23 de diciembre de 2010
19 de diciembre de 2010
CRÓNICA DE UN PARTIDO DE FÚTBOL DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO
Aquí, en el Arco, tan modernos y apegados a las sanas y santas virtudes, hemos optado por seguir las nuevas directrices de la feligresía que bebe en las aguas tibias y saludables de la perspectiva de género, sea desde el punto de vista ecologista, polítiquero, educativo o, como en este caso, deportivesco. ¡Basta ya de invisibilizar a la mujer mediante la vulgar estratagema de usar palabras masculinas que, como todo el mundo sabe, representan sólo al hombre!
El machismo decimonónico se va a acabar y desde el Arco estamos dispuestos a poner una pica en Flandes y en Calatayud para colaborar en tal fin aunque, pese a nuestros ímprobos esfuerzos de macho renegado, no tengamos de recompensa más que el desprecio de nuestros colegas de sexo y el ninguneo de las comadres del género. Aquí presentamos, en primicia mundial, la primera crónica de un partido futbolero (desgraciadamente, un deporte de hombres al que pocas mujeres critican, incluidas las feministas) usando la perspectiva lingüística de género y génera.
DEDICATORIA: Esta bella crónica futbolera se la dedicamos con todo amor a doña Bibiano Aída, exministra de Igual-dá. Feo gesto el de don Zapatero degradándola a Secretaria de la Cosa, con la consiguiente pérdida de plusvalía y valor residual de sus fervientes admiradores, entre los que nos encontramos.
SUGERENCIA: Aconsejo leer primero la crónica. Está escrita en color azul. Luego, si tienen bemoles, releerla incluyendo las explicaciones justificativas señaladas entre paréntesis en color rojo.
Publicado por Juan Puñetas a las 6:56 p. m. 1 comentarios
Etiquetas: Historietas
15 de diciembre de 2010
EL ARDILLA, EN EL BERNABÉU
Publicado por Juan Puñetas a las 11:58 p. m. 2 comentarios
Etiquetas: El Ardilla
11 de diciembre de 2010
DESCONTROLADOS (O HECHOS PEDAZOS)
PEDAZO UNO
Jodé, nos vamos de esta santa casa durante unos días, aprovechando el suspirado puente de la Constitución Inmaculada y pasan más cosas que en el libro de Petete. Para empezar nos encontramos varados en el aeropuerto de Barajas durante un par de días por culpa de unos mamarrachos/as que –con sólo el Bachillerato por montera y parlotear el inglés- se creen los reyes del mambo porque dicen a los avioncicos que vuelan: tú por aquí, tú por allá, tú espera un poco, tú vete a tomar porculín… Y como dio la casualidad que el mismísimo día 3 el gobierno de don Zapaterín, don Blanquín y doña Pajín les quiso tocar los bemoles una vez más a los controladores aéreos, estos salieron echando leches de sus puestos de trabajo –sin avisar ni nada- dejando a los avioncicos y a los pasajeros con un palmo de narices. Así son de irresponsables ciertas gentes a las que –si hubiera justicia divina, que la humana ni por asomo- deberían embarcar en una vagoneta y enviarlos al fondo de una mina para que supieran de verdad lo que es inseguridad, estrés, ansiedad y otras cosas miserables. O meterlos en un barquito velero para pescar fletán allá por Canadá, a ver si aprenden de una puñetera vez que –sin comerlo, beberlo ni merecerlo- lo suyo es un trabajillo de niñatos a los que los gobiernos de turno les han consentido todo tipo de tropelías dado el carácter público del asunto (donde los mamones y el mamoneo campa a sus anchas) y a que los usuarios y los ciudadanos tienen el bolsillo bien ancho cuando se trata de pagar –vía impuestos- a inútiles, mangantes, corruptos y niñatos. Así que el Ardilla y el muá, que estábamos en el sitio equivocado y en el peor momento (no hay nada como un aeropuerto para darse cuenta de que el personal de a pie es una mierdecilla pinchada en un palo), nos pasamos dos días de aquí para allá y de allá para acá reclamando, ciscándonos en la madre de todos los controladores y esperando que alguno apareciese por allí (tampoco les hacíamos ascos a alguien de Aena o del gobiernín zapaterín) para desahogarnos un poco a su costa. No tuvimos suerte y eso que lo lamentaremos toda nuestra vidorra.
