30 de junio de 2008

-OPÁ, PUDIMO –PUES NO ES PARA TANTO...

Lo decía el Ardilla tras las semifinales: “Opá, ya tamo en la finá y la vamo a ganá”. Tan seguro estaba el tío que hasta yo mesmo (perdón, yo mismo) empecé a creerlo. ¡El Puñetas, un ateo futbolero, creyendo en los milagros! Porque ahora es muy fácil, pero 44 años sin comernos un rosco son muchos años. Toda una vida, que tratándose de gente que ya peina canas, los convierte en incrédulos y hasta en herejes. La experiencia enseña mucho pero a costa de la pérdida de ilusión. A pesar del baño a los alemanes, siempre estuve en la creencia de que se produciría un fallo de última hora, un penalti injusto, un gol en fuera de juego o en propia meta y volveríamos a las andadas tradicionales o al victimismo de siempre.


-¡Honbre de pocafé, Puñetas! Si ezque no tedeja yevá porlos sentimientos, jodío, sino sólo porel serebro, y eso no sirve paná, que te lo digo llo…


-Pues quizás tienes razón, Ardilla. Pero como veo que ya has dormido la mona y la resaca, a ver, ¿por qué esta vez la cosa ha sido diferente?



-Pué porque esto chicos eran losmejore cuando tenían 18 años y 19 y saben lo que vale unpeine. Tíos jóvenes questán acostumbraos a ganá, la mayoría lídere en sus equipo, que han seguío formando un grupo que ya venía dantes...



-¿Y qué te parece esta explosión ciudadana de echarse al monte o a la calle para festejar un triunfo que en puridad sólo afecta a los que viven de ese negocio del furbo?



-Pero qué tonto ere, Pugnetas, paese que seas mi primo henmano… ¡To es negosio, tío! Hasta follá… Resibes plasé a cambio de pasta o aguanta el chaparrón a cambiode plasé… La gente lo pasa muy puta, tío… La gente quié dibertirse, mamarse medio bar pa orvidá los problema, quiere salí ala caye a desí que no son números, ni el do ni el cuatro… La gente segasta un pastón y se va pa Viena a pulirse lapaga extra y luego dio dirá… Tú é que ere mu aburrío, Puñeta… Muscha ironía, muscho palique y muscha tecla, pero no sabe viví la vía, capullo… Perdón, ya me entiende, cabronaso…



-Total, que de lo que se trata es de vivir los éxitos ajenos de unos millonarios indocumentados como si fueran míos y tomarlos más en consideración que si me hubiese tocado la lotería, ¿no? ¿Pero no ves en todo esto un exceso de triunfalismo, un chovinismo desmesurado, un no se qué abusivo…?



-¡Qué va, chavá! Lo qui ti pasa ezque noentiende la vida, tío… Que ya lo hemo hablao muscha vese, mamonaso… Si no vebé arcoól, como hase tú, no es ná bueno… Hay quexteriorisá lasesmosiones, pischa mía… Y si no puéde pues dale al trinqui… Hay quesalí a la calle pa argo má que a comprá el periodico y el pan, so lelo… ¿A que no tiés niuna triste bandera encasa?



-Pues no, Ardilla. Y mejor, porque si la tuviera me sonaría los mocos con ella… La única bandera en la que confío algo es en la blanca…



-Venga, corta el rollo, carabollo… Así no se pué viví, sin raise, sin identidá nasioná o cortijera, sin creensia en un país y ensu gente, tío, que paese tonto…



-A lo tonto, a lo tonto, Ardilla, me estás poniendo como un perejil. Un poco de respeto que soy yo el que te paga el viaje y las cervezas en tus visitas a estos campeonatos furboleros…, porque a ti que no te saquen de la pelotita, como si no hubiera otros deportes…



-Pué claro que losay…Lo que pasa é que vusotros, losaguafiesta y chuchurrío, los que pasai de los cinsuenta tacos jamá osaveis comío un rosco. Sí…, Manolo Santana…, el gó de Marselino…, y las seis copas duropa del Madrí. Aí sacaba to vuestro triunfitos, tío. La gente joben como yo tamos hechos dotra pasta y dotra historia, tío… No tenemo prejuisio y desimo arribaspaña como desimo dame un cubata, camarero… Somo virgene, el pasao no importa, si no tenemo futuro, tío, vamo a tené pasao…, así que vivimos la vía como viene, a plenitú y sacabó, tontolhaba, sacabó…, sin tanta filosofía ni tanta tontería. Losesrohe daora son Casilla o Xavi, como ante fueron Servante o Elcano, tío… Y ensima tan muerto y la pasaron canuta paque ahora nadie sacuerdeellos.


-Totál , que es más difícil y heroico marcar un gol a Alemania que escribir el Quijote o dar la primera vuelta al mundo…


-No tiés solusión, Puñeta… Ere serrao como un melon inmauro. Há como yo, no te pregunte tanto la cosa, bibe lo quese presenta y puntoi finá. ¿Ha entendío, titi?



-Solo sé que ya no sé nada, ni la hora que es, Ardilla… Pero mira, en algunas cosas tienes razón. Es sano y saludable ver a una gran mayoría de la gente que te rodea feliz y contenta, aunque sea por una tontada como un simple partido de fútbol. Es preferible vivir contentos, pero engañados, a seguir engañados (nuestro estado natural) y encima estar enfadados o tirándonos los trastos a la cabeza. Así que esta noche pienso dedicar mis oraciones laicas a San Iker, San Cecs, San Torres y San Luis. ¿Qué te parece? Que sus bendiciones casi juveniles llenen mi alma de paz y dicha. Y mañana, que salga el sol por Antequera…



-Ya veoqueere má inteligente deloque suponía.. ¡Así megusta, Juanelo! ¡Vivaspaña, arriba españa, ole españa, jodía españa que por fin disfruta toa junta con losexitos de unos chavale suyo! Anda, venpacá, quezta vé invito yo…


AYER LO ECHABAN CON CAJAS DESTEMPLADAS, HOY NO QUIEREN QUE SE VAYA. ASÍ ME GUSTA, COHERENCIA ANTE TODO...

