12 de julio de 2006

HASTA LUEGO, LUCAS, HASTA SEPTIEMBRE...


Con el comentario de más abajo sobre las finales del Wimbledon y de la Copa del Mundo futbolera, el Juan Puñetas da por finalizada la presente temporada deportivo-bitacoril. Desde hoy hasta el 31 de agosto comienzan mis vacaciones veraniegas, mejorando lo presente. El uno de septiembre, puntual como un reloj suizo, o sea, como Federer, volveré a este grato rincón para tomarme un tercio en serio y dos tercios a cachondeo todo lo que gira alrededor del mundo del deporte. Volveremos cuando pasen estas calores, con la mente despejada y el bolsillo también, dispuesto a seguir dando guerra siempre en plan pacifista y tal, que aquí somos muy finos y educaos. Empezamos a pasarnos el deporte por el arco del triunfo a primeros del 2005 y, si San Cucufato no lo remedia, tras la pausa veraniega, en la que practicaremos asiduamente el bello deporte de la siesta, seguiremos con la misma cantinela mientras las teclas aguanten y la cabeza se mantenga en su sitio. Feliz veranillo, amigos deportistas.

11 de julio de 2006

ENTRE EL TENIS Y EL FURBO, OYE, NO HAY COLOR...



El domingo pasado estuve enganchado a la telecaca desde las 3 de la tarde. Tenis y fútbol. Nadal contra Federer en la final del Wimbledon estirao de los ingleses. Francia contra Italia para dilucidar qué equipo jugaba peor al fútbol y ganaba el mundial de ídem. Tras finalizar ambos acontecimientos deportivos, entono el mea culpa y expío mis pecados, padre. Me acuso de haber despotricado en exceso contra el fútbol cuando es que no hay color, oiga…



Qué aburrimiento lo del Wimbledon ese. Dos tíos pegándole sartenazos a una pelotilla amarilla. Donde ponían el ojo, ponían la bala (la bola, quiero decir). Oye, y fallando poquísimo, qué horror. Y respetándose tanto que al final del partido esperaba que se dieran dos besos en tós los morros. Así no hay espectáculo, coñe. Y ese público, tan educadito, siguiendo el partido en silencio, aplaudiendo los tantos con flema y cachaza, sin ladrar ni insultar al árbitro. ¡Incluso habían ido al estadio sin disfrazarse! El colmo de la burricie. Y en las jugadas más dudosas, allá que la tele nos echaba el movimiento de la bola, que hasta un ciego tenía que reconocer que había entrado y que el árbitro no se había equivocao. ¡Así no hay emoción, ni debate ni leches! Viendo el partiducho sólo me pude tomar un sorbo de gaseosa porque es que el evento no invitaba a cosa más fuerte. ¡Qué sopor! Hacía el Federer un saque y pumba, tanto directo. Debe entrenarse el tío un montón de horas diarias. Mejor diera ruedas de prensa para explicar como se lo monta. Un perfeccionista de la leche que aburre hasta a las ovejas que pastan por el césped. Y esos recogepelotas puñeteros que evitan que se pierda tiempo en el partido, tan finos, tan remilgados. Esto del tenis es típico de gente demasiado tranquilota, con horchata en las venas, encocorotada, que va a ver un partido como el que va a ver una película de arte y ensayo. ¡Peñazo de deporte!