Mas vale ya de peripecias propias que –menos mal-, al lado del Ardilla se convierten en historias desternillantes que algún día Pepe Pi lo mismo intenta resumir en un cuento de los suyos. Si he hecho mención a ellas es para justificar que el Arco ha estado ayuno de mis articulillos durante más tiempo del previsto por culpa de una pandilla de impresentables a los que yo no invitaría a cenar ni harto de vino. (En realidad no sé cómo el personal de a pie tenemos bemoles a ponernos en sus manos cuando queremos volar dada su demostrada mala leche, su inmadurez y su falta de responsabilidad profesional, pero así somos de idiotas…). Dicho lo cual, en estos días, han pasado también la mar de cosas de las que quisiera referir dos, a modo de inventario.
PEDAZO DOS
Rusia se llevó el día 2 la organización del Mundial de futbolín del 2018 dejando a Spain y Portugal con los dientes largos. No sé si mis rogativas a San Cucufato habrán tenido algo que ver en esa sabia decisión fifosa, pero lo cierto es que aquella misma noche di las gracias por evitarnos ese mundial y los correspondientes gastos, impuestos e incomodidades que nos tocaría pagar a los ciudadanos de bien. Todavía recuerda uno el Mundial del 82 y es que se le abren las carnes, no sólo por el ridículo deportivo sino por la debacle económica que tal circo originó, aunque eso bien que se encargaron de taparlo los expertos en el gobierneo y el despiporre. Si el Puñetas fuese un país (y un país serio, por supuesto, o sea de esos que todavía no se han inventado), le pediría a la Fifa que me diese dinero para organizar sus festejos, en vez de ponerlo yo para disfrute de ella y sus vividores afines. Así que, al menos, hasta el 2026 estaremos libres de organizar este tipo de evento pues en el 2022 los ricachones de Qatar se encargarán de ello dilapidando materias primas, energía, pasta gansa y abluciones, je, je. Y todo para mayor gloria de don Balón y de los fifosos que viven muy requetebién gracias a él, como es el caso de don Villarín, cuyo discurso en el acto de la candidatura del día 2 fue tan patético como un controlador aéreo trabajando de 9 a 17 horas por mil euros al mes. La mafia rusa y el gobierno de don Putin (tal para cual) se encargarán en el 2018 de alegrarnos las pajarillas si para entonces no la hemos palmado en algún aeropuerto hispano por culpa de un abandono laboral imprevisto de quien ustedes ya suponen. Para apoyar al reciente Nobel de la Paz, el disidente chino Liu Xiaobo, encarcelado en su puñetero país por escribir un manifiesto a favor de la democracia, el gobierno ruso no ha tenido ni ganas ni interés ni vergüenza, pero para gastarse en los próximos años la friolera de 4 millones de dólares (sólo en construir y renovar estadios, ojo), para eso, le han faltado manos, piernas y desvergüenza torera. Valiente hijo de Putin…
PEDAZO TRES
El día 9 vomitábamos el bocata de calamares que nos metíamos entre pecho y espalda al enterarnos por la interné que San Otegi (el portavoz -la voz de su amo- de la organización terrorista Batasuna, filial de la casa madre ETA) había sido absuelto de cometer un delito de enaltecimiento del terrorismo durante un mitin-aquelarre que se celebró en San Sebastián allá por 2004. Si los jueces fuesen controladores aéreos, el vuelo de hoy de las 8,15 despegaría dentro de seis años a eso de las 15,40. ¡Qué rapidez, qué