26 de junio de 2008

OPÁ, YATAMO EN LA FINÁ Y LA VAMO A GANÁ...

¡Qué contento toi, ridiela! Y qué mamao, tíos y tías, pero esque porla tierra del pan de Viena ay que darle ala serveza pa compensá, no? Gueno, pos aquí estoy ante vusotros por curpa del Puñetas, que si no lloestaba aora mesmo dando má botes que las tetas de una balonsestista. Menó má questoy mu contento, tíos y tías, porque nosólo Ezpaña a ganao oi a la Rusia sino ca demostrao loke nunca ha demostrao astaora, qué es un equipo damigos y no un saco de papas, como loera casi siempre.



El partío con la rusia lo e bisto en un bar de Viena, agarrao a una botella cervesa. Es que sin arcoól esto no es lo mesmo. Allí tábamos munchos mamándola viva, aunque los rusos má toavía, kele dan al bozka como si fuera agua. Se be que dende aquel gol de Marcelino le tenemo comía la morá. Y gueno, mu bien, tíos y tías, hip, hip…Más contento quesi mubiera tocao la lotería naviá. Así sí se pué presumí de sé español. Con villa, torre, iker y la compaña… Y ez que no veas comojuegan los tios, que paese questén ar frente una apisonaora hasiendo er metro Málaga. ¡Tres rosco de anís lemos cascao a los rusos esos de la rusia! Y Luí, asiendose ya el turco. Ahora quele llegan los besuqueos y las parmaditas enla espalda, va el tío esaborío y se quié dejá bigote…



Gueno, mi primo er Koala ya podrá vorvé a cantá aquello del opá, voy a ganá la finá…poque la vamo a ganá, ante los brutos esos delos alemane. Ya no nos para naide, tíos y tías, hi, hip…hurra! Ganaremo la urocopa, canonisarán a Iker, en Liverpó harán sir a Torres y de Raú no sacordará ni dio. ¿Cómo van a echá a perdé esta ilusión que tenemos tos los ezpañoles y parte de losextranjeros? Ya nos toca chupá alguna copa, no? Joé, que Manolo el der bombo lleva ensima má kilómetros quel Fugitivo y antoavía no sabe lo ques comerse una roscona… Y ya no pué má, que er tío merese la medalla al mérito al trabajo… Eh, Sapatero…, ya saves lo que tiés casér kuando ganemo lurocopa. Ah, y no vengas paquí, tío, casta ahora nos ha sentao mu bien tu ausensia. Anima desde la moncloa con un brujo al lao, majo, que será mejó.



Seguro toi quel Puñeta estará hasiendo los papele y las maleta pa salí der paí. No pa venirse a Viena, no, sino pa exiliarse dEspaña hasta el domingo. Yo lo quiero muncho poque me paga eztas borrachera y me saka del cortiho, pero er tío é mu raro y seguro eztoi que tanto hablá de furbo le proboca urticaria. Perdonarle, hijos míos, ez que é mu serebrá, sólo piensa con la cabesa y, claro, asín está, que no disfruta lo que tié que disfrutá cuando veuna pelota corré po el césped. Pero tanbien sus digo quées mu exagerao y quele gusta llevá muscho la contraria. ¡A mí siempre me dise quescribo mu bien, fijaos vosotros, la caradura que tié el tío!



Como oi toi inspirao poque España he hecho un partidaso y poque metomao ya dié cervesas, pediría a to los ezpañole de buen corasón que resen a tó sus santos paque er domingo ganemo a esos brutos delalemania. Sepa dio kuando nos veamo en otra como esa. Pero no seamo aguafiesta, tíos y tías, disfrutemo aora que poemo, ca luego, kuando sacabe lurocopa, ya vendrá el tío Paco, hip, hip. Yastamo en la finá ¡y la vamo a ganá!, que po cuanto?, pué por setesientos dose gole a sero. Villa marcará más de sien y hasta Luí hará un golillo de farta, ante de largarse ala Turquía esa a entrená a los tíos del bigote.



¡Viva Ezpaña, viva la madre superiora y viva san lenin! Hip, hip, eztoy que se me sale la orina hasta po las orejas. É lo malo de la serveza, pero no tó pué sé felisidá completa, eh, Puñetas?….


25 de junio de 2008

ESPERANDO LA VICTORIA DE NUESTRA LEGIÓN FUTBOLÍSTICA

El articulillo del miércoles lo pasamos al jueves, día en que la selección española de la cosa conseguirá pasar a la Historia -con mayúsculas- tras su segurísimo triunfo sobre la pérfida Rusia. (Los medios caquiles han acabado convenciéndonos: el partido eurocopero de las semifinales será más interesante que la epopeya de Cristóbal Colón, que el descubrimiento de la penicilina y hasta que el de la Viagra). Nuestras huestes están dispuestas a todo, incluyendo la defensa del honor patrio, tan decaído últimamente por la crisis económica y otras perlas más soterradas pero no menos sorprendentes.

¡Ánimo muchachos, dadnos un poquito de felicidad!
¡Viva el nuevo opio del pueblo!

PD1: El entrenador antes denostado, un tal Luis Aragonés, ahora poco menos que es un estratega superior a Julio César. ¡Lo que cambian los tiempos!

