22 de diciembre de 2008

DESCANSILLO


19 de diciembre de 2008

FUTBOLISTAS EN LAS PÁGINAS DE SUCESOS

 
En cuestión de días han sido noticia en España tres futbolistas, no por cuestiones profesionales si no extradeportivas. Concretamente, por tener la mano y la lengua muy largas. La cosa habrá de sustanciarse en sus justos términos por la vía de los tribunales pero hasta que se produzcan las pertinentes sentencias nadie les va a quitar el sambenito de ir por el mundo creyéndose los reyes del mambo.

* Sergio Ramos ya ha sido condenado en firme por un puñetazo que arreó a un periodista. Este ha manifestado que “Ramos estaba rodeado de jóvenes muy guapas cuando me pegó un puñetazo. Yo sólo le pedí permiso para grabar unas imágenes y mira cual fue su reacción, supongo que para chulear delante de la gente que se encontraba en el lugar”. Cuentan las crónicas que el futbolista ni se presentó al juicio. Pa qué…

* Lo de Victor Valdés ocurrió en un cine. Todo empezó cuando su acompañante femenina, en medio de la peli, encendió un cigarrillo. Un espectador quisquilloso le debió recordar que no se fuma en ciertos lugares o que le molestaba el humo. El caso es que afirma haber recibido un puñetazo en la cara sin mediar palabra y que posteriormente aquel tipo remató la jugada  abalanzándose sobre él, lo que requirió la intervención de los acomodadores y otras personas que estaban en la sala. El violento del cine resultó ser –oh sorpresa- el afamado portero del Barça, quien fue retenido por los espectadores hasta que llegó la policía.

* El tercer rompepelotas pillado en plan poco cariñoso con el personal ha sido el defensa colombiano del Sevilla Aquivaldo Mosquera, quien amenazó a un periodista del diario AS con estas bellas palabras: "Si sigues escribiendo así de mí te va a pasar algo peligroso". La amenaza se produjo delante de numerosos testigos, incluido el delegado del Sevilla, cuya rápida mediación impidió que el incidente fuese a mayores.

Ya hemos escrito alguna vez en el Arco que bastantes afamados futbolistas deberían cuidar sus formas dentro del terreno de juego, donde suelen dejar bastante que desear en cuanto a educación y respeto hacia el rival y el público que paga. Hasta hemos reclamado que a algunos los envíen a la escuela por la tarde como medida profiláctica ya que ganan demasiado dinero y tanto tiempo libre invita a la excesiva relajación. Ahora, de seguir la epidemia de Ramos, Valdés y Mosquera, va a ser cosa de que estos tipos –si es cierto lo que sus  agredidos han contado, que en el caso de Ramos ya se da judicialmente por probado- reciban una severa reprimenda en sus puestos de trabajo y en el ámbito público. Queremos deportistas fuertes, sanos y bien educados y si no saben aguantar la presión, que se dediquen a la petanca; si no saben controlar sus instintos “asesinos” (que al parecer les vienen muy bien para el fútbol), que aprendan a distinguir un estadio de un bar, un cine o un hotel; y si no entienden que así no se puede ir por la sociedad civil, que los metan en vereda educándolos convenientemente sus clubes respectivos que son –a la postre- los que les han subido al embarrado pedestal de idolillos de multitudes. 

16 de diciembre de 2008

¡SE ACABÓ LA LIGA!

 
El fin de semana pasado sabía que asistiría a un funeral futbolístico. Y como no quería perderme la lúgubre ocasión, me puse mi terno de luto que guardo para las tristes ocasiones, aflojé los músculos que provocan la risa y con un rictus de pesadumbre y congoja fingida me senté ante el LCD dispuesto a enterrar la Liga 2008/09. Allí, en la pantalla de colorines de la Secta, empezaron a deambular las huestes del Barcelona y el Real Madrid. Las primeras dispuestas a amortajar al moribundo y las segundas con la ilusión de seguir vivitas y coleando durante, al menos, unas semanillas más.

