29 de abril de 2011

EL PUTO FÚTBOL

Todavía está por explicar científicamente el enorme exitazo del fútbol, el deporte “rey”. Aquí lo vamos a hacer tirando de las cuatro neuronas que aún nos quedan vivas (ojo, tras presenciar el no-fútbol y las tanganas de los tres últimos clásicos churriguerescos).

¿Por qué es tan abracadabrantemente popular el futbolín? Pues por lo mismo que lo es Belén Esteban, un suponer: porque sale en las telecacas y medios de comunicación enseñando sus vergüenzas. La chica es más simple que el mecanismo de un chupete, pero eso es un mérito para mostrar el careto a todas horas en los mass media del grito, el encefalograma plano y la mangancia intelectual. Igual le ocurre al deporte rey: simplicidad para lelos, grito pelado y comedura de coco audiovisual hasta la náusea. ¿Ustedes han visto que escritores, sabios, médicos, investigadores, etc, gentes que tienen muchas cosas que decir y la mar de variadas, salgan en las telemierdas tanto como la Esteban, Mourinho o Guardiola? Pues eso, blanco y en botella.  Deje usted de hablar de fútbol y de mostrarlo día y noche al alienado y desnortado público y tendrá menos fuelle que un boxeador tísico.

Pero además de la publicidad y la propaganda a todas horas, hace falta otro ingrediente fundamental. Como la Esteban, el fútbol vive gracias a su esencia característica y prefabricada: la polémica más mema. De todos los deportes es el más discutido y discutible porque así lo quieren sus rectores y practicantes. Donde hay polémica, como donde hay pelo, hay alegría. Con la polémica que suscita –ampliamente difundida por unos medios que sacan buena tajada del negocio futbolero- no puede competir ningún otro deporte. Un partido de peloteros no dura noventa minutos: dura la semana previa y la posterior, con millones de panolis discutiendo si aquello fue o no penalti, si la expulsión fue o no merecida mientras que no conocen –ni les preocupa- el nombre de quienes todos los días les están robando la cartera y el cerebro. ¿Y cómo se llega a esa polémica esencial y estructural? Con unas reglas de juego de la señorita Pepis y un reglamento del hombre de Cromagnon. Ya lo hemos escrito en el Arco en varias ocasiones y no volveremos a repetirnos como el ajo (que, por cierto, es lo que hace el futbolín).

¿Alguien se imagina un fútbol regulado por una especie de “ojo de halcón” al modo del tenis? ¡Se acabaría gran parte de la polémica y el personal dejaría de hablar y discutir días, semanas o años porque a ver quien polemiza sobre lo que es indiscutible o evidente!  Da igual que las nuevas tecnologías permitan que el espectador que está en el campo compruebe inmediatamente que lo que el árbitro ha pitado como fuera de juego no lo ha sido. Mandará la opinión del árbitro (que no es precisamente un robot dotado de ojo de precisión milimétrica), un tipo que en cuestión de microsegundos debe intentar ver y descifrar lo que le muestran 22 actores de teatro que trotan a su alrededor más pendientes de engañarle que de jugar al fútbol. Tipos que ya en los entrenamientos son aleccionados en la práctica  de revolcones, alaridos, descogorzamientos y otras expresividades corporales para así engañar mejor al trencilla en el día del partido. Claro, la  expulsión de un rival o provocar un penalti es garantía de tener la victoria casi en el bolsillo. (No hay ningún otro deporte en que haya dos jugadas tan determinantes). De ahí la preocupación de muchos jugadores en provocar este tipo de jugadas. Da igual que haya cámaras delante que luego puedan sacarles los colores de farsantes, mentirosos,  caraduras y sinvergüenzas por tanto teatro barato y chungo. Al final lo único que vale –aunque vaya en contra de la realidad más palmaria- es lo que pita el árbitro pues el fin (la victoria al precio que sea, incluido engañar al arbitrucho) justifica todos los medios.

