas” del Tercer Mundo Galáxico.


Así que me ha costado lo suyo empaparme (nunca mejor dicho) sobre esa práctica tan primitiva y fanática que llaman “fútbol” aquí y que en mi planeta nadie conoce. Espero que ningún terrícola se moleste con mis apreciaciones pues he venido en plan científico y, aunque sus costumbres son muy prehistóricas, al fin y al cabo el cerebro que las sostiene y alimenta no da más de sí. En puridad, ustedes son irresponsables. En RX16, ese modelo cerebral tan descacharrado ya no lo exponemos ni en los museos y hasta nuestros seres más irracionales calzan un prototipo cerebral mucho más evolucionado.



Sé que sólo usted tendrá el valor de publicar mis impresiones, que hago para ver si alguien de su gobierno o gobiernillos tiene a bien indemnizarme por todas las penalidades sufridas en esta cuestión tan pintoresca de la final de la UEFA. En todo caso, le ruego actúe de notario para que a mi regreso a RX16 no me tomen por un chalado y me envíen a la planta de Reciclaje, con lo mal que se pasa en ella. Suyo atentísimo…”


Sr. Jacinto RX.


“Soy el Puñetas. Muy agradecido por su exclusiva. Yo también asistí al partido, pero a través de la telecaca de turno. Mis impresiones son similares a las suyas y eso que yo soy un terrícola. ¿No tendré algún gen suyo, llegado a mi cuerpo a través del espacio desde RX16? Si dispone de una plaza libre en su viaje electromagnético, me encantaría acompañarle en su regreso al menos hasta que finalice la Champion Li, la Liga de las Estrellas (no, no tiene nada que ver con la Osa Mayor y la Estrella Polar) y la campaña electoral de las elecciones municipales y autonómicas que tenemos por estos pagos. (Y digo “pagos”, porque ya habrá comprobado que en la Tierra no vas a ninguna parte si no sueltas la pasta, la mosca, la guita o la manteca y te timan con ello). Por fa, sea usted bueno y no me deje tirado durante el próximo mes por estos andurriales terrícolas”.

15 de mayo de 2007

TELEVISIÓN ESPAÑOLA: NI PAJOLERA IDEA...


12 de mayo de 2007. Tenis. Masters series de Roma. Semifinales. Acaba de terminar el partido que Nadal ha disputado a cara de perro con el ruso Navydenko. Tres horas y 38 minutos de juego donde no ha habido un respiro. Joé, si hasta estoy sudando y lo he visto todo por la tele... Con su trabajadísima victoria (sinceramente, yo pensé que esta vez perdía), el manacorí acaba de conseguir su 76 victoria consecutiva sobre tierra batida, con lo que bate el récord consecutivo sobre cualquier superficie, que el estadounidense John McEnroe tenía con 75 (septiembre 1983-abril 1985) en pista dura. Vemos al campeón español sentado en la silla, yo diría que llorando, segundos después de festejar como si hubiera sido una victoria en una gran final su triunfo sobre el rocoso jugador ruso. Al fondo, vemos a Alex Corretja, comentarista de Televisión Española, con el micro en la mano para recoger las primeras impresiones de Rafaelito. Por su récord, por su épica victoria, porque es costumbre. Pero el narrador del encuentro, obedeciendo órdenes de la superioridad, le dice que hay que despedirse y que no hay tiempo para más. Adiós, muy buenas, iros a tomar por saco y aquí se acaba la función, chin pon.



Telemierdón Española. Retransmitía a través de Teledeporte, su canal de TDT y para las televisiones de cable y vía satélite. Y como en esa Santa Casa no tienen ni puñetera idea de lo que es rematar una información, una primicia, un momento clave..., con un par, despidieron la retransmisión y se dedicaron a dar anuncios durante veinte minutos seguidos, muchos de ellos de autobombo sobre el tenis. ¿Con que no teníais tiempo de entrevistar a Nadal, pedazo zopencos?