El Puñetas sabía que aquella lucha sin cuartel iba a finalizar en funeral. Media España lo esperaba y la otra media –descastada- andaba ajena al dramón esperable. La prensa ya había dictado sentencia antes del partido: si gana el Barcelona, Liga finiquitada. Durante algo más de 80 minutos pareció que los sabios agoreros tendrían que envainársela, pero finalmente se hizo la luz y el Madrid la palmó por 2 a 0. Dos goletes que certificaban la defunción de la Liga. Ya tenemos un ganador y quien no se lo crea es un tonto de capirote. Con 12 puntos sobre el equipucho merengue, la fiesta se acabó. Sobra toda la segunda vuelta y las jornadas que aún restan de la primera. Los que entienden de estas cosas (gracias a profundos estudios universitarios, amplísima sabiduría popular y mágica visión del más allá) saben que el equipón de Guardiola será campeón de Liga. No hay tu tía. Así que de ahora en adelante todo será la crónica de una victoria anunciada. Si es que ni deberían celebrarse algunos partidos: que el Barça se dedique en cuerpo y almeja a la Champion, a ver si este año consigue el ansiado doblete.

Ya se sacarán de la manga algunas triquiñuelas que mantengan el cotarro vivo y emocionante, a pesar de la falta de intriga por el final cantado y previsible. Todavía quedan muchos conejitos y conejitas en la chistera, pero que nadie discuta que ya tenemos al campeón. Lo han dejado escrito, radiado y televisado las grandes lumbreras de este país: esos periodistas deportivescos a los que les sale hasta por las orejas la lucidez más acojonante, la sabiduría más impepinable, la videncia más deslumbrante. Ya digo, según ellos, la Liga ya tiene dueño. Habrá que creer a estos enteradillos. Aunque yo –racionalista empedernido- me fiaría más de las puras y simples matemáticas que, como el algodón, no engañan. 

13 de diciembre de 2008

ARTÍCULO INTERRUPTUS

Lleva el Puñetas más de una semana tratando de enjaretar un precioso cuentecillo sobre ese Ministerio de los Deportes que don Zapa quiere tener próximamente en su gobierno. A ello ya le ha dedicado el Espectador un sabroso sopapo. Y, la verdad, es que uno ya tenía el primer párrafo perfectamente construido. Así:

“Dios mío (con perdón): con lo tranquilitos que estábamos algunos y llega don Zapatero, presi del gobierno de España, recibe a los dicharacheros chicos de la Copa Davis hace unas semanas y promete que pronto habrá un Ministerio del Deporte. ¡La que se va a liar! El personal es capaz de transigir que los gobernantes sean unos zoquetes en Economía o que en Educación no sepan leer ni escribir, pero de lo que el paisanaje nunca va a pasar es de quien esté al frente de un  Ministerio tan capital. Lo van a mirar con lupa. No sabe el bueno de Zapatero en qué jardín se va a meter. La primera consecuencia será  la necesidad imperiosa de crear otros 17 mini-ministerios (uno por cada Autonomía) pues cada cortijillo tiene sus especificidades y perendengues propios: a unos les pirra el hockey sobre patines, a otros el levantamiento de piedra, a otros la caza del percebe, a los sureños el salto de la rana, a los del centro el juego de bolos, etc. Y eso, naturalmente, sólo podrá ser promocionado y dirigido por el personal que lo vive y siente hasta la médula patria. O sea, por el personal de cada reino de taifas. ¡La que nos espera!“

Pero… ahí se me acabó la inspiración. Han pasado los días, he intentado encontrar otro párrafo para la finalización del artículo, pero que si quieres arroz, Catalina. Ná de ná. El cerebro se me ha quedado en pelota picada. No logro escribir una frase, ni redonda ni longitudinal. Parece que alguien me haya echado un mal de ojo. ¿Será la CIA, el CNI, la prensa deportivesca que se frota las manos con la promesa ministerial o, sencillamente, es que el Puñetas es humano y ha entrado en crisis creativa? Estoy intrigado, preocupado y hasta acojonado. ¿Y si la mente y la tecla se me han quedado en blanco y las próximas entradas se las tengo que encargar a un negro? ¿Qué me ocurre, doctor? ¡Soy incapaz de pergeñar cuatro letras sobre el futuro Ministerio de Deportes! ¿Habré llegado ya a mi nivel de incompetencia? ¿Se me habrán acabado las pilas y tengo que volver al aceite de hígado de bacalao y a la lata de Acuarius? ¿Estaré enamorado? ¿O sencillamente es que es muy difícil escribir sobre la NADA?