En el último clásico majaderil entre merengues y culés, el caso de la expulsión del sargento Pepe, ese jugador del Madrid al que deberían suministrarle un ansiolítico en todos los partidos, ha sido muy elocuente. Hay tropecientas mil imágenes sobre la posible falta (o no) y nadie se aclara. Si desde múltiples perspectivas videográficas, vistas a cámara lenta, no hay unanimidad ni claridad en lo que se ve, ya me dirán qué credibilidad podemos dar a lo que “vio” el árbitro cuando la patada (o no) ocurrió en milésimas de segundo y, tras ella, se armó el cristo que se armó. ¿Para qué leches debería estar la tecnología moderna si no para ayudar a desentrañar -en el propio campo- estas vulgaridades millonarias?

Es un axioma: si no hay polémica no hay fútbol. Mira que hubiera sido sencillo que el árbitro alemán, ante los alaridos y revolcones del defensa del Barça (un experto teatrero desde hace años), se le hubiera acercado, le mirara la pierna y viera el cuerpo del delito: los restos sangrantes del presunto planchazo del sargento Pepe. Ni actitud tan simple se le ocurrió al pardillo ni –seguramente- estaría autorizado a realizarla. O que un médico revisara la pierna del teatrero para determinar si había razón o no para sus alaridos. Tampoco: sentido común y razón…¡para qué os quiero!   

En fin, el puto fútbol lo han hecho así  para mayor gloria del negociete económico e ideológico de quienes viven del mismo. Un sarao privadísimo pero que chupa enormes recursos públicos. Y que conste, por último, que hablamos del fútbol de élite y profesional, no de ese que juegan cuatro chavales en un parque arreándole patadas a una pelota de goma, aunque si se observa bien la escena verán ustedes muy pronto como la chavalería –a sus pocos años- ya ha sido pervertida y contaminada por el circo del fútbol de los grandes. Un asco, vaya. Por eso tiene tanto éxito el puto fútbol, el puto amo de nuestras vidas, vidillas y vidorras.

28 de abril de 2011

COÑAZOS DE MADRÍS-BARÇAS

AVISO EN PLATA DE LEY: Si a alguna feminista de pitiminí (las serias, las de pelo en pecho, hace siglos que desaparecieron) le indigna sobremanera el titular (el más llamativo y descarado de los siete años del Arco), estoy dispuesto a cambiarle el palabro por otro de igual talante. ¿Qué tal "pollazos"?

Ni metiéndose debajo de la tierra se puede uno escaquear de este tipo de encuentros. Lo he intentado retirándome a un monasterio o algo así pero me han decepcionado los curas: ellos también ven estos partidos.
Mourinho, el incendiario, consiguió por fin que Guardiola mostrara su verdadero rostro. “Mou aquí es el puto jefe”. El santito y filósofo que meaba colonia era más falso que Judas. Lo que pasa es que cuando ganas siempre puedes permitirte esos lujos.
Tres partidos y el fútbol ha brillado por su ausencia. Este es el único espectáculo en el que te dan gato por liebre y encima el personal queda contentísimo y no pide el libro de reclamaciones.   
En este tercer round la táctica del Madrid estaba clara: el cero a cero. La del Barça también: que expulsaran a uno del Madrid.
¡Qué buenos actores se pierde el mundo del cine y del teatro con los jugadores de fútbol, sobre todo, los de élite! ¡Qué expresividad la de Pedro, Alves, Pepe, Di María…! ¡Con qué gracia y caradura se retuercen en el césped, mirando de reojo al árbitro a ver si saca tarjeta al rival! Luego, en cuanto ocurre, recuperan la sobriedad y se levantan más chulos que un ocho.
Algunos jugadores del Madrid tendrán su vida asegurada cuando se retiren del fútbol. Serán unos magníficos leñadores… Hay que ver con qué maestría siegan las piernas ajenas, o les clavan los tacos silbando para el cielo… Ay, Pepiño, Arbeloa, Ramos, Marcelo…¡qué leñadores más buenos se han perdido los bosques!
¿Quién paga los tropecientos mil policías, sanitarios y gentes diversas encargadas de velar por la seguridad del tinglado, incluyendo a los perros policías que vigilan los partidos? ¿La UEFA, el Real Madrid y el Barça al alimón o los españolitos de toda laya y condición? Pues está claro… Unos (la inmensa mayoría)  se rascan el bolsillo y otros (unos pocos) se llevan todas las ganancias. En los Madrí-Barça siempre hay un mismo perdedor: el ciudadano que paga y paga y paga con su dinero público un espectáculo la mar de privado.
Del Bosque, muy preocupado por las secuelas de tantos enfrentamientos merengues-culés y los piques y golpes que “sus” chavales se están propinando en estos encuentros. Baje de la higuera, don Vicente, baje de la higuera…