Observará el prudente lector que el Puñetas echa las muelas por la tecla. Compréndalo. Por primera vez en el Arco escribo un articulillo en caliente. Veinte minutos después de ver el partidazo de Roma. Asqueado porque los inútiles éstos de TVE (en un mundo tan competitivo como el de las telecacas) todavía no han aprendido que cuando hay una noticia –y encima la tienes en exclusiva- hay que aprovechar la ocasión. Siguen tan analfabetos y torpes como siempre. Con Zapatero, con Aznar, con González, con Suárez y con Franco. Allí siguen, en plan funcionarial, mirando por encima del hombro a los televidentes. La mar de tranquilos y autocomplacidos porque, a pesar de lo que ha llovido, todavía siguen mamando de los presupuestos públicos, lo que les da un poderío que no merecen. Ello les permite no tener que ganarse las habichuelas currándoselo más de lo debido. Tienen asegurado el parné de papá Estado y, encima, el de la publicidad privada que cae por allí. Y si les sobra gente por su ineficacia, corrupción y estupidez histórica, se les jubila en mitad de la función, que ya se encargará también el Estado de pagar la minuta. Genial. Asquerosamente genial.



Mientras, en la interné, a los pocos minutos de la finalización del partido, en El Mundo, El País, As, Marca y otros medios, ya veíamos las fotos del partido, los comentarios, las estadísticas… “Nadal sobrevive al drama”. “Nadal logra una épica victoria ante Davydenko para batir el récord de John McEnroe”. Lo que hubieran dado estos medios por recoger unas declaraciones de Nadal al minuto de su trabajosa victoria e histórico récord. Para los mantas de TVE era más importante 20 minutos de publicidad que podían haber colocado cuando les saliera de la artrosis. Luego, pusieron un reportaje enlatado sobre Urban Xtreme Sport (también arramblaron con el programa previamente anunciado sobre motor) y siguieron durmiendo la siesta. Una modorra y dormida que ya dura algo más de 50 años.


No es la primera vez que algo parecido ocurre con estos cagamandurrias de TVE (políticos, directivos, programadores y quien subnormalmente corte el bacalao en la cuestión que me tiene a más revoluciones que el Fórmula I de Fernando Alonso). Tampoco es la primera vez que repiten la historia con el bueno de Nadal. Para mí que el mozuelo no le cae simpático al bacaladero de turno. En fin, allá ellos, pero no tienen ni puñetera idea de lo que vale un peine. En la historia de la infamia televisual quedará la imagen, al fondo, tras un primer plano de las pelijas húmedas de Nadal, del bueno de Corretja, con el micro en la mano, oyendo asombrado a su compañero de retransmisión que le dice que no hay tiempo para obtener dos palabras de uno de los mejores deportistas españoles de estos momentos, tras lograr un récord histórico.


Y allí se quedó Alex, con el micro en la mano, como un gilipollas, sin comerlo ni beberlo. Lo cual que me recordó aquella canción del Krahe sobre la pérfida Marieta


PD: Al día siguiente, con la final de por medio, volvieron a repetir la jugada pero esta vez en la Primera Cadena, a donde llega la mayoría. En Teledeporte tuvieron el buen gusto de seguir con la ceremonia de entrega de premios y la entrevista a Nadal, haciendo una retransmisión ejemplar. Al menos éstos aprendieron de sus errores...

11 de mayo de 2007

POR UN FÚTBOL MÁS MODERNO Y GUAY


En verdad os digo, queridos, que desde hace más de veinte años el fútbol me aburre como una ostra, salvo cuando sale –de higos a brevas- un partido de esos que acaba 5 a 4. Porque la sal del furbo es el gol. Con la emoción del resultado no se va a ninguna parte, pues además de un camelo (casi siempre ganan los mismos), el dinero que se paga por ver fútbol y goles no se ve correspondido. Ay, esos partidos que acaban en empate a cero, donde los jugadores no deberían cobrar ni un penique, por malos e ineptos en la cosa de meter (aunque sea de penalti) un solo golete…



Así que propongo algunos cambios para hacer del deporte del futbolín sobre hierba algo más dinámico, vivo, emocionante, variado, moderno… En suma, guay. Podría señalar algunos cambios revolucionarios que se me han ocurrido a mí solito pero que llegarían a desvirtuar demasiado el fútbol actual. Cambios excesivamente atrevidos que probablemente a la gente conservadora del deporte rey no les agradaría demasiado. Por ejemplo, que cada patadón al contrario, con el resultado de fractura de tibia y peroné, sea castigado con pena de cárcel y tres avemarías. O que se juegue con dos balones, para que el asunto sea más distraído.