Menos mal que poco después llegaron los machotes del futboleo. El campo a rebosar. No cabía allí ni un alma ni una almeja. Todo el mundo hombro con hombro, apretujado, con los nervios a flor de piel. Disfrazados de indios, la mayoría. Los himnos. La patria. El honor. ¡Qué emoción y desparrame! Los jefes de Estado en el palco contemplando a sus legionarios allá abajo. Los negritos de la Francia, símbolo de la república igualitaria, contra los adonis plaibois de la Italia inmortal. La técnica frente a la fuerza. Napoleón versus Julio César. Y no veas la leña que se repartió por el campo. Como está mandao, que el fútbol es cosa de hombres y no de muñecos como el tenis ese. Patadón y tentetieso. Y ese árbitro cabrito que señala un penalti a favor de Francia y ese mago de Zine que hace una de las suyas. ¡Guauuuu, que me corro del placer! Hasta ahora era franchute, pero tras esta charranada me paso al lado de los italianos. Tienen que ganar el partido para que así el Gobierno aplique una amnistía al choriceo habido en los últimos años y estos tíos puedan seguir jugando la Champion y no en Regional. Y allá que el Materazzi saca el hacha de guerra y goooooooool, gooooooooooooool, es que me desgañito de placer y me bebo un litro de cerveza entero.


Empate a uno. Esto sí que es un espectáculo y no el mariconeo ese del tenis. Sí, cierto que a continuación vinieron largos minutos de pesadez porque es que los unos y los otros eran incapaces de meter un puto golete, pero es que meter muchos tantos (no como en el tenis) está feo, se cabrea el rival, y entonces aquello puede ser Troya. ¿Quién dice que el “fumbo” no es un deporte sabio? Ni pa ti, ni pa mi. Nos lo jugamos en los penaltis y que sea lo que la FIFA quiera. Es la nueva táctica moderna. Acojonaos por ganar o por perder. Lo comprendo porque es que se juegan mucho estos tíos. Todo el mundo, y cuando digo mundo digo Mundo, mirándoles hasta debajo del sobaco. Y en estas que el Zidane se cree un berraco y le arrea un cabezazo al Materazzi de los cojones. Bien hecho, Zizou, leña al mono. El guarro italiano me la debe desde que le rompiera la ceja a Sorin, el del Villarreal, en un partido de este año en la Champion. Lanzó el codo y pajaritos por aquí, por allá, aquí no ha pasao ná. De nuevo soy francés. Pero osti, tú, el capullo del arbitrucho expulsa al mago Merlín. ¡Me cago en San Prepucio! La culpa es del cuarto árbitro, claro. ¡Español tenía que ser, el tonto el haba ese del Medina Cantalejo, que está vendío a los italianos! Me siento apátrida, si el Pendejo ese es de mi país. Un genio, un virtuoso del balón a la puta calle. Seguro, seguro que el carnicero Materazzi le ha dicho algo gordo. Pero esto es fútbol, leche. Esto no es como lo del coñeo ese del Nadal y el Federer. –“Te felicito, Roger. Has hecho un grandísimo partido”. –“Tú también, Rafaelito. A ver cuando nos vemos en otra final y nos tomamos unas cañas sin alcohol”. Si es que el deporte no es eso, córcholis. ¿Qué va a hacer la afición después de esto? ¡Pues irse a su casa y meneársela! En cambio, ya ves, al final los penaltis. Emocionantes, tío. Sabiduría. Cara y cruz. Y los italianos que se llevan el copón, el Santo Grial. Como tienen al Vaticano al lao, le habrá echao una mano… Ahora verás lo que es bueno, qué festejos, qué recibimientos, qué calidez, qué borracheras para celebrar el acontecimiento, no lo de los pichafrías esos del tenis.


Sí, ya sé que morirán unos cuantos en las celebraciones, que habrá heridos y hasta algunos actos vandálicos, pero joder, de esto no tiene culpa el fútbol. Las cosas son como son: donde hay emoción, química, chachi piruli, gracia, arte y esplendor, o sea, guerra de la buena, es inevitable que algunos descerebrados echen chispas y se quemen. No como en el tenis, donde lo único que se sale de lo aburrido y soporífero son los falsos chillidos orgásmicos de algunas jugadoras. Menudas frígidas cantamañanas. Como el furbo, no hay ná. Comprobao...


7 de julio de 2006

MÁLAGA, CARA Y CRUZ


La ciudad de Málaga ha batido este año un record difícilmente mejorable: en los dos deportes de masas que se celebran en España ha obtenido el mejor y el peor de los resultados. Campeón de Liga el Unicaja de baloncesto y descenso a Segunda División del Málaga Club de Fútbol (Serafín Roldán y Cía). Cara y cruz. Y no veas el pitorreo que se traen entre manos las aficiones de uno y otro deporte.


El baloncesto corre a cargo (dejémonos de localismos y perendengues) de una Caja de Ahorros, Unicaja, que se gasta sus buenos cuartos en mantener a un equipo donde hay un par de jugadores malagueños. Pero eso sí, la dirección deportiva corre a cargo de gente con cabeza y al entrenador le dejan cortar bastante el bacalao. Si a eso unimos una afición que va al campo a berrear de lo lindo y a pasárselo bien aún a costa de quedarse sorda como una tapia (más de 100 decibelios es lo habitual en la cancha), ya tenemos los mimbres para ir destacando y ganar un premio gordo en el disputado mundo de la canasta. Pese al triunfo de este año, el líder del equipo se va a hacer las Américas (la NBA) y el entrenador Scariolo dice que él también se va si no se hacen los mimbres tal como él estima oportuno para mantener un equipo ganador. La Caja de Ahorros cede (pondrá una comisión más a sus impositores y santas pascuas) y el año próximo el Unicaja seguirá luchando por figurar en los puestos de "honor".



En el fútbol, las cosas se hacen habitualmente con los pies. En el Serafín Roldán Club de Fútbol (otros lo llaman Málaga C.F.) es la norma de la casa. Cada año un entrenador y un montón de jugadores nuevos. No se sabe quien manda si es que lo hace alguien. Proyecto deportivo quiere decir “ir tirando”. Y así, tanto va el cántaro a la fuente de la mala planificación y organización, que al final se rompe y hay que ir a comprar otro a la Segunda División. Los aficionados, ante el plan (la falta de plan, quiero decir), acuden a regañadientes al campo y no se lo pasan guay en el mismo, como sus compas del baloncesto. Todo son gritos, histerias y malos ratos. Y encima pagando en exclusiva los platos y el cántaro roto porque don Serafín Roldán compró el equipo para hacer negocio con él, aunque al final no le salen las cuentas.



Pero la historia que hoy relato se quedaría en cosa vulgar y cotidiana, salvando ese cara-cruz de este año, si no fuese porque los que chupan del frasco quieren que el personal, o sea, el contribuyente, cargue siempre con la cruz. O sea, que el Ayuntamiento meta mano en el club futbolero para que no se vaya más a pique. Y claro, cuando al Puñetas le quieren sacar la pasta que gana honrada y trabajosamente para cuestiones particulares de unos vivales de tres al cuarto, entonces saca la faca y se defiende como gato panza arriba: “¿Que YO, como contribuyente del Ayuntamiento, voy a pagá un puto duro por un equipo de fúrbo al que tienen la desfachatez de llamar er Málaga C.F? ¡Amos, anda!”



“La situación económica del Málaga es delicada” –afirman sus rectores particulares. Y allá que se han ido a llorar y pedir al Ayuntamiento para venderle las acciones, o que ponga millonetis extra encima de la mesa o para que busque a otros empresarios pringaos que arrimen el hombro. Tras hacer malamente las cuentas el actual dueño del club, el inefable don Serafín, ha dicho que hay un déficit de unos 18 a 25 millones de euros, que es lo mínimo por donde habría que empezar para la futura ampliación de capital. Últimamente ya se habla de que la inversión necesaria debería subir hasta los 41 sacos de a millón. Así que se andan buscando inversores, millonarios y tíos a los que les sobren las pelas. El alcalde de la ciudad hace de maestro de ceremonias y de conseguidor para ver si así evita soltar la manteca él mismo, o sea, los ciudadanos de a pie como el aquí presente. Y en esas estamos algunos, currando de vigilantes. Lo que no evitará algún chanchullejo urbanístico del tipo “yo te cedo este terreno, tú me vendes aquel, él te compra lo que te cedo”. Lo cierto es que, tras la primera semana de campaña de abonados, sólo un centenar de socios han renovado el carné. Los precios de los abonos y las dudas sobre el proyecto en Segunda frenan a los aficionados. O será que no tienen un pelo de tontos...



Y mientras, la oposición municipal, ¿saben a qué se dedica para intentar ganar votos futuros? Pues a pretender que paguemos no sólo en las duras sino también en las maduras: “El consistorio no colabora actualmente con el equipo de baloncesto de la ciudad. En situaciones similares, como el caso de Granada, el Ayuntamiento ayuda a su equipo; sin embargo, en Málaga no sólo no le da ningún tipo de subvención al club, sino que además le cobra por utilizar el Martín Carpena, un pabellón municipal”. Y la portavoz del grupo municipal socialista remató la faena torera afirmando que si gana las próximas elecciones condonará la deuda que el Unicaja -o sea, la millonaria Caja de Ahorros- tiene con el Ayuntamiento y que asciende a 600.000 euros. ¿Comprenden mis queridos lectores cómo la señora Bustinduy, uy, uy, es incapaz de ganar unas elecciones al líder del PP malagueño? Y claro, el alcalde De la Torre aprovechó la ocasión para dejar a la señora Uy, Uy como una pobre piltrafilla: “Nosotros nos volcamos con el club en todos sus aspectos, pero en tema de dinero público, creo que hay que tener una gran prudencia. En esos temas de ayuda a los equipos de élite hay que ser moderados, el dinero público tenemos que utilizarlo para el deporte básico”. Del dicho al hecho hay mucho trecho, “señó arcarde”, pero no está mal que al menos diga lo que algunos descastados deportivos pensamos desde que vinimos al mundo de la tacañería: al deporte profesional ni una puñetera peseta o euro o dólar. Que la pague Unicaja, Serafín Roldán, Adidas o la madre que los parió, porque los bolsillos del paisanaje ya tienen bastante con pagarse la carísima vivienda, los cuantiosos gastos que genera el coche subnormal, las lentejas y yogures del día y el ejército de impuestos que desde todos los frentes nos atosiga de manera inmisericorde hasta dejarnos con el culo al aire. He dicho y no se hable más.

4 de julio de 2006

MUJERES Y FÚTBOL


Estamos acercándonos al final del Arco por esta temporada (por culpita de esas calores sureñas que sólo invitan a vegetar como los cocodrilos y sus primos/as pobres, los lagartos y lagartijas), pero todavía hemos de largar por nuestras teclas de piñón piñonero unas cuantas cosillas en un par de articulazos venideros. Hoy se me ha ocurrido (aprovechando que todavía están despiertas tropecientas neuronas) qué piensan las benditas mujeres de todos estos días de comilona futbolera con la leche esa del mundial. Así que me he puesto a investigar en el entorno más cercano: mi bloque de vecinos. La bebé sietemesina del paisano del cuarto izquierda no sabe, no contesta. La señora del segundo derecha, con más años calzados que Matusalem, afirma todavía locuaz que “mi Indalecio, que en paz descanse, sólo le daba al frasco”. Lo de la pelotita fue un invento posterior. La chavalota del sexto izquierda (más o menos, hablamos del círculo central del edificio) odia el fútbol desde que tuvo que casarse de penalti por culpa de una rotura de goma elástica. La señora gangosa del décimo, que vive con tres perritos pequineses y un señor de Pekín, se embala cuando le pregunto por el fútbol, pero como no le entiendo ni papa, no sé si habla a favor o en contra. Además, los perritos ladran como si les retorcieran el pescuezo y poco ayudan a esclarecer el caso. Finalmente, la señora de esta su casa dice con la sartén en la mano que a ver si tengo bemoles a preguntarle por esa estupidez machista del fútbol. Así que la encuesta casera me sale más bien de porca miseria. Quizás tenga más fiabilidad estadística que algunos cuestionarios que manda hacer el Gobierno (¿Cuál?, el que sea) pero al Puñetas le da un no se qué el sacar conclusiones precipitadas de tan pobre muestreo.


Pero siempre está San Cucufato para socorrer a los pobres de espíritu, de imaginación y de bolsillo. Así que hace unos minutos, disfrazado de vecino del piso once izquierda, me ha traído unas cuantas páginas publicadas el pasado sábado por la revista femenina del diario EL MUNDO, “Yo dona” en las que varias periodistas famosuelas hablan en tertulia sobre esto del futboleo. Así que miel sobre hojuelas y me llevo una. Aquí van algunas opiniones la mar de sabrosas a ver si los tíos se enteran de algo de lo que piensan algunas féminas. La muestra es inferior a la de mi bloque de vecinos, pero váyase la cantidad por la calidad.



EVA ORÚE: (Periodista. Coautora del libro “Locas por el fútbol”). El fútbol despierta verdaderos delirios. Hay quien dijo que un hombre puede cambiar de mujer, de coche, de trabajo… pero jamás lo hará de equipo. No acabo de entenderlo, pero millones de personas se mueven por él.


ISABEL SAN SEBASTIAN: (Periodista. Esta sí que acabaría con ETA si la pusieran de ministra del Interior). Es un deporte de equipo sencillo y entretenido. Lo que no entiendo es la fiebre desaforada de la gente ni que iguale a las personas. Es un juego de señoritos multimillonarios, excesivamente pagados y mimados por la sociedad. No entiendo como se puede seguir manteniendo esa identificación emocional con los hinchas, cuando se trata de una afición mercantilizada que ya nada tiene que ver ni con tu localidad ni con tu nacionalidad. Hasta por las presidencias de los clubes se lucha encarnizadamente, porque en los palcos de los estadios se hacen excelentes negocios.



MARTA GARCÍA PEREA: (Socióloga. Investigadora de las relaciones de género/a). No iguala a las personas pero sí las identifica con el grupo y con una sociedad en la que priman el éxito social y el dinero. Futbolistas como Beckham representan el icono de esa sociedad: es atractivo, no proviene de la clase alta y derrocha a espuertas. El fútbol trasciende a unos valores que van más allá del terreno de juego.



PEPA BUENO: (Periodista. Dirige el programa “Los desayunos de TVE”, donde se come un croissant). El fútbol es un deporte excluyente, absolutamente de hombres, que refleja una manera masculina de entender la vida. Las mujeres asistimos al espectáculo como convidadas de piedra.



Bueno, no quiero fusilar la excelente tertulia periodística, pero estas mujeres demuestran en un par de páginas tener más luces y cerebro que miles y miles de machotes que opinan del fútbol con una simpleza aterradora. “Muchas mujeres se apuntaron al fenómeno del fútbol por seguir la máxima de si no puedes vencerlos, únete a ellos. Como la única forma que tenían de mantener algún contacto con su marido, novio o hijo”. “En los campos ves a padres animando a sus hijos, pero no para que luchen y jueguen mejor, sino para que alcancen metas, porque el fútbol es la gallina de los huevos de oro”. “Si te diluyes en una masa de 120.000 personas, puedes cometer cualquier barbaridad. Seguro que muchos de los que insultan no se atreverían a decir lo mismo en la calle”. “Yo he llevado a mi hijo a jugar un partido en la liga municipal y escuchaba a algunos padres decir: ¡Rómpele la pierna, machácale!”.



De lo que no hablaron estas señoras tan sensatas es porqué el fútbol femenino no vende una rosca. Prometo durante el veranillo loco darle al coco sobre el tema y eyacular unos cuantos comentarios sobre el particular en la próxima temporada del Arco. Si es que estas calores sureñas no derriten al Puñetas y lo licúan…

  © Blogger template 'Greenery' by Ourblogtemplates.com 2008

¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).