PD2: Aviso que será el Ardilla quien nos contará el evento histórico que se avecina. Que no nos pase ná…


22 de junio de 2008

EUROCOPA: ESPAÑA-ITALIA, EL PARTIDO DE LA MEDIOCRIDAD

Acaba de finalizar el partido de cuartos de la Eurocopa entre España e Italia, con triunfo final de España en los penaltis, y ahora mismo hay un sonido ensordecedor en la barriada: bocinazos de coches, cohetes, gritos de oé, oé y todas esas chilicuatreces que se le ocurre al personal cuando su equipo gana un partido superimportante. Y en medio de esta vorágine va el menda lerenda, o sea el Puñetas, y se planta con ese titular absolutamente provocativo sobre la mediocridad de un partido que, si no llega a ser por la emoción del marcador, hubiera abandonado a los 20 minutos de comenzado. Dicho de otra manera: si el partido hubiese sido amistoso, mis bostezos hubieran sido de campeonato y me habría largado de la televisión a las primeras de cambio.


Algo tiene el fútbol de religión laica o de comecocos cuando lo bendicen. Pienso que es el único deporte de los existentes (escribo a bote pronto, o sea que a lo mejor hay algún otro), en el que puedes tirarte 120 minutos haciendo el panoli como espectador que busca un espectáculo medio decente, incluyendo algún golete, y acaba el tinglado con la ruleta rusa de los penaltis. Un deporte que, visto lo visto, se sostiene fundamentalmente por la doble emoción: la del marcador y la de la torpe suposición de que los equipos nos representan, o sea, que jugamos nosotros mismos. Vistas así las cosas, el “espectáculo” funciona sin necesidad de espectáculo: ni goles, ni grandes jugadas, ni nada. Pura emoción y al final, casi por cansancio, alguien tiene que ganar. Esta vez, por fortuna, le tocó a España. Si hubiese sido al contrario, ni cohetes, ni bocinazos, ni gaitas. Tarari que te vi y otra vez será.


Francamente, ha sido un partido muy mediocre. Con escasas jugadas de gol. Con estrategias conservadoras. Con unos jugadores cagaditos de miedo por perder y también por ganar. Con un árbitro mediocre equivalente al policía que te pone una multa por circular hablando por el móvil y te deja sin sanción cuando vas por una autopista en dirección contraria. Con unos entrenadores cuyos cambios estratégicos les han salido por la culata. Con unos ases millonarios que son incapaces de meter un vulgar golillo en la portería contraria. Tanto Buffon como Casillas han sido otros espectadores más, quitando un par de actuaciones estelares porque no había más remedio que hacerlas. Así que los entrenadores, jugadores y el árbitro han recibido afortunadamente lo que se merecían esta noche: treinta minutos más de trotar errantemente por el campo de juego. Y digo errantemente porque las redes de la portería es que ni las olían.


Ver a Italia jugar un partido de futbolín es como contar ovejitas luceras. Defensa, defensa y defensa. Luego echan la caña y alguna vez cae algo en el anzuelo. A España la conocemos demasiado bien. Mucho toquecito, mucho tran-tran pero a la hora de dar un buen tortazo en la red contraria, se las ve y se las desea. Quien vaya buscando espectáculo, que se olvide. Claro que a los creyentes del invento eso les da igual. Si ya lo dicen: ganar es lo único importante, aunque sea en el último minuto y de penalti. Pues mismamente hoy, oiga…



Claro que ha habido alguien que viendo el partido (dejemos a un lado la emoción del resultado, porque para ese viaje no hacen falta tantas alforjas, tantas páginas de periódico, tantos telediarios y tanta martingala) que se ha debido aburrir tanto como el Puñetas: la reina Sofía. Cuando veía que todavía tenía que aguantar otros treinta minutos de aquel suplicio (el fútbol le repatea) ha debido ciscarse en todos los santos. En fin, que el próximo rival será Rusia y no quiero ni pensar las campanas que se van a echar al vuelo en este país ante el partidín del próximo jueves.


Mientras, los cohetes siguen sonando en la calle. Raro sería que algún descerebrado no pasase esta noche en el Hospital con la cabeza o la mano abierta. Por de pronto ya oigo al camión de los bomberos con sus sirenas a todo trapo. Y es que, tanta emoción contenida, acaba desahogándose de la peor manera posible. Así somos de burros los bípedos humanos, pero unos más que otros. Especialmente los que viven el fútbol como un desahogo de sus instintos o frustraciones. Ni siquiera cuando “ganan” saben hacerlo con hidalguía, mesura o fair play. ¡Al diablo con ellos!



Y a todo esto, el Puñetas tiene desplazado a Viena al Ardilla, pero el tío todavía no ha dado la cara en esta Eurocopa. Hoy le esperaba a estas horas para que añadiera algo más juicioso a esta rápida crónica, pero se ve que el tío estará mamándola en algún garito o en plena calle, celebrando también tan histórica victoria sobre Italia. Pues nada, le leeré la cartilla (buena falta le hace, con la cantidad de faltas de ortografía que peina) y espero que esté con ustedes el próximo jueves para cantar las loas epopéyicas y siderales de los boys de San Luis, el chico de los recados futboleros de Villar. Que ustedes lo pasen bien y que no se les suba la victoria a la cabeza. Al personal se le conoce mejor en los grandes momentos, en los de la euforia y el triunfo. Claro que algunos están tan poco acostumbrados…


18 de junio de 2008

EL PUÑETAS SE DESNUDA - UNOS CAGADOS Y OTROS LANZADOS

De un tiempo acá, a los deportistas y deportistos (¡gracias, Bibiana, Ministra zetapiense, por el cachondeo que has tr-Aído al lenguaje!) les ha dado por quitarse ropa y mostrarse en cueros vivos, enseñando -eso sí- sólo lo políticamente correcto. Casi siempre la razón suele ser altruista, aunque también los hay (y las hay) que se ponen en porretas simplemente porque les apetece o les pagan unos eurillos extra que nunca vendrán mal para costearse la hipoteca. Chicos y chicas jóvenes y jóvenas, con unos cuerpos bien formados y mejor alimentados, que se desnudan para darnos envidia cochina. A ver quién es el guapo/a que no siente morbo ante esos cuerpazos…

El último desnudo del que tengamos noticias ha sido el del tenista Verdasco, que lo hace defendiendo una buena causa: la lucha contra el cáncer. Lo que no entiende muy bien el Puñetas es porqué el desnudo es la mejor manera de demostrar esa solidaridad. ¿No sería mejor dar una ayudita a las organizaciones científicas en dinero contante y sonante y dejarse de sesiones fotográficas en cueros vivos? Claro que el morbo y la curiosidad por verle los perendengues al famosuelo o famosuela de turno vende más que un vulgar desnudo de cerebro.