Bueno, hablando en serio, he aquí cinco pequeñas propuestas para aligerar a nuestro fútbol del tremendo sopor que le invade por la falta de goles, la sal de la vida. Las cinco son independientes una de otra, aunque juntas sería la repanocha…


* Doble portería, tal como figura en la viñeta superior. A ver si así vemos goles de una puñetera vez, que para eso pagamos. Las estrategias y tácticas se multiplicarían y la emoción también. Los porteros, claro, deberían coordinarse, para evitar choques entre ellos en caso de que la pelota fuese hacia el poste central. ¡Para disfrutar el doble, doble portería!



* Desaparición del penalti. No tiene sentido una jugada que, cuando se marcan pocos goles, es demasiado definitiva (y polémica). En el caso de las porterías dobles, todavía tendría menos sentido. ¡La gente ya no se casa ni de penalti!



* Partidos a tiempo real. Se acabaron las pérdidas de tiempo, el tirar la pelota fuera del estadio y todas las marrullerías que hacen de este deporte un bebedero de tramposos. Teniendo en cuenta que de los 90 minutos de juego, suelen jugarse efectivamente unos 60, éste podría ser el tiempo real, diferenciado en dos tiempos de 30 minutos cada uno. ¡Ladrones de tiempo al carajo!



* Expulsiones temporales, como en el balonmano. Cada patada al rival digna de calificarse de alevosa, tres minutos reales de expulsión del campo. En caso de reincidencia, expulsión definitiva, debiendo salir –como ocurre en el baloncesto- otro jugador en su lugar. Así siempre estarían jugando once contra once (o doce contra doce en mi propuesta de la doble portería). Los espectadores pagan por ver a 22 tíos jugando, no a 21 ó 20 en caso de alguna expulsión. Esto es un fraude. Igual que lo de jugar realmente menos tiempo del que figura en el marcador, de ahí la propuesta del punto anterior. ¡Hay que respetar los derechos del aficionado, que no paga para que después le den gato por liebre!



* Aumento de los árbitros que vigilan un partido. En cada medio campo habría un árbitro, con lo que siempre podría seguir la jugada con la nariz pegada al balón. Detrás de cada portería habría siempre otro auxiliar para verificar que la pelota entró (algo similar a lo que existe en el hockey). Seguirían los jueces de línea, pero también circunscritos a sólo la mitad del campo. Se acabaría, en gran medida, el espectáculo de los pobres árbitros, a los que se exige un esfuerzo de visión, de concentración y de reflejos superior al que se pide a los mismísimos futbolistas. ¡Por la dignificación del arbitrucho, ya! (Además, como mucho me temo que seguirían siendo destinatarios de las iras del respetable, al aumentar el número de trencillas, tocaría cada uno a menos insultos y críticas. ¡Leche, el árbitro también es un ser humano!)



La adopción de alguna de estas medidas mejoraría el juego, crearía más puestos de trabajo, evitaría las estériles polémicas, no defraudaría el espectáculo (cuántos partidos se vienen abajo por la expulsión tempranera de un jugador o por un penalti demasiado decisivo), evitaría estafas como la de cobrar por 90 minutos de fútbol cuando en realidad la pelota está en juego mucho menos tiempo, las tácticas y estrategias se revitalizarían (hoy día ya está todo inventado en este fútbol ultramontano que “disfrutamos”) y los jugadores que sólo saben atizar a la pierna del rival tendrían el castigo que se merecen a las primeras de cambio, sin perjudicar en exceso al equipo. ¡Por unos futbolistas-artistas, ya! ¡No a los jugadores antidisturbios!