“Vivimos por ti… vence por nosotros”. Es la pancarta más tontaina que he visto en mucho tiempo. Sí, llenaba toda una gradería del Bernabéu, pero su enorme tamaño hace ver todavía más la tontería de tal palabrería. ¿Vivimos por ti? ¿Vence por nosotros? ¡Anda y que os zurzan! 
¿En el fondo, no será Mourinho un nacionalista catalán? Lo digo porque siempre que le oigo está llorando y quejándose… ¡Pobre victima inocente!
Otros cuatro clásicos más como estos y la crisis económica y los cinco millones de parados habrán pasado a la historia de la irrealidad. Lo único real, por lo que se ve, son estos partidos “históricos”, con rivales “históricos”, pese a que practican –visto lo visto- un fútbol “imaginario”.
¿Por qué será que cada vez que oigo eso de “la alineación del equipo…” entiendo “la alienación del equipo”?
Objetivo cumplido: los medios de comunicación han hecho su agosto con los Madrí-Barça. Sólo les ha fallado el último partido de la eliminatoria de Champions, que ya está completamente decidido, aunque ya se inventarán algo en esta semana para atrapar a los incautos y papanatas…
En el partido de hoy el Real Madrid fue más merengue que nunca…
El tikitaka del Barça me aburre, me adormece, me deja frito… Recomendado a los que tengan problemas de sueño. Yo mesmo...
Si la entrada de Pepe fue merecedora de expulsión directa, el partido debió haber acabado 5 a 4 a favor del Barça. Quiero decir, jugando 5 jugadores contra 4. Hubo otras muchas faltas igualmente merecedoras de tarjeta roja pero el futbolín, ya se sabe, no es una ciencia. Es una polémica buscada y perseguida. De ahí su éxito.
Y a todo esto, algunos hablan de política cuando llegan estos partidos merengones-culerenses. En el estadio y en las redacciones ya no cabe un tonto más…
“Pues para un muermo de clásico, dormirse en el partido y repelerle este tratamiento bastardo y económico del furbo, lleva usted la tirilla de articulillos y paridas escribiendo sobre el particular.”  Tiene razón, señor. Yo, como todos los aficionados al fútbol, también soy masoquista. Aquí no se salva ni dios.
Y colorín colorao, este cuento chino de los clásicos se ha acabao. (El partido pendiente será un mero trámite, aunque también con posibles polémicas: ¿qué jugador madridista será expulsado? ¿Qué jugador barcelonino tendrá una rotura de tibia y peroné por un hachazo rival? ¿A qué conspiración judeomasónica se referirá esta vez el incendiario Mou? ¿Tras ganar la Liga y la Champions, se retirará a un monasterio el bueno de don Guardiola, como un paso más para que lo suban a los altares? ¿Qué nueva trola se inventarán los medios para seguir chupando de la teta de la vaca futbolera? Chi lo sá…)

21 de abril de 2011

SHAKIRA 0 CARBONERO 1 (LA FINAL DE COPA, DE COÑA)


Segundo round del combate (a veces literal) entre los equipos capitalinos de las Spains. A la izquierda el Barça C.F., algo más que un club, o sea, lo que ustedes quieran o imaginen. A la derecha el Madrí Real, el mejor equipo del siglo XX y de la eternidad. Ayer tocaba el partido de la Copa del Rey, que no es del Rey sino de la Real Federación Española de Fútbolín, un ente organizador de entelequias varias, entre ellas -y con mucho éxito- la selección española de furbo, la de todos, la que representa al país y otras coñas marineras increíbles.