Aprovechando que hoy toda España y parte del planeta está viendo el partido de la Eurocopa esa contra Grecia, aunque no sirva ni para una chicha ni para una limoná, el Puñetas no quiere ser menos que esos deportistas que salen ligeritos y ligeritas de ropa (¡gracias, Bibiana, de nuevo y nueva!) y decide también desnudarse para el gran público. Como es más bien vergonzudo, lo hace en el día de hoy para pasar lo más desapercibido posible, aunque ya podrá decir a sus nietos y tataranietos que él también se quedó como su madre lo trajo al mundo ante una gran concurrencia de anónimos voyeurs.

-¿Y por qué causa benéfica lo hace usted, ilustrísimo Puñetas?

-Pues por ninguna, carísimo. Sencillamente porque me sale de las pelotas, que para eso lo hago en una bitácora deportiva como ésta. Sólo le pido un pequeño esfuerzo, ya sabe, mi timidez casi enfermiza... ¿O debería decir “enfermizo”, querida Bibiana? PULSE EL ENLACE, carísimo, SI SE ATREVE. No se pierda la excepcional oportunidad. ¡El Puñetas lo enseña todo, todito todo…! Y lo hace a todos y todas, claro y clara...

UNOS CAGADOS Y OTROS LANZADOS

Todos querían que fuese Rumanía quien se clasificase en la Eurocopa para los cuartos de final. Tenemos tanta confianza en la selección de Villar que pensar que nos pudiera tocar Italia o Francia nos daba el telele. Si por algunos fuera, deberíamos jugar en cuartos contra Andorra, en semifinales contra Mónaco y en la final contra Gibraltar. Un camino de rosas para que los millonarios chicos de San Luis no se hernien y todos podamos presumir de campeones europeos.

Todos estaban seguros que Holanda empataría o sería derrotada por Rumanía para así dejar fuera del torneo a italianos y franceses. Y de paso nos hacían un favor, claro. Pero los holandeses sí que tienen confianza en “su” selección, así que ellos querían ganar y ganaron, claro. Ahora, todo el mundo está cagadito de miedo porque las legiones romanas futboleras siguen vivitas y coleando. Jodé, con lo bien que lo teníamos esta vez si nos hubiera tocado Rumanía…

Y mientras que unos van con el mal olor entre las piernas, otros se lanzan en plan suicida. ¡País de extremos! Guardiola, el nuevo entrenador del Barça, con un historial blanquísimo a sus espaldas (del que ya empieza a presumir, como la ministra Bibiana), no tiene duda alguna: en el Barcelona sobran Ronaldinho, Etoo, Deco y hasta el tío que riega el campo. ¡Epa yaaa, pista para el nuevo rey del mambo! Igualico que el extinto Frank R., tan comedido y equilibrado... Nada más abrir la boca don Pep ha destrozado ya media vajilla. ¿Pondrá en lugar de estas porcelanas los platos de loza que ha estado entrenando en el Barça B? ¿Piensa ganar la Liga con cuatro medianías recién llegadas al equipo? El tiempo lo dirá, pero este suicida futbolístico, por muy nativo y autóctono que sea, no dura ni dos telediarios. Y si no, al tiempo, que es muy puñetero y suele poner a cada uno en su sitio. ¡Pista para el lanzado, que viene echando leches!

15 de junio de 2008

EUROCOPA HASTA EN LA SOPA

-Camarero, venga usted pacá…


-Dígame, señor…


-En esta sopa hay un anuncio de la Eurocopa.


-Sí, es un regalo de la casa. Ya sabe…


-Pues dígale al chef que se lleve esta porquería de mi vista y me traiga una sopa como la guía Michelin manda…¡Abrase visto semejante horterada…!


-Pues se va a enfadar, oiga… Todo el mundo se queda muy contento por el detalle…


-Bueno, pues llévese la sopa y tráigame la cuenta.


-¡Pero si no ha tomado nada más que una ración de gambas!


-Por eso. Se me ha quitado el hambre con tanto anuncio pelotero…


-¿Y no quiere unos riquísimos boquerones fritos acompañados por una guarnición de sabia hortaliza y con un chorrito de vino Torres?


-No, no quiero nada que me haga recordar que se está celebrando la maldita Eurocopa. No me gusta el fútbol, lo odio, oiga, y en todos los lugares y sitios, en casa, en la calle y en la oficina, a todas horas me están dando la paliza con el puto gol y la maldita Eurocopa. ¡Es un lavado de cerebro infumable!


-Sí, aquí no se puede fumar, pero cuando echamos los partidos de la Eurocopa, se permite el fumeteo por un eurillo más. ¿De verdad que no quiere ni siquiera nuestro postre más afamado? Se trata de unas tortitas de Suecia aderezadas con unos granos de caviar ruso y un poquito de yogur griego. Todo ello acompañado de…


-¡Nooooo, noooo y noooo! ¿Es que no había otros países del mundo de los que traer su dichoso postre?


-Bueno, sí, pero el chef que, entre nosotros le diré que es muy futbolero, quería preparar una sorpresa eurocopera a nuestros clientes. Si España pasa a los cuartos, el postre lo hará con artículos típicos de nuestros rivales. Y así hasta que lleguemos a la final.