¡Otras, Pedrín! ¡¡¡ Acabo de descubrir lo que me pasa !!!

PD:  Por si acaso, si algún amable lector está algo más iluminado que yo, le invito a proseguir con un estupendo y crítico párrafo, tras el mío de más arriba. Le estaría eternamente agradecido. (Ojo, no vale pedir dinero). 

9 de diciembre de 2008

DEPORTES QUE AGONIZAN


Este bello cuento chino es parte de una colaboración con El Espectador, escrito por la Aguja.

Aquel sacerdote vestido de joven deportista, chándal blaugrana y pantalón blanco, llamó decidido a la puerta del palacete, cuyo letrero iluminaba la vacía y oscura calle: “Ministerio de Deportes – Gobierno de España”.

-Buenas noches. ¿Es aquí donde se requieren mis servicios?
-Pase, don Lizza le está esperando.

El cura, con paso presuroso, traspasó el umbral de la chirriante puerta y en cuatro zancadas (se notaba que físicamente estaba como una moto) entró en el despacho del Ministro de la Cosa.

-Siéntese un momento, mosén. Le hemos requerido urgentemente porque, como ya sabrá por la Biblia y por la Constitución, las crisis se presentan de improviso y sin llamar. Trabajamos para evitarlas pero, cuando menos se las espera, zas, las tenemos encima de nuestras carteras. Recuerdo la última, aquella del trienio 2008-2012, que fue especialmente dura. Acabó con escuderías, clubes de fútbol, equipos de baloncesto y por poco acaba con nosotros. Menos mal que luego llegaron los buenos tiempos y nos pillaron aquí, en el Ministerio, donde siempre tenemos calefacción y agua corriente. Las penas, ya se sabe, con pan son menos. Pero no sé porqué le cuento esto, padre. Dígame a qué ha venido…
- Usted sabrá, mister. El obispado me ha dicho que viniera corriendo a la calle del Tribulete nº 7 donde decían, textualmente, que hay varios deportes en estado moribundo, agonizante y que deberían palmarla con la bendición apropiada. Corría mucha prisa, al parecer, y han solicitado mis servicios. Por si no lo sabe soy record mundial en los 400, 800 y 3000 metros en las últimas Olimpiadas Religiosas organizadas por el COI y la ONU, en colaboración con el Vaticano. Explíqueme concisa y brevemente el estado de la cuestión, quiero decir, de la agonía.
-Le agradezco su prontitud. Francamente, le esperaba para mañana por la mañana dada la tranquilidad de ánimo y espíritu con que ustedes se toman estas cosas. Más o menos como nosotros… Pues verá: tenemos varios deportes que están de capa caída desde hace lustros y hoy ya han dicho basta. No tenemos fichas federativas ni bicho ambulante que los practique. Se han convertido en muertos vivientes y es hora de darles el finiquito espiritual. La gente ya no los practica porque no dan dinero, necesitan ímprobos esfuerzos y sacrificios y no hacen famoso ni rico al que los cultiva. Son deportes que ya no cuentan con personal federado. Se practican sólo por algunos locos de atar, en plan popular y dominguero. Ya no son negocio ni dan que hablar. Le hablo del atletismo y de la natación, en todas sus modalidades. Le hablo de la gimnasia y de la pesca (por falta de peces: todos están ya pescados). Me refiero a la esgrima, al ajedrez (el personal se cansó de pensar) y, en general, a todos los deportes individuales o de equipo con pocos componentes.

