28 de septiembre de 2007

MUNDIAL DE CICLISMO: ENTRE LO CIVIL Y LO CRIMINAL


Yo es que alucino, vecino. Ya saben mis lectores ocasionales que el ciclismo me la repampinfla. No por el dopaje, que parece que sea el único deporte en que lo hay, si no porque sus principales actores –los ciclistas- vienen año tras año mostrando una docilidad, una falta de dignidad y una cobardía ante el asunto, que hace que sus hazañas y su espectáculo deportivo me parezca secundario frente a lo primero. Pero como toda situación calamitosa es digna aún de empeorarse, el desmadre que se está viviendo con los campeonatos del mundo de ciclismo que estos días se celebran en Sturttgat (Alemania) hace que hasta santos varones como el Puñetas (que pasan del ciclismo hasta en su versión más inocentona, como es la bicicleta estática) tengan que empuñar daga, faca, lanza y hasta metralleta para hacer un articulillo en defensa de unos corredores incapaces de defenderse ellos mismos, salvo excepciones.



A galeras enviaba el Puñetas a esos cagamandurrias de políticos y periodistas alemanes que han abierto una caza de brujas contra los ciclistas, considerándolos delincuentes, sin presunciones de inocencia ni gaitas. “Este, que venga a correr, que será bien recibido. A este otro, si viene, le haremos un registro policial como si fuese un capo de la mafia. Aquel otro, que no venga, que lo metemos en la cárcel”. Algunos de estos sacamantecas (para que veamos que hasta en la fría y ordenada Alemania hay impresentables como en la France o Spain) se han retrotraido a los tiempos nazis, faltándoles sólo la noche de los cuchillos largos en algún hotel repleto de ciclistas. Mientras que a un delincuente, violador o asesino, sólo se le condena cuando hay juicio, pruebas y sentencia en firme, cualquier mindundi o robaperas, a poco que sea concejalucho o ministrillo o periodisto, se siente con el derecho de condenar, vetar y perseguir a un ciclista al que presuntamente se le ha detectado una sustancia dopante. Ya sabemos que hasta un vulgar jarabe para la tos es considerado dopaje, así que no veas la altura intelectual y médica de estos gurripatos acusicas.


A trabajos forzados, sin derecho a café, copa y puro, enviaba el Puñetas a los organizadores del Mundial y a la UCI, que siguiendo los pasos de sus cafres politiqueros y periodísticos, han abierto una caza de brujas, sin mirarse en el espejo. ¡Hasta han querido vetar al abuelo Eddy Merckx para que no acudiese al Mundial, simplemente a mirarlo como espectador privilegiado! ¿También lo acusan de doparse con la pastilla diaria de la tensión arterial? La caza de ciclistas, por lo civil o lo criminal, ha hecho que algunos no acudieran al Mundial, asqueados por el espectacular recibimiento que se les preparaba, aunque varios de ellos –como el español Valverde o el italiano Bettini- se han hecho fuertes y le han echado bemoles al asunto. Valverde ha recibido finalmente el visto bueno del Tribunal de Arbitraje Deportivo, con el cabreo consiguiente de los organizadores. Lo de Bettini ha sido más fuerte y merece un punto y aparte.


Los organizadores del Mundial han desafiado abiertamente a la UCI al presentar ante la justicia ordinaria un recurso de amparo para impedir que tanto él, vigente defensor del título, como Danilo di Luca, el ganador del Giro de Italia, intervengan en el campeonato. Querían vetarles a toda costa como supuestos violadores de unos principios éticos que ni la UCI ni los organizadores se aplican a sí mismos. Y aunque Di Luca ha dicho que no irá (parece ser que está siendo investigado en su país), Bettini se ha presentado en Sttuugart para disputar la prueba del domingo. Como era de esperar fue recibido como si fuera Jack el Destripador: un agente de la policía criminal le recibió nada mas aterrizar. Y todo por una denuncia de dopaje divulgada por los medios locales (caso Sinkewitz, un corredor alemán suspendido por positivo y que acusa al italiano de suministrarle sustancias dopantes).


En fin, yo es que estoy pensando que la próxima vez, en vez de ir al médico voy a acudir a la consulta de cualquier ciclista profesional, dado que -según algunos- saben más de medicinas que los mismísimos galenos. Los cuales, por cierto, siempre salen indemnes de todos estos presuntos casos. ¿Trabajarán gratis para los equipos? En el capítulo estrictamente deportivo la cosa del Mundial está resultando un desastre y el menda, encantado. Por supuesto, no pienso ver ni medio segundo del desolador espectáculo salvo que me entere que algunos ciclistas –heridos en su amor propio- piensan llevarse por delante con sus bicicletas a dos jueces, siete periodistas, treinta organizadores y doscientos tíos de la UCI. Ya que te tratan de criminal, que sea de verdad y con todas las consecuencias.

25 de septiembre de 2007

EL PARLAMENTO SE ENTRETIENE CON EL FÚTBOL


Como sus señorías y señoríos del Congreso de los Diputados ya han conseguido legislar y acabar con todos los problemas de este país, últimamente les ha dado por empezar a montar numeritos sobre las somnolientas aguas del fútbol. Digo somnolientas, y digo bien, porque en la actualidad el deporte rey se ha convertido en una adormidera de los pueblos, que mientras discuten y se emboban continuamente sobre lo que ocurre fuera y dentro de los estadios, no se dedican a pensar o criticar otras cosas de más alto calado, como por ejemplo, lo que hacen nuestras señorías y señoríos en el Parlamento, preso de las matemáticas electorales (para lo cual sobran tantísimos diputados).



Como la legislatura ya tiene casi todo el pescado vendido, para no aburrirse y hacer notar al populacho que ellos también se preocupan por los problemas del ciudadano de la calle (el furbo, claro), en cuestión de una semana hay tres noticias parlamentarias que al Puñetas le han hecho tilín-tolón.


“Un diputado pide explicaciones al Real Madrid por sus mayúsculas inversiones en fichajes”. El camarada se llama Joan Oms, es diputado de Barcelona por Los Verdes (adscrito al PSOE-PSC) y, claro, lo que más le preocupa del medio ambiente es que el club merengue se haya gastado una porrá de millones en comprar jugadores para poner difíciles las cosas al Barça, que supongo será el equipo de don Joan. No sé cómo habrá acabado la interpelación, pero la cosa tiene bemoles y sostenidos.

“Duelo de camisetas en el Congreso. Diputados de ERC, PNV y PP muestran las elásticas de Cataluña, Euskadi y España durante el debate sobre el reconocimiento de las selecciones autonómicas”. Los grupos nacionalistas habían presentado una iniciativa para que se reconociera e impulsaran las selecciones deportivas autonómicas, al objeto de que pudieran competir a nivel internacional. Y allí, los unos y los otros se exhibieron airosamente con la camiseta de sus colores... y sentimientos. ¡Aquello parecía la pasarela Cibeles, pero con más kilos!

“El Congreso pide a la Federación Española de Fútbol que haga oficial la copa que ganó el Levante en 1937”. Aquella Copa de la República la jugaron en su liguilla final los cuatro equipos que ganaron la Liga Mediterranea. España estaba en plena guerra civil, así que jugaron los que pudieron. Y lo hicieron con casco, claro, por si la metralla. La iniciativa propone al resto de federaciones deportivas que investiguen sobre la celebración de campeonatos similares entre 1936 y 1939 para impulsar su reconocimiento oficial.

Desde este Arco puñetero animo a sus señorías y señoríos que acudan desde ahora en adelante al Congreso disfrazados con la camiseta de su equipo futbolero preferido, o de su selección, cual si fuesen al estadio. Total, escuchando a veces los “debates” parlamentarios no sabe uno si está en el hemiciclo representativo de la soberanía popular o en un campo de fútbol. (Lo digo por los insultos, sinvergonzonerías y otras malas hierbas que se dicen y oyen en ambos lugares). A lo mejor así conseguían nuestros diputados/as arrastrar a las masas tras ellos y, por supuesto, darse a conocer, pues la inmensa mayoría sólo son famosos en su casa y, a veces, en la sede del partido. Propongo que todos los lunes, en el orden del día, figure una revisión política de los encuentros de Liga de la jornada anterior y que en los días de Champion no haya sesiones. Lo primero es el futbolín, y luego el paro, la vivienda, la innmigración, la corrupción y otras demagogias baratas.

Espero que dentro de la Ley de la Memoria Histórica que anda paseando fantasmalmente por los pasillos del Congreso, se tome en consideración la revisión de todos los resultados deportivos habidos desde 1936 hasta 1975, haciendo resucitar a los muertos para concederles la Copa o Liga que tan vilmente les birlaron en vida. Y, para hacer la gracia completa, cabe esperar que no sólo don Joan Oms, si no congresistas de todos los equipos de la Liga empiecen a intepelar al gobierno sobre los gastos en fichajes de sus rivales y antagonistas. ¡Luz y taquígrafos, ñoras y ñores, que estamos en la democracia más avanzada del mundo y podemos permitirnos el lujo de perder el tiempo con las chorradas de la pelotita!

21 de septiembre de 2007

ALONSO: ¿DÓNDE DEMONIOS TE METISTE?


Fernando Alonso, nuestro flamante bicampeón del mundo de Fórmula I, a final de la temporada pasada decidió abandonar a Renault para irse a McLaren. Algunos vimos el cambio como un salto en el vacío. La prudencia aconseja no abandonar el barco si éste va viento en popa y a toda vela, pero Fernandito es un chico muy ambicioso.



Irse a MacLaren era una apuesta demasiado arriesgada. Los británico-alemanes llevaban varios años sin comerse un motorizado rosco, pese a lo cual mantienen al frente del cotarro de la Fórmula I, casi desde la Prehistoria, a un tal Ron Dennis, experto en líos y desarreglos. La historia viene demostrando cómo aquella casa habitualmente ha sido una olla de grillos, con peleas continuas entre sus pilotos, debido a que su -a priori- política pretendidamente objetiva (cada piloto recibe el mismo tratamiento) al final siempre ha acabado haciendo aguas, causando la enemistad de todo el mundo.



Así que cuando Alonso se mudó a MacLaren ya debía estar avisado de cómo se las gastan por aquellos lares. Debería haber previsto que iba a tener como compañero a un piloto inglés, con lo que –de entrada- ya tendría en contra a la afición de casa, tan amiga de los “suyos”, aunque no valgan ni un pimiento. Nuestro campeón –sorbido el cerebelo por su excesivo orgullo- debió de pensar que en su nueva escudería él sería el número uno, por historial y prestigio. Ademas, ¿para qué demonios lo fichaba entonces MacLaren? ¿Para darle un trato de segundón o de chico de los recados?



Pues sí, señores. Así funcionan en esa casa de locos. Contratas por un potosí al mejor piloto del momento, para acabar dándole el mismo o menor rango que a un recién llegado a la Fórmula I, como es el caso de Hamilton, el otro piloto en discordia. Estos tíos parece que no se han enterado todavía que en el deporte de alta competición esas no suelen ser las normas de juego, sino que el trato es que hay un líder (que es el que da la cara y al que se la parten) y todo un equipo de lebreles que trabaja a destajo para aquel. Si luego llegan los éxitos, también lo harán los millones y a todos tocará un poquito. En MacLaren, tan elemental norma, discutible éticamente pero eficaz hasta las cachas, les suena a cosa demasiado moderna. Ya saben que a los ingleses les encanta llevar la contraria a todo el mundo. Por eso todavía circulan con sus locos cacharros por la izquierda de las carreteras o siguen utilizando un sistema de medida que ya nadie usa. Son así de raritos. Cuestión elemental que debería haber previsto Fernando Alonso, el sabio.



Así que nuestro asturiano llegó a MacLaren, hizo su trabajo ayudando a diseñar y modelar unos coches mucho mejores que los de años atrás, y luego en cuanto el novato local empezó a demostrar que no era manco, cojo ni tonto (lo de copiarse del campeón español tomando notas de sus telemetrías, tácticas, etc lo lleva de rechupete), todos los hijos de la Gran Bretaña empezaron a soñar con que pronto un inglesito sería campeón de ese deporte tan costoso y aburrido que responde al absurdo nombre de Fórmula I. El españolito orgulloso y fanfarrón se había convertido en un obstáculo casi nacional.



A partir de ahí, todo ha sido y sigue siendo un culebrón. El último episodio, el asunto ese del espionaje a Ferrari, del que ahora resulta que le quieren echar el muerto a nuestro Fernandito querido. En fin, que si no le aflojan distraídamente una tuerca y lo mandan antes para el hospital, Alonso debería ir pensando en despedirse de MacLaren. Su destino está en Ferrari, donde tendrá a su disposición una alfombra roja, un pay-pay, una corte de corifeos para aplaudirle siempre y en todo lugar y un segundo piloto más flojito y menos ambicioso que el Hamilton ese, para que así reluzca más fulgurante la estrella alonsiana.



Si pese a todo lo que le está cayendo, Fernando es capaz de quedar campeón del mundo, en España –donde, a diferencia de los ingleses, a nuestros héroes los mandamos a la hoguera- habría que ir pensando en hacerle un monumento a este muchacho y nombrarle patrón de España y de los automovilistas. Ni don Pelayo, ni Viriato, ni el Cid, ni Hernán Cortés, ni Sebastián Elcano, ni Daoíz y Velarde: Fernando Alonso. ¡Qué tío!

18 de septiembre de 2007

EUROBASKET: PERO...¿NO DECÍAN QUE ESTABA CHUPAO EL ORO?


Tras ganar la Selección de baloncesto el Mundial de Japón, la euforia se desató en este país. Yo creo que algunos hasta crecieron varios centímetros de golpe. Qué buenos los chicos de la canasta. Cuánta técnica entre sus dedos, qué pundonor, son una piña… A todo el personal patrio se le pusieron los ojillos como platos.


Así que cuando meses más tarde llegó el Eurobasket, a disputarse en Spain, la euforia se trocó en certeza. Esto está chupao. Jugamos en casa. Gasol no se va a lesionar otra vez… Encima no juegan los americanos. Bah, chupao…



Tengo para mí que somos un país donde la renta per cápita de listos y enteraos es la más alta del mundo por kilómetro cuadrado. Siendo encima un lugar donde pululan nacionalistas de variados pelajes, pueblerinos a mansalva y catetos a babor y estribor, la estadística de marisabidillos puede habernos situado en el primer lugar. No hablo sólo del ámbito deportivo. Hasta en la economía somos un país de Champion, según nuestro chiripitifláutico Presidente de la cosilla gubernamental.



Encima, en los partidos de preparación del Europeo, se vapuleó a todos los equipos que previsiblemente serían los rivales más potentes: Letonia, Rusia… Estaba cantao.



Y en estas que empezó el show. De juzgado de guardia, pienso. Porque en 13 días el equipo ganador deberá haber disputado 9 partidos, todos ellos a tope y con la faca entre los dientes. Eso no sólo cansa mucho. Es casi criminal. Y en los tres últimos días (a lo sumo, cuatro), los tres partidos más decisivos en plan eliminatoria a cara y cruz. Una vergüenza, ya digo. Y una pasada. Y una repetición absurda de partidos: España, por ejemplo, jugó dos veces contra Croacia y dos contra Rusia. Otro tanto les pasó a otros equipos. ¿De verdad que es preciso tanto partido y tanta zarandaja para obtener un equipo ganador?


Pues sí, será preciso. Los tipos que dirigen el baloncesto tienen ciertas tendencias sádicas hacia los jugadores, a los que hacen jugar tropecientos partidos por temporada, repitiéndose algunos de ellos hasta la saciedad y el aburrimiento. Por eso el Puñetas sólo vio la semifinal y la final del Eurobasket. Todo lo anterior era un “deja vu”. ¡Jodé, hasta comer langosta todos los días resultaría algo insoportable! Así que cuando la selección española de baloncesto del señor Pepu llegó a las semifinales, se notaba que muchos jugadores andaban ya con la lengua fuera, tanto física como mental. Con el cansancio añadido de tanto tío paliza que en días y semanas anteriores les había estado calentando las espaldas diciéndoles que el oro estaba chupao, que eran los mejores, los más altos y los más guapos. Luego, entre el cansancio y un mal día que lo tiene cualquiera (lo malo es que suele coincidir con un buen día del rival), las ilusiones previas se van a hacer gárgaras y entonces llega la pena, el lagrimeo y el puturrú de fuá. Ya ni ZP en la tribuna hace milagros. Se jodió el oro que cagó el moro (con perdón).


A ver si lo digo bien clarito. Desde el sillonbol o desde la redacción de un medio de incomunicación de masas, todo parece muy facilito. Nadal gana con la gorra. Alonso, ni se ensucia el mono. A Indurain le bastaba con dar dos pedaladas y media. Y los chicos del fútbol, basta con que digan a sus rivales el dineral que tienen en su cuenta corriente, para que éstos se acojonen y les dejen libre la portería. ¡Cuánto listo hay por el mundo, y yo el primero! Los que lo arreglan en cuatro días y con dos patadas. Los que tienen siempre a mano una táctica y estrategia para cada ocasión, cual si los entrenadores y técnicos fuesen unos pardillos analfabetos. No hablemos nada de los que grillean por el micrófono, al modo de los locutores patateros que padecemos en las diferentes televisiones y radios, en los que el sentido común y el crítico brilla generalmente por su ausencia. Pues nada, listorros. Con que el oro estaba en la cazuela, ¿verdad? Estos días las consultas de los oculistas y de los psiquiatras deberían estar repletas de tanto enteradillo de pitiminí.



PD: Declaraciones de Pepu Hernández, seleccionador, en EL MUNDO, antes de las semifinales: “Por mucho que tratamos de que no hubiese exceso de presión artificial sobre los jugadores, no siempre lo hemos conseguido”. “No sé si la gente nos perdonaría no ganar el oro. Hay unas expectativas tan, tan altas que causaría una enorme sorpresa”. El tío sabía de qué iba el paño...

14 de septiembre de 2007

LA GUERRA TELEVISIVO-PROGRESISTA DEL FURBO


Llevamos varias semanas sin pegar ojo por culpa de la guerra que en este país se traen dos grandes ejércitos mediáticos y empresariales, ambos la mar de progresistas y dicharacheros. Por un lado, el conglomerado Audio Visual Sport-Digital Plus-Sogecable y Cía y por el otro, el formado por Media Pro-La Sexta y Cía. En medio, un negocio de miles de millones, del que también chupan los clubes, y que los aficionados al furbo pagan gustosamente para no aburrirse las noches del sábado, sabadete y las tardes del domingo, dominguete.



El Puñetas ha estado muy atento al fragor de la batalla, que se veía venir cuando al primer ejército –también llamado el “Imperio del Monopolio”- le salió hace poco un adversario muy jovencito, imberbe pero cuajado de millones, que no está dispuesto a que el negocio siga siendo patrimonio exclusivo de los de siempre. Desde entonces, los derechos de emisión del fútbol andan como puta en rastrojo, con el personal atónito, pues aquí nadie se entera de nada (yo el primero) ya que todos dicen tener razón y todos andan de tribunales (los jueces, probablemente, tampoco se enteren de nada) mientras que los abogados, directivos y personal de ambos conglomerados económicos barren para casa con una desfachatez que atufa hasta las narices más acostumbradas al estiércol.


Estamos hablando de negocios nacidos al amparo del poder político, con concesiones televisuales bastante polémicas, tanto en el caso del Plus –cuando reinaba don Felipe González de la Otan- como la Sexta –cuando el Sr. Zapatero de las Treguas quiso premiar a sus amigos con una cadena del WC para que atontase aún más el panorama televisivo y cultural del país-. Hablamos, pues, de dos medios de origen eminentemente “progresista” y que, encima, tienen la desfachatez de presumir de ello. ¿Qué más progresista que el mundo del balón y del deporte en general? Así que el engendro del Plus se venía dedicando en cuerpo y alma a este menester, hasta que le ha salido reciente competencia con La Sexta, última telele autorizada, la cual está dedicándose casi por completo a la cosa espectáculo-deportiva gracias a que ha empezado a reventar el mercado poniendo billetes fresquitos encima de la mesa para llevarse al catre a los principales eventos deportivos, entre los que debe ocupar un lugar de privilegio todo lo que huela a futboleo.


Por si la confusión bélica no era pequeña, ahora la Federación Española de Fútbol (que en cuestiones de dinero tiene un olfato y un morro que se lo pisa), nos sale con que ella podría retransmitir y garantizar los partidos de toda la temporada. Incluso afirma que ha sacado del calcetín unos 10 milloncejos de euros para tan vital necesidad ciudadana. Hoy mismo, sin embargo, el diario EL PAIS (que juega en el bando de los Plus) “informa” –desinformando- que “la Liga no puede producir la señal de los partidos”. Ya se sabe: es la guerra y en ella todas las mentiras y trucos tienen cabida.


Siento defraudarles en las expectativas creadas, pero todavía no sé quien demonios ha iniciado las escaramuzas y quién tiene razón, si es que alguno la tiene. ¡Y eso que he indagado en ambas trincheras, disfrazado de Pedro Solbes, nuestro heroico ministro de Economía! Qué quieren que les diga: aquí hay mucho gato encerrado, aunque se les consiente porque ambos contendientes batallan con el loable propósito de hacer llegar a los televisores de los españolitos lo que la izquierda política y económica siempre ha tenido como sueño utópico: el fútbol de día y de noche, como un medio de liberación social y desarrollo individual. Ya Carlitos Marx y Federico Engels lo dejaron escrito hace unos cuantos años. Claro que mientras unos pretenden seguir haciéndolo sacándole los cuartos al dormido respetable (los plus y compañía), los otros lo pretenden gratis, a costa de la publicidad. Es por esto que el personal está decantándose cada día que pasa por los simpáticos chicos de la Sexta, a los que desea el mayor de los éxitos.


Nosotros estaremos atentos a las pantallas para seguir riéndonos a mandíbula batiente con las graves preocupaciones de estos ricachones mediáticos, tan progres y tan solidarios con las necesidades más perentorias del españolito medio: el furbo. Pobrecicos míos…

11 de septiembre de 2007

LAPORTA: RAZONES Y SINRAZONES


(Prometía en el anterior post referirme hoy a la guerra del furbo televisado, pero lo dejaré para el viernes ya que todavía no se sabe muy bien cómo acabará la cosa. El Puñetas siguirá espiando en las trincheras).

Hoy era el día de Cataluña, la ya famosa Diada, donde el deporte de los facinerosos ultracionalistas de la butifarra y la escudella (el menda prefiere platos más ligeritos como la escalibada y el romesco de pescado) es silbar, insultar y agredir a todos aquellos que no piensan como ellos. Este año han incluido incluso al presidente de la Generalitat, el excordobés Montilla, llamándole “botifler”, un término acuñado a principios del siglo XVIII que, como se sabe, es el siglo donde todavía viven estos carcamales, que son pocos pero hacen mucho ruido.


Viene esto a cuento de preámbulo porque en ambiente tan politizado, o sea, tan tranquilo, pacífico y cargado de seny, el camarada Laporta –presidente del Barça- ha hecho unas declaraciones la mar de pintureras. Mira que tiene días el año para –de manera reposada y sonriente- largar por esa boquita de piñón que dios le ha dado…, pero se ve que el aire algo crispadillo de la ocasión le ha hecho sacar el natural cabreo que lleva dentro y cargado de razón y sinrazón, decir dos párrafos bien sabrosones:



- No entiendo porqué España nos impide sistemáticamente disputar partidos o competiciones oficiales. La mejor manera de mostrar la plurinacionalidad del Estado es permitiendo estos partidos. Es una vergüenza y una tomadura de pelo lo que se está haciendo con la selección catalana.


Para un tipo como el Puñetas, que se atrevió a blasfemar deportivamente escribiendo allá por 2005 un post intitulado “Selecciones nacionales… pa qué…”, la música laportiana me entra por un oído y me sale por otro. El día que no sea obligatorio jugar con la selección –decía allí-, se acabó el tingladillo de tanto patriotismo y espíritu nacional. Pero como sé que nadie apuesta por la disolución de todas las selecciones deportivas, porque al personal le encanta presumir de patria grande, pequeña, mediana o mediopensionista, publicaba otro articulillo la mar de apañao bajo el título de “¿Para cuando las ligas autonómicas?”, propugnando que cada villorrio, aldea, pueblo, caserío, provincia, autonomía, nacioncita y tal, empezara a exigir jugar contra los de su especie. Por ejemplo, una Liga Catalana con Ronaldinho jugando contra Jaume Solé y con el Barça peleando por el título nacional contra el Santa Coloma de Gramanet. Así pues, tiene razón el señorito Laporta criticando el impedimiento o boicot hacia las selecciones catalanas por parte de la Federación Española de Fútbol y de los gobernantes pesoísticos actuales, a los que don Joan engloba bajo el término de “España”, en un alarde sublime de imaginación y analfabetismo político. Por mí, como si hay tropecientas mil selecciones patrioteras, pero eso de que un deportista tenga que representar obligatoriamente a un país o un Estado me parece una solemne estupidez. Para un tipo como el muá, que también escribió “El invento majareta del localismo deportivo”, el tema está meridianamente claro.


-Es una vergüenza y una tomadura de pelo que tengamos que ceder a los jugadores internacionales para que las selecciones jueguen sus partiditos amistosos, ganen dinero y nosotros no recibamos nada. Es un tema que se debería hablar con la UEFA y con la FIFA y, si no hay un cambio, tendríamos que plantearnos no ceder a los futbolistas.



Como el Sr. Laporta no lee el sátiro Arco, no sabe que a finales de 2006 se publicó un panfletillo con el ilustrativo título de “Tú me lo prestas y lo pagas” donde, más graciosa y extensamente que el presi del Barça, el Puñetas ponía a parir a la UEFA, la FIFA, la FEF, la AFA y las madres que las han parido.



Lo que no ha dicho don Joan Laporta -y yo sí quisiera oírle- es lo que contestaría a estas dos puñeteras preguntas:



1ª) ¿Qué pinta el F.C. Barcelona, un club privado y deportivo, haciendo una ofrenda floral a la estatua de Casanovas en un acto eminentemente político, al igual que lo hacen la Diputación de Barcelona o la nacionalizada Corporació Catalana de Ràdio i Televisió?



2ª) Pese a ser una vergüenza y una tomadura de pelo el ceder a los jugadores para las selecciones en las draconianas condiciones actuales, ¿pensaría lo mismo en el caso que esa selección fuese la catalana?



Con la de días que nuestro presi tiene para quejarse flamencamente y mira por donde lo va a hacer en el más inoportuno. Claro que también puede pasar lo que el Arco escribía en 2005 en “Laporta, ese hombre”: “En un club algo más serio que el Barça (por ejemplo, el Getafe), al presi ya le habrían dado la voleta y echado al pilón a ver si se aclara, no confunde las churras con las merinas, separa el trigo de la paja, distingue entre lo que es un presidente futbolero y un representante político y no se hace la picha un lío…”.

5 de septiembre de 2007

LOS PAYASOS DE LA TELE

En los días vacacionales de agosto le apetecía al Puñetas irse muchas mañanas a hacer algo de deporte en uno de esos gimnasios modernos que están creciendo como setas en las grandes ciudades, donde entras hecho una piltrafa y sales como un figurín. Eso dice la publicidad, aunque la muy torticera se calla cuánto tiempo hay que estar sacrificándose –y pagando- para acabar hecho un pincel o una pincela.

La cosa era al mediodía y mientras andaba que me las pelaba en la cinta de hacer kilómetros de sudor y en la bicicleta estática (la única que sé montar), entretenía la mirada ojeando lo que las diversas cadenas de telemugre echaban por sus respectivos anos catódicos. Entre los niñatos y niñatas de Telepingo y Antena Puaff –a cual más necio y gilipollas-, las bobadas autóctonas de la telecaca andaluza y aquellos monstruos que hacían el payaso a tortazo limpio, inevitablemente mis pupilas pintureras acudían hacia la Cuatro. Aquello tenía un nombre muy raro, aunque el menda siempre lo ha entendido como “lucha libre” o “pressing catsh”. Como no me llegaba el sonido, no sé decirles quienes eran aquellos bestias –anchos como armarios y brutos como un arado- que salían maquillados, emperifollados (por favor, miren el diccionario si tienen dudas), con ganas de pelea y fardando como chulos de barrio. Ya digo, no había sonido directo y tampoco indirecto para seguir los bellos y cultos diálogos de aquellos tipos tan pacíficos y teatrearos.

Tras una salida al ring en plan miss Tontolandia, empezaba la faena arreándose guantazos los unos a los otros, bien en lucha individual, por parejas o en cama redonda. Me parecía aquello una payasada de tal calibre (porque estoy seguro que los tortazos eran más bien de mentirijillas, que ya estaban escritos en el guión), que pensé que estaba ante un espectáculo típicamente televisivo, es decir, banal, tonto, absurdo, disparatado, aunque bien maquetado y presentado para que el personal vidente pierda el tiempo y la baba sin darse cuenta, sin el más mínimo remordimiento de conciencia.

El estadio, o lo que diantres fuera aquel recinto, estaba a rebosar y entre la algarabía y los gritos del respetable se distinguían perfectamente las siluetas de muchos niños asistentes al evento, que también disfrutaban de aquella violencia gratuita, de aquella estupidez retransmitida a todo el universo, en fin, de aquel maravilloso entretenimiento tan educativo para ellos.

-¡Cómo cambian los tiempos, jodío Puñetas! Cuando eras un enano te entretenías como un bobo viendo en la tele franquista a los payasos de la tele, el Gaby, Fofó y Miliki, con sus chistes, sus parodias, sus canciones… A los niños de hoy las telecacas progresistas como la Cuatro les endilgan otro tipo de “payasos” que entretienen a chicos y mayores diciendo memeces, dándose mamporros y luciendo músculo en vez de inteligencia. Y los auténticos payasos muriéndose de asco y pidiendo una oportunidad en mitad del arroyo.

Hoy, para escribir esta payasada, he buscado la página web de Cuatro, donde explican que “WWE: SmackDown es el programa de deporte de entretenimiento de mayor éxito del mundo, emitido en más de 100 países y traducido en más de 17 idiomas”. Al parecer se ha convertido en el programa de lucha libre más famoso del mundo. “Los programas de televisión y los eventos se dirigen a un público masculino de entre 12 y 30 años” ofreciéndose también “un amplio programa de merchandising dirigido a chicos de 6 a 12 años en categorías como textil moda, hogar, papelería, calzado, accesorios y deportes”. O sea, que los King Booker. Batista, Finlay o Ken Kennedy (que así se llaman o apodan los musculitos de la viñeta) hacen su trabajo básicamente para sacarle los cuartos al personal, aunque tenga 6 añitos. Dicho en fino y hortera: hacen merchandising.

Qué quieren que les diga. Que al Puñetas todo este montaje le parece poco serio (de ahí lo de “payasada”), pero no confundamos los términos y palabras: ya quisieran estos tipos y todos los que participan en el negocio –incluidos los cantamañanas de la Cuatro- parecerse sólo en la uña del dedo gordo del pie derecho a aquellos famosos payasos de la tele de mi infancia.

1 de septiembre de 2007

LA SINRAZÓN DE UNA MUERTE INESPERADA


Nadie se imaginaba el sábado 25 por la noche, cuando se retiraba a los vestuarios por su propio pie a consecuencia de un desvanecimiento aparentemente sin importancia, que el joven futbolista del Sevilla Antonio Puerta iba a fallecer de un fracaso multiorgánico derivado de numerosas paradas cardiacas varios días más tarde. Un “indetectable” mal congénito en su corazón, en cuestión de horas, le llevó al fatal desenlace.

Como era de esperar, ante el imprevisible y trágico final del ya consagrado futbolista del Sevilla su ciudad, los medios de comunicación y prácticamente todo el mundo –incluso el más alejado del negocio futbolero- han seguido los acontecimientos con tristeza, estupor y hasta cierta vital indignación. La portada del diario MARCA reflejaba claramente el sentir de muchos: “Antonio Puerta, la injusticia de morir a los 22 años. ¿Por qué?” Esta vez le ha tocado a Puerta, famoso y joven. Millones de veces les toca a niños indefensos, a gentes anónimas que jamás hicieron daño a nadie, a pobres desgraciados que murieron absurdamente sólo porque estaban en el sitio equivocado a la hora más inoportuna. Miles y miles de seres humanos desaparecen diariamente de nuestro bellaco mundo sin que nadie –salvo sus allegados más cercanos, que a veces ni eso- pueda dedicarle más que unos solitarios rezos y algún que otro grito de justa indignación.


No me gusta la espectacularización de la vida cotidiana y mucho menos de la muerte. Por eso huyo de la contemplación de las dramáticas imágenes que se producen ante una tragedia colectiva o una desgracia individual más o menos impactante, bien por las circunstancias, bien por la persona afectada. El porqué de la sinrazón –como la muerte de Puerta- lo rumio para mis adentros sin encontrar más respuestas que la impotencia, el asco, la indignación o el simple fatalismo. ¡Vaya perro mundo que creaste, amigo! –mascullo al vacío por si ese ser infinito y poderoso del que tanto nos hablan existe y tiene al menos orejas para escuchar. Jamás me ha respondido y jamás he oído de nadie respuesta diferente, pese a lo cual millones de humanos siguen creyendo en su existencia desde la noche de los tiempos. Y lo que es peor, a menudo matándose y matando en su nombre.


En fin, ni es razonable nuestra existencia ni la de este mundo por mucha teología, magia, imaginación y perendengues que le echen al asunto los creyentes de uno y otro signo. Mas como sé que este es un tema complicado y peligroso en el que mucho personal se mueve más con las armas de la emoción, la superstición y el misterio que con la banderola blanca de la razón y el discernimiento, aquí lo dejo en suspenso. Prefiero quedarme con el texto que Joaquín Caparrós -anterior entrenador del Sevilla, y hombre creyente- ha escrito a raíz de la fatídica muerte de su pupilo Antonio Puerta.


“Una bestia negra y ciega se ha llevado a Antonio. A él le partió el corazón y a mí me ha partido el alma. A esa bestia negra y ciega que nos ha dejado llorando a todos le quiero decir entre lágrimas muchas cosas. Le quiero decir que, una vez más, se ha equivocado, y que lo ha hecho de forma gravísima. Y golpeo mi cabeza contra la pared por la irreversible injusticia que ha cometido.



Le quiero decir que se ha llevado a un chico lleno de vida, a una persona valiosísima y a un deportista de enorme estatura. Le quiero decir a esta bestia negra y ciega que si quería hacer daño lo ha conseguido. Su tajo ha sido de dimensiones gigantescas porque ni ella misma sabe a la cantidad de gente que ha dejado herida.



Se ha llevado a Antonio y con él se marcha una de las sonrisas más sinceras de Sevilla, de Andalucía y de España. No había otro como él en el vestuario del equipo. Si necesitábamos ánimo, Antonio se sacaba un chiste de la manga. Si alguno de nosotros parecía venirse abajo, ahí llegaba él y nos soltaba una de las suyas. No había otro igual y el hueco que deja es irreparable.



Le digo a esa bestia negra y ciega que nuestra venganza será terrible porque a ese hijo de Antonio que está a punto de nacer le vamos a contar tantas cosas bonitas de su padre que parecerá que sigue vivo en cada rincón de Sevilla, de Andalucía y de España. Y no podrá con todos. Hoy me siento el hombre más triste del mundo. Yo le di la luz en el primer equipo y con su marcha me he quedado totalmente a oscuras. No habrá un día de mi vida en que no mire al cielo para saludarle”. (El Mundo, 29-08-2007)



Amigos deportistas, sean bienvenidos a esta nueva temporada del Arco y a su buen humor, que hoy forzosamente brilla por su ausencia. ¡Jo, menuda reentrée has tenido, Puñetas!

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).