-Porque podemos, ¿no?


-¡Sí, podeeeeeemooooos! Eso disen en la Cuatro…


-La madre que los parió. Ya salen a relucir los cuatreros esos… Mire, déme la cuenta y le dice al chef que se meta el balón donde le quepa…


-Pero si ya se lo ha metido… Y dice que da un gustirrinín…


-Aquí no hay tu tía. ¡Qué se debe y a tomar por saco!


-Al menos permítanos que la casa le ofrezca gratuitamente un número para participar en el sorteo de un viaje a Austria a ver la final…


-¡Me cago en la leche…! ¿No le he dicho que me traiga la cuenta….?


-Sí, señor, a sus órdenes, señor…


-Señor, señor…, lo que tenemos que aguantar los que no queremos ver una pelotita de fútbol ni en pintura. ¡Ostras, Pedrín…!


(En esos momentos entra en el establecimiento el guitarrista de turno que empieza a entonar por soleares, o por seguiriyas…, bueno, da igual….)


-¡Me encaaaaanta el furbo y olé! ¡Me encaaaanta ver meté los goléeee! ...


(Nunca me he ido sin pagar de un sitio, pero la decisión estaba clara: o salía pitando del local sin esperar la cuenta o allí mismo cometía una locura de la que toda mi vida me tendría que arrepentir. Esta es la historia, señor policía… Yo pago encantado la minuta que adeudo al restaurante, pero es que en aquel momento… Oiga, oiga, señor policía…)


-¡Gooooooolllll, gol de Villa!


-¿Cómo dice, señoría de la autoridad?


-¡Que hemos ganao a Suecia en el último minuto! ¡Que ya estamos en los cuartos de final de la Eurocopa….! Oiga, oiga por el pinganillo…


-¡Me cago en diez y me llevo una…!


-¡Déme un abrazo, hombre, y firme el finiquito aquí! ¡Su cuenta la pago yo! Uy, ¡qué contento estoy….!


(Y allí lo dejé, besando a las paredes y a dos chorizos que esperaban turno. Todo el mundo más contento que unas castañuelas porque habían ganado un puñetero partido. Y yo, alejándome con tristeza de aquella alborozada comisaría. Directamente me fui al psiquiatra).


-Doctor, tengo una pena muy gorda o un problema muy esaborío…


-Pues vuelva otro día porque hoy es para que todo el mundo esté supercontento; ¡hemos ganao a Suecia y ya estamos en cuartos!


(No sé, señor juez, qué rayo pasó por mi cabeza, ya traspuesta. Sólo sé que agarré al psiquiatra por el pescuezo y que si no llega a entrar su enfermera, una gachí buenísima, experta en judo y artes marciales, allí mismo causo un psiquiatricidio.)


-Su caso, señor mío, está visto para sentencia. El psiquiatra comprende su drama personal pero solicita, y yo corroboro, que sea usted internado en un manicomio durante un mes, dos días y tres horas. Será sometido a un tratamiento de choque para recuperar la cordura.


-¿Y en qué consistirá, señor juez?


-En ver mil veces repetidos todos los goles que se marquen en el torneo. ¡Está usted como un cencerro! ¡Mira que no gustarle el fútbol ni la Eurocopa…! ¡Loco…, pero loooooco de ataaaaar!

11 de junio de 2008

LA CAMPEONA AFGANA

Estamos estos días asistiendo a la Eurocopa futbolera, contemplando los grandes fenómenos de masas que provoca el fútbol. Los equipos clasificados mueven millones de euros en sus desplazamientos, con extensas concentraciones, buenos hoteles, excelentes comidas y todo tipo de seguridades para que a los niños mimados de la pelotita pinturera no les falte ningún capricho. Nadan en la abundancia y algunos tienen más millones que pesan. Las masas les aplauden a rabiar e incluso sus miembros más fanatizados tienen puestos sus caretos en la mesilla de noche. Algunos son capaces hasta de arrodillarse para rezarles un padrenuestro. ¡Queremos un gol tuyo, San Villa!


Pero no todo el deporte luce con estos fulgores y oropeles. Estamos en puertas de las próximas Olimpiadas, donde la desigualdad ya es más evidente. Allí acudirán países ricos y algunos países pobres, deportistas con la vida resuelta para cuatro reencarnaciones (tipo Nadal o Gasol) y pobres practicantes que se darían con un canto en los dientes si logran salvar el pellejo físico antes o después del evento. Porque a veces ser deportistas en según qué lugares es más arriesgado que escalar el Everest con alpargatas y con sólo un trozo de pan entre las manos. Tal es el caso de Mehbooba Ahadyar. Me he enterado de su existencia a través del suplemento dominical XLSEMANAL y hago aquí un breve resumen porque su esfuerzo y valentía merece quedar grabado también en las paginillas del ARCO con unas sentidas letras de homenaje y admiración por parte del Puñetas, no despachando el asunto simplemente con un enlace internetero.


Mehbooba es una mujer afgana de 19 años. Vive en un país donde siguen gobernando la vida y hacienda de las gentes unos hijos de puta llamados talibanes, a los que literalmente habría que borrar de la faz de la tierra (hoy no estamos por la labor de ser políticamente correctos), aunque como todos los desalmados y cafres, la vida suele sonreírles. Nuestra heroína, atleta de medio fondo, vive amenazada de muerte. Los grandes cabestros fundamentalistas no entienden de deporte ni de vida ni de alegría ni de sueños. Mehbooba será la única mujer afgana que acuda a la Olimpiada China si antes no la matan. Lleva tres años preparándose y no está dispuesta a rendirse a última hora. Lo hace prácticamente a escondidas pues el régimen taliban reniega del deporte en la mujer (y de otras cosas). Ya saben que ni siquiera acepta que vaya sola por la calle o que muestre la cara al sol de la mañana. Por eso nuestra pobre pero cojonuda mujer ha de entrenarse en las peores condiciones: en un “estadio” donde los talibanes ejecutan a sus víctimas, donde los alambres de espino lo cercan a modo de campo de concentración y donde no hay nada más que cemento. Por supuesto, ella corre con pañuelo y ropa que cubre todo su cuerpo.