Tropecientos mil aficionados de Madrid y Barcelona (y alguno de Japón), en pleno periodo de crisis económica, gastándose un potosí en gasolina, cerveza y paella para ver un encuentro que desde la telecaca pública podían haber disfrutado en casita gratis total, en HD, con cámaras que registraban hasta el movimiento de las pestañas de los jugadores y en la comodidad del sofá. Nunca entenderé el masoquismo hiperbólico de los muy futboleros y que me perdone San Balón y Santa Pelota.

Las dos Españas. No son la republicana ni la monárquica, la de izquierdas y derechas, la creyente y descreída, la rica y la pobre, la que trabaja y la que está en el paro, la de Intereconomía y la Sexta. Eran las dos Españas del Madrid y el Barça, esas que están repartidas en todos los pueblos y ciudades de la vieja y carcomida piel de toro. Las dos multinacionales del peloteo hispánico tienen seguidores hasta en el infierno. Allí estaban las dos Españas reunidas en total desarmonía en el campo de Mestalla, juntas pero no revueltas, dispuestas a darse mamporros dialécticos de principio a fin, a gritarse la una a la otra como reza el primer mandamiento del futbolín, a reírse de las novias famosuelas de los contendientes, a llamar hijop… a los jugadores rivales porque toda buena afición que se precie debe demostrar siempre la educación y el señorío que la adorna. “El público se comportó correctamente durante todo el partido” –publicarían luego los periódicos y medios teleatontados, como si fuese normal el pandemónium, griterío, cortes de mangas, reproches y violencia simbólica (a veces no tanto) de una España hacia la otra y viceversa. Sería por eso, por la enorme concordia de las aficiones por lo que, pagados con dinero de todos (incluidos los millones de gentezuela a los que el fútbol les da náuseas) en el campo y alrededores había cientos de cámaras para registrar los posibles incidentes, dos mil cien policías, vigilantes de seguridad, bomberos, cruz roja, protección civil, voluntarios, ambulancias, geos, caballería, unidades de refuerzo, vigilancia área... Todo eso mueve el pacífico mundo del futbolín, el que hermana a los pueblos y tal y tal. ¡Será en la cerveza!

Animación en el preámbulo del encuentro, con Celtas Cortos cantando una canción para la masa aborregada y despidiéndose con un “Majestades, Viva la República”. Chicos listos y con principios, que se dejan invitar en una Copa del REY, cobran su buena pasta por hacer unos cuantos gorgoritos y encima van lanzando mensajes subliminales. Cortos estos Celtas. Y luego el himno de los cien mil voltios. ¿Qué pinta un himno en medio de una batalla peloteril? ¿Es que Messi, Ronaldo, Alves, Ozil y un largo ecétera son españoles? Como rezan los tópicos, los unos pitaron y los otros aplaudieron. ¿Y qué pintan en ese decorado de cemento y hormigón cientos de banderas españolas y catalanas? ¿Acaso los gladiadores del césped representan a las banderas de la plebe? ¿Sufren sus mismas penurias y estrecheces, viven en pisos hipotecados y escuchimizados como quienes les aplauden a rabiar, ganan al mes la nominilla que les permite ir tirando igual que a quienes les jalean? ¿Pero esto qué es: un mundo de sueños o de locos?

Comienza el partido. Sigue el partido. Todo muy bonito y bello. Patadón y tentetieso. Tensión hasta en el cielo de la boca. “Un hermoso y épico partido” dicen por la telecaca los que cobran por decir esas sandeces. ¿Bello partido y hasta el minuto setenta no intervino uno de los porteros para detener una pelota con peligro? ¿Sensacional un partido en el que tras 120 minutos de jueguecito leñero sólo hubo 8 remates a portería ¡entre los dos equipos!, seis paradas ¡entre los dos porteros! y 179 balones perdidos en total, fruto de tanto buen juego y tino? ¿Dónde está lo sublime, que no lo veo? ¿Dónde lo épico, dónde el éxtasis? Será que en el futbolín, como en la vidorra o vidilla misma, cada cual ve lo que quiere ver. Don Mou saliendo del banquillo como un poseso cuando el árbitro sanciona con falta un pisotón de un jugador de su equipo. Don Pep tirándose de los pelos por un gol anulado a los suyos en claro fuera de juego. Debería ser obligatorio que los partidos de fútbol los patrocinasen las ópticas, incluyendo de regalo unas gafas de cien mil aumentos para cada aficionado, entrenador y periodista forofo. A ver si así algunos se enteraban de lo que ocurre realmente en el terrenillo de juego.