reflejos, qué velocidad del rayo en la ejecución de sentencias! El caso es que tras oír la noticia (la Audiencia Nacional considera que Otegi sólo pasaba por allí, por el velódromo de Anoeta, para darse un par de vueltas con la bicicleta), pensé que algo fuerte estaba al caer pues absolución tan increíble (Otegi enaltece al terrorismo hasta cuando se come una merluza al pilpil) dejaría a la ciudadanía más k.o. que los mismísimos controladores con su espantada del día 3. El Puñetas ya va para viejo así que se sabe todas las triquiñuelas del poder establecido, sobre todo si vive de la propaganda y el cachondeo, como le ocurre al de don zapaterín. Así que, a la tarde, apareció la noticia que iba a tapar y oscurecer al santo de Otegi: “La atleta Marta Domínguez, detenida en el marco de una operación contra el dopaje”. Señor, señor, qué casualidades da la vida… Podían detenerla cualquier día y dar la noticia a cualquier hora pero mira tú por dónde la cosa coincidió poco después del asuntillo Otegi. Consecuencia: telediarios, periódicos, radios y papeles higiénicos varios pasaron a informar al dedillo (diciendo sólo cuatro cosas inconexas, por cierto) sobre la atleta palentina mientras el beato Otegi pasaba a mejor gloria. Como aquí no nos fiamos ni de nuestra sombra, nada diremos sobre doña Marta hasta que –dentro de diez años, como mínimo- la justicia le declare inocente o culpable. Hasta que llegue ese momento habremos pasado cinco o siete huelgas salvajes de los controladores, don zapaterín habrá sido sustituido por don rajoín, el beato seguirá siendo declarado inocente un día y culpable al siguiente -según marque el calendario politiquero y el reloj del juez de turno- y el Puñetas estará ya deseando la jubilación, arrastrando las dos piernas y el rabo por esos mundos laborales del infierno.
Y bien, siento que hoy el articulillo haya salido articulazo por culpa de la cosa politiquera, otiguera, dominguera y –sobre todo- filibustera. No todos los días tiene uno la desgracia –menos mal que compartida con el Ardilla- de ser rehén de una pandilla de golfos y piratas acostumbrados a chupar del bote y de la teta aérea a todas horas mientras los demás, millones de desgraciaos, no tienen ni leche condesada con la que alimentarse. Una leche bien dada (con mucho calcio, vitaminas A y D, soja, omega 3, isoflavonas y otras mierdas) les daba yo a esos mamoncetes…
PD: Menos mal que hay algunos a los que estas pijaditas puñeteras les importan ochenta pepinos…
Publicado por Juan Puñetas a las 9:52 p. m. 1 comentarios
Etiquetas: Vida cotidiana
1 de diciembre de 2010
LOS TRINCONES
Hace poco escribíamos en el Arco un articulillo de esos que, de vez en cuando, nos salen por las teclas cuando el colmillo se nos retuerce demasiado a fuerza de ver tontolinadas y atracos mil. Allí, entre otras cosas, clamábamos al cielo (en vano) porque la Unión Ciclista Internacional exige el impuesto revolucionario del 70 % anual a los ciclistas que dan positivo en un control antidoping, lo cual –viendo la porquería de alimentación que hay hoy en día y las porquerías específicas que se meten en el cuerpo los tíos de las dos ruedas para poder subir el Mortirolo a velocidad de liebre- es garantía de réditos multimillonarios para la mencionada Desorganización Ciclera. ¡A más positivos más engorda sus arcas y sus bolsillos la dichosa UCI!