Afirman en la revista que su familia la apoya, aunque todos andan asustados. Los niños de los vecinos, y seguramente los mismos vecinos, se ríen de esa loca a la que ven todos los días pasar corriendo por delante de sus pobres casas y de sus cabezas huecas. La Ahadyar, si logra llegar viva a Pekín y le autorizan a competir con una ropa que no sea tan ajustada y ligerita como la de la mayoría de las atletas rivales, tendrá el honor de quedarse la última en la serie que le toque. Sin embargo, a veces los últimos son los primeros. Confiemos que, en nombre del casi ya fenecido espíritu olímpico original, se permita correr a esta chica en Pekín. Llegará a una minutada de sus competidoras, pero probablemente se llevará la mayor ovación de la carrera. Por valiente y por ser una mujer de bandera.


Desde aquí pediría a los programadores de las telecacas que retransmitirán las olimpiadas, que no nos dejen sin las imágenes de la bella Ahadyar. Y si son en directo y anunciadas previamente, mejor. No todos los días se tiene la oportunidad de aplaudir a rabiar a una campeona que, aún quedándose la última, gana la carrera. Todavía hay ocasiones en que el deporte puede hacernos vibrar el alma.

8 de junio de 2008

LAS MODERNAS CATEDRALES

Desde el sábado tenemos a los feligreses de medio mundo enganchados ante sus pantallas telecaquiles respectivas celebrando la misa futbolera de la Eurocopa. Todos a una participando del ritual del gol. El fútbol es la nueva religión del siglo y responde a las expectativas, congregando con gran recogimiento y fervor a millones de acólitos que participan entusiasmados en la santa y universal comunión. (Espera el Puñetas que pronto los intelectuales de la cosa se inventen unos palabros específicos para la religión futbolera, evitando así que tengamos que usar palabras ajenas).



Muchos turistas, de los 60 millones que nos visitan al año, vienen atraídos no sólo por nuestro achicharrante sol y por nuestras playas de tetas al aire y chiringuito adosado. No sólo llegan con ansias de ver la Alhambra, el Museo del Prado, la Sagrada Familia o la catedral de Burgos. También los hay que buscan emociones artísticas más fuertes: visitar el Santiago Bernabéu o el Nou Camp, por ejemplo. Hay chavales que, educados desde su más tierna infancia en la nueva fe del gol y la pelotita, piensan que la atracción turística más chuli y guay en la cosmopolita Londres es el campo del Arsenal, o el San Siro de Milán o el Alianza Arena de Munich. Los verás en Roma perder el culo por entrar en el Estadio Olímpico antes que en el Coliseum o en los Museos Vaticanos. Y es que los tiempos adelantan que es una barbaridad y esos edificios tan antiguos y sosos como la Catedral de Notre Dame o la Abadía de Westminster no tienen punto de comparación con el atractivo estético y la épica histórica que encierran monumentos tan incomparables como el Estadio parisino del Parque de los Príncipes o el Stamford Bridge del Chelsea londinense. ¡Dónde va a parar la excitación y el telele emotivo que provoca en los nuevos turistas futboleros la visión del Amsterdam Arena del Ajax en comparación con el Museo de Van Gogh o la casa de Ana Frank! ¿Pero quién leches fue Ana Frank, ein?



Los tiempos cambian y es comprensible que las aficiones y gustos viajeros también. No será el Arco quien critique el nuevo percal, por mucho que destilemos ironía y mordaces sonrisillas por lo bajini. Así que, para no ser menos que el resto de los feligreses y no aparecer como un garbanzo negro, hemos programado para el veranillo una salida a Madrid con la única intención de dar la vuelta de honor al Bernabéu. A finales de mayo, el periódico económico “La Gaceta” nos suministraba toda la información necesaria para planificar ese fastuoso recorrido: “El Estadio Santiago Bernabéu se ha convertido en referente turístico de la capital de España. La visita al santuario del Real Madrid, a sus lugares emblemáticos, ya es posible gracias al tour que el club organiza todos los días del año”. “Santuario…”. Seremos peregrinos y ejerceremos el apostolado como Ramón Calderón manda.


Se nos cae la baba nada más imaginar la de rincones históricos que visitaremos: el acceso al túnel de vestuarios, los banquillos, el terreno de juego,... ¡el propio palco presidencial! Ese pedazo de jacuzzi donde nuestros ídolos refrescan la entrepierna; esa sala de trofeos donde entraremos en éxtasis galopante; esa sala de prensa donde Raúl y la compaña exponen profundísimos discursos sobre el devenir de la Liga; esos ascensores panorámicos desde donde podremos alcanzar la mayor perspectiva arquitectónica que vieron los siglos; en fin, esa tienda madridista en la que gastaremos en recuerdos todo lo que nos permita nuestra tarjeta de crédito.


Vayan corriendo a su agencia de viajes y contraten la visita el Estadio del mejor club del mundo y parte de la Galaxia. Sólo 15 euros les costará el caprichito. Lo malo es que la visita es de sólo una hora aunque, bueno, podemos repetirla otros días, aunque sea pagando nuevamente, ¿no? Según cuenta el periódico, “por fin se hace realidad el sueño de todo aficionado al fútbol”. AMÉN.