En esas, cuando ya pensábamos que aquellos jugadorazos (los mejores del mundo en la mejor copa del mundo del mejor país del mundo y tralará tralarí…) eran incapaces de meter un gol ni con el culo, llegó Cristianito Ronaldo, se elevó como si fuera a levitar y dio un cabezazo magistral, de esos que le meten a uno en los libros de historia. Poco importa que todo fuera fruto de la casualidad: la vida es azar, que dijo un santo varón hace la tira de años. Un centro  del argentino Di María a ver qué sale, el portugués que anda por allí esperando al destino, la pelotita que llega diciéndole “cómeme” y él que salta y la mete entre dos postes virginales situados entre Pinto y Valdemoro. Delirio por acá, abatimiento por allá. Un gesto tan nimio, tan poquita cosa  (¡qué es sino dar un cabezazo a un balón de cuero!) y millones de posesos gritan “Ah, oh, sí!, no!, gloria, infierno”. Hasta en Libia y Afganistán celebraron el golete, tiene bemoles la cosa. 

Por fin acaba el circo. Cada mochuelo a su olivo, los perdedores recogen una medallita de la Virgen de la Consolación, los ganadores se dedican a dar saltos como saltimbanquis y  las autoridades estrechan las sudorosas manos de los gladiadores, envidiándoles su popularidad. Mientras estuvieron corriendo por el césped el país (14 millones de hipnotizados, según los estadísticos) se olvidó de insultar a quienes lo representan en capitales, ciudades, pueblos, cortijos y villorrios ejerciendo el oficio más viejo del mundo: la política. Los aficionados regresan a sus ciudades respectivas en espera del tercer round, que amenaza con paralizar completamente al país.  Quiero  decir, paralizarlo aún más de lo que ya está paralizado por la crisis y la mangancia. El filósofo Pep consuela a los suyos con una verdad de Perogrullo: “La vida no es ganar siempre”. Agraciado él que gana algunas veces porque hay millones a los que la vida sólo depara una derrota tras otra. Don Mou, como se salió con la suya, no dijo ni mu. Por si las moscas, ya lo había dicho la víspera: “La gente de mente pequeña y mediocre siempre está en mi contra”. Que le den el Nobel de la Soberbia. No tiene competencia.

Luego, ya en Madrid, subidos al carro de los vencedores, el Ilustrísimo Señor don Sergio Ramos hacía una más de las suyas (¿este chico qué come?) y se le caía la copichuela entre las ruedas del autobús merengue. Tanto soñar, pelear, sudar y combatir por el famoso copón y ahora estaba ahí abajo, en el asfalto, semidestrozado. Por la fuente de Canaletas los culés debían estar partiéndose de risa. Más vale así que estar de morros toda la semana hasta que llegue la revancha.

Al día siguiente, a plena luz del día, con la resaca de millones de copas de cerveza y un copón malherido, leo una genial frase de Rafael Amargo, en el torneo Godó de tenis: “El fútbol son 22 tíos con una pelota y el tenis es un tío con dos pelotas”.  No es para tanto hombre…  Y la prensa deportivesca, a la que tenemos ojeriza, a lo suyo:

MARCA Y AS, con su Madrí del alma: “¡Campeones!   
MUNDO DEPORTIVO Y SPORT, con su Barça del corazón: “¡A por la Champions!"

Colorín: Ser novia famosa de un jugador del Madrí o Barça tiene premio. De insultos, se entiende… Mestalla estuvo lleno de ellos, por ambas partes. Hay amores que, además de ciegos, deberían ser sordos…

Colorao: el árbitro. El auténtico héroe del partido. El ser puro y virginal al que todos quisieron llevárselo al huerto.

Este cuento se ha acabao…

20 de abril de 2011

LA CANALLESCA TAMBIÉN JUEGA

Como no son prensa seria (ni responsable), cada cual intenta desestabilizar al rival con los medios que tiene a su alcance. A los ojos de una persona normal tienen menos credibilidad que Zapatero creando empleo pero su público son los forofos, esos que ni piensan ni padecen, esos que se tragan lo que les echen.

* Diario Marca del Real Madrid: "Piqué dio la nota en el túnel de vestuarios".

* El Mundo Deportivo del C.F. Barcelona: "Ronaldo: si no fuera por mí estaríais a 20 puntos del Barça".

Y, por si fuera poco, los tontos útiles e inútiles del himno. ¡La madre que los parió a todos!

19 de abril de 2011

EL TETRACLÁSICO: MUY IMPORTANTE

Leo en la prensa que los cardiólogos temen un aumento de infartos por los Madrid-Barça que nos traemos entremanos. Ya es tontorrón morirse, pero hacerlo porque no has sabido aguantar la presión de un partido que se repite más que el ajo, es para nota.

17 de abril de 2011

PRIMER BARÇA-MADRID: LA TONTERÍA.

Como era previsible, la mayor tontería tras el primer Barça-Madrid se publicó en el boletín oficial del equipo merengue. Tampoco estuvo mal el diario AS, el otro boletín oficial: "Con diez mejor que con once". PUES VALE, PUES QUE JUEGUEN SIEMPRE ASÍ, CON UNO MENOS. ¿Qué habrá pensado Mourinho de estas tonterías de los periódicos de la casa?

MOU: "Estoy cansado de jugar contra el Barcelona con uno menos". 

Alguien necesita un aclarado...

16 de abril de 2011

EL MEJOR CHISTE SOBRE LOS BARÇA-MADRID

Idígoras y Pachi, diario SUR, 16 de abril.

3 de abril de 2011

UNA MANITA


1-0 : ESA PRENSA SECTARIA

En los años de vida del Arco le hemos dado estopa de vez en cuando a la prensa deportivesca española. Por sectaria y propagandista.  Nos hemos reído tanto de ella, que le debemos algunos de los momentos más gratos de los últimos tiempos. Probablemente no sea muy diferente a la existente fuera de España pero resulta alentador que algunos ya empiecen a sacarle los colores al AS, Marca, Sport y EL Mundo Deportivo fuera de nuestras fronteras. Aquí hay un enlace a un articulillo de Sports Illustrated, que no es moco de pavo dentro de las publicaciones deportivas mundiales. Como el articulín está en inglés le he pedido al Ardilla (que habla y escribe fatal en cinco idiomas) que me lo traduzca. Tras ello se ve que el articulista ha llegado a la misma conclusión que el muá, sólo que mucho más tarde: “los cuatro principales diarios deportivos españoles no tienen objetividad alguna pues unos son pro-Barça y otros siempre están a favor del Real Madrid. Son diarios fanáticos y manipuladores. Y no tienen reparo alguno en que así se les vea. Es más, ganan en ventas cuando se les ve mejor el plumero. Se han convertido en medios de propaganda, no periódicos”. Lo que no dice el articulista es que a estos cuatro diarios habría que sumar las televisiones y radios. Eso sí, algunas intentan mantenerse en la equidistancia: son al mismo tiempo del Madrid y del Barça porque para ellas el resto de los equipos no existen por sí mismos sino en función de aquellos.


2-0 : ESOS TÍOS DEL DESPACHO

La semana pasada el atleta Sergio Sánchez tuvo un calentón en la radio y por su boquita de piñón salieron palabras muy gruesas contra el Consejo Superior de Deportes y el ya ex jefe de la cosa, un tal Lizzaqué. Sus razones personales tendrá para decir lo que ha dicho pero me quedo con el meollo de la cuestión, al que doy credibilidad: las autoridades deportivas apuestan por un atleta extranjero en detrimento de los españoles, se le nacionalice por la vía rápida, se le pagan sus gastos mientras a otros españoles como Sánchez no y cuando se le pilla con las manos en la masa del dopaje se le levanta la sanción muy sospechosamente.  La Federación Española de Atletismo le ha abierto un expediente disciplinario al atleta criticón (aquí sólo se acepta la libertad de expresión ajena cuando es para alabar) y el CSD critica que un deportista se meta con don Lizzaqué, uno de los suyos hasta hace unos días. Encima, con todo el morro, tilda a Sergio Sánchez de “racista y xenófobo”. Desde aquí brindo un calificativo a Sergio para que se defienda de estos mariachis. Uno que les viene al pelo: parásitos.