-Sí que es grave el asunto, sí. Ya sé que al atletismo profesional (si ya lo dijo en 2008 aquel presidente que duró tanto tiempo en la Federación, un tal Odriozola) nadie se dedica salvo un servidor y unos cuantos locos más, que lo practicamos sin oficio ni beneficio, salvo el divino. Pero yo pensaba que la natación sería otra cosa…
-La gente se aburre metida tantas horas en el agua. ¡Si al menos fuera cerveza! –dicen algunos. Comprenda que eso sería un sacrilegio…-replicó don Lizza, el ministro. Ha desaparecido ya la hípica (por falta de caballos y de caballeros). También los deportes de rítmica, demasiado violentos. No digamos los de lucha: nadie quiere que le rompan la cara por cuatro euros y sin Seguridad Social que corra con los gastos de la cirugía estética. Todavía, aunque muy viejecitos, vegetaban algunos atletas y nadadores. Ayer se murió el último practicante que aún nos quedaba en los 3000 metros obstáculos. Tenía el pobre la friolera de 84 años: un obstáculo insalvable. Ya me dirá: si no hay nuevas generaciones que tomen el relevo, nos vamos a la miseria. Yo mismo llevo en el Ministerio -que se sacó de la manga don Zapatero, actual presidente de los EEUU- más de 20 años y cada día que pasa tengo menos gente y deportistas a mi servicio. Van cayendo como moscas. El fútbol, sin ir más lejos, con aquella funesta crisis se convirtió en un deporte de elite al que sólo llegaban deportistas de fuera. Nuestra gente acabó por hartarse de tanta pelotita. Le llamaron la burbuja futbolera. Un día explotó de aburrimiento y ya sólo acuden a los estadios los nostálgicos y los turistas. En este país, sabe usted, le damos bastante al pendulazo…
-Sí, dígamelo a mí, que un año soy reclamado por todo el mundo como si fuera un artista de cine y al siguiente me corren a gorrazos. Pero dejémonos de cháchara y veamos a los agonizantes para extenderles la extremaunción. 

El viejo Ministro y el joven Cura salieron del despacho consolándose el uno al otro, ojos llorosos y moco tendido. Abrieron la puerta del estadio polideportivo que había anexo al Ministerio y, desolados, comprobaron que allí no había nadie. Por no haber no se veía ni a los ácaros del polvo. El sacerdote sacó de su chándal un bote de cristal lleno de agua de Lanjarón (una bendición para quien pudiera pagársela), lo abrió y esparció el líquido consolador por todas las dependencias. Se podía cortar el silencio. Aquel momento era histórico. Unas gotas de H20 cayeron sobre la pista de carreras, sobre la vacía piscina, sobre el parqué del gimnasio. 

-Todo tiene su principio y su final –habló el sacerdote con voz emocionada-. Tantos esfuerzos en el siglo XX para acabar en esta desolación en el XXI. Menos mal que unos deportes mueren y otros nacen, como la cría del salmonete. Don Lizza, le acompaño en el sentimiento. Son 50.000 euros y la voluntad.
-Voluntad tengo mucha, amigo, pero euros ninguno. Don Zapatero creó el Ministerio y no lo dotó de presupuesto. Pese a ello, así hemos llegado hasta aquí, gracias a Dios. Permítame darle un abrazo por su generoso esfuerzo y tiempo.

Se fundieron en un solo hombre. El silencio siguió cortándose como si fuera una rodaja de salchichón. Más de un siglo de historia finalizaba en esos momentos, modesta y oscuramente. Sólo nosotros estábamos allí, escondidos tras una puerta, para presenciar el dramático momento. Para que luego digan que los chicos del AS no sabemos estar a la altura de la historia… Y ahora les dejamos con nuestra chica, lo único importante del periódico.              

                                                          

7 de diciembre de 2008

EL PRESO POLÍTICO DEL OLYMPIQUE DE MARSELLA

 
Sabemos que la Justicia en España (fiel reflejo de la desnortada casta política que padecemos, pues no en balde quienes hacen las leyes no son los jueces si no los políticos) es imprevisible: lo mismo te cae un año de separación de tu hijo por darle una bofetada que te dejan libre tras matar a un chaval. Conociendo a su máximo representante, un tal ministro Bermejo, al que se le da mejor la caza del jabalí que la cosa de su departamento (pese a lo cual afirma el camarada que tenemos la mejor justicia de la Historia, je, je, perdón pero es que me entra la risa) a nadie puede tampoco extrañar que enfrentarse a ella sea algo parecido a jugar a la ruleta rusa: nunca sabes por donde te saldrá el tiro.

-Coñe, Puñetas, a los deportes, por favor.

Todavía hay gente que piensa que el deporte está en el limbo, que es cosa de otro planeta, que todo es cuestión de batir un record, de meter un golete en la otra portería o de dar pepinazos a una bola. Eso era antes. Ahora cualquier noticia o asuntejo deportivesco está más relacionado con la economía, la justicia, la política, la psiquiatría o la tontería que con lo estrictamente deportivo. Por ejemplo: se celebra un partido de fútbol. Digamos entre un equipo español y otro francés. El encuentro es de alto riesgo no porque los jugadores jueguen a hachazo limpio si no porque las aficiones respectivas se tienen ganas. Los franchutes llegan a nuestro país con ansias de juerga y jarana. Hay que meter tropecientos policías en el campo, pagados entre todos los ciudadanos, para mantener controlados a unos salvajes que no se sabe de donde sacan los cuartos para viajar, hospedarse y entrar en los campos de fútbol, aunque suponemos que alguien les paga a cambio de algo. Pese a todo se arma el follón. Luego interviene la organización mamarrachera que organiza el  invento (y que obtiene pingües beneficios) diciendo que la policía se extralimitó en la represión y que no saben ser profesionales. No la paga de su bolsillo y, encima, pretende dar lecciones de cómo tienen que actuar los maderos. Tienen un morro que se lo pisan. Punto y aparte.

Al cabecilla matón de la afición marsellesa se le enchirona porque ha sido pillado con la silla entre las manos y otras cosas peores. Todo con la loable intención (en parte alcanzada) de partir la cabeza a algunos policías. Los hinchas franceses exigen la liberación de su líder, al que basta ver en imágenes para darse cuenta del coeficiente mental que alberga en su sesera. Amenazan con matar a aficionados atléticos en el partido de vuelta si no se le suelta pronto. Y a todo esto, ¡estamos hablando de deportes, claro! La UEFA se lava las manos, como Pilatos. Y en éstas que la justicia española, con una celeridad inusitada, dicta sentencia sobre el pájaro del Marsella: tres años y seis meses de cárcel. El amigo, sus compadres y los abogados defensores ponen el grito en el cielo porque imaginaban que los jueces españoles se la envainarían con el hincha, dada la proverbial manga ancha que lucimos por estos pagos. Lo que no esperaban es que, de vez en cuando, la manga se estrecha hasta el ahogo más risible. No sólo no han dado unos besitos en salva sean sus partes al golfo marsellés (que, ya me lo imaginaba, también tiene una venilla cainita española) si no que lo han mandado a lanzar escupitajos durante una temporada a Alcatraz o como demonios se llame su futuro hotel (con oferta permanente del gratis total, que eso siempre consuela mucho).

Los gabachos menos civilizados, claro, se han enfadado cantidubi y han soltado por su boquita de piñón lo que no está escrito: la traductora era una inútil, el fiscal se dormía, los jueces son unos vanidosos y España es una vergüenza. Todo esto se lo podía haber ahorrado el Santos Mirasierra de las narices –que así se llama el gamberro condenado por "un atentado contra los agentes de la autoridad"- si se hubiera quedado en casita viendo el partido por la tele. Ir a tocar las narices a la casa del vecino es de muy mala educación, sobre todo si es policía. Pero lo peor de todo es que a este impresentable (como los miles de aficionados ultras de los dos clubes y de otros) lo van a convertir en mártir. El futuro que se le presenta será glorioso: teles, prensa, homenajes, libros biográficos y –quizás- hasta rodar una película… Porque, como dijo su abogado (otro impresentable), “Santos es un preso político”. ¡Coño, qué bajo ha caído la política!

Vaya desde aquí nuestro desprecio más glorioso hacia la gentuza (son pocos pero arman mucho ruido y nos cuestan bastante dinero) que usa el fútbol para satisfacer sus neuras filonazis y psicopáticas a cambio de “apoyar” con vandalismo puro y duro a “su” equipo. El día que empiecen a entrar en la cárcel ciertos dirigentes demasiado comprensivos con estas acémilas -tan comprensivos que a algunos los tienen en nómina- quizás será cuando se ponga la primera piedra para acabar con la violencia gratuita y la estupidez supina que reina en algunos encuentros furboleros.

-Vaya, Puñetas, te has quedado descansando…
-En la gloria, amigo, en la gloria… El infierno se lo dejo al Mirasierra y a sus colegas de otras nacionalidades, incluyendo la española. 

PARA PROFUNDIZAR EN EL TEMA

1. La violencia en el fútbol.
2. El juego de la violencia verbal en el fútbol
3. Agresividad y violencia en el fútbol.

4 de diciembre de 2008

A VECES... HASTA TENEMOS RAZÓN

Allá por septiembre de 2006 provocaba dimes y diretes un video televisado en el que se hacía publicidad política y deportiva sobre las selecciones catalanas… usando imágenes de niños y contando una bella historia que mereció entonces la repulsa del Puñetas. “Usar a los niños para campañas políticas es una obscenidad” –escribíamos, indignados un poquito. Aquel artículo se tituló “Una nación, una selección y los niños en medio”. Más claro, el agua de Fontvella.

Hoy, tras algo más de dos años, el Juzgado Contencioso-administrativo número 9 de Barcelona ha fallado –con la celeridad que caracteriza a la justicia española y catalana- que dicho anuncio “incita a la discriminación" entre los menores y fomenta conductas contrarias a la convivencia, la solidaridad y la igualdad. Además, el spot es de carácter político, limitado por la legislación. Por ello, ordena su retirada definitiva.

Para celebrar que, sin que sirva de precedente, nuestras tesis se ajustan también a derecho (hoy se nos ha subido el ego a la parra, y va a costar horas el bajarlo), aquí va una retrospectiva del asuntejo.

a)    La noticia de ahora: 4/12/2008
b)    El artículo de entonces: 26/09/2006
c)    La moraleja. (Viñetilla de abajo)

2 de diciembre de 2008

MALOS TIEMPOS PARA LA LÍRICA, TÚ

Me pide el compi del Puñetas que escriba hoy el articuli del Arco, que él anda con la moral por los suelos desde que el Presi Zapatero dijo que va a montar un Ministeri de Deportes. Así que, cuando he acabado el currelo, he subido a las oficini del taller y me he echao el teclado a la cara  a ver que sus cuento, beibis. La cosa no está para alegrías. Mientras que el Baloncini de Oro se lo han dado al Cristiani Ronaldo, el engreído, a los nuestros los han dejao como una ristra de ajos, todos seguidos: tercero, cuarto y quinto. Claro que peor es lo del Valencia que anda con telarañas en la caja fuerte, viviendo de la caridad de los bancos hasta que estos han dicho que nanai, que no le dan más pasta gansi. Lo mismo tiene que vender al Villa o al masajista para poder ganar algo de liquidez, tú. O sea, de pasti y de dineriti.

Peor lo tiene mi tito Clemente, que entrena al Murcia desde el pasado 6 de marzo y de allá pacá sólo ha ganado 5 de los 26 partidos jugados. Conociendo la alta estima que tiene mi titi  diría que está que echa las muelas, pero no lo cesan porque pa qué, con la crisis que hay y total, ya qué más da la Segunda División A que la Segunda B. Una letra más o menos… Pero como siempre hay quien anda peor que tú, ahí está mi Real Madrí, que pronto va a tener que ir a pedí jugadores a la Beneficienci. Todo el que puede se lesiona. No se sabe si es una epidemia o que los tíos pasan de todo. Dicen que al preparador físi le dieron el título en una tómbola. La gente, ya se sabe, es muy mal pensada. La Nati, la de la ofici, dice que de seguir así las cosas el Schuster podría reaparecer como jugador, melena al viento, que el tío todavía está potable. Como la gachí es también del Madrí nos tiene fritos a medio taller pues se le ha ido la alegría y esa frescura que dan los veintipocos años bien puesti que tiene. Como no levanten cabeza los millonari del Bernabéu se va a marchitar la florecilla del taller.

Esta tarde, cuando he subi a verla se estaba riendo, mira tú. Y es que el rubito del Michel Salgado le había hecho gracia al decí que hasta los nuevos fichajes del Madrí llegan lesionados. Yo que Calderon fichaba al Armstrong, el ciclisti que ha ganado siete veces el Tour de Francia y que regresa a sus 37 años. El abuelete sí que es duro de músculo y de pellejo y no esos chicos de nata que tiene el Madrí de mis amores y de la Nati. El colega del Cipote dice que habría que pagar a los futbolistas por el tiempo que jueguen en el campo y verías como se lesionaban mucho menos, que él cuando tiene torcedura del miembro virí y ha de reposar una semana sin hacer esfuerzos, no cobra más que el 10 % del salario bruto. Eso le pasa por ídem, claro, pero lo suyo no es mala idea. Al final van a acabar por hacernos caer en una profunda crisi, igualico que si el Real Madrid fuese la Sacyr esa de los cojini.



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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).