4 de junio de 2008

QUÉ MAL SIENTA LA CALOR A ALGUNOS

Empate a uno. Si los tenistas van a conseguir echar al Presidente de la Federación dentro de unos meses, el capataz que dirige la de Baloncesto ya ha logrado el cese del entrenador de la selección, el tal Pepu. Se ve que con el incremento de las temperaturas las malas relaciones personales se hacen más difíciles de sobrellevar, así que llegan los divorcios exprés. El presidente de la canasta acusa al defenestrado seleccionador-entrenador de haber “incumplido deberes contractuales”. Si no te mandan a la rúe por perder campeonatos lo hacen porque no posas con el logotipo de la casa comercial con la que tus jefes han sellado un plan de besuqueos y cheques al por mayor. Ya sabemos –gracias al señorito Sáez- que no sólo se contrata a un entrenador para que haga campeona a una selección si no para que cumpla con todo un chorro de compromisos publicitarios y propagandísticos que darán sus buenos cuartos… ¿a quién? A ver si don Sáez lo explica antes de fichar al próximo entertainer. Puestos a elegir uno preferiría al Scariolo, que es un tipo que sabe mucho baloncesto y, encima, va siempre de punta en blanco, muy bien vestidito y afeitado. Su imagen televisual y publicitaria daría mucho juego y millones en esos contratos tan importantes que firma la Federación. Algunos pensarán que Sáez podía haber esperado a que finalizaran los Juegos para destituir al técnico pero ¿y si ganaba alguna medallita, ein? ¿Cómo echarlo entonces a la calle, en pleno olor de multitudes y con el ego en la quinta velocidad? Mejor hacerlo ahora y si luego la cosa sale bien, estaba claro que la decisión adoptada era la correcta: ganábamos a pesar del pintamonas del Pepu. Si sale mal, entonces me presento de nuevo a las elecciones y, como todo está atado y bien atado, sigo en el carguete otros cuantos añitos más. A Sáez se le ve el plumero a diez kilómetros de distancia… Patrocinado, por supuesto…


Otro al que sientan pésimamente las calores es a Etoo, el jugador azulgrana que pronto dejará de serlo. En realidad el niñato camerunés siempre está caliente, así que no le hace falta mucho aumento de la temperatura exterior. Su historial ya contempla hazañas tan achicharrantes como un famoso escupitajo que dio la vuelta al planeta, varios amagos de largarse del campo porque algunos cafres le insultaban agazapados en la oscuridad de las gradas (¿y a qué se va a un campo de furbo si no a insultar?), o el insuperable “Madrid, cabrón, saluda al campeón” que soltó en plena fiesta blaugrana, demostrando que no sabe estar a la altura de las circunstancias. Cuentan los sujetos pacientes que la cosecha de “Etoonadas” ha sido de época en la temporada que termina. El chico ha estado particularmente desabrido y chulesco. Era pues previsible que la traca final llegase con una pérdida total de la olla, de su cabecita locuela e imprevisible. El otro día arreó un buen golpe con ella a un periodista que andaba chuleando por la concentración de la selección africana, donde Samuelito ejerce de Pater Noster. Previamente ya había largado por su boquita lo que ni siquiera se atrevió a escribir Camilo José Cela, catedrático literario de tacos e insultos. Teniendo en cuenta que la chavalería reproduce mimeticamente todas las bondades y gilipolleces que sus astros futboleros hacen y dicen dentro y fuera del campo, lo mismo dentro de unos días empezamos a contemplar grandes descalabramientos y cipotadas en los colegios y centros de ocio deportivo. Menos mal que la cosa pasó en el quinto pino del Camerún y que las vacaciones escolares están ya cercanas… Señor, señor, ¿no les podrían enseñar a estos jóvenes millonarios un poquito de autocontrol emocional y una migaja de educación plebeya?


Otros que tampoco se la cogen con papel de fumar cuando llegan las calores (y me temo que ni cuando hace frío) son los chicos organizadores del Tour de la esplendorosa y glamourosa France. Ahora que estábamos más contentos que unas pascuas van y nos echan un jarro de agua fría. Y es que llevábamos tantas malas noticias en el deporte de las dos ruedas puteadas que la victoria casi épica de Contador en el Giro nos ha hecho recordar que todavía existe el ciclismo. Después de hacérselas pasar muy putas, metiéndolos por puertos de montaña donde ya ni las cabras son capaces de circular, los ciclistas de la ronda italiana llegaron hechos unos zorros a la meta. El que lo hizo en mejores condiciones fue el tal Contador y por eso ha ganado la famosa carrera. Cuatro días antes su equipo tenía vetada la participación, así que el corredor madrileño estaba de playa. Deprisa y corriendo los jerifaltes italianos (seguramente porque el negocio no se presagiaba muy halagüeño, no en balde el Astana es uno de los mejores equipos del mundo) cambiaron de parecer. Nuestro épico hombre tuvo que dejar la sombrilla playera para recorrer las chuscas y pésimas carreteras de Berlusconi, aún con restos de arena entre los dedos de los pies. Pues, encima y todo, ha ganado el tío. O es un genio o los demás una pandilla de mediocres, pero el caso es que sin vencer en ninguna etapa (dicen que corriendo con la misma inteligencia que si hubiera estado disputando una partida de ajedrez) nuestro Albertito Contador ha conseguido el triunfo en la general. Como es natural, las fanfarrias han vuelto a sonar de nuevo, los periodistas de lisonja y canonjía se han puesto las botas, los políticos de su pueblo han sacado pecho y votos a pasear y algunos (en un ataque de excelso frenesí y manifiesta cogorza) señalan sin cortarse un pelo que Contador es el sucesor de Indurain. ¡Pues no le queda ná, panolis! Pero como en la casa del pobre –me refiero al ciclismo- siempre tienen que ocurrir desgracias, ahora nos salen los cagamandurrias del Tour de la France con que ni el Astana ni Contador correrán su famosa grande boucle. Por cierto que el mismísimo Contador fue quien la ganó el pasado año, limpio de polvo y paja. El veto –afirman- se produce por dopajes de algunos corredores del equipo en los años anteriores. ¿Y qué culpa tienen de ésto los nuevos corredores, incluido Contador? Los dirigentes franchutes ya no saben cómo hacer para que uno de los suyos gane por fin el Tour un siglo de éstos. ¿Qué tal si invitan sólo a escuadras francesas? Tan acalorados y creídos están en su cruzada limpiadora que este año funcionan al margen de la UCI y con sus propias reglas. No estaría mal que aunque fuese un añito la mayoría de los equipos les hiciesen un corte de mangas no acudiendo a tan chovinista representación. Aunque me temo que va a ser que no porque el lema de los ciclistas ya saben cual es: tragar y tragar y tragar… Con las calores y con los fríos, las masoquistas bicicletas siempre puteadas...

