29 de noviembre de 2009

UF...

-“muchas gracias ..por tu apollo . la tempoarada la veo de momento de lujoo solo falta hacer unos cuantos puntos mas y irnos de vacaciones con alegria ..”

-“yebo solo un par de años leyendo.. pero solo te puedo decir que toy leyendo la segunda parte de milenium”

-“yebas mucha razon suelo caer mucho a vanda y eso me perjudica bