28 de abril de 2010

OPERACIÓN BIKINI Y BAÑADOR

Con la llegada del buen tiempo el personal (mayoritariamente joven aunque también los hay algo  talluditos) empieza a querer quitarse unos cuantos kilos de encima. Los michelines que se consiguieron en los meses de frío y entretiempo  atiborrándose de  hamburguesas, papas fritas, pizzas y pasteles, toca ahora eliminarlos para mostrar al prójimo nuestra mejor cara y cuerpo en la piscina, la playa o en la calle. En estas fechas las herboristerías no dan abasto en atender a hombres y mujeres que desean perder unos cuantos centímetros de cintura a ver si así se la encuentran, aunque sólo sea durante los tres próximos meses del verano.

-¿Tiene usted unas hierbas por ahí que me dejen el vientre liso? –suplica el chavalote barrigón a fuerza de tragar grasas y alcohol durante los nueve meses anteriores.
-Chico, donde entienden de milagros es dos calles más abajo, en la Iglesia del Buen Pastor. El cura se llama don Andrés…
-Pues muchas gracias por su información...

¡Llega el veranillo y hay que demostrar al resto del personal que tenemos un envoltorio corporal chachi piruli!  Con los calores se aligera la vestimenta y se airean las carnes maltrechas. En las mozas las faldas y los escotes se acortan dos dedos y en los mozos se lucen bíceps salchicheros y paquetes de torero. Las barrigas cerveceras y ginebreras no están bien vistas pues lo que priva es ir bien fresquitos y fresquitas mostrando el ombligo al respetable. En fin, las cursiladas típicas del verano, donde la sesera y la entrepierna del personal aumentan de temperatura que es una barbaridad. Y como se ha perdido el sentido del ridículo, valiendo cualquier cosa y pose con tal de creer que se va a la moda y que se luce palmito, el espectáculo playero y callejero es digno de grabarse en HD. 

Pero donde más se nota el subidón de la operación bikini y bañador es en los gimnasios, polideportivos y paseos marítimos. Desde mozas quinceañeras a maromos cuarentones, pasando por parejas de tortolillos que deciden apoyarse mutuamente en el esfuerzo supremo de rebajar su peso unos kilazos antes del verano, todos muestran sus excesos carnosos  con la ilusión (casi siempre no recompensada) de que el sudar la camiseta durante un par de meses les hará estar en el verano más altos, más guapos y más fuertes. Y, claro, en estos meses de abril, mayo y junio, hay overbooking. Por cierto, con el consiguiente cabreo de los que están todo el año currándose la percha.

-Uy, señó, ¿podría desirme cómo funsiona esta máquina? Ez que no veo al maitre…
-Al monitor. Se dice monitor…
-No me tome er pelo, señó, que el monitor es la pantalla esa del ordenadó…

Entonces  empiezas a explicarle a la pipiola que tú llevas en el gimnasio desde que parió tu abuela y que a qué has venido aquí, mozuela… Ella te dice, con la cara llena de pecas pero sin pizca de rubor, que le ha engordado mucho el culo, que tiene varias morcillas alrededor del agujero ese que tenemos en el centro del universo y que quiere estar guapa para estas vacaciones, cuando acabe la universidad. A lo cual le preguntas, ya puestos a ligar un rato y perder la tarde, que qué estudia. Y ella, encantada de haber encontrado a un señor serio y formal que la entiende, te explica que hace cuarto de Magisterio. Entonces le razonas que esa carrera sólo tiene tres cursos y la muy chulapona, pasándose la lengua por los labios y atusándose el pelo en plan actriz de tercera división, te espeta: es mi cuarto año de primero de Magisterio. La jodía tenía razón…

En fin, que al final le explicas cómo funciona la maldita máquina y para hacerte el simpático le insinúas, muy educada y honestamente, que sus morcillas están de muy buen ver y mejor comer y que para pedazo culo el de mi vecina del tercero, que no cabe en un sofá de tres plazas. En eso que aparece el monitor del gimnasio, un bravo mozo que está que se sale (en lo único donde anda raquítico es en la masa cerebral, pero nadie es perfecto).  El tipo ojea desde la puerta, coge el capote y, acercándose con  paso de pistolero del far west,  decide arrimarse al toro. Entonces la chica te deja allí tirado, en medio de la demostración, para enrollarse con el torerete resabiado que acaba de llegar a su burladero.

Ya digo: en estas fechas  están los gimnasios y lugares parejos repletos de gentes ansiosas de perder lo que les sobra del envoltorio. También en los paseos marítimos, donde cada vez es más difícil andar tranquilitamente pues anda uno rodeado de bípedos que trotan a toda leche o corren echando el bofe tras meses y meses de no estirarse  más que en la cama y el sofá.

-Voy a escribir al señor alcalde para que ponga semáforos y señales de tráfico en el paseo. Algunos, llevados de su histeria por perder en una hora lo que engordaron en nueve meses, no ven que otros circulamos más despacio, pero cumpliendo fielmente las normas viales, y eso incrementa el número de choques frontales,  golpes por atrás  y roces laterales. Que hagan como yo, que me cuido todo el año, y por eso puedo lucir costillares y abdominales veraniegos sin tener que recurrir a estos sobreesfuerzos que sólo llevan a empeorar aún más el metabolismo y la salud…  Gente poco lista…
-Hijo mío, cuanto sabes y qué pedazo de sabiduría cobijas bajo esa gran calva…
-Gracias, mamuchi. No voy a saber de accidentes y tráfico si soy el Jefe de la DGT de esta ciudad…

Es de coña todo lo que montan algunos y algunas en este par de meses primaverales con tal de aligerarse unos kilitos. Luego vendrán las cientos de horas al sol en la playa, en el parque o la piscina. Todo para ponerse más negros que el tizón y poder presumir de ir a la moda. Y en cuanto llegue septiembre, borrón y cuenta nueva. Otra vez a tirarse a la bartola esperando que lleguen las calores para, una primavera más, intentar perder el peso ganado en la época del frío, donde cualquier ejercicio físico es considerado un esfuerzo sobrehumano y una locura. El humanoide “civilizado” es así de imbécil e imbécila: se pasa media vida, ora engordando, ora adelgazando,  porque así se lo dictan los rigores histriónicos de la moda. Menos mal que cuando sobrepasa los cincuenta, como el Puñetas, todas esas memeces le importan un pepino y de lo único que se preocupa es del hígado, de su colesterol o de su tensión arterial. ¿Kilitos a mí? Marchando una ensalada de espinacas, un filete de pollo  a la plancha y un flan de vainilla…

25 de abril de 2010

LENGUA DE TRAPO


En todas las lenguas hay un vocabulario general, que se refiere a realidades comunes a la mayoría de sus hablantes y que, por encima de todas las diferencias (edad, carácter, profesión, aficiones, cultura ...) facilita el que podamos comunicarnos unos con otros; también en todas las lenguas hay un vocabulario específico constituido por palabras propias de cada profesión, ciencia, arte, etc., cuyos significados desconocemos los no iniciados en ellos. A veces, palabras corrientes, pertenecientes al vocabulario general adquieren un significado peculiar cuando se apropia de ellas alguna ciencia o actividad específicas. También el deporte posee su vocabulario específico diferenciado según la especialidad deportiva, aunque no hay que ser un genio del idioma para en un par de horas –máximo- poder aprenderlo.

Otra cosa bien distinta es el tejemaneje palabreril, la lengua de trapo que usan la mayoría de los medios periodísticos, ajena a ese vocabulario específico que citaba más arriba. Es la descacharrante y absurda manera que tienen de retorcer el cuello al idioma común para convertirlo en una vulgar jerga sin orden ni concierto.


El otro día leía a Antonio Burgos en su columna habitual del diario  “ABC” una anécdota al respecto que me pareció muy ilustrativa. La copio al no tener a mano el enlace: "…como lo que contaba don Fernando Lázaro Carreter sobre el lenguaje iniciático del fútbol y la jerga de sus cronistas. Decía Lázaro que con la jerga futbolística podía llegar a ser ininteligible nuestra propia lengua. Ponía como ejemplo un titular de la época en el “Marca”:
Los colchoneros conquistaron un valioso positivo en La Rosaleda”. Don Fernando lo analizaba: “Yo sé lo que es un colchonero, un señor que fabrica colchones. Y sé lo que es conquistar, ganar mediante operación de guerra un territorio. Sé que valioso es lo que vale mucho. Positivo, lo cierto, útil o práctico. Y sé que rosaleda es jardín con muchos rosales. Bueno, pues aunque conozco todas y cada una de las palabras, no comprendo ese titular del “Marca”, ya que supongo que no querrá decir que “los fabricantes de colchones lograron mediante operación de guerra algo práctico y de mucho valor en el jardín donde se cultivan las rosas”.

Igual que le pasaba a don Lázaro les sucede a menudo a quienes no frecuentan la prensa deportiva, especialmente la futbolera: no se enteran de casi nada. El Puñetas ha hecho la prueba con un antiguo recorte que guardaba en un diccionario y que casualmente encontré el otro día. Pues bien, ni la señora Bernarda del 5º donde vivo, ni don Anselmo –catedrático de Literatura- ni mi quiosquero de guardia entienden ni papa. Claro que a ellos les resbala el fútbol y la prensa deportivesca. Y usted, querido lector, ¿qué tal anda de jerga futbolera?  
“El Atlético de Madrid rompió al fin una larga sequía de treinta temporadas sin triunfar en el Luis Sitjar. Mallorca y Atlético cerraron su puerta con doble vuelta de llave y la concurrencia pronto comprendió que ningún equipo se iba a lanzar a sangre y fuego sobre el portal del rival. Los de Serra ponían en práctica un pressing marca de la casa, mientras el Atlético tocaba y tocaba el esférico ante la avalancha que se le echaba encima. Al margen de un lanzamiento seco de Pedraza (10 m) que Abel logró desviar a córner, fueron muy pocas las ocasiones que generaron tanto locales como visitantes. Idas y venidas del Mallorca, marcajes implacables, inocencia en ataque... Y en el Atlético, zurcidos en defensa e inoperancia ofensiva. A los rojiblancos no se les veía con ánimos para quitarse de encima la peonada de Lorenzo Serra, que vio tarjeta amarilla. No se mueven los banquillos en la reanudación. El Atlético parecía desarmado, mientras el Mallorca le atizaba de lleno a la caldera. Y entonces ocurrió que en dos zarpazos el Atlético perforó el portal de Ezaki. Fue práctico y tuvo la habilidad de no perdonar en esos metros en los que el Mallorca regaló el partido.”

21 de abril de 2010

CATEDRÁTICAS DE LA DERROTA


Hace unas semanas leía en el dominical XLSemanal una carta bajo el título de más arriba. Ya el mero titular me llamó poderosamente la atención. Confieso que al finalizar su lectura, no me defraudó. Es más, recorté la página y aquí la pongo para compartirla con los lectores. Ganar está muy bien, es muy bonito y maravilloso. En fin, esas cosas que se dicen cuando la alegría y la satisfacción rebosan tras una victoria. El triunfo suele llegar tras un trabajo meticuloso, duro y tenaz pero –en el deporte y en otros órdenes de la vida- suele admitirse solamente a un ganador, así que el concienzudo trabajo no siempre garantiza el éxito. Aunque es condición sine qua non, no basta al ser unos pocos los elegidos. Hace falta también suerte, ayudas externas y una buena genética de origen.

Le gusta más al Puñetas la estética del perdedor, del derrotado, que la parafernalia y el glamour de los vencedores. En realidad todos somos perdedores excepto unos escasísimos elegidos de los dioses. Es fácil ser un caballero o una señora en las victorias pero cuando se demuestra verdaderamente la calidad humana que cada cual lleva encima es en las derrotas. Aprender a perder (nuestro sino) debería enseñarse en las escuelas. Sin dramatismos ni tonterías: es ley de vida. Lo que es natural y nos va a acompañar a la inmensa mayoría a lo largo de nuestra vida, nunca puede ser tomado como algo negativo ni a la ligera. Por eso hay que aprender a “disfrutar” con las derrotas. Lo importante es estar ahí, luchar, mantener la ilusión de que –aunque sólo sea durante escasos segundos- nos llegará algún instante de gloria en cualquier momento de nuestra dura batalla contra el prójimo y, especialmente, contra nosotros mismos, nuestro peor enemigo.

Me gustó esta carta, qué quieren que les diga. Y aquí está, como un pequeño homenaje del ARCO a quienes nunca saldrán en las portadas de los periódicos ni abriendo los telediarios. Ni puñetera falta que les hace…
“¡Victoria! Quiero comenzar así este texto, en estos tiempos en que perder está a la orden del día. Perdemos el empleo, la casa; perdemos pueblos enteros bajo la ira de la naturaleza; perdemos la cabeza… Yo conozco a unas expertas en esto de perder, a unas catedráticas de la derrota: mi equipo de baloncesto. Durante cinco años hemos perdido todos los partidos que hemos jugado. Hemos sido objeto de burla, de compasión, de bromas continuas, de admiración… Este fin de semana, por fin, ¡hemos ganado! Ha sido como ganar las Olimpiadas o conseguir el hito más grande en la historia del deporte. Yo quiero homenajear, desde aquí, a esas trece chicas, dos entrenadores y una afición incondicional que jamás se ha dado por vencida. Quiero reconocer y destacar su fuerza, sus ganas, su capacidad de reponerse de la derrota, su alegría y su confianza en sí mismas. Y felicitarlas no por la victoria, sino porque, pese a haber perdido tantas veces, nadie ha derrotado jamás sus ilusiones. Su nombre: el Goratu. XANDRA C.I. VITORIA-GASTEIZ”

18 de abril de 2010

POBRES DIABLOS...

El viernes pasado tenía lugar en Madrid una de esas ceremonias o ritos propagandísticos a los que tan dados son en la UEFA y otros organismos federativos nacionales e internacionales. El Barcelona entregaba a la susodicha el trofeo de la Champions que el año pasado ganó y ésta se lo traspasaba a don Gallardón, alcalde de Madrid, para que lo custodie hasta que se celebre la final el próximo 22 de mayo. Custodia que no saldrá gratis a los madrileños, aunque nunca se sabrá su coste exacto ni todos los gastos que conllevará la organización de la famosa final. En cambio el alcalde ya tiene clarísimo que la misma "supondrá a la ciudad de Madrid unos ingresos aproximados de 70 millones de euros”. Ya saben: ocupación hotelera, publicidad y resonancia del partido a nivel mundial. Sería bueno que alguna vez nos explicasen con calculadora en mano cómo demonios sacan estas cuentas tan fantasiosas. Y, encima, antes de que se produzcan. Nuestros politicastros se creen listísimos y ya hasta adivinan el futuro. Dicho de otra manera: toman a la ciudadanía por imbécil.

Para el sarao del trofeo se juntaron los grandes jefes de ambas casas futbolísticas, la del Madrid y la del Barcelona. Para satisfacción de los presentes y de la gente de bien, hubo flores y galanteos por ambas partes. Don Florentín soltó aquello de que el Real Madrid, “como anfitrión hará todo lo posible para que el Barcelona se encuentre como en su propia casa" si llega a la final de la Liga de Campeones y don Joan se mostró “muy agradecido” por el trato recibido en estos años pues “desde que soy presidente del Barça, siempre he notado, aparte de la hospitalidad y cordialidad que corresponde, un cierto afecto, con lo que estoy muy contento. Si llegamos a la final nos sentiremos como en casa”. Sólo faltó que los presidentes se dieran un beso en la boca pero al Puñetas le basta y sobra con la cordialidad, buena educación y maneras con que los unos y otros han celebrado el ritual uefero. Un sano compadreo que viene de perlas para enfriar un poco la temperatura del país, elevada a niveles preocupantes por culpa de tanto extremista, fanático y maleducado como abundan por doquier.

Sin embargo, la cordial entente de ambos clubes a nivel institucional choca con la actitud de algunos pobres diablos, socios y seguidores del club blanco mayormente (los del Barça se callan por ahora aunque ya sacarán también los pies del plato, en su momento), quienes han visto en este sano compadreo un ataque directo e intolerable a lo que ellos entienden por “madridismo”. Y es que los irreductibles de uno y otro equipo (espero que no sean muchos) entienden que además de defender a muerte a su equipo del alma, están en la obligación de atacar a muerte al equipo rival. Son gente tan estúpida que no sólo se alegran por la felicidad propia sino también por la desgracia ajena. Viven en permanente estado de guerra: o conmigo o contra mí. He aquí algunas perlas de estos “intelectuales” sin intelecto, recogidas de las páginas web de los principales diarios españoles (respetaré su pésima escritura, faltas de ortografía incluidas, fiel reflejo de su patético discursillo):

“Florentino en su afan de "buenismo" no dice más que chorradas. Si juega la final el Barcelona, lodseable pro los madridistas es QUE LA PIERDA. Alguien se imagina lo que sería si el madrid la jugase en Barcelona??? Pues eso”. “Ante todo soy del Madrid, y anti Barsa (…) Hace poco estuve en el Nou Camp, y no me levanté en ninguno de los dos goles del Barcelona. Aplaudí el gol del Getafe, aunque ya no tenía nada que hacer. Como gane el Barsa la final, creo que no voy a poder superar el trauma. Y lo digo muy en serio....”. “Por favor, Florentino que se deje de lo políticamente correcto, que es una bobada. A los madridistas de corazón, lo peor que nos puede pasar es que el Barsa juegue la final de la Champions en el Bernabéu. Y lo peor, y lo más seguro que pase, que la gane.... Sr. Pérez, no me parece ningún orgullo, la verdad. Tampoco quiero que el eterno rival se sienta como en casa. Me parece hipócrita decir eso”. “D. Florentino Perez un Gentelman.lo dice de corazón ,ya lo demostro cuando vino a los funerales de Kubala....un señor, lastima que sea del Madrid....” “Estoy con todos@ los madrdistas de acuerdo, es imposible que florentino intente acojerlos como si de su casa se tratara,!!!!que gane el milan!!3-0 todos de eto”. “Si eso sucediera o sucediese, querido Florentino, claro que se iba a sentir como en casa, porque ni un solo madrileño (menos aún un madridista) asistiría a esa representación cómico-burlesca. Confío en que no llegue a producirse ese lamentabilísimo espectáculo”.

Ante semejantes acémilas sólo nos queda decir lo típico: ¡Arreee! A esta gente, de ardor tan guerrero, el Puñetas les daba un fusil y los enviaba a Afganistán a hacerse unos hombres (o mujeres) de provecho.

Menos mal que no todo el mundo piensa tan burda y fieramente. El resto, la gran mayoría, suele vivir el deporte con pasión pero con cerebro, con alegrías y soponcios pero con deportividad.

“No creo en la rivalidad Barça-Madrid. No es real. Es entretenimiento, como una peli de ficción. Es puro teatro para que el circo del fútbol siga funcionando. Al ser los dos grandes clubes de un mismo país, dependen en gran medida el uno del otro (sin uno de los dos "leones" no hay espectáculo de domadores) y la rivalidad se siembra para que sea el "opio" de las masas. Si uno de los dos no existiera, surgiría otro que ocuparía el lugar de esa rivalidad acérrima, pasaría a ser Barça-Valencia, o Madrid-Sevilla, o lo que fuera. Y la vida seguiría su curso!” “Qué mal estáis dejando al madridismo, que nada tiene que ver con los que aquí se expresan! ¿Dónde está vuestro espíritu deportivo? Soy madridista desde tiempos en los que seguramente ninguno de vosotros había nacido aún y por supuesto que me hubiera gustado que fuera el Real Madrid quien disputara la final de la Champions; pero como el Barcelona (detesto lo de Barça) no tiene ninguna culpa de que nos eliminaran, me alegraría que fuera el campeón antes que cualquier otro equipo y poder verlo para disfrutarlo, porque, nos guste o no, se lo merece y así hay que reconocerlo”.

De acuerdo que en esto del furbo hay bastante teatro, cantamañaneo y taruguez, pero aunque no sean muchos los portadores de tales virtudes, ya se encargan los periodistas del corazón y la bragueta de darles cancha y pábulo para que, pobrecicos, sigan manteniendo bien alto el discursín de la inanidad, que es lo que da de comer hoy a tantísimo analfabeto y asnalfabeto. Desde aquí felicito a sus contrarios, a esa enorme mayoría de aficionados que cumplen con el fair play de felicitar a los vencedores en buena lid, aunque no sean sus equipos del alma. Y felicito doblemente si uno de esos triunfadores resulta que es el equipo de la “máxima rivalidad”. Por fortuna, todavía hay mucha gente de bien por esos mundos del carajo y del deporte. Los pobres diablos se están quemando vivos en su absurdo infierno. Angelicos… (Mejor aprendieran de los profesionales, que ven las cosas más serenamente… dentro y fuera de la tempestad).

14 de abril de 2010

DE LA QUE NOS HEMOS LIBRADO...

-Te confieso, Venancio, que he vivido varias semanas sin vivir en mí. Acojonao. Con los nervios a flor de piel. Pendiente de los informativos a ver si al final se arreglaba la cosa…

-¿Qué cosa? ¿La reforma laboral? ¿Los cinco millones de parados que tenemos en el país de Blancanieves y las 17 enanitas?

-Eso carece de importancia, hombre. Ya vendrán las locomotoras alemanas, francesa y americana a tirar del carro español.

-Entonces será por lo de Garzón, el súper juez al que quieren empapelar los fachas…

-A mí el señor juez ese me importa lo mismo que yo a él: un pito.

-Pues tu nerviosismo sería porque ha comenzado la Declaración de la Renta y la camisa no te llega al cuerpo…

-¡Qué va! Si a mí Hacienda me tiene controlados hasta los calzoncillos que uso…

-Pues, chico, habla y aclárate de una vez, que me tienes en ascuas…

-Verás, Venanciete mío: el 30 de marzo leí en mi diario preferido que se estaba gestando una posible huelga de futbolistas que paralizaría varias jornadas de Liga de Primera, Segunda y Tercera División. ¡Amenazaban con dejarnos sin el Madrid-Barça del día 11 de abril! ¿Pero cómo se le podía ocurrir a la Asociación de Futbolistas Españoles semejante barbaridad? ¿Había calculado los daños inmensos que podía hacer a las estructuras económicas, sociales y religiosas de este país si no podíamos disfrutar del partido del milenio entre Messi, Cristiano y la compaña?

-¿Y por qué querían declararse en huelga de pies caídos?

-Por lo de siempre, el maldito dinero. Al parecer sólo el 15 % de los clubes están al día en sus pagos a los futbolistas. Muy fuerte, tú. Los futbolistas no son artistas así que eso de trabajar por amor al arte y a la camiseta no va con ellos. Natural, si no tienes para comer no puedes luego rendir en el campo. También pedían cumplimiento de las garantías económicas cuando los clubes están endeudados hasta las orejas, ampliar las coberturas del Fondo de Garantía Salarial de Segunda División y crear uno para la Tercera. Temas de pasta gansa que es lo que mueve el mundo, macho. Me parece muy bien, pero también tienen que pensar que esto del fútbol es un sentimiento que los aficionaos llevamos muy adentro del alma, pero que muy adentro, y al que hay que respetar también un poco. Un sentimiento tan profundo que muchos somos capaces de pasar hambre durante toda la semana con tal de poder pagar luego la entrada del partido del domingo. Coño, ese esfuerzo también deberían valorarlo en la AFE.

-Pues no veas qué problema. ¿Y qué vamos a hacer sin el fútbol si se declaran en huelga? ¿En qué vamos a emplear ese tiempo y de qué hablaremos en el bar y en la oficina? Jodé, pero es que sólo piensan en ellos… ¿Y no pueden atarse el cinturón como lo estamos haciendo todos? ¡Que se declaren en huelga cuando se acabe la Liga!

-Pues esa ha sido la preocupación que me ha tenido en un sin vivir estas semanas. Menos mal que alguien de muy arriba debió decirles que el Madrid-Barça era un asunto de Estado y entonces empezaron a decir que la huelga empezaría el fin de semana siguiente. Pero seguía la tormenta perfecta, así que debieron sonar todas las alarmas y desde el Gobierno de la nación hasta el último mono del Consejo Superior de Deportes empezaron a mover el culo para intentar solucionar el problemón. El paro, las reformas estructurales y hasta lo del juez Garzón puede esperar pero solucionar el cacao planteado por la AFE era un asunto de emergencia nacional.

-Así que se reunieron todos y aquí paz y después gloria, ¿no?

-Efectivamente, Venancio. Ayer, día 13, quedaba desconvocada la huelga. La AFE, el Consejo Superior de Deportes la Federación de Fútbol y la Liga de Fútbol Profesional se pusieron de acuerdo. Algo inaudito en un país donde todo el mundo lleva a gala estar peleado con el resto del paisanaje. Aquí tienes los acuerdos a que llegaron en esta cama redonda. Con lo cual todos contentos. Los señoritos políticos porque podrán presumir de que arreglaron al menos un problema, el más grave, la huelga del fútbol; los de la Federación y la Liga porque ven reconocida su pésima gestión con más pasta y bicocas; los futbolistas porque podrán comer a final de mes y así no engrosarán las listas del paro y nosotros, los aficionados, porque tendremos nuestra ración de fútbol semanal sin la cual no somos nadie.

-Pues a los psiquiatras y psicólogos les han hecho la pascua, con lo contentos que estarían por la llegada de clientes por culpa de la huelga…

-Hombre, no se puede contentar a todo el mundo. Pero, tranquilo, no se morirán de hambre. Entre los paraos sin futuro, los fanáticos defensores y detractores del juez Garzón y los que esperan el sablazo de Hacienda, tienen un manantial de potenciales clientes que ya lo quisiera el Barça o el Madrid…

11 de abril de 2010

MADRÍ-BARÇA: NO HUBO SORPRESA

El partido del milenio. Puaf… Hay cada exagerao por ahí… Y no sólo en la historieta que relatamos en el Arco hace unos días gracias a nuestro desenfrenado amor por el sarcasmo y la sátira sino, lo que es peor, por lo que cuenta gente tan “seria” (ji,ji) como los señoritos de Marca (madridistas hasta el corvejón) o el Mundo Deportivo (culés hasta la médula). Los primeros hablaban la noche del sábado en su página web de “Partido del Milenio” (así, con mayúsculas y todo). Los segundos escribían hoy en su web, “El planeta se rinde al Barça”, rememorando nuestro burlesco “Es un acontecimiento planetario” de hace unos días.

Partido, lo que se dice partido, apenas hubo. El Puñetas prácticamente se durmió durante los primeros treinta minutos viendo cómo los dos equipos –nerviosillos ellos- se dedicaban a jugar en apenas 25 metros del campo, como si el Bernabéu no tuviese porterías ni áreas, excepto para retrasar la pelota a los porteros. Imprecisiones, regatillos en corto y ni un solo disparo entre los tres palos hasta que llegó “Él”, el Messias.

Cuando el sueño ya casi me vencía, en el minuto 32, Messi despertó también de su letargo (hasta el momento lo más llamativo que había hecho fue un manotazo que le dio al balón) y se marcó un gol de hombro la mar de guaperas. La pelota salió despedida de su hombro a la distancia y altura adecuadas para que su Ilustrísima sólo tuviera que arrearle un zapatazo. Luego salió corriendo para celebrar el gol, tocándose la camiseta en plan: ¡milagro, milagro! Voy a escribir lo que nadie dice (ni aficionados ni listillos del balón): de cada cien goles, en setenta de ellos interviene la Virgen de la Casualidad. Sin embargo,  como el fútbol es hoy día la religión laica con más número de feligreses, al final los goles se venden como “obras de arte”, “golazos”, “genialidades” y otras palabrejas afines. ¡Menuda trola!

Fue a partir de ese golete de Messi cuando el partido empezó a tener algo de mejor juego pero ya había perdido lo único que me sostiene en vilo y duermevela en un encuentro de fútbol: la emoción del marcador. Allí ya no hubo más emoción porque todo el mundo sabía –incluso antes del encuentro- que el Barça era mejor equipo que el Madrid y salvo casualidad o mala suerte (a un solo encuentro no siempre gana el mejor porque el fútbol es un deporte bastante desnortado) el resultado estaba cantado. Así que el que iba a ser el partido del milenio (con emoción a raudales y erotismo máximo) acabó convirtiéndose en una soporífera noche de éxtasis futbolístico frustrado. Todos los jugadores barceloninos (aunque algunos de ellos hayan nacido a mil kilómetros de distancia de la ciudad de la Sagrada Familia) superaron a sus contrarios. De Ronaldo sólo vimos las pocas bicicletas que le dejó hacer Piqué; de Ramos apreciamos lo que en él es habitual, mucha leña, que repartió a diestro y siniestro, sin cortarse un pelo; de Higuaín supimos que estaba en el campo porque habíamos visto su nombre en la alineación inicial del Madrid;  de Guti y Raúl, supimos que no sabemos nada, salvo que la temporada próxima estarán cultivando geranios en otros equipos. Especialmente -en la segunda parte-  el Puñetas sólo vio mucho azulgrana por el césped, bailando y disfrutando con el “pa ti, pa mí” mientras la desesperación hacía mella en el sistema nervioso de los jugadores merengues, que estaban hechos un flan porque sabían que todavía no forman una gran y afinada orquesta.

A los 57 minutos llegó el gol de Pedro y allí se acabó aún más el cuento chino del partido del milenio y del planeta entero. Un vulgarote partiducho donde quedó demostrado que el Real Madrid ha acortado la distancia que en la Liga pasada le sacaba el Barça (recordemos aquel 2-6), pero al que le quedan aún un par de años para mojarle la oreja. Y es que un equipo campeón no se construye en un añito por mucho que don Florentín y algunos periodistas neuróticos de los madriles así lo crean. Refresquémosles la memoria. Este Barça ha llegado al cenit con Guardiola pero el que empezó a fabricar los mimbres de tan exitoso cesto fue aquel holandés de los ricitos, tan buena persona,  llamado Frank Rijkaard.  Un equipo de categoría “Cinco Estrellas” se fabrica en un lustro con paciencia, billetes de 500 euros, gente sensata y cuidando de los chaveas que se entrenan en casa. El Madrid ha mejorado este año gracias a la pasta gansa que ha traído el Gran Jefe de ACS pero los milagros no existen y necesitará todavía tiempo –si se hacen bien las cosas- para subir de categoría. Por ahora sólo es un “Tres Estrellas” aunque, eso sí, muy limpito y aseado.

Presumimos que los máximos rectores del Madrid seguirán haciendo lo mismo que en los últimos años, acosados por los medios histérico-informativos de la capital: echar al entrenador, descartar a media plantilla, fichar a la otra media, buscar éxitos inmediatos y.. vuelta a empezar.  El bueno de Pellegrini ha conseguido armar un equipo con expectativas de futuro en algo menos de un año pero es probable que no haya servido de nada ante los impacientes y milagreros de turno. Estos harían bien en preguntarle a Rijkaard y Guardiola cómo se fabrica un equipazo fetén en vez de estar ya pensando quién demonios será el nuevo chivo expiatorio (entrenador) que echarse a los colmillos la temporada entrante.

Al final, a los 94 minutos de juego de un partido que no tuvo historia ni sorpresas, el árbitro pitó el final del invento y mandó a todo el mundo a los vestuarios. A falta de buen juego y de cierta emoción, fue el encuentro de la deportividad. Ningún espectador tiró un cochinillo al césped. Los jugadores (salvo el leñero del Ramos) se saludaron y hasta se dieron algún besuqueo en el túnel de vestuarios. Ni la presidenta Aguirre mordió la yugular de Laporta en el palco de autoridades, pese a tenerlo al lado, ni el futuro (ji, ji) presidente de la Generalitat sacó los pies y sus neuras del plato de la cordialidad y la buena educación. Al árbitro algunos jugadores sólo se lo quisieron comer dos veces, una cada equipo, pues  ya se sabe que a muchos futbolistas les encanta decirles a los trencillas lo que éstos tienen que pitar. En fin, todo estuvo muy comedido, quizás porque casi todo el mundo sabía (menos los cantamañanas de turno) quien se llevaría la victoria y la Liga: el mismo equipo que, probablemente, se llevará también la Champions.

Acabado el partiducho todo el mundo regresó a casa, o se fue a dormir o pensó que la vida sigue y el lunes hay que currar (el que tenga trabajo, que esa es otra). Lo bueno de estos hitos “históricos” (más bien histéricos) es que pasan, se publican toneladas de cosas sobre ellos y luego todo sigue igual. Señal de que sólo son un vulgar y sencillote engañabobos. Para hecho trascendente el que dio origen al minuto de silencio al comienzo del partido: 96 personas fallecidas en un accidente aéreo. Representantes de todo un país desaparecidos en un segundo por volar en un viejo y arcaico avión soviético Tupolev al que el Puñetas no se subiría ni harto de vino.

7 de abril de 2010

EL PARTIDO DEL MILENIO

Ya está aquí. Los colmillos me chorrean. ¡El partido del milenio! Basta ya de partidos del siglo. El término está muy sobado. Este partido no merece ese pobre calificativo. Este partido es más, mucho más. Más que un partido. Más que un encuentro de fútbol. Es un acontecimiento planetario. ¡Es el acontecimiento del milenio!

Su excelencia Messi contra su Ilustrísima Cristiano. ¡Grrrrr! Higuaín contra Ibrahimovic. Casillas contra Valdés. Xabi contra Xavi. ¡Grrrr! Pujol contra Albiol. Alves contra Ramos. ¡Uauhhhhh!

La espera se me hará eterna. No podré dormir. Tendré palpitaciones y taquicardia. Tres días para el mayor acontecimiento del milenio. Este Madrid-Barça es el mejor de toda la historia. Dos gigantes. Dos súper equipos. Dos ciudades. Dos maneras de entender el fútbol. Y la política. Y el cachondeo. Y lo que haga falta. ¡La sal de la vida!

Miles de páginas hablan del acontecimiento. Miles de anuncios. Miles de locutores de noticias. Madrid-Barça. Madrid-Barça. Madrid-Barça. Madrid-Barça... ¡Uauhhhhhhhhh!

Será el sábado 10 de abril. A las 10 de la noche. La conjunción de estrellas. El mayor espectáculo del mundo. No me hablen de la crisis económica. O del paro. O del caso Gurtel. O de que Garzón es un gran juez. O de los golpes de la policía en El Cabanyal valenciano. Que se paren las pequeñeces del día a día. Que se paren las estrellas. Que la luna se ponga bata de cola. Yo sólo estoy para ¡grrrr! mi Messias y mi Cristiano. Ellos mueven el mundo. La vida. Los corazones. La historia. No me cuenten otras milongas. Sólo estoy para la Sexta o Canal Sur. Ahí veré el partido del milenio. A su salud y a la mía. Y que gane el mejor. Yo soy de los dos equipos. Al mismo tiempo. ¿Pasa algo? Gane quien gane yo ganaré. Pierda quien pierda yo ganaré. Serán los mejores 90 minutos de mi vida. Porque fútbol es fútbol. Pasión. Arte. Genio. Grandeza. ¡¡Vida!!

-¿902 902 902? ¿Sí? ¿Es el psiquiátrico “Locos de remate”? Sí, mire, es que tengo aquí un tipo sentado en la barra del bar que habla de no sé qué partido Madrid-Barcelona del próximo sábado y me está llenando el mostrador de babas. No sé, es un tío muy raro. Me está entrando miedo. ¿Y si saca una navaja y arma aquí la de dios? Sí, habla de un mesías y de un cristiano. A lo peor es un fanático religioso y se inmola aquí mismo. ¿Por qué no vienen y echan una visual? Es que no me fío, oiga. Sí, ahora le ha dado por cantar. ¡Dice unas cosas…! Que si Hala, Madrid, noble y bélico adalid, defendiendo tu color… Y, oiga, ahora canta algo así como Blaugrana al vent, un crit valent, tenim un nom, el sap tothom: Barça , Barça, Baaarça.! Jodé, cómo desafina el tío. Pero me da miedo, oiga. ¡Vengan, por favor! O llamen a la policía o a los bomberos. ¡Yo qué sé! Yo sólo soy un pobre hombre que se gana la vida en un barecillo del extrarradio. ¿Cómo dice? ¿Qué si ha dicho algo de cuál de los dos es su equipo? Pues…., no sé…, sí, sí, ¡sí sé!… Dijo que es de los dos equipos. Ah, que entonces está como una cabra. Y que puede ser muy peligroso. ¿Entonces vienen a por él? Pues muchas gracias, no saben cuánto se lo agradezco. ¡Gracias, gracias, gracias! … Uf, espero que lleguen muy pronto. Estoy que me cago las patas abajo. Cada vez hay más loco por el mundo…

El partido del milenio. A las 10 de la noche. En la Sexta. O en las autonómicas. El Messías y el Cristiano. ¡Im-pre-sio-nan-te! Oiga, jefe. Póngame otro Rioja. Sí, a las 10 de la noche. En la Sexta. Madrid-Barça. Impresionante. El partido del milenio… En el Bernabéu. A las diez… ¡Grrrrr!

PD: ¡No se pierda la crónica de partido tan memorable! El domingo once en esta pantalla amiga.

4 de abril de 2010

EL TURISMO COMO DEPORTE Y EL DEPORTE COMO TURISMO

La revista “Deportistas”, editada por la Federación Española de Municipios y Provincias, en las páginas 8 y 9  de su  nº 32 de febrero/marzo de 2010,  informa que “El Consejero de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía presentó en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) celebrada en enero en Madrid los grandes eventos deportivos que albergará la región en 2010”.  Acto seguido se desglosan algunos de los eventos más importantes: el Open de España de golf en Sevilla, el Open de Golf Andalucía en Málaga, el Gran Premio de Motociclismo de Jerez, los ciclos de carreras de caballos de los hipódromos de Dos Hermanas y de Mijas, las carreras típicas de las playas de Sanlúcar de Barrameda, las 5 primeras etapas de la Vuelta Ciclista a España, el Torneo Andalucía Tennis Experience, torneo del circuito femenino a celebrar en Marbella…

Hasta aquí todo perfecto, maravilloso y olé los buenos gestores y políticos que se lo curran para que el nombre de Andalucía traspase Despeñaperros, los Pirineos, el Atlántico y lo que haga falta. La primera cruel pregunta que se hace el humilde contribuyente un poco crítico es la siguiente: ¿El papelón de las Administraciones Públicas –sean Centrales, Autonómicas o Locales- es organizar torneos de tenis, carreras de caballos, mundiales, olimpiadas y otros hierbajos? Porque no parece que ese deba ser su cometido. Y la segunda preguntilla igual de  cruel: ¿De dónde sale la pasta para pagar estos fastos? Porque el Consejero y la patulea de gente que trabaja en la Consejería no pondrán un duro de su bolsillo, eso seguro…

La primera sospecha, a bote pronto, es que nuestros administradores públicos confunden churras con merinas y torneos de golf con sanidad pública de calidad. Confunden propaganda y  gestión de los intereses públicos. La segunda sospecha, aún más gorda y cierta, es que los paganos de todos estos eventos tan chiripitifláuticos  seremos los contribuyentes, los curritos y currantes mayormente. Y esto será así porque casi todo el parné de los fastos y fiestas deportivescas que se anuncian procederá de las arcas públicas. Atentos a la explicación de porqué se organiza con pasta gansa mayoritariamente pública este tinglado deportivo-turístico-comercial: “La captación y organización de grandes eventos deportivos constituyen una prioridad dentro del Plan de Marketing turístico porque están íntimamente unidos a la puesta en valor del territorio y promueven la generación de rentabilidad turística para nuestros empresarios”. Más claro, el agua turbia.

Para organizar el tinglado, dice la Junta que ha implantado un nuevo modelo de gestión consistente en la creación de eventos que incorporan en el nombre la marca “Andalucía” en lugar de patrocinar citas deportivas ya existentes, aunque eso no lo veo nada claro en el caso de la Vuelta Ciclista a España o el Campeonato motero de Jerez, pero en fin...  También dice la señora que su nuevo modelo ya está siendo estudiado por otras comunidades autónomas, es decir, que es magnífico ya que colegas de otras latitudes están perdiendo el culo por imitarlo. Sí, alguna iniciativa privada –empresarios amigos, mayormente- colaborará en el gasto pero el plato fuerte lo pagará el sufrido ciudadano que ve como con sus impuestos se abona o subvenciona ya casi todo. Nunca pudimos imaginar que el famoso “Estado del Bienestar” consistiese en pagar a mansalva a un montón de gente que no tiene ninguna utilidad pública o que con el dinero de los impuestos se pagasen actividades privadísimas que deberían correr a cargo exclusivamente de quienes las realizan.

“Nuestro modelo supone compartir riesgos y beneficios, en un sistema de lealtad, confianza mutua y suma de esfuerzos  con el sector privado para ser algo más que la sede de la competición”. ¡Olé el piquito de oro! ¡Olé la confraternización universal con un sector privado que hace aguas por todo el Mediterráneo gracias a que la Junta de Andalucía es el mayor empleador de toda la comunidad, bien a través de sus ramas administrativas, bien a través de sus ramas clientelares, bien a través de sus innumerables empresas públicas para usos privadísimos! En realidad quien pone casi todo el riesgo en los eventos (o sea, los dineritis) son los contribuyentes, auténticos mindundis de este modelo de gestión basado en el clásico dicho del “todos pagan y algunos se lo llevan calentito”. Bueno, eso de que “todos pagan” tampoco es cierto porque el fraude fiscal es de aúpa.

Pero no seamos demagogos ni recelosos. Las cuentas están claras: “Andalucía acogió el año pasado 350 acontecimientos deportivos que supusieron un retorno económico de 120 millones de euros, reunieron a más de medio millón de espectadores y alcanzaron una repercusión mediática de 100 millones de personas”. ¡Ele las cuentas bien contadas! Sólo un pero: ¿cuánto costaron esos 350 acontecimientos deportivos, desglosados en dinero aportado por el erario público y por el sector privado? Ah, que todavía están haciendo las cuentas… Menudos cuentistas…

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).