1 de junio de 2008

RETRATOS DE PISCINA

Hoy vamos a completar la serie de retratos que inicié el domingo pasado. Si entonces echamos una ojeada al gimnasio, hoy lo haremos a la piscina. Aquí juega mucho la observación pues el personal no puede hablar al mismo tiempo que nada, por lo que es muy difícil llegar a establecer conversación o palique con alguien. Tras más de una década de miradas furtivas y directas el Puñetas tiene clasificado al personal de piscina en 4 grupos según su grado de peligrosidad:



LAS NADADORAS PARLANCHINAS. Suelen ser mujeres de madura o avanzada edad. Se hacen un largo a ritmo de tartana del siglo XIX y cuando llegan exhaustas a la otra orilla se paran a reponer fuerzas y a comentar la jugada, y la de Operación Triunfo, y la de los programas rosas, y en fin, toda la chismorrería al uso con otras parlanchinas de su misma especie. A nadie que vaya a la piscina a nadar y a sudar el bañador se le ocurrirá jamás ponerse en la misma calle por donde circulan estas cotillas tortugueras.



LOS JÓVENES BÓLIDOS. Son el otro extremo de la cuestión. Nadan al son de la famosa canción “La calle es mía”. Y en efecto: nada más verlos meterse en una calle, el personal tranquilón que por allí nadaba pacíficamente a su aire sale echando aguas camino de otra calle más tranquila. En cuestión de segundos estos intrépidos nadadores abren los brazos y piernas y en plan espasmódico empiezan a volar sobre el agua sin importarles quién vaya delante o al lado. Se supone que en su vida normal también serán igual de arrolladores y egoístas. Afortunadamente, semejante derroche de energía barata y cuartelera les dura menos que un orgasmo. Así que tras cuatro largos tienen la lengua fuera (ese exceso de alcohol, capullos…) y han de agarrarse a la corchera para no irse al fondo. Entonces deciden retirarse hacia otros territorios del centro deportivo y la paz vuelve a reinar en el carril piscinero que abandonan.



LOS QUE SE EQUIVOCAN DE CALLE. Habitualmente las calles, en el nado libre, suelen estar clasificadas a modo de orientación: nado básico, medio y avanzado. Pues bien, algunos y algunas parece que no sepan leer o se creen que son mejores que el mítico Mark Spitz. Así que siempre los vemos nadando en una calle de ritmo superior al de sus sobrevaloradas fuerzas, por lo que no es de extrañar ver detrás de ellos una fila india de mil pares de bañadores. Pese a que este personal suele ir a un ritmo muy inferior al que lleva la competencia, encima el muy puñetero pone todas las dificultades posibles para un limpio adelantamiento, por lo que a veces hacerlo suele ser más peligroso que adelantar a un autobús en una carretera de montaña. Cuando llegan al final del largo, un buen momento para dejar paso a los que vienen detrás cagándose en su parentela, suelen entonces sacar fuerzas de flaqueza y, tomando aire de no se sabe dónde, continúan de nuevo con lo que el atasco se hace más penoso que el originado en hora punta en las entradas o salidas de una gran ciudad. Menos mal que la mayoría de los nadadores somos gente pacífica…



LOS CHIRRIANTES NIÑOS. Estos son los más peligrosos. Uno se los encuentra en manadas, en fase de aprendizaje, en una o dos calles disponibles sólo para ellos, con su monitor o monitora al cuidado de todo. No son un problema en el aspecto natatorio pues ellos circulan por su carril y el resto de los adultos por los suyos. El problemón viene porque mucho personal vamos a echar unas brazadas a la piscina no sólo para mejorar lo físico si no para relajarnos y calmar los nervios de la vida diaria, pero con los muchachotes de hoy día es imposible. ¡Qué de ruido arman los condenados, qué de follón, qué de ensordecedor pandemonium! El Puñetas huye de ellos como gato escaldado (y para eso se aprende bien los horarios de los cursos infantiles), pero siempre hay algún curso imprevisto o alguna recuperación de clases que le pilla a uno por sorpresa. Entonces salgo echando leches camino de otros rincones donde el silencio y la paz puedan acoger a mi espíritu.



El mundo de la piscina climatizada, a pesar de que la gente vaya medio en pelotas, es bastante aburrido y monótono. Todavía no se ha inventado escuchar el mp3 dentro del agua, o charlar con otros mientras haces espalda, ni siquiera pensar en tus cosas mientras imitas a las ranas nadando a braza. Andas tan preocupado por no tragar agua, o evitar a alguno de los tiparracos citados anteriormente o para no irte al fondo, que todo el tiempo lo dedicas a sobrevivir. Eso sí, la experiencia y los años hacen mucho y al final acaba gustándote tanta rutina y hasta eres capaz de nadar y al mismo tiempo pensar en la declaración de la renta. Una ventaja sí que tiene la natación en este tipo de piscina: no hay que aguantar a nadie hablando por el móvil. ¡Una auténtica gozada, absolutamente impagable!

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).