3-0 : ESOS NOSTRADAMUS DEL FUTBOLEO

Ha sido muy comentada la bravuconada del presidente del Barça, un tal Rosell, por predecir un cinco a cero a favor de su equipo en la próxima final de Copa contra el Madrid. Si es que son como niños. Llegan a los despachos, se sientan en el sillón, les aplauden los palmeros de turno (prensa y aficionados) y les da por sentirse Nostradamus. Cinco a cero… Como si Rosell fuera el que mete los goles en el campo. ¿Y qué argumentos científicos dio para vaticinio tan redondo? ¿Se apoyó en la ley de Newton, el teorema de Pitágoras o las leyes de Kepler? No, simplemente dijo lo que le salió del níspero y los periodistos lo publicaron porque estos publican cualquier tontería. Luego don Sandro ha pedido disculpas, cosa que le honra. En cambio, mire usted, el señorito Mas (el muy honorable president de la Generalitat)  dijo tras Rosell que él firmaba un cuatro a cero pero como es un político y estamos muy acostumbrados a oír a los de su profesión decir las mayores gilipolleces,  nadie le ha pedido cuentas ni disculpas públicas. Don Mas debería llamarse don Menos.


4-0 : ESA HISTORIA QUE SE VENGA

La Historia se escribe con renglones torcidos y, tarde o temprano, acaba tomándose la revancha. Había puesto Mourinho de vuelta y media al entrenador Manuel Preciado del Sporting de Gijón allá por noviembre cuando aquel le acusó de tirar un partido contra el Barcelona. ¿Se acuerdan de la respuesta tan diplomática de Preciado? Razón no le faltaba aunque quizás podía haber sido más educado y fino usando sinónimos e ingenio. Luego, don Manuel estuvo a punto de ser defenestrado de su puesto porque el Sporting no funcionaba pero, ya digo, la Historia sabe montárselo bien. Preciado fue salvándose por los pelos, el equipo remontó y ahora está en una posición más o menos desahogada. Su última hazaña ha sido ganarle al Madrid de Mourinho en el propio Bernabéu, haciéndole perder prácticamente la Liga al equipo merengue, además de romper una increíble racha de don Mou: 9 años y 150 partidos sin perder en casa. Ahí es nada. Hay venganzas que la Historia sirve cuando menos te lo esperas. Así que, si el entrenador luso es inteligente (que se le supone) aprenderá de ahora en adelante a hablar poco y, sobre todo, a soltar  menos cosas grasientas por su boca. Al menos, al final del partido, tuvo el detalle de felicitar a Preciado por su victoria.

5-0 : PATRONOS CON MUCHO MORRO

La semana pasada transcurrió en un “vivo sin vivir en mí” por culpa de la mayoría de los patrones de la Liga de Fútbol Profesional. Pretendían hacer huelga de estadios. Las razones, las de siempre: la pasta. Gastan más que ingresan, tiran el dinero a espuertas, andan con el agua al cuello por su mala cabeza y sólo se les ocurre llamar a las puertas de papá Estado para que les dé más parné. Quieren que no haya partidos en abierto, como si por emitir tales partidos no cobrasen ya su buen dinerini. Y que las quinielas aumenten su contribución a los equipos. Y otras cosas inconfesables, claro. En otras ligas europeas se lo montan mejor pero en Spain es que tenemos los patrones que tenemos y así nos va. Al final, en el colmo de los despropósitos, una jueza tuvo que impedir el paro patronal. Los mismos que afirmaban no hace mucho –ante una posible huelga de los futbolistas- que no había posibilidad de retorcer el calendario, cambiaron cínicamente las tornas y ahora el calendario podía soportar perfectamente el paro. Es que tienen un morro… Y ahí siguen, luciéndolo.

  © Blogger template 'Greenery' by Ourblogtemplates.com 2008

¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).