30 de septiembre de 2009

VIVO SIN VIVIR EN MÍ

Vivo sin vivir en mí,
y de tal manera espero,
que muero porque no muero.
(Sta Teresa de Jesús).
Anda el escribiente como la santa, salvando lógicamente las distancias de tiempo y creencias. Y es que estos últimos días de espera se me están haciendo eternos. Máxime con la presión mediática a la que soy incapaz de no sucumbir. Sí, sé que huyo de la realidad, como casi todos, pero eso es sano. Porque la apuesta merece la pena. Llevamos tantos años detrás de ella... Claro que a mí no me ha dado un duro ni me va a dar; muy al contrario, la cosa puede que me cueste (nos cueste) algún que otro nuevo pellizco impositivo del bolsillo, pero… ¡se les ve tan felices, tan ilusionados, tan, tan…!

Allá que se han ido hoy hacia el norte rico en busca de El Dorado. Cuatrocientos selectos representantes del deporte, la política y el famoseo. Cuatrocientos, que se dice pronto, gastando por un tubo con el dinero ajeno, aunque todo dispendio es poco si se consigue la gloria futura. No me pregunten quién paga eso porque es una pregunta algo tonta: pues usted, yo y el vecino. Como todos los sueños y todos los fracasos. Eso sí, las verdaderas ganancias se las van a llevar “ellos”. Y por eso se han ido todos allí, del rey para abajo. No se unen ni para evitar que la economía se vaya a freír espárragos o la educación salga de la cloaca, pero el acontecimiento futurible les une como amigos, a Zapatero y a Rajoy. Qué digo amigos, hermanos de sangre y leche. Y no somos los únicos. El gran Jefe del Imperio también acudirá a la cita “defendiendo” a su país. El que -por razón del cargo- no se arrodilla ni ante dios ni ante la historia, lo mismo baja la testuz estos días con tal de conseguir que su país resulte ganador de la nueva Tierra Prometida: las olimpiadas del 2016.

La palabra la tienen un centenar de caballeros, y algunas pocas caballeras: aristócratas, burócratas, antiguos deportistas, hijos de papá… Todos a sus pies, rey y emperador, incluidos.  No se sabe qué decidirán pues los gachones y las gachises son muy suyos y depende de cómo se levanten esa mañana. Cuentan los mal pensados –somos legión- que la cosa funciona más bien por enchufes, simpatías, afinidades nacionales, recompensas… Mas no importa, todos estamos rezando hacia la meca olímpica donde estos sacerdotes hacen su agosto todo el año. El CIO, el COI o el coño de la Bernarda del deporte ¿votarán por Chicago, Tokio, Río de Janeiro o…Madrid? Santa Teresa, Santa Teresa, que salga Madrid, por fa... ¡que si no vamos a coger una depresión de caballo y, algunos, hasta de elefante! Estoy que no duermo de tanta tensión como hay en el ambiente. Sabemos que somos los más guapos, divertidos y mejor preparados de los cuatro aspirantes, por eso no conceder a Madrid la candidatura olímpica de 2016 sería un gran palo, un enorme fracaso colectivo, un desastre que arruinaría la poca autoestima que aún nos queda en la entrepierna y que nos hace incapaces de salir a la calle a protestar por la crisis económica y el paro astronómico mientras que abarrotamos la plaza para mostrar una corazonada: Madrid será olímpico. Sólo por este bello y altruista gesto ya merecemos ser premiados. Sí, en eso estamos, pero que sea pronto, ya, mañana mismo, porque vivo sin vivir en mí con la tensa espera y los sordos rumores que corren de lado a lado: que si Río es el favorito, que si Obama viaja a Copenhague es porque tiene la seguridad de que va a ganar...  Que sea lo que dios quiera, o sea, el COI, pero ¡ya! No quiero estar en ascuas hasta el fin de semana.

Espero que se hagan realidad nuestras fantasías y que - por fin- nuestros mandatarios se dejen de rollos y cuentos y nos cuenten la verdad: cuánto nos va a costar el invento olímpico si al final nos lo conceden y cuanto nos ha costado la broma de presentar la candidatura en balde. Porque estas cosas tan oníricas, aunque luego se hagan realidad, cuestan un potosí. Como nos costó lo de Barcelona y la Expo del 92 o la del Agua reciente. Esos grandes acontecimientos a los que tan aficionados somos (venga pan y circo) no salen gratis ni se costean sólo con publicidad del Corte Inglés y Carrefour. Todavía está Montreal, 30 años después, pagando la deuda de sus olimpiadas del 76. Gran parte de las instalaciones chinas del último circo olímpico se están muriendo de risa dado su elevado coste de mantenimiento y el poco uso que se les da. Las cuentas del Madrid olímpico nadie las dice pero –conociendo al personal- hay seguridad absoluta de pleno al déficit, aunque los chicos de la antigua Filesa y los de la nueva Gurtel sabrán camuflar sabiamente las cuentas, tal como nos tienen acostumbrados desde hace años. Y no hablo del resto de la camada porque son tan catetos que sólo les preocupa forrarse en los feudos periféricos que controlan con mano de hierro.

Bueno, que me muero por saber si de una vez tengo que empezar a ahorrar para el dispendio que tendrá lugar en 2016, si los ricachones del COI tienen a bien concedérnoslo. Claro que hay otra visión más optimista de la misma cosa: los expertos de turno afirman que los efectos beneficiosos se prolongarán por lo menos hasta el 2015 y que la celebración atraerá a dos millones más de turistas. (Me encantan estos adivinos del futuro a cuyo lado Nostradamus era una colilla). Y, por supuesto, la imagen de Madrid y España se potenciará que no veas. Ante tan contundentes razones, y dado que como tales expertos siempre acaban equivocándose porque sólo dicen lo que quieren que digan quienes les pagan, sigo instalado en la duda metafísica, viviendo sin vivir en mí y muriendo por saber si de una vez los del COI nos abren las puertas con el chollo olímpico o nos dan con ellas en las narices. Sólo cabe esperar que si ocurre lo primero la broma no acabe de hundir nuestra maltrecha economía y, si pasa lo segundo, que los señoritos Gallardón y Zapatero –además del Borbón- se den por vencidos y empiecen a aplicar su sabiduría en las cosas de comer todos los días.


27 de septiembre de 2009

DOS FORMAS DE ENTENDER EL TABLERO Y LA VIDA



Han estado estos días por Valencia los dos monstruos vivos del ajedrez del siglo XX, muerto ya el mejor: Boby Fischer. Me refiero, claro está, a Anatoly Karpov y Gary Kasparov, conocidos enemigos del tablero y de la política, que mira tú por dónde –por esas jugarretas del destino- se han hecho un poco amigos y hasta se atreven a disputar un torneo de exhibición por tierras levantinas.

Los dos excampeones del mundo (hace ya 25 años que se enfrentaron por última vez) fueron referentes de un modo de entender el tablero -y por tanto, la vida y la supervivencia- bien diferente. Mientras Karpov basaba toda su estrategia en la solidez de sus posiciones, en el cuidado exquisito de la defensa y en no cometer errores (posicionamiento acorde con su conservadurismo personal y político en la vieja y retrógrada URSS), don Gary jugaba con el ímpetu del que quiere asaltar el palacio de invierno de su rival, con imaginación, rompiendo moldes ya trillados. Su inconformismo no estuvo sólo en el tablero de juego y, naturalmente, lo pagó caro aunque no todo lo que sus enemigos hubieran querido.

Mientras hoy Anatoly es un alto funcionario del nuevo régimen soviético, a don Gary le siguen dando más palos que a una estera pues es una de las caras más combativas de la oposición a ese nuevo-viejo régimen que vegeta en Rusia y alrededores. Precisamente Karpov tuvo el detalle de echar una manita a su viejo enemigo cuando a éste lo metieron en la cárcel no hace mucho. Por fortuna el ajedrez hace más amigos que enemigos y es lo que ha permitido que el funcionario se interesase por el activista. No es que ahora se dediquen a darse besitos en la boca (a lo que tan aficionados son los dirigentes rusos, o al menos, eran) pero han sido capaces –por dinero, también- de volver a verse las caras delante de un tablero. Lo de menos es que Kasparov haya barrido a Karpov: siempre fue mejor jugador. Lo importante es que el ajedrez, considerado como deporte, los sigue necesitando pues -coinciden en el diagnóstico- anda de capa caída por falta de grandes maestros, de cierto glamour y de unas políticas nefastas por parte de la FIDE y las Federaciones más importantes (la rusa, entre ellas).  Como juego de mesa –sin embargo- sigue siendo uno de los preferidos entre los que gustan de las batallitas y de estrujarse el cerebrín.

-Amigo lector, no crea que me he ido ya a freír espárragos. Antes quiero plantearle un problemilla ajedrecístico, si tiene a bien. ¿A que no sabe cual ha sido el mejor ajedrecista de toda la historia? ¡No me diga que no tiene ni idea! Pues, Moisés, hombre… ¡Hizo tablas con Dios! Pero descendiendo a terrenos más mundanos, hay quien piensa que el ajedrez “es el más grande desperdicio de la inteligencia humana después de la publicidad”  (Raymond T. Chandler) y quizás tenga razón, aunque el amigo Guevara, el Ché, además de un pasatiempo lo consideraba un educador del raciocinio, cosa que también es cierta. Como ve hay gente para todos los gustos, aunque el Puñetas se inclina más por la cosa jocosa, pongamos de un tal  Quevedo: “El hombre va como los peones: de casilla en casilla sin poder atrapar a la dama”.

24 de septiembre de 2009

BALONCESTO: ORO Y CIRCO



Puede presumir el Puñetas de haberse jalado todos los partidos de preparación para el Europeo de baloncesto de Polonia y todos los encuentros del torneo que disputó la selección española. Y ello no por presumir de españolidad ni por sano masoquismo ni amor infinito al baloncesto, del que suelo ver sólo los partidos clave de la temporada y siempre a partir del segundo tiempo. Tenía la corazonada de que algo iba a fallar y que los pronósticos de todos los vendedores de humo de la prensa deportivesca española -¡oro, la medalla de oro está garantizada!- iban a saltar por los aires. Entonces este juntaletras iba a salir en el Arco con el dedo acusador para tachar a dichos vendedores de pardillos, infumables, despreciadores de los rivales y engañabobos. Afortunadamente el oro cayó del lado de Gasol y compañía –me alegro por ellos, que se lo han sudado bien sudado- pero los bocazas se han llevado un buen susto. Quizás aprendan de cara al futuro, aunque no lo creo…

Los primeros partidos del Europeo fueron un desastre. ¡Este no es mi equipo, que me lo han cambiado! Sí, había lesionados, Gasol estaba todavía sin ritmo, las tácticas del nuevo entrenador parecían aprendidas con pinzas… Lo que iba a ser un paseo triunfal presagiaba un futuro más bien negro. Con la misma chulería con que anunciaron el oro muchos empezaron a escribir y hablar de fracaso, de rencillas dentro del equipo, de un entrenador no idóneo, etc. A los de la Sexta no les llegaba la camisa al cuerpo pues el negocio se podía venir estrepitosamente abajo si la selección no pasaba a la segunda ronda.

San Cucufato, patrón de la razón (por eso lo conoce tan poca gente), a consultas mías, me confirmó lo que intuía: faltaba rodaje en la competición, el líder del equipo todavía no estaba a punto y sobraba exceso de responsabilidad -¡no se podía fallar, el oro era pan comido, según los fulanos de siempre!-. Dado que los campeonatos baloncestísticos están organizados para favorecer la sorpresa con esas liguillas y cruces en cuartos de final, era previsible que si la selección recuperaba el ardor físico, el talento de Gasol y se reencontraba con el juego que siempre había practicado (una correosa defensa y un ataque sin complejos) lo mismo había tiempo para remontar. El hecho de que, aún jugando mal, perdiera por pocos puntos permitía mantener la esperanza de una mejoría. “Se vendrán arriba si llegan a tiempo, que yo creo que sí, y serán imparables porque son muy buenos y porque superar las dificultades iniciales les va subir la moral y la motivación a la estratosfera” –remató San Cucufato, al que había invitado a una cerveza celestial (“San Miguel”, claro).

Tras la victoria a Polonia, que garantizaba el pase a la segunda fase, los que vemos sólo lo que vemos y no lo que la cartera nos quiere hacer ver, lo tuvimos claro: el oro era posible. Y así ocurrió. Al final los jugadores españoles merecieron el triunfo que se les había escapado en ediciones anteriores. Eso sí, el susto en el cuerpo todavía les dura. El filo de la navaja de la eliminación estuvo muy cerca del cuello. Los deportivescos periodistos por fin pudieron sacar pecho y hasta hubo quien pudo borrar palabras decepcionantes y desesperanzadas pronunciadas o escritas unos días antes, cuando el oro parecía reducirse a vulgar hojalata. Eso sí, a Scariolo, el entrenador, muchos no le perdonan el susto inicial, responsabilizándole en exclusiva de él. Los hay desagradecidos y, lo que es peor, que no saben ni papa de baloncesto.

Luego, justo tras la ceremonia de la entrega de medallas, comenzó el circo. Ya no lo vi aunque me lo han contado y lo he leído. Las cámaras de la Sexta entraron en ese recinto sagrado del vestuario para que el personal viese cómo los jugadores celebraban su éxito. Mucha vulgaridad y nula intimidad. Más tarde vino la recepción del ministro de Deportes (el señor Zapatero) para felicitarles en persona y salir así en todas las portadas y telediarios del país y del mundo mundial. Hacía sólo un par de horas que los jugadores se habían bajado del avión pero el Presi no podía esperar ni un minuto para decir ante cientos de cámaras: “Habéis jugado de manera impresionante”, “Sois la mejor generación de baloncesto de la historia” y (mirando fijamente a los objetivos de los fotógrafos) “uno se siente orgulloso de vuestro saber hacer, de que llevéis nuestra bandera por el mundo”. El circo estaba ya en plena ebullición. Luego vendría el rey de la Zarzuela de Mariscos a repetir la jugada. No los recibió la oposición, el conserje del Congreso, los presidentes de las comunidades autónomas y Mortadelo y Filemón porque la cosa pasaría de castaño oscuro (los ciudadanos son ingenuos pero no idiotas, así que se aburren con tanta oficialidad). Eso sí, lo que no faltó fue el lindo show de Cibeles, con las actuaciones estelares de estos casos. Más circo. No es que el deporte sea una cosa muy seria pero igual que no me imagino a Joaquín Sabina en pantalón corto tirando un triple ante miles de espectadores, tampoco creo que tenga mucho sentido el numerito musical y chistoso que les hacen pasar a los baloncestistas subidos a un andamio. En fin, el circo mediático… con el negocio al fondo.

Eso sí, algunos por poco se enteran del triunfo de los chicos del baloncesto enfrascados en su descacharrante amor al futbolín (a cambio de pasta, claro). El diario “As” publicaba ese día en portada el impresionante triunfo del Real Madrid de fútbol frente al Jerez Deportivo, reduciendo a una ridícula esquinilla superior la noticia del oro de Polonia. Lo único que siento es que a Andrés Montes, el locutor de la Sexta que amenizaba los partidos con sus chascarrillos y ocurrencias, no le hayan renovado el contrato y la faena. Podía ser muy aburrido con sus repetitivas coletillas y frases hechas pero al menos no engañaba a nadie, además de sacarte de vez en cuando una sonrisa: el baloncesto y el fútbol y los deportes en general son asuntos menores, divertimentos, pasarratos y así debe tomárselos, con buen humor y el debido cachondeo. Se ve que en la Sexta, ahora que se han convertido en la tele preferida del Gobierno, necesitan dar una imagen de más seriedad. Pues ya saben la receta: mucho oro y nada de circo.

20 de septiembre de 2009

¿CHICA? ¿CHICO? ¿HERMAFRODITA? ¡Y QUÉ MÁS DA!



He asistido todo curioso al culebrón “Semenya”, ya saben, esa “chica-chico-no sé qué” sudafricana que ganó el oro en los pasados campeonatos del Mundo de atletismo de Berlin en la prueba de los 800 metros. Recordarán el pollo con tomate que se montó porque unos decían que la chica era un chico, porque otros defendían con uñas y dientes que el chico era chica y porque algunos –que estábamos de vacaciones con  la panza boca arriba- nos callamos prudentemente en espera de que las diversas pruebas médicas practicadas a Semenya cantasen la gallina y nos dijesen de una vez como cabe calificar a la “moza-mozo-o qué” para así poder llamarla o llamarlo como nos diera la gana.

Como es natural todo el mundo utilizó a la hipotética corredora para sus particulares propósitos. La Federación Sudafricana de Atletismo porque veía asegurada una medallita y luego que saliera el sol por Antequera o Ciudad del Cabo. La Federación Internacional de la Cosa porque tiene que controlar hasta lo que llevan en la entrepierna los participantes, en aras a la bella moral y buenas costumbres, disfrazadas de “igualdad de oportunidades para todos”, cosa que sólo son palabras y palabrejas baratas. Las rivales y federaciones afectadas porque a nadie le agrada correr con alguien que lo hace con las cartas marcadas por según qué gametos. Para la IAFF las reglas son claras: no hay que parecer chico o chica debajo de la camiseta y pantalón; hay que demostrarlo mediante los análisis clínicos pertinentes. Al final, como casi siempre, es el tubo de ensayo el que tiene la última palabra: somos carne de laboratorio.

La “chica-chico-o no sabemos qué” fue examinada con microscopio, lupa y telescopio. Inocente como un osito de peluche, ella se veía mujer y a quien se atreviera a negarlo no era plan de ir enseñándole los mondongos sexuales porque sí. Que fuese un poco varonil en los hablares y el vello son asuntos menores. Ella (o él) no tenía por qué pagar el pato de la forma arcaica y rastrerilla de entender la sexualidad que tiene la IAFF y la medicina. Tú puedes tener un buen par de tetas, más curvas que un circuito de Fórmula I y unos labios sexuales bien hermosos, pero si te hacen unas pruebas médicas y unos análisis clínicos y te sacan que tienes la testosterona por las nubes y que eres coja de ovarios, entonces, amiga mía, genéticamente eres un amigo mío, así que puedes irte encargando una operación de cambio de sexo y de vestuario. ¡Con qué facilidad derrumban algunos creencias tan asentadas durante años como la sexualidad de uno o una!

Filtraciones habidas estos últimos días señalan que la Federación Sudafricana sabía el veredicto clínico de Semenya pero prefirió seguir adelante por si las medallas y el dinerín anexo. También parece –según alguna prensa mejor informada que otra- que el diagnóstico final es que la chica tiene también algo de chico y viceversa. Vamos, que es hermafrodita, lo cual es una ventaja si queremos ver el lado positivo de las cosas. Lo que mucho nos tememos es que al final será sólo Semenya quien pague las consecuencias de tanto mamón como ha pululado a su alrededor desde que le dio por correr como un gamo (o una gama) y ser seleccionada para viajar a Berlin. Si es hermafrodita no podrá correr ni con las chicas ni con los chicos hasta que la IAFF no establezca otra nueva categoría de pruebas. Por eso ya sólo faltaría que la chica-chico –sin tener culpa alguna- acabase agarrando una depresión de caballo (o caballa, querida ministra Aido, guapa pero algo tontina). ¿Le gustaría a usted, querido lector, que a sus años le dijesen los médicos que en realidad usted es una señora? ¿Y a usted, querida lectora, que le viniesen con el cuento –después de haber dado a luz a dos lindos críos y de haberlos amamantado- de que tiene más de Paco que de Paquita?

Si alguien piensa que el Puñetas (o la Puñetos, que también a mí me pueden dar la sorpresa cualquier día de estos, en cuanto me hagan alguna prueba de control de sexo) está de cachondeo, que se le borre la sonrisa del careto. Esto es muy serio, ñoras y ñores, porque no te puedes acostar señora por la noche y que por la mañana te levanten con un, ¿qué desea el señor?, sin tú comerlo ni beberlo. Eso no se debe hacer a nadie. Y es que lo que falla aquí es la norma: sobran este tipo de análisis y pruebas médicas porque sobra el que compitan de manera diferenciada los hombres y mujeres. Todos somos hijos de dios y del diablo así que lo suyo sería que hubiese una competición donde los bajos externos e internos de los participantes no tuviesen ninguna importancia. Que corran los mejores, que salten los mejores y si siempre son los hombres los triunfadores en determinadas pruebas, pues qué se le va a hacer, y si en otras pruebas son las mujeres las eternas ganadoras, pues que los hombres se busquen las habichuelas donde puedan comérselas. Además, con los adelantos científicos y médicos de hoy día cualquier persona puede pasar de hombre a mujer (y viceversa) con relativa facilidad, sea con operaciones, con hormonas artificiales o con milagro en Fátima. La ingeniería genética ha adelantado que es una barbaridad y pronto nacerá el hijo bajo demanda: ojos azules, 200 CV de potencia, airbag, no diabético, dos metros de estatura cuando dé el estirón, 30 de CI y corazón de león. Un deportista de éxito garantizado gracias a la probeta de un embarazo bien planificado. ¿Ciencia ficción? No, ficción convertida en ciencia.    

Así pues, menos tiquismiquis con esto de la separación de sexos en el deporte (todos revueltos, que es mucho mejor) y así nos quitamos de un plumazo un montón de problemas, incluidos los morales.  Sólo falta que los que dirigen el cotarro –Federaciones, Comités Olímpicos, Gobiernos y Pepes Goteras & Otilios- se pongan las pilas del siglo XXI y se apliquen a la faena. Lo urgente ahora es, ¿qué hacemos con Semenya? Espero que la chica (si así es cómo se siente) supere la que se le viene encima y lo asuma con el mejor de los humores y la mayor de las sonrisas. Al fin y al cabo, lo de ser campeona del mundo corriendo 800 metros con las manos vacías no tiene tanto mérito: el tío que me robó ayer la cartera seguro que si llega a ir seleccionado a Berlin también habría ganado una medalla de oro en cualquier prueba de velocidad. Y es que lo que todavía no ha conseguido la ficción-ciencia es descubrir todos los talentos que cualquier “chico-chica-o lo que sea” esconde en su interior y exterior. Y no me refiero sólo al sexo…

16 de septiembre de 2009

LA PELI DE LA FÓRMULA GUÁN

Menudo follón (otro más) se ha liado en la Fórmula I (Guán, para los amigos) con el Gran premio de Singapur de septiembre de 2008. En un deporte en que el que no corre, vuela, resulta cómico que sus dirigentes tarden casi un año en darse cuenta que en aquella carrera hubo trampa. Quizás se explique porque fue la primera que se corría de noche y, bajo la luz de las estrellas y la luna lunera, ya se sabe que todos los gatos son pardos. Sobre todo si son de yeso, como les pasa a los alegres chicos de la FIA (Federación Internacional del Automóvil). Ojo, no confundir con la TIA de Mortadelo y Filemón.

Seguro que el enredo dará origen a una bella película a cargo de algún descerebrado director de Hollywood. Se dan todos los ingredientes para un buen argumento, tras leernos casi una enciclopedia respecto al affaire de marras: niñato hijo de papá, rico bien rico, homosexualidad, pasta gansa, chicas guapas, emoción bajo la lluvia, intriga, venganza, hombre bueno que no se entera de ná….

Antes de  largarse de la FIA el 23 de octubre próximo (porque lo han echado a consecuencia del rifirrafe de hace unos meses entre aquella y la FOTA) el presidente Mosley, aprovechando que un despechado niñato ha cantado la gallina (con retraso, pero más vale tarde que nunca), amenazaba con sancionar muy duramente a Renault por amañar presuntamente aquella carrera de Singapur. Ya saben…

. BRIATORE, jefazo de la escudería franchute y ricacho de profesión: “Nelsiño, guapo, ya que no vales como piloto ni para circular por la Nacional II española, y dado que este año no nos estamos comiendo una rosca, ¿por qué no estampas tu cara bonita contra un murete de protección justo en el momento en que Alonsito pueda beneficiarse de tu trompazo? Habrá safety car y aprovecharemos la ocasión”.

. NELSON PIQUET, pilotillo de Renault, hijo del Gran Piquet, al que se le parece en los circuitos como una naranja a una nuez: “Flavio, rico, que por muy pequeñito que sea el tortazo mi cuerpo serrano se lo va a llevar enterito. ¿Y tú qué me das a cambio, además de mandarme al paro?”

No se sabe cómo debió proseguir la conversación pero las suposiciones son muchas. El caso es que Nelsiño se dio una piña en el momento oportuno y el niño mimado de la afición automovilística española ganó aquella carrera nocturna. Había salido en el puesto 15 y aunque adelantó varios puestos, tras repostar, volvió a quedarse el último. Entonces el brasileño se estampó contra el muro (salió ileso, claro), hubo un safety car y Alonso quedó en una de las primeras posiciones. Ocurren entonces algunos incidentes menores, los coches que tiene delante han de repostar y el asturianín, más listo que el hambre, aprovecha la ocasión, la mecánica del coche responde –cosa rara- y llega a la meta como increíble vencedor.

Antes de la carrera, el bueno de Alonsico había manifestado según cuentan las hemerotecas: “Más que una estrategia hay que preparar un milagro”. Tras acabar victorioso lo primero que dijo fue, en un rasgo de absoluta sinceridad: “Ayer estuve muy desafortunado pero hoy he sido muy afortunado en carrera gracias al 'safety car'. Es increíble, es algo que no me esperaba". ¡Ay, pardillo, que  parece que no te enteraste de nada…! (O eso es lo que deseamos los cinéfilos porque en toda buena película de acción siempre debe haber un chico bueno…).

Sea o no cierto el tramposo numerito de Renault, lo cierto es que hoy mismo el italiano afrancesado del Briatore ha presentado su dimisión junto al ingeniero jefe. “Para salvar al equipo” han manifestado.  Una de dos: o el magnate de don Flavio reconoce así que hubo trampa en Singapur y con su salida como máximo responsable –pactada con Renault, por supuesto- logra evitar una sanción a la escudería francesa; o, si nos inclinamos por su inocencia, hay que reconocer que ha caído como un pardillo en los tejemanejes politiqueros y mafiosillos del presidente de la FIA, quien de dos plumazos –en cuanto supo que se tenía que largar de su cargo- se ha liquidado a dos de los más insignes personajes de la Fórmula I de los últimos tiempos: primero a Ron Dennis, de Mclaren y ahora a don Flavio. Los cuchillos, las navajas y las rencillas de la retaguardia son a menudo mucho más interesantes que lo que se ventila en el asfalto de los circuitos, aunque es raro que salten a la luz pública. 

Como en el Arco somos muy peliculeros (aunque no vamos al cine desde la Edad de Piedra), nos inclinamos más por esta segunda opción: la venganza. La historia real -al final- quedará sin saberse, así que no es malo que le echemos imaginación al asunto. El año entrante, sin los grandes capos de la Fórmula Guán (sólo falta que al Ecclestone, gran maestre de la cosa, le dé un patatús en alguna fornicación con una guapa moza), habrá borrón y cuenta nueva. 

No, no he acabado todavía -querido lector- porque falta la traca final puñetera. Ahora vamos a decir  lo que nadie ha dicho. La trampa de Singapur pudo ocurrir porque a los lumbreras de la Fórmula Guán se les ocurrió un buen día una genial cagada, que disfrazaron de idea muy guay: el safety car. Vaya usted toda la carrera en primera posición, con una hora de ventaja sobre los rivales, para que por culpa de un accidente se pare la cosa y todos empiecen de nuevo. Y como justo ibas a entrar a repostar, de ser el primero pasas por arte de birlibirloque a ser el último. ¡Genial, pedazo de genios motorizados! Además de injusta, atrabiliaria y absurda, la chorrada del safety car daba pie a que alguna gente sin escrúpulos montase el numerito que –presuntamente- ideó Renault. ¡Bravo, lumbreras!

Esperemos que la temporada próxima desaparezca esta regla tan poco deportiva, Alonso se vaya definitivamente a Ferrari, los coches se muevan silenciosamente por el circuito, consuman dos litros a los cien kilómetros y que la Sexta retransmita las carreras codificadas –son capaces- para aumentar así las plusvalías. El negocio, por parte de unos y otros, debe continuar aunque el deporte en sí de la Fórmula Guán siga siendo más soso que una lata de berberechos. ¿O era de sardinas? 

13 de septiembre de 2009

PORTADAS ENTRETENIDAS

Ha cogido la costumbre el Puñetas desde que empezamos la nueva temporada de entrar en el enlace del Kiosko (en el linkbar del Arco) para hojear las portadas deportivas de algunos periódicos de la cosa. Informan de muy poco pero divierten un rato. Y eso empieza a crear adicción, je, je. Para que participen de mi buen rollito he seleccionado las portadas de cuatro diarios, tres españoles y uno argentino. Todas del mismo día (el 11-S) para hacer aún más gracia. Verán que portadas más chistosas. Aunque para chistes qué mejor que un gran mago del comic, Gürcan Gursel, del que podrán encontrar una pequeña parte de su producción dándole a las teclas apropiadas en esto de la interné. Así que he seleccionado una viñeta de Gursel para la portada de cada uno de los diarios, procurando que el tema de la una fuese parejo al desarrollado por la otra. No parece que la mezcla final resulta muy mala. Claro que con Gursel hay garantía de unas risas…

•  El viernes 11 de septiembre el Diario As estaba  muy, pero que muy preocupado por Cristianito Ronaldo. El luso todavía no había marcado su primer gol de falta. Por eso casi le exigía que en el partido contra el Espanyol el Ronald inaugurase su cuenta goleadora. Se equivocó porque en Cornellá marcó un golete pero no de falta. Lo que estamos seguros es que nunca, pero nunca, marcará un gol de tiro franco (así lo llamaban antes) como el que ha dibujado el fantástico Gursel.

              
•  Ese mismo día el diario Sport de Barcelona se mostraba muy sentimental con su astro rey. El Ilustrísimo Señor Messi regresaba de Argentina con dos sonoras derrotas con su selección y con un pie fuera del próximo Mundial. O sea, regresaba muy jodido. Para esas ocasiones está la prensa bobalicona y placentera: para dar cariño a las estrellas. Nosotros también queremos mucho al Ilustrísimo Sr. Messi y por eso proponemos que les alegren las pajarillas unas cuantas “entretenedoras” de esas, aunque no –desde luego- cuando vaya a disparar a puerta…
   
•  Nos trasladamos a Sevilliya. Como el club mandón de la localidad (el Betis está en el agujero negro de Segunda) anda viento en popa, con Champions incluida, las portadas han de irse por los cerros de übeda, en plan chirigotero. Por eso “Estadio Deportivo” se inventa una crítica a un “grupo de energúmenos” (en la foto se ve que caben en un taxi) por criticar la banderola española que lucirá el club de don Nido en la pajarería championera. Nunca tan pocos dieron tanto que hablar… Para que no se les agrie la portada por una tontería y se dejen de  masturbaciones periodísticas bastante tontuelas, hemos escogido de pareja un chiste de Gursel que viene al pelo. Que les aproveche…

         
•  En Argentina andan muy cabreados con dios. Con Maradona, quiero decir. Parece que fue un gran jugador pero eso no es garantía de que sea un buen entrenador. Los entrenadores tienen que trabajar bastante con las neuronas –más que los jugadores- y a Dieguito no parece que le sobren precisamente. El diario “Olé” parece salir en su defensa con un grandilocuente “Furia”. La que no ponen, al parecer, los grandes astros de la pelota. La viñeta de Gursel viene como anillo al dedo, aunque quizás deberíamos haber buscado alguna de tipo religioso. Máxime cuando, terciando en la polémica de la crisis de la selección argentina, el ínclito Bilardo ha dicho una sandez como la copa de un pino: “Sólo Jesucristo o la Virgen María sustituirían a Maradona”. Parece ser que el tal Bilardín no ha leído a Hegel o Nietzche…

9 de septiembre de 2009

CRISTIANO E IBRA, ¡A PAGAR, RICOS!

Hoy, en el Congreso de los Diputados, nuestro risueño Presidente de la Cosa, Míster Zapatero, acaba de confirmar que en Spain habrá una próxima subida de impuestos. Como es natural, el Puñetas no sólo se ha echado la mano a la cartera si no que la ha metido en la caja fuerte (una caja de zapatos que tengo camuflada en una cisterna que no funciona, je, je). Me temo lo peor, porque si ya nos suben los impuestos sin avisarnos, dándonosla con queso, no quiero ni pensar la que pueden liarnos en el bolsillo si lo anuncian.

-Coñe, Puñetas, no será usted un tipo de esos que el Ministro de Fomento, un tal Blanquiño,  considera ricachones e insolidarios…

Pues no, caballero. Quienes son ricos, pero de verdad, son algunos de los futbolistas más admirados de nuestra Liga de las estrellas, pero esos no tienen ningún problema con los impuestos.

Como pueden leer en el enlace (curioso que en la mayoría de la prensa generalista no haya habido eco de la información  a fecha de hoy) el mánager general del Bayer Munich critica el trato fiscal privilegiado que tienen los futbolistas en España, lo cual perjudica –según él- la competitividad de los equipos con el resto de Europa. Para el camarada "un trabajador con un ingreso anual de 50.000 euros paga un 30 por ciento de impuestos y no va a soportar por mucho tiempo que un jugador que gana 10 millones al año sólo tenga que pagar un 25 por ciento". ¡Qué poco conoce el germánico a los españolitos de a pie y de gobierno! ¡Sus héroes de la pelota cómo van a pagar lo mismo que cualquier mindundi!

Ni don Zapatero y su ministrín fomentero les van a subir el porcentaje a unos personajes que les tienen entretenido al personal (algunos dirían “alienado”, pero eso ya son palabras mayores); ni los sindicatos se van a echar a la calle reclamando impuestos justos para todos; ni las amas de casa harán una cacerolada en Mercadona al grito de “Cristiano e Ibra, ¡a pagar, ricos!” ni los currantes mileuristas van a dejar de ir al fútbol en protesta por una situación tributaria tan injusta con ellos mismos.

La oposición pepitera ha cifrado en 15.000 millones de euros la anunciada subida de impuestos. ¿Qué se apuestan vuesas mercedes que casi toda esa bárbara cantidad de eurillos saldrá volando y piando de todos nuestros bolsillos mientras que quienes los tienen repletos de billetaje se echan unas risas a nuestra costa? Y es que  en Spain tenemos una política fiscal retrógada e injusta con los que menos tienen. Por mucho que los del gobierno levanten el puño para cantar la Internacional. Ea, ya me he quedado descansando… (Incluyendo también la viñeta...).

6 de septiembre de 2009

¿PARA CUÁNDO MÁS ESTATUAS?

 El bueno de Iniesta manifestaba a principios de agosto su pesadumbre por la marcha de Etoo del Barcelona al Inter. El jugador camerunés tuvo que coger al final la maletita, pese a que todavía tenía contrato, para irse al país de la pizza y los macarrones. Algo normal en el mundo del fútbol donde si cumples un contrato a rajatabla (seas directivo o jugador) es que te has vuelto majareta.

(Punto y aparte. Esta semana la FIFA sancionaba al Chelsea por el “irregular” fichaje del francés Kakuta, al que más de uno llamará Kakita en cuanto juegue mal un par de partidos. Los fifosos acusan al club inglés de incentivar al jugador francés para que rompiese el contrato con su anterior equipo, el cual le demandó por incumplimiento y luego presentó la denuncia pertinente. Los tipos del Chelsea se han quedado como marmomillos (de piedra), pues esa práctica es tan habitual que está incluida en los libros de estilo de los clubes más prestigiosos del planeta. Se ve que a los fifosos les pilló con la gripe A en plena efervescencia y han roto aguas y sanción con el Chelsea, sin darse cuenta –bueno, les da igual- que si se aplica el cuento a los fichajes más rimbombantes no habría equipo sin su correspondiente sanción. En fin, estos tarambanas de la FIFA deben desconocer que, por ejemplo, a Etoo lo largó Laporta al Inter haciendo trizas el contrato existente y contra la voluntad del jugador, aunque  finalmente todo se hizo “de mutuo acuerdo y consenso” por ambas partes, que es lo que suele decirse hipócritamente en estos casos, aunque  todos intuimos que por en medio siempre suele haber coacciones, el no sabes quién soy yo o el te vas a enterar. Fin del punto y aparte).

Decía que don Andrés, ante los hechos consumados de la marcha de Etoo de Can Barça, en una entrevista a la Vanguardia manifestaba su pesar de la siguiente manera: “A Samuel hay que recordarlo como lo que ha sido. La historia dice que como delantero hay muy pocos como él desde que el club es club. (…) El Barça tendría que hacerle una estatua. Samuel ha sido fundamental en los años que ha estado y en los títulos que se han conseguido”.

¡Hacer una estatua a un futbolista! Quizás Iniesta empleó la frase en sentido figurado, pero el Puñetas considera que debería aplicarse literalmente. Si los estadios de fútbol y de algunos otros deportes son hoy auténticos santuarios (en junio del 2008 los tildé de “modernas catedrales”); si los deportistas más famosos son los más guapos, ricos y envidiados; si sus gestas son desplegadas al viento de las ondas mediáticas a todas horas, relatadas y vividas cual si fuesen seres de otro planeta o genios de la humanidad; y si el personal se desvive por ellos, los acosa, los endiosa e imita en la medida de lo posible –el corte de pelo, el tatuaje, la marca de las zapatillas…-, no me diga –lector que lees con amor y recochineo- que no tiene perfecta lógica que la expresión de Iniesta se haga realidad no sólo para Etoo si no para cualquier deportista afamado, galáctico y megatodo.

Si antes lo que se llevaba era poner en las plazas públicas, museos y parques las estatuas de músicos, poetas, reyes, militares o intelectuales, la nueva modernidad chiripitifláutica que nos adorna y adormece en el sueño de los idiotas, debería empezar ya por elevar al bronce las emblemáticas figuras de los mejores deportistas del planeta, país y localidad. En la actualidad ya existen algunas estatuas a futbolistas ilustres: Maradona, Eusebio, Pelé…, pero lo que proponemos es  su extensión y generalización. ¡Estatuas, muchas estatuas! ¡Empecemos por llenar de ellas el interior de los estadios, gradas incluidas! Luego podrían ir situándose en el exterior, en todo tipo de plazas y parques públicos. El siguiente paso sería introducirlas en los museos. ¡Hasta es posible que la de algún pelotero superilustrísimo acabase presidiendo la entrada de un Parlamento nacional! 
   
Lo malo es que (volviendo a aquel “punto y aparte” del segundo párrafo), una gran mayoría de deportistas (especialmente los de equipo, como los futbolistas) duran muy poco en los clubes porque los contratos son saltados a la torera, porque son culillo de mal asiento, porque no son fieles a unos colores y porque su olfato de linces les lleva siempre al lugar donde más pasta (no, pizzas y macarrones, no: parné) pueden ganar. Eso impide una sintonía completa con la afición, los clubes y las ciudades y lógicamente disminuye el número de posibles candidatos a ser elevados a la categoría de “estatua”. Por eso mismo, a pesar de lo que sugiera Iniesta, a Etoo no le harán una estatua. Aunque tampoco pasa nada si las usamos de “quita y pon”. Incluso podrían ir incluidas en el traspaso al nuevo club…

2 de septiembre de 2009

PERIODISTAS CON PLUMERO

Hubo un tiempo, allá por el Pleistoceno del periodismo, en que los reporteros, los cronistas, los entrevistadores y hasta el chico que traía el café a la redacción presumían de ser gente independiente sólo preocupada de contar lo que veían sus ojillos curiosos, ávidos de calle, el lugar donde se cuecen las más auténticas e interesantes noticias. La historia, que da muchas vueltas, nos ha traído de un tiempo acá una hornada de periodistas y periodistillos que –sin rubor alguno- presumen de haber tomado partido (político, empresarial, deportivo…) y, en consecuencia, nos cuentan o se inventan la realidad con las telarañas de sus entretelas parciales sin que se les ruboricen las mejillas o las orejotas pues siguen vendiendo el producto como si fuera genuina y purísima información.

En el Arco hace ya unos añitos hicimos una sátira sobre este tipo de capullitos de alhelí y en otra ocasión nos fuimos a la yugular directamente. El domingo pasado recordamos aquellos momentos nuevamente cuando empezamos a leer la crónica de Óscar Sanz en la web de un periódico que ya no es ni sombra de lo que fue: El PAIS. Ya en el titular de la crónica se le ve al plumífero el plumero entero. Pero eso merece un punto y aparte.

“Málaga 3 - Atlético de Madrid 0”. Cualquier plumilla no partidista, tras un encuentro en que un club pequeño se enfrenta a uno teóricamente grande y le arrea tres sopapos (una goleada, cuentan los exagerados), habría titulado: “El Málaga dio un baño al Atlético”. Por ejemplo. O como se titula a pie de foto en otro lugar de la web “paisana”: “El Málaga arrolla al Atlético”. O como enfoca el asunto el malagueño diario Sur: “Un Málaga casi perfecto derrite al Atlético”. Lo noticiable del partido es que el pez chico le mojó la oreja al gordo pero para algunos juntaletras deportivescos, esos que no narran lo que ven sus ojazos si no lo que siente su corazoncito,  se ve que lo  noticiable no es que un boquerón se coma a un atún si no que éste tenga un mal día, por torpe o desafortunado, y al final acabe en las vísceras del pecezucho, convirtiéndolo en héroe. Así que el titular que se sacó del sobaco el camarada Óscar Sanz fue patético: “El Atlético hace grande al Málaga”.   

Le sugiero al querido lector que haga un ejercicio de masoquismo contenido y lea la crónica del partido… del Atlético, que es lo único que interesa al plumilla del plumero. Sniff, sniff… Mientras el camarada lloraba sobre las teclas contándonos una bella historia de desamor, el Puñetas evocaba a aquellos tipos que –como en “Primera Plana”, “Buenas noches y buena suerte” o “Los gritos del silencio”, películas memorables- vivían su profesión periodística con pasión, ardor y fiereza buscando siempre... la verdad y no lo que hace el amigo de hoy: sus propias banalidades.

1 de septiembre de 2009

É VUALÁ CON MIS INVITADOS Y MI CIRCUNSTANCIA

"Et voilà", que diría el Sarkozy. O “Ja sóc aquí” que dijo el camarada del Tarradellas. O “Ya estamos aquí porque hemos venío”, que diría mi primo er Chaves. En fin, que regresamos sanos y salvos del largo veranillo ocioso, vivitos y coleando tras superar temperaturas cuadragésimas y, lo mejor, salir ilesos de miles de encontronazos y pisotones en la atiborrada playa de al lado de casa. (Menos mal que en los días de pretemporada nos largamos, el Ardilla y el muá, a una playita solitaria donde por no haber no había ni pescado. Eso sí, nadie nos dio la vara y el bullicio. Algo es algo…).

¿Y qué nos trae el nuevo curso deportivesco? –preguntará el lector del Arco, al que la vida privada y calenturienta del Puñetas le importa tres pepinos, dos rábanos y una coliflor. Pues en la sexta temporada que ahorita mismo iniciamos nos abandonan el Cipote y el Pirao. El primero (véase la viñeta) tuvo un accidente bastante tontorrón que le ha quitado las ganas de todo, hasta de escribir cuentos. Cuelga las botas y las teclas. Y el segundo nos pedía un incremento de sueldo inasumible (tres cervezas por cada articulillo). Así que ya nos veíamos teniendo que acudir al mercado de menesterosos y desocupados –como vulgares Irreal Madrid o Barça Plus- en busca de fichajes cuando la suerte nos sonrió de lo lindo.

-No busques, Puñetas, que yo te escribo las historias deportivescas, cuentos, fábulas o lo que sea, y sin cobrarte un duro. Es más, cuando vengas a recogerlas al pub, encima te voy a invitar a un Cocoliso, especialidad de la casa. ¿Qué te parece?

La oferta del dueño del pub “La vida es una historia contada por un imbécil disfrazado de listorro” me llegó a la cartera y al ánima. Pepe Pi –que así se llama el amiguete- me mostró varias historietas y le di el visto bueno. Sólo me pidió como condición que no podría sacar su careto en pantalla, cuando le solicité una foto. Así que me dio una suya de espaldas, con el código de barras marcándole el occipital de la calva pues el tío es un cachondo de armas tomar. 
El segundo fichaje viene del cielo. Concretamente de otro planeta: RX16. Hace algo más de dos años se puso en contacto conmigo mediante un escrito que –con su permiso- puse en circulación a través del Arco. Ahora, el bueno de Jacinto RX ha vuelto. Mejor dicho, le ha enviado de nuevo a la Tierra el  “Departamento de Asuntos de Fuera de la Galaxia, sector Tercer Mundo” de su planeta, para que durante un largo tiempo estudie concienzudamente nuestros usos, costumbres y pijotadas. El otro día se presentó en casa para saludarme y casi me da un susto de muerte. Ya saben, estos extraterrestres tienen poderes extrasensoriales. Por lo demás, no me digan cómo es físicamente porque el amigo tiene la facultad de poner la cara y el rostro que le venga bien en cada momento. Me afeó el haberle representado como un vulgar extraterrestre de pacotilla  en la viñeta de aquel artículo del 2007 pero comprendió mi actitud “dado el escaso índice intelectual de tu especie”. Aproveché la ocasión para pedirle unas colaboraciones para el Arco y accedió. “Es como regresar de nuevo a la Era de las Cavernas” –me volvió a decir el muy inteligentísimo. Cuando le pedí una foto me dijo que siempre salía borroso en ellas –cosa genética de los de su especie-, pero aún y así, aprovecharé la que me dio para que al menos se hagan vuesas mercedes una idea sobre como es por fuera mi nuevo colaborador.

Así que, ya ven, dos sonoros fichajes para el Arco de la Sexta Temporada. Y junto a ellos, el Ardilla, al que este verano le he estado dando clases de ortografía porque algunos lectores me decían que no entendían ni papa de sus paridas, ni siquiera oyéndolas. No es que haya hecho con él el “milagro de las bes y las zetas” pero algo de más legibilidad creo que tendrá a partir de este curso. (En los “Extras” tendrá una sección fija sobre la Liga española de los Estrellaos). También se ha negado a darme su careto para la galería fotográfica del Arco aduciendo una timidez infinita que no posee. Sólo ha aceptado hacerlo disfrazado de lo suyo. 

Y ya está bien de escribir tanto para ser el primer articulillo de la temporada. Presentados los invitados y recordando que –aunque no tenemos ni pajolera idea de deporte- seguiremos opinando y escribiendo sobre él hasta que se nos sequen las meninges y la imaginación, recibid –queridos lectores- un besito en toda la carrillada de este su inseguro servidor.

-¿Acaso no sabes, Puñetas, que con eso de la gripe A  los besos a desconocidos hay que descartarlos?
-Aquí, señor impertinente, estamos vacunados contra todo.

Mañana empezamos ya a zurrar la badana...

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).