30 de junio de 2010

A VUELTAS Y REVUELTAS CON EL MUNDIAL

Sigue el Puñetas por Sudáfrica, si ustedes no mandan lo contrario. Una vez superada la primera fase, en la que se clasificaron los favoritos de siempre salvo alguna sorpresa-guinda, empiezan las eliminatorias a un solo encuentro y la emoción del KO le da a los partidos una salpimienta especial. Mas como el futbolín ha entrado de lleno en el terreno de la política y del nacionalismo más patético, los equipos están saliendo al campo acobardados como conejos en un campo de tiro. Uy,uy, no nos iremos mucho al ataque no vaya a ser que el enemigo nos pille en una contra, nos meta un golete, perdamos y no podamos regresar a nuestro país. Uy, uy, qué miedo, tantos millones de compatriotas pendientes de nuestras piernas y cabezas esperando no ser defraudados en su orgullo nacional… Uy, uy… Los jugadores saltan al campo convertidos en un flan y sólo un gol a favor les hace desaparecer –hasta cierto punto- las ansiedades y el tembleque. En este terreno los de la selección bosquiana (la de Vicente del Bosque, quiero decir) han batido el record. Desde Suiza a Portugal han viajado con el miedo en el cuerpo, sabedores de que atesoran mucho fútbol en sus botas pero que el personal no entiende más que de victorias patrióticas, sean de churro o de buñuelo. Además, hay 600.000 eurillos de prima si levantan la copichuela mundialesca, lo que no es moco de pavo. Por si fuera poco, el presi don Zapatético ha dicho en Canadá, en el G-20, que Spain va a ser campeona del mundo, así que con lo atinado que va siempre el señorito (vio la crisis económica con dos años de retraso, tiene serios problemas de lateralidad, confundiendo la izquierda con la derecha) es cosa de atarse los machos y no defraudar al destino, al también ministro de Deportes y a los españolitos. Claro que estos se creen que en Sudáfrica los perros los atan con longaniza, pero bueno, nos dejaremos el alma si es preciso en el intento de pasar a la historia como la primera selección española que no hizo el ridículo en un Mundial de fútbol.

-Puñetas, no sé a qué viene mezclar la política con el excelso mundial… Es usted un demagogo…


Ya decía, y se ve que usted no lo ha leído bien, que el fútbol es hoy día pura política, sobre todo en un mundial. Esos himnos nacionales antes de los encuentros, con los jugadores agarrados unos a otros como si fueran madres ursulinas, los unos canturreando con tierno sentimiento los aires –casi siempre guerreros- de sus himnos nacionales, los otros mirando al cielo con expresión huidiza como diciendo, jodé, qué tiene que ver meter un gol con esta parafernalia nacionalista. Los espectadores, pintarrajeados en plan carnaval, enarbolando al viento sudafricano la bandera de su país, más o menos como si a continuación se fuese a declarar la guerra al vecino fronterizo. Y allá, en los balcones y terrazas de la madre patria, más banderas y banderolas hasta que algún extraterrestre futbolero se pregunta si es que ha cambiado de día la fiesta nacional y él no se ha enterao. No, es que juega este mes España…, le dice algún sabihondo, hondo en la ignorancia, pero sabio en lo del fútbol. ¿Es que han militarizado a los jugadores? –vuelve a preguntar el alienígena, tras escuchar alarmado tantas trompetas y fanfarrias. Nos representan a todos, majadero –le responde el que se cree todo este teatrillo nacionalfutbolero. Y quizás tenga razón, porque las últimas noticias llegadas aquí, al país del bendito Mandela, es que el presidente de la Federación Francesa de Fútbol y el entrenador de su selección comparecerán ante la Asamblea Nacional para dar cuentas de su sonada derrota mundialesca, equiparable al menos al desastre de Bailén o de Waterloo. Y qué decir de Nigeria, cuyo Presidente ha decidido disolver a la selección durante dos años, haciéndola desaparecer del mapa durante este tiempo. ¿Mandará a prisión a los jugadores y técnicos por el “pobre papel” que han hecho las “Águilas Verdes”?

-¿Ves, Puñetas, como hay que ser más lanzado?

Quien me interrumpe ahora es Pepe Pi, nuestro barman particular experto en cuentos deportivescos y que antes del Mundial me entregó uno en que se contaba de forma burlesca algo parecido a los dos ejemplos anteriores en que los políticos y gobiernos meten sus sucias y corruptas manos (sean francesas, nigerianas, españolas o del país de la Berza) en el mundejo del fútbol, que todo lo consiente con tal de hacer negocio. Aquel cuento lo deseché porque no quería ser declarado persona non grata en cualquier país del mundo donde puedan suceder estas cosas –o sea, cualquier país-. Ahora me arrepiento porque queda demostrado una vez más que la realidad siempre vence a la imaginación. ¡Y por goleada!


Pero, entre partidos rácanos y miedosos y usos politiqueros del futbolín, que se deja manejar muy gustoso, yo destacaría otro detallazo que hemos denunciado en más de una ocasión en el Arco: los carcamales que gobiernan y mangonean tan bello deporte. Bueno, bello cuando juegan unos chavales con una pelota medio rota y unas porterías hechas con dos piedras… ¿Qué sátira podríamos aplicar desde aquí a esos austrolopitecus de la FIFA que se niegan a introducir las nuevas tecnologías en un acontecimiento de primer nivel como un Mundial, cuando se da la paradoja que en el terreno de juego se anula un gol mientras que en las pantallas del estadio todo el mundo ve cómo la pelotita traspasó claramente la línea de la portería? ¿Encontraremos ejemplo demostrativo más patético de lo que es el fútbol-negocio para estos catetos de la razón y el sentido común? Miles de personas en el estadio y millones en todo el mundo contemplando incrédulos cómo lo que ha sido un gol claro es anulado por el trencilla de turno. Un ridículo de lo más espantoso.

Como era lógico y previsible para esta caterva de indocumentados fifosos, la solución al escándalo pasa porque en las pantallas de los estadios no se repitan las jugadas conflictivas. Esas han sido sus órdenes posteriores al escándalo. Ojos que no ven, corazón que no siente. Y que siga el negocio y la polémica pues gracias a ella los bolsillos los tenemos bien repletos los unos y los otros. Ya sólo falta que algún particular se vaya a los tribunales y demande al árbitro y a la FIFA por error tan flagrante como el expuesto más arriba. Una simplona o mayúscula metedura de pata que a menudo conlleva graves efectos secundarios: histerias colectivas, algunos suicidios, diarreas, escándalos y destrozos públicos, pérdidas económicas cuantiosas, etc. Si tal denuncia cae en un juez con ganas de hacerse un hueco en el estrellato mediático mundial (tipo Baltasar Garzón) ya la tendríamos liada y más que liada.

Cerremos párrafillo y artículazo pues seguro que usted tiene otras cosas más importantes que hacer que leer al Puñetas lamentándose de lo que pasa en el futbolín, aunque para quien escribe lo que ocurre alrededor del mundillo de este deporte no es sino una vulgar metáfora de lo que pasa en otros ámbitos mucho más importantes: sociales, económicos, políticos, educativos, religiosos, etc. ¿Cuántos goles en claro fuera de juego, por ejemplo, nos meten los bancos a sus insignificantes súbditos o nos cuelan por detrás, en la parte baja de la espalda, esos gobernantes que sonríen igual en las maduras que en las duras? Cuando nos muestran las telecacas escenas de aficionados proclamando extasiados y a grito pelado que su equipo ganará el Mundial, ¿no nos vienen a la mente imágenes parecidas de feligreses, romeros y penitentes varios cuando proclaman histéricamente su fe indesmayable en el más allá, en la virgen de más acá o en el profeta de acullá? En fin, que se lo coman con su pan mientras que no sean tan miserables de dejarnos a los demás con unas simples migajas. Si España (quiero decir, los chicos bosquianos de la Roja) gana el Mundial espero y deseo que el zapatético Ministro de Deportes nos lo premie con alguna pequeña paga extraordinaria o con cheques-regalo a canjear en los principales comercios del país. Nosotros no vamos a ser menos que la FIFA y los chicos del pelotín: si quieren nuestro apoyo, con la pasta por delante. Y si no, como si juega Rita y Manolo el del bombo.

25 de junio de 2010

EL MUNDIAL-MARMOTA

Zzzzz…. Zzzzzz… 
Por si alguien pensaba que el Puñetas estaba missing desde que empezó el Mundialote de Futbolillo, escondido en algún bunker antinuclear, siento darle una mala noticia. Y si alguien ya me veía en el planeta RX16 de la mano de mi extraterrestre favorito, le pediría que le envíe un mensaje a ver si accede a llevarme allí con él. (¿El motivo de tan insensato deseo? Mi psiquiatra  afirma que soy un terrícola extraterrestre y, lo peor, es que tiene razón). Pero a lo que vamos. No, aunque haya estado desaparecido quince días, sigo en Sudáfrica aguantando todo lo que puedo a Jacinto RX porque el tío está ya hasta el moño de tanto fútbol y tanta vuvuzela. Al final ha tenido que aplicar su sabiduría científica (a años luz de la nuestra) para hacer desaparecer de su vista y oído semejante cacharro (el tío es capaz de ver y oír lo que quiere, aunque se niega a darme las claves del invento) y para lo del fútbol…, ¿acaso ha habido algo de fútbol en lo que llevamos de Mundial? Es por ello que este menda lerenda se está pegando unas dormidas de campeonato. Hacía mucho tiempo que no dormía tan a pierna suelta, no sólo en la cama, sino delante de un televisor o en un estadio. Rediós, qué aburrimiento, qué fútbol tan rácano, que manera de jugar tan poco entretenida.

-El Mundial empieza ahora, Puñe. Estos prolegómenos de la fase inicial son para contentar a los equipos del montón, esos que hacen bulto y que justifican que los jerifaltes fifosos, políticos de medio pelo y periodistas de salón se tiren un mes viviendo a cuerpo turístico de rey. Verás como en los octavos ya se empieza a ver lo que es bueno…

Siempre hay optimistas dispuestos a elevarle a uno la moral, aunque ya se sabe que los optimistas tienen la memoria muy flaca. Uno recuerda, por su avanzada edad, otros mundiales donde el juego en esta primera fase era más entretenido y de más alto nivel. En fin, será que la ola de conservadurismo que se nos ha echado encima con la crisis mundialoide ha llegado a lo más profundo de nuestros tuétanos: el apesebrado futbolín.

Acaba de terminar el partido España-Chile y no sólo se han aburrido las ovejas. También los caballos, los cerdos y hasta los elefantes. Los primos y las primas a los jugadores deberían ir relacionadas con los goles marcados y no con la fase del mundial donde les dan puerta y les eliminan. Quizás haya habido, entre tanto partido, alguno un poquito más llevadero y menos amuermante pero yo no lo he visto. O será que en África se duerme divinamente gracias a que la vida es más relajada, el aire más puro y los negritos destilan menos mala leche que los paisanos que nos rodean en nuestras ricachonas urbes y destartalados poblachos.

Tras aguantar al Ardilla y sus nefandos videos del año de la Pera, uno deseaba reaparecer contándoles épicas victorias, triunfos epopéyicos y batallas futboleras chiripitifláuticas (¿acaso no están aquí, en Sudáfrica, los mejores jugadores del mundo?) pero al final, en esta salida del armario mundialista, sólo se me ocurre escribirles… zzzzzz…. zzzzzz.

-¿Y la selección española, Puñe? ¿No va a decir “na de na” sobre la mejor selección de toda la historia, esa que iba para campeona del Mundo y que todavía, si suena la flauta, lo será?

Zzzzz… Zzzzzz.

P.D. 1: La auténtica diversión no está en los campos de juego sino en las gradas carnavalescas, en las calles, en el vestuario de la selección francesa, en el traje de Adonis Maradona, en Sara Carbonero, en el bombo de Manolo, en los jubilatas del equipo italiano, en la muralla suiza (más famosa ya que la china), en el frío que pela cuando en España el personal ya luce bañador. A ver si hay suertecilla y con las eliminatorias a un solo partido abandonamos el sopor y la soñarrera porque se nos está poniendo cara de marmota.

P.D.2 : Hablando de marmotas, ya ni les cuento el adormecimiento que está creando el Mundial en la gran mayoría del personal, y no precisamente por los soporíferos partidos sino por el efecto opiáceo que conlleva el uso y abuso del fútbol en casi todo el planeta. Cuando hasta los japoneses y los yanquis han caído en sus garras (sus equipos se han clasificado para octavos) es que el objetivo político-psiquiátrico está plenamente conseguido: ponga un poco de anestesia futbolera en su vida y verá qué optimista y feliz se vuelve. Pregúntele a sus vecinos y amigos. Ellos ya han entrado por el aro y la vida les sonríe cantidubi. Bueno, hasta que su equipo es eliminado del Mundial pero la felicidad, ya se sabe, siempre es pasajera...

21 de junio de 2010

ER SINE DEL DEPORTE

Eztamo a lunes y er Puñetas sigue sin dar señales de vía. Y eso queme dijo quiba hoy a escribí una de sus clásicas paridas hablando der mundiá y de la selessión española. Asinque yo a lo mío, los videos, que ay muncha gente que ya me para por la caye y tó pa desirme lo bien quelo estoy hasiendo. Asín que hoy sema ocurrío desirles a vosotros que veais pelis sobre deportes, qués otra manera de hacer deporte, como estar en el sofá tumbao, ir a la playa a tomar el sol tumbao o echarse la siesta tumbao en la cama. Yo me e visto muschas pelis, casi toas americanas, del jolivú ese, un poco chorras pero pa pasá el rato tumbao ya van bien… Aquí sus presento un enlase donde aparesen las 100 pelis deportivas má famosas der mundo, clasificadas por tipos de deportes. Ya teneis tarea pal emule o sus primos hermanos. De ellas he sacao dos videíllos del Youtube ese, dos pelis que me gustaron muncho cuando er Puñetas me las puso en su casa el verano pasao. Y con una musiquilla mu chula y guay. Que sus aproveche…

CARROS DE FUEGO


ROCKY

18 de junio de 2010

CON LA MÚSICA ACUESTA

Po el Puñetas sigue en Sudáfrica y dise el gachó que el lunes que viene escribirá sobre la selesión española, que hasta que no juegue con Honduras piensa en está cayadito, que no quié ser como esos periodistos que hoy te ponen en un pedestal y mañana, por un partío perdío, te tiran al cubo de la basura. Que pasiensia, que él está bien, mejorando lo presente y que está pensando si exiliarse allí o venirse pacá cuando finalise el chou mundialesco. Mientras tanto el Ardilla sus va a poné otros dos videos pa seguí subiendo las audiencias. Abía pensao en un cacho de película titulá “Jugando ar furbo con las tetas al aire”, pero como er Puñetas se va a cabreá… O uno mu gueno donde ay sincuenta porrasos de deportistas. Pero tampoco le gustan esas cosas al esaborío. Así que harto ya de está harto buscando algo que no le disguste, me voy pala música. El video del famoso “We Are The Champions” pero con tradusión al españó paque tós nosenteremos duna vé de lo que dice er tío que lo canta en carzoncillos. Y el otro videíto es el también famoso “One moment in time”, cansión creada pa los juegos olímpicos de Seul y que habla de creer en uno mesmo y esas cosas tan raras… También tradusío en cristiano. Bueno, pues sus dejo con musiquita que yo me voy a sená un bocata de choriso con patatas, que eso sí que é música selestiá…


14 de junio de 2010

EL ARDILLA ALAS TECLA

Aora que el Puñetas está por la Sudáfrica esa tocando las vuvuzelas con el ET ese que le visita de vé en cuando, aunque yo jamás lo he visto, pa qué voy a engañaros, y que me ha autorisao a escribí una vé a la semana sobre lo que pasa por aquí, o lo que me dé la real gana, voy a a provechá pa asé lo que tantas veses le he dicho. Mira, Puñeta, tú tenías que dejarme a mí meté má mano al Arco y vería como de sé unos donnadies adelantábamos hasta al Bar ese de los deportes. Si es que ere un antiguo, muscho rollo, muscha palabrería y lo que la gente quié vé son videos, tetas, goles, porrasos, anuncios y esas cosas que forman la curtura moderna y no tantas letras juntas que solo dan doló de cabesa. Pero el tío, ná, no me ase caso. Poreso oy les voy a poné un par de videos quencontrao en la interné. Sí, son mu antiguos, yo ni había nasío, pero te parte con ellos el espinaso. Ah, supongo sus abreis dao cuenta que ya cometo meno faltas dortografia y es que, con esto de la crisi, he dejao el andamio y me matriculao en el instituto pa aprendé a escribí mejó y sacarme el título de la ESO. Pues eso, que lo mesmo me ago periodista en un futuro, porque lo del andamio me paese mí que no tié solusion…

LOCUTORE DE FURBO


ENTREBISTA AL JOSE MARIA GARSIA

10 de junio de 2010

COMIENZA LA COMEDURA DE COCO MUNDIAL

-¡Socorro, que me ahogo!

Este es un grito desesperado lanzado por alguien (aclaro que no es el Puñetas) de mi entorno más cercano.

-No puedo, Juanito. Es superior a mis fuerzas. A todas horas, en las televisiones, en las radios, en los periódicos, en las conversaciones, hasta en la calle, todo el mundo habla y no para del Mundial ese… ¿Qué podemos hacer los que no amamos el fútbol? ¿Debajo de qué piedra nos metemos para no oír hablar de Casillas, Xavi y la madre que los parió? Sí, ya sé que ellos no tienen culpa alguna, pero si no fuesen tan buenos, quizás a estas horas –como en años y décadas atrás- su cita mundialista sería citada en la prensa deportiva durante una semana, echarían sus partidos, la cagarían a las primeras de cambio, se vendrían para casita y no veas el desahogo que a los no futboleros nos entraría. ¡Qué paz! Pero dicen todos los que hablan del asunto, y cuando digo todos es que son todos menos el gato, que los tíos de la Roja son muy buenos, que pueden ganar el Mundial ese y que es una oportunidad histórica que nadie se debe perder. Así que no veas la tortura y los rollos macabeos que estamos tragando sin querer los que pasamos del fútbol. ¡Queremos una solución higiénica y saludable para nosotros! Si es que hasta en la calle… Las farolas, los anuncios de las aceras, las banderas españolas en los balcones… Entras a cualquier centro comercial y te empapelan si te descuidas con el logotipo de la selección española, si compras algo te puede salir gratis si ganamos el Mundial, te dicen para que te dejes allí la paga, y ves que los escaparates están inundados de jugadores, de pelotas, de sorteos… ¡Mundial, por todas partes el puto Mundial!

-Refrena tu ira, cuñao. Parece mentira que no sepas que somos un país de gente excesiva que no piensa jamás en los demás nada más que para sablearlos.

-Pues yo reclamo que no me coman el coco de esta manera. Reclamo que haya unos horarios en los medios de comunicación donde sepa que no me van a hablar –a traición - del puñetero mundial, rincones en los comercios donde mis retinas no sean taladradas por imágenes futboleras sudafricanas, vacaciones forzosas si es preciso para los que nos negamos a empacharnos de las majaderías futbolísticas que dicen en la oficina, el taller, el bar o en cualquier parte. Lo malo es que, pensándolo bien, a dónde voy a ir si esta histeria es colectiva, multicultural y multinacional, si están igual de fanatidiotizados en Camerún que en Honduras, en Inglaterra que en Portugal. ¡A Marte tendrían que enviarnos a algunos por una temporada para evitar que nos volvamos locos de remate tras soportar hora a hora, minuto a minuto el goteo de noticias, chascarrillos, tonterías, goles, partidos y todo lo que se les ocurra contar a los futbolófilos, que son la inmensa mayoría!

-Pues eso no es lo peor, cuñao. Estamos en la bancarrota pero nuestros jugadorcitos van a cobrar 600.000 euros por barba si ganan la copichuela esa del Mundial, que pasará a ser el mayor hito histórico de este país. ¡Hasta The New York Times se ha dado cuenta que aquí el fútbol sigue siendo un circo que los políticos usan para tapar y cubrir otros problemas!

-Esa es otra, Juanillo, esa es otra. Pero, en fin, como mi lamento no va a tener cura, ¿qué te parece si aprovecho que tú despotricas del fútbol casi tanto como yo para venirme a tu casa a vivir mientras dure el mundial ese? Me temo que sólo en tu pisillo podré encontrar la paz y armonía que he perdido desde que comenzó el mes de junio…

-Pues lo siento mucho, cuñao, pero ya tengo lleno el chiringuito. Lo he alquilado a varios conocidos que están como tú y con el dinero me voy a ir a ver el Mundial en directo…


(Me desperté sudando a chorros. Aquel sueño había acabado por convertirse en una horrorosa pesadilla. Entonces miré al fondo de la habitación y vi a Jacinto RX, mi extraterrestre favorito, echándome una sonrisa).

-Perdona, macho. He venido a despedirme. Mis jefes han cancelado mi misión en la Tierra. Dicen que los terrícolas sois una raza primitiva, con escasa sesera y nulas perspectivas de futuro. Al principio se rieron mucho con vuestras excentricidades y estupideces, de las que yo les informaba puntualmente, pero ya ni eso les hace gracia. Me han prohibido llevarme a nadie así que lo siento mucho, Puñetas, tendrás que seguir viviendo en este mal llamado planeta azul, aguantando mecha hasta que la palmes de aburrimiento o de desesperación, je, je. Me han dado un mes de vacaciones para que me divierta un poco a vuestra costa, antes de regresar. ¿Deseas algo en especial, como agradecimiento a tu hospitalidad?

-Pues, hombre, yo… no sé, ya que no puedes cambiar al presidente Zapatero por alguien que entienda de economía, ni puedes convertir estas monedas de euro en billetes de quinientos, ni puedes cambiarme el cerebro por otro mucho más evolucionado, yo… no sé, estoy pensando si me harías el favor de irte conmigo a Sudáfrica a ver el Mundial. Así me acompañas, me cuentas más cosas de tu pueblo RX16 y de paso hacemos unas croniquillas de esas que pongan la piel de gallina y el grito en el cielo al respetable. Ya sabes que me encanta provocar…

-Pues vale, chiquillo. ¿Nos vamos ya?

(No me digan cómo pero en un santiamén me puso guapo –me convirtió en un negrito zumbón capaz de impresionar hasta a Angelina Jolie- y me llevó con él a Johannesburgo. Oigan, y sin tener que hacer esperas en el aeropuerto ni volar ni pasar aduanas que valgan. Estos extraterrestres es que son la leche… No veas lo que se ahorran en transporte y en impuestos… Ah, y para las cosas interesantes que pasen por acá les dejo en la compañía ágrafa del bueno de El Ardilla. ¡Con las ganas que él tenía de hacer lo que le diera la gana en el Arco! Que dios, alá o San Cucufato nos pille confesados…).

7 de junio de 2010

DOS MIL DIAS

Hoy, día 7 de junio, cumple el Arco la bonita y redonda cifra de dos mil días en el espacio internetero. Tiempo suficiente para que nadie se llame a engaño con lo que aquí publicamos: una visión satírica del mundo del deporte que nos sirve, de paso, para poner a caldo la sociedad en que sobrevivimos no se sabe cómo. Deporte y sociedad van cogiditos de la mano en una rara simbiosis imposible de prever cuando hace ya la tira de años el mundo del espectáculo deportivo comenzaba su andadura. Al final ha acabado merendándose a todos sus competidores, teatro, cine, música, arte… Sin su presencia la televisión  y los medios de comunicación ya no serían nada. El deporte traspasa fronteras, culturas y es lo único que es capaz de unir a unos tipos que se creen muy diferentes, sean de izquierdas o de derechas, creyentes o ateos, orientales u occidentales, ricos o pobres, listos o tontos, gordos o flacos… Las diferencias se diluyen (aparentemente, claro) cuando enfocamos hacia los graderíos de cualquier campo de juego. Lo vamos a ver en esta misma semana en que comienza el Mundial del fútboleo, del que no podrá evadirse ni mi extraterrestre favorito, Jacinto RX.

Aquí nos pasamos el deporte por el Arco del Triunfo, que es una manera muy fina de decir que no nos lo tomamos muy en serio, igual que hacemos con esta sociedad desnortada y descerebrada que nos ha tocado vivir, miremos hacia arriba (donde están los poderosos, los listorros, los gobernantes….) o miremos hacia abajo (donde la mayoría del personal de a pie andamos de cabeza). Dos mil días que hemos querido resumir en un pequeño montaje de algunas de las viñetas marca de la casa. Que los hados y las fuerzas nos acompañen durante, al menos, otros dos mil días más. Así sea, amén (digo, gooooooool). 

(Recomiendo pulsar en “Menú”, abajo  a la izquierda, y luego escoger la primera opción, “Ver a toda pantalla”).


2 de junio de 2010

ZAPATEROS, A VUESTROS ZAPATOS...

Si algún siglo de éstos el Puñetas consigue el Campeonato Europeo de Tiro al Plato de Jamón Ibérico (llevo años siendo subcampeón) juro ante las teclas que tengo aquí delante que no me dejaré embaucar por el señor Zapatero (o quien le suceda), aceptando ser recibido en Moncloa para que allí el tipo se  haga fotos y propaganda a mi costa pariendo un almibarado y cursi discurso. Juro igualmente que daré calabazas a la máxima autoridad de mi cortijillo autonómico así como al alcalde de la ciudad donde me ha tocado vivir si me llaman para ganar votos a mi costa. Los que viven de la política, que se dediquen a la política, y a los deportistas (yo mismo, en este caso jamonero) que nos dejen en paz.

Quizás es que el Puñetas es un mal patriota, un descastado, un tipejo que no sabe agradecer a sus Ilustrísimas y sus Excelencias esos desvelos, ese sin vivir que se traen en defensa del bien común, del prójimo y del pueblo que tanto les ama y al que gobiernan con sabiduría, mano maestra y arte magistral. (Vale reírse, chicos: eso no se lo cree ni el que asó la manteca…). El escribiente es poseedor de  una rara enfermedad congénita que consiste en la imposibilidad emotiva e intelectual de adorar a becerros de oro y a tipos que se creen adornados por el don de los dioses simplemente porque ganaron unas elecciones (habitualmente con truco) o porque (lo más frecuente) algún dedo amigo les puso allí, al frente de la cofradía. No hablemos si sus únicos méritos son haber ganado una guerra, una revolución o un cartón de bingo.

Toda esta matraca introductoria viene a cuento porque, por enésima vez, don Zapatético ha salido en los periódicos luciendo su más blanca sonrisa (para mí, más falsa que Judas) al lado de Edurne Pasaban, una dama encaprichada en subir montañas muy altas para, una vez que llega allí pasando cientos de penalidades, perder el culo bajándolas de nuevo no vaya a ser que la tormenta o la avalancha que se avecina fastidie el invento. No sé cuantos “ocho miles” lleva alcanzados la doña. De sus hazañas (y las de otros camaradas de “profesión”) sólo me interesa quién se las paga (porque me temo que hay por ahí dinero público, de todos) y qué pobre gente (esos sherpas de los que nadie habla) le ayuda cobrando una miseria por jugarse la vida sin más recompensa que unos cuantos dólares, euros o rupias. Supongo que la afición de doña Pasaban tiene sus ventajas (ver de cerca cielos limpísimos, nieves relucientes, vagar la mirada en un paisaje casi infinito….) pero alguien debería comprender también que hay algunos a los que nos la trae fría tanta épica, tanta subida escarpada y tanta bajada hacia el campo base. Sobre gustos, ya lo dijo el clásico, no hay nada escrito.

Por enésima vez, otros politicastros vivales (pongamos que hablo de Monteseirín , alcalde de Sevilla), aprovecharon que el equipo que se entrena en su ciudad disputa una final para viajar a costa del erario público, incluyendo avión y coche oficial con chófer y escoltas (los escoltas supongo que serán para defender a los ciudadanos de la presencia pública del político correspondiente). En Barcelona, en la última final de la Copichuela del Monarca, sentaditos en primera fila en el palco del Nou Camp, estaban los mandamases de los ayuntamientos de Madrid y Sevilla, los genios y genias que desgobiernan los cortijos autonómicos de Andalucía y Madrid, también los propietarios del terruño receptor de tan ilustres huéspedes (me refiero a los honorabilísimos jerarcas de Barcelona y Catalunya). En fin, había allí gente de tanto peso (sin olvidar ministros, presidentes futboleros y gente de la farándula guay y requeteguay) que no sé cómo el apretadísimo palco del campo del Barça no se vino abajo.  Y no me olvido, claro, del Monarca, que presidía el acontecimiento planetario, aunque quizás su presencia fuese más justificable pues al fin y al cabo la Copichuela a disputar entre el Atlético de Madrid y el Sevilla llevaba su nombre. (A ver cuando dejan de llamar al torneo “la copa del Rey”, más que nada porque la copa no es del Monarca). Mucha gente de la alta y baja política estuvo allí reunida en tan insigne evento deportivo, chupando cámara, pero me apuesto un centavo de euro a que ninguna autoridad “competente” pagó de su propio bolsillo ni el viaje, ni la estancia ni la entrada al campo y al palco.

Ya es habitual que en cualquier acontecimiento deportivo de medio pelo (y no digamos si es de cabellera completa) aparezcan por los palcos y asientos de postín monarcas, príncipes, presidentes de gobierno, autoridades regionales, alcaldes, concejales y otras altas estirpes politiqueras. Gratis total porque ellos no ponen un duro. Y todo con el loable propósito de sacar réditos del trabajo ajeno, dándose de paso un garbeo viajero a costa del contribuyente, al tiempo que logran hacer visible una de las mejores triquiñuelas que han parido los siglos: que están allí porque “representan” a los gladiadores que se baten el cobre en el césped, la pista o el circuito. Pues no, camaradas. Menos viajes, menos palcos, menos representaciones con la fotogenia al fondo y más trabajo de despacho, más austeridad y –sobre todo- más respeto al deportista, que no se logra haciéndose fotillos con él en los momentos de máxima gloria sino dejándolo en paz en los momentos triunfales o dándole ánimo (sin protocolos ni gaitas) cuando llegan los fracasos. El deporte, incluso el de élite, es un juego y los gobernantes deberían dedicar su tiempo a otras cosas mucho más serias.  O sea, zapateros, a vuestros zapatos…

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).