Ahora sólo hace falta que los carcamales que rigen los destinos del furbo tomen alguna de estas ideas (o todas) en consideración. Se las regalo. En cualquier caso, no tengo prisa. Tarde o temprano, cuando el negocio se vaya a pique por falta de clientela (que desertará aburrida y harta), habrá que resucitar al moribundo. Y entonces algunos se acordarán que hubo un tipo muy ingenioso llamado Puñetas (que no tenía abuela, por cierto) que un día del mes de mayo de 2007 tuvo la ocurrencia de parir varias mejoras la mar de interesantes para que el fútbol no degenerase en un muermo de aquí te espero. Mientras tanto, amable lector, puedes dar tú alguna idea, que no todo va a ser cosa mía… ¡Habla, pueblo, habla!

8 de mayo de 2007

TENIS DE PISTA MIXTA: LA IDEA FUE MÍA


Hará unos tres añitos mal contados (pésimamente contados, la verdad, porque contándolos bien son cuatro), en una de esas charlas de café a las que tan dados somos los andalucitos –los cursis de lo empresarial las llaman braidtorming- se me ocurrió la siguiente parida, al hilo de una conversación sobre el cachondeo del tenis de la Copa Davis, donde el equipo que juega en casa se fabrica a su medida la pista donde se disputará el encuentro para así ganar la eliminatoria en plan paseo militar. (Más o menos como hizo España cuando le visitó Australia o los EEUU o hace muy poco acaba de hacer el equipo norteamericano con nuestra famélica Armada desnadalizada).



De esta idea particular pasé a otra general: hay torneos de hierba que jamás ganarán ciertos tenistas, por muy buenos que sean, ya que en sus países la hierba sólo sirve para dar de comer a los conejos. Viceversa, jugadores que en el césped se desenvuelven como liebres, cuando llegan a la tierra batida son vapuleados por quienes –a diferencia de ellos y siendo más mediocres- están acostumbrados desde pequeñitos a tragar el polvo de los caminos, con bola y todo. Esta situación no es de recibo. Y, entre sorbo y sorbo de café, al Puñetas (o sea, el menda) se le encendió la lucecita y vino a decir lo siguiente:



-Deberían disputarse algunos campeonatos de Grand Slam en pistas mixtas, una mitad de tierra y la otra mitad de hierba. Así se desterraría la desigualdad de algunos encuentros por culpa del tipo de pista donde se disputan. Además, jugar sería más divertido y complicado, con lo que la riqueza táctica y estratégica también aumentaría.



Alguien de los allí presentes sugirió, entre risas, que en cada superficie se juega con unas zapatillas diferentes y que eso de que cada dos juegos los jugadores tuviesen que cambiarse de calzado, quedaba como muy poco estético y demasiado oloroso. A lo que debí de responder más o menos lo siguiente:



-Pues tampoco sería para tanto. Los pies son un componente importantísimo de nuestra salud y nunca los cuidamos como debiéramos. Sería un buen momento para dignificarlos, con tanto trajín de ahora me quito la zapatilla de tierra y me pongo la de césped, o al revés. Aunque, de triunfar mi genial idea, pronto las empresas de calzado investigarían un tipo mixto que pudiera servir también para ambas superficies.