Sin embargo, el record de trincar por todo el morro se lo lleva la UEFA, esa Unión de Especuladores que ya citaba Jose María García cuando el Puñetas era un veinteañero. Porque el trinque eufero de estos días es de los que merecen figurar en cualquier Manual al uso, además de ser recompensado con el Premio Nobel del Mamoneo. Vean si no: el Realísimo Madrid –al que ya le toman el pelo hasta en los despachos- acaba de ser multado por los trincones de la UEFA con 215.000 euros (casi 40 millones de las antiguas pesetuelas) simplemente por perder el tiempo durante un minuto de la basura en el partido de Champions contra el Ajax disputado hace una semana. Nadie podrá argumentar a partir de esta golosa decisión eufera que el tiempo no es oro. Un minutejo, repartido en dos pérdidas de tiempo de 30 segundos, cuarenta millones de calas, pelas o rubias. Y todo porque en vez de hacer bien las cosas, es decir, que Sergio Ramos le arrease por la espalda y sin avisar un puntuapié a un jugador rival o que Xabi Alonso le diese a la pelota con la mano en plan pelota vasca, ambos jugadores le echaron un pésimo teatro al asunto y perdieron unos preciosos segundos en poner de nuevo el balón en juego a ver si el árbitro, cual perrillo de Pavlov, les sacaba tarjeta amarilla y el próximo partido lo veían desde la grada y, de paso, se compraban un nuevo tarjetero.
¿Y qué, amiguitos trincones? ¿Qué pasa por perder unos segundos de tiempo en un partido que está prácticamente acabado, con victoria visitante bien holgada, y en donde los espectadores ya están haciendo cola para desalojar el campo? Vale que a los “infractores” se les saque la tarjetita amarilla, que es lo que buscaban, pero ir más allá de esta pobre actuación teatral y meter la mano en el bolsillo de estos, de su entrenador, de los porteros del equipo y de la propia entidad, para sacarles cuarenta millones de rupias, sólo invita a llamar a estos tipos del Comité de Competición Uefero de una manera: trincones. (En el diccionario hay sinónimos más fuertes y soeces pero ya saben que aquí no gustamos de las palabras gruesas, salvo cuando la mano penetra directamente en nuestras carteras).
Que el Irreal Madrid y sus millonarios obreretes del balón y el entreno tengan que aflojar la pasta gansa a los trincones de turno es un problema que no me afecta. Lo que sí me molesta es el hecho objetivo, en sí, porque de un tiempo a esta parte (en realidad, siempre) hay una funesta manía en sacarle la manteca y la pasta gansa al ciudadano, o sea, a usted y a mí, con la misma arbitrariedad y cara dura con que la UEFA ha actuado ahora. Si a los idolillos de barro del futboleo les trincan miles de euros por un quítame allá esas pajas, no quiero ni pensar qué no serán capaces de hacer, qué inventarán todavía los que nos hurgan el sueldo ganado a golpe de sangre, sudor y lágrimas para llevárselo calentito a su covachuela y disponer luego de él con la arbitrariedad más absoluta. Bancos, Hacienda, políticos de todos los pelajes, DGT, Ayuntamientos, Timofónicas, Endesas, Repsoles, Iberias, ecétera son UEFAS instaladas en nuestra vida cotidiana que viven gracias a que nos chupan todos nuestros líquidos vitales a cambio de un servicio manifiestamente mejorable cuando no muy dudoso. Por eso me molesta el trinque uefero, porque temo que a su socaire los grandes dráculas del mamoneo y el apalancamiento propio nos estrujen todavía un poco más, ahora que ya estamos en los huesos más descarnados. En este sentido, atentos al próximo viernes en que el señorito Zapatero anunciará nuevas medidas económicas de ajuste que -¿adivinan?- van a ir directas a nuestras yugulares de pobres parias trabajadores.
Entre trincones anda el juego y cuando las barbas de tu millonario vecino veas pelar (Casillas o Mourinho, un suponer) pon las tuyas (y las mías) a remojar. El que avisa no es traidor y llegan tiempos en que, tras dilapidar nuestro dinero sacado a golpe de mangazo sin derecho a protestar, ahora han cogido directamente el trabuco y la navaja pues en los tiempos de crisis, tiempos duros, tiempos tristes, andarse con remilgos y buenos modales es una ordinariez. Lo único que no cambia, en verano o en invierno, es el trinque que hacen los amigos de lo ajeno.
Publicado por Juan Puñetas a las 8:57 p. m. 2 comentarios
Etiquetas: Escándalos