Así que cuando hace un par de semanas me enteré que el Nadal y el Federer iban a jugar un partido en una superficie igualica a la que había imaginado hace casi un lustro, mi autoestima se puso por las nubes y casi tengo que bajarla a escobazos. Ni qué decir tiene que puntual como un reloj suizo, el miércoles dos de mayo me tragué a través de Antena 3 la retransmisión del partido, los miles de anuncios que echaron y el chorro de minutos que ambos jugadores tuvieron que emplear en cambiarse de zapatillas cada vez que les tocaba nueva superficie. Para un practicante aficionadillo al tenis como el muá, el experimento resultó de lo más gratificante, máxime habiéndolo imaginado uno hace la tira de años. Mas no importa que unos se lleven la fama y otros cardemos la lana, je, je. De mi calenturienta imaginación han salido numerosas ideas que nunca han ido a ninguna parte, pero alguna la he visto luego en circulación por ahí. Como esta del tenis o aquella (hace ya más de veinte años) en que –como casi siempre- me perdí en un cruce de carreteras conduciendo mi viejo SEAT 127 y, clamando al cielo con los brazos abiertos, dije que haber cuando alguien se inventaba un cacharro para el coche que hiciera que el conductor no confundiera carreteras y direcciones. Poco podía imaginar que por aquel entonces estaba poniendo la primera piedra de lo que ahora se llama el GPS del puto coche.



En fin, que ya era hora que hubiera un articulillo donde pudiera presumir de casi lo único que los pobres tenemos sin que nos cueste un duro: imaginación y fantasía. Aunque luego las patentes y esas cosas se las lleven otros. Dicho lo cual, y para que se vea que el Puñetas donde pone la tecla pone la imaginación emprendedora, amenazo con que el próximo día la cosa del Arco irá sobre como hacer el fútbol más moderno, práctico, interesante y guay del paraguay. Gracias a mis charlas de café, vulgo braidtormings.

5 de mayo de 2007

ELECCIONES MUNICIPALES EN CLAVE DEPORTIVO-CACHONDEÍSTICA: LAS PARIDAS DEL PUÑETAS (3 DE 3)


Programa electoral de mínimos para una localidad de entre 7.000 y 50.000 habitantes, que el Puñetas brinda altruistamente a cualquier partido político que se vista por los pies. Lo prometí el pasado jueves para hoy sábado y aquí está lo prometido. A cumplidor y puntual no me gana nadie.



1. En vez de tantas piscinas climatizadas con agua y cloro, propongo jacuzzis públicos en cada barriada repletos de burbujitas de güisqui. Uno para cada 2500 ciudadanos. Salen más baratos y permiten el diálogo y hasta el tocamiento social.



2. Organización de una Olimpiada Municipal cuatrianual con variantes infantil, juvenil, cadete, jóvenes hasta los 30, jóvenes hasta los 50 y jóvenes de la tercera edad, con premios y trofeos aportados por el comercio local y la caja de ahorros regional. Confección de un álbum de fotos virtual que se colgaría en la web de la localidad.


3. Subvención (a convenir) de una parte del presupuesto del equipo local de fútbol, dado que representa al pueblo por esos mundos de dios y no es cosa de que el honor de los vecinos ande arrastrándose por la parte baja de la clasificación. Una ayudita municipal nunca vendría mal. La condición contractual sería que el equipo tuviese un aire multicultural, con nativos, emigrantes, paridad sexuá, entrenador argentino y la guinda exótica del tonto del pueblo imitando a Manolo el del bombo.


4. Reparto entre la ciudadanía -mediante sorteo retransmitido por la tele local- de entradas gratuitas, incluyendo viaje y hotel, para asistir a los partidos del siglo Real Madrid-Barcelona y viceversa.



5. Elección anual de Miss y Míster Cachas entre el personal empadronado en la localidad. Los aspirantes deberán aportar currículo deportivo, valorándose con un punto cada año de matrícula en cualquier gimnasio de la localidad.



6. Celebración del Día del Deporte en todos los centros educativos municipales. Ese día será inexcusable que zagales, adolescentes y vagos muevan el trasero detrás de una pelota. El deporte es bueno para el corazón, aunque sólo sea un día al año. Se cerrará el evento con un botellón de cocacola y fanta naranja. Amenizará el día la Banda de Música Local tocando lo que haya que tocar.



7. Fomento de los deportes autóctonos de la localidad, y si no los hay en los últimos quinientos años, se inventan. Entre otros se sugieren el tiro al pato, el lanzamiento de jabalina al toro de Osborne, el levantamiento de árboles, la plantación de alfalfa y la visita al puticlub local más veterano, donde se hace una gimnasia intensiva que ni te imaginas y a precios muy populares.



8. Organización de un Torneo Internacional (de fútbol, claro) a beneficio de los viejecitos de la localidad, para que se compren dentaduras postizas. Cuando no haya presupuesto, se podrá invitar a un equipo de ERC y a otro del PNV, partidos políticos que se consideran no españoles, o sea, extranjeros, o sea, internacionales. También podrá invitarse a las selecciones nacionales de Gibraltar (monos incluidos) y de Andorra (botellas de güisqui también incluidas), por ser las que están más a mano.


9. Establecimiento del Premio al DMB (Deportista Más Burro), al que podrán optar todos los aficionados y profesionales que hayan practicado el gesto más antideportivo del último año. Deberá acompañarse DVD con la grabación de la hazaña. A los tres ganadores se les otorgarán las medallas “Mulo de Oro”, “Asno de Plata” y “Pollino de Bronce”, así como una estancia gratuita de una semana en el balneario de la localidad (o, en su defecto, en el hotel local que tenga Spa), para que dulcifiquen sus malos modos deportivos con duchas de agua fría, chorros cervicales, masajes en las corvas y abundante gastronomía ecológica del lugar.



10. Realización en la televisión pública local de un Carrusel Deportivo maratoniano en la tarde del domingo con secciones para desarrollar el espíritu deportivo, cultural y cívico de los ciudadanos y ciudadanas locales. Entre otras secciones se proponen: concurso de insultos a los árbitros, ideas originales para celebrar la consecución de un gol, concurso literario sobre crónicas deportivas que relaten las gestas del equipo local, reality show en torno a la selección de diez mamachicho para que animen al club local, encuesta popular sobre el gol más artístico conseguido por el equipo del municipio a lo largo de las últimas temporadas (su grabación se colocará en un panel audiovisual en el Museo de Artes Populares de la localidad).



*** En fin, teníamos más ideas, pero no queremos aburrir al personal. Pueden ser copiadas por cualquier partido político, sindicato, ayuntamiento o entidad sociocultural, en su totalidad o en parte. No será necesario citar su procedencia pues el Puñetas ya tiene su autoestima por los aires sin necesidad de elogios extra. Y para que así conste, firmo esta chorrada de Programa a tantos de tantos.

3 de mayo de 2007

ELECCIONES MUNICIPALES EN CLAVE DEPORTIVO-CACHONDEÍSTICA: LAS PARIDAS DEL PP Y DE IU (2 DE 3)


Seguimos con la ardua empresa iniciada el día anterior y finalizada con el clásico español de “vuelva usted mañana”: comentar en clave de sorna algún aspecto destacado por el programa electoral de los principales partidos para las próximas elecciones municipales, en el ámbito del deporte.


Le toca ahora al PP. Y aquí siempre toca: si no es un pito, es una pelota. Lo más llamativo es que los marianos no dicen nada novedoso, utilizando los tópicos al uso, ya bien manoseados desde 1977: que si “facilitar la práctica del deporte y la actividad física al conjunto de la población”, que si “fomentar el deporte en la Naturaleza, el deporte de aventura y los autóctonos”. Mi espía pepero así vio el germen del programa:


“A los camaradas del PP no les hace mucho tilín eso del deporte. Por eso siguen empeñados en “facilitar la práctica del deporte y la actividad física al conjunto de la población”, a pesar que eso lo pusieron ya en su primer programa electoral del 77. Cierto que aquí sigue sin hacer deporte saludable ni el gato, los peperos los primeros. Lo que no sabéis es que los autores del programa electoral han estado muy ocupados estos meses haciendo la oposición al gobierno al ritmo de “manifiéstate, no pares, no pares”, así que no han tenido más remedio que irse al programa de 1977 (el del abuela, una tal Alianza Popular) y rescatar bastantes propuestas de entonces, pues el tiempo se echaba encima y no parían ideas nuevas. Además, ¿no son conservadores? ¡Pues qué mejor que conservar lo de siempre! Y como aquí nadie lee (salvo la Aguja, que es capaz de devorarse hasta los programas electorales), pues nadie (salvo la Aguja) se iba a dar cuenta de que la propuesta está más sobada que las tetas de la Obregón. (También hay otras propuestas rescatadas de la noche de los tiempos, la mayoría incumplidas, como fomentar el deporte escolar, el universitario, el de la tercera edad…). O, por ejemplo, esta perla: “fomentaremos la presencia del deporte en la empresa”. ¿Cómo? Alguien sugirió que mediante al incremento de los pelotas, pero tras debatirse la propuesta no fue aceptada.” (Mariano el Corto, enviao espesiá al PP).



Demos puerta al PP y paso a los chicos de Izquierda Unida, que aunque son pocos, suelen hacer mucho ruido. Su mayor reflexión electoral –tras cientos y cientos de horas de sesudo debate interno- es que “el deporte se ha convertido en un fenómeno social”, fina observación en la que ningún mortal habíamos pensado antes. Los camaradas estuvieron luego varias semanas intentando descender del descubrimiento axiomático a la praxis de la cotidianidad, para que la gente de a pie se entere de algo y les vote un poquito. Mi topo en el IU me informa que


“se las tuvieron tiesas entre ellos a la hora de escribir lo de fomentar las competiciones deportivas en el ámbito infantil y escolar pues el manual y los clásicos del siglo XIX y XX no estaban en su tiempo por la labor de la competición entre humanos, al considerarla una deformación capitalista y opresora de la clase obrera, pero al final se pusieron de acuerdo antes de tener que llegar a desgajarse los unos de los otros y crear otra IU-2. De ahí la apostilla del “sistema de competiciones pero anteponiendo lo educativo cooperativo a lo meramente competitivo”. En realidad la cosa es muy obvia pues la verdadera competición se da cuando hay billetes por medio y en la cosa deportivo-escolar lo máximo que hay es una tableta de chocolate y una cocacola, pero en fin, los de IU siempre mareando la perdiz… (…) Tras comprobar que ninguna de sus propuestas se asemejaba a las del PP, los camaradas estuvieron buscando una propuesta que coincidiera con las del PSOE, por aquello de justificar luego el compadreo post-electoral con los chicos ricos de la izquierda española. Llegaron al acuerdo de propugnar también piscinas climatizadas, pero en vez de para los pueblos de más de 7.000 habitantes, como señalan los cantamañanas psocialistas, las proponen para los pueblos de más de 50.000 almas o almejas. IU está más apegada a la realidad y defiende el desarrollo sostenible y el consumo responsable: Hay que ahorrar agua. Si, al final, Caperucita Rosa (que es del PSOE) y la Abuela (IU) logran cargarse al Lobo Feroz (el PP) y gobiernan una con el apoyo de la otra, la piscina se quedará en una alberca para cada 30.000 cuerpos despelotados, que es el resultado que sale –más o menos- de hallar la media aritmética de 50.000 y 7.000 bañadores”. (Gaspar el Bombero, enviao espesiá a IU).



Una vez informado en plan formal a través de la Aguja y en plan James Bond por mis espías sobre lo que los principales partidos políticos ha ideado en torno al deporte municipal, el Puñetas va a proceder finalmente a escribir su decálogo electoral, para demostrar que él tampoco es manco ni se chupa el dedo en estas cosas. Son ideas gratuitas que aporto a quienes corresponda, con la seguridad de que en muchos casos pueden dar miles de votos, aparte los besos y abrazos de rigor de los pelotas de siempre. Pero como se me ha acabado el pergamino, remitimos la publicación al próximo sábado. En un periquete volvemos…

1 de mayo de 2007

ELECCIONES MUNICIPALES EN CLAVE DEPORTIVO-CACHONDEÍSTICA: LAS PARIDAS DEL PSOE (1 DE 3)


Están próximas las elecciones municipales y autonómicas y eso merece algún comentario, que la cosa solo es cada cuatro años y, tras el voto, si te he visto, no me acuerdo.


El compa de la Aguja, hace no mucho, tuvo el valor de leerse los programas electorales de los tres grandes partidos políticos para ver sus propuestas en el ámbito deportivo. Temí por su salud mental, pero como el deporte les interesa un pimiento (rojo, verde o morrón), sólo había por allí varias escuálidas páginas realizadas con muchas prisas y escaso convencimiento, de modo que la resaca cerebral de su lectura no podía ser demasiado dañina.


Remito a mis feligreses ocasionales tanto el análisis de la Aguja como mis comentarios al margen, aportados por diversos espías que –previsor- el Puñetas había remitido a las sedes de los partidos cuando decidieron pasar el trámite de elaborar el programa-marco sobre “esa tontolinada del deporte ciudadano”, porque nuestros gobernantes y aspirantes a serlo –clónicos representantes del pueblo que los elige- sólo piensan en clave de fútbol, de olimpiadas y de éxitos internacionales que luego permitan hacerse unas fotos muy majas con los campeones.



No resisto la tentación de dedicar esta semana a la cosa electoral, escribiendo algunos fragmentos de las opiniones de mis espías en las sedes de cada partido. Tras ellos, remataré la faena con un breve decálogo para el fomento del deporte patrio, salido directamente de la factoría Juan Puñetas y que espero que en próximas elecciones algunos me copien o plagien, tal como recientemente acaba de hacer el Psoe canario con el programa de Ciudadanos de Cataluña. Mi decálogo puede ser copiado íntegramente y sin necesidad de citar su procedencia, así que no se pueden dar más facilidades.



Entremos en harina electoral. Lo más llamativo del programa del PSOE es su oferta, al estilo de las tiendas de “todo a tres euros”, de dotar de piscinas cubiertas a los pueblos de 7.000 habitantes en adelante. ¿Y de dónde va a sacar tanto dinero? Pues –digo yo- que mediante la autofinanciación, la cultura emprendedora y la economía alternativa. O sea, el clásico milagro de los panes y los peces. ¿Y si, pese a todo, fallan las expectativas y los resultados? Esto es lo me dijo mi espía psoero:



“Si el invento resulta deficitario, se deja llena sólo media piscina: ahorro del 50 % en equipamiento líquido, en línea con lo que señala el protocolo de Kioto. Cierre también de la mitad de las duchas y, si es preciso, se aplica la política trujillesca de la ducha habitacional: debajo de una alcachofa se pueden bañar simultáneamente media docena de os/as, al tiempo que aprenden juegos populares colectivos de agua y jabón. Si la cosa aún sigue siendo deficitaria, los nadadores se traen el agua de casa en un práctico botijo o barreño, con lo que se favorece la puesta en común de los recursos privados y se fomenta la solidaridad vecinal. También se podría ahorrar en monitores, que podrán ser voluntarios en fase de prácticas y a distancia. Y si ya ni por esas se saca dinero para pagar la luz del recinto aguadeportivo (tampoco hace falta, sólo habría baños por la mañana), siempre quedará el recurso de llenar la piscina grande de agua dulce o salada y convertirla en piscifactoría de truchas, criadero de mejillones o de los peces típicos de la comarca, con lo que se revitalizará la economía local, se podrán crear más puestos de trabajo y la exportación equilibrará la balanza de pagos de la zona. La gente podrá seguir bañándose, ojo, aunque sólo sea en la piscina pequeña, la destinada inicialmente a los enanos y a los ejercicios de precalentamiento. Todo no se puede tener en esta vida, salvo que uno sea un cochino capitalista o del PP”. (Pepe Luí el Cariñoso, enviao espesiá al PSOE).



El próximo jueves, día no habitual de escritura, continuaremos con los alegres chicos del PP y los siempre cabreados mozos de IU (¿o es al revés?), para rematar el sábado con mi anunciado decálogo puñetero. Tranquilos, que los días pasan volando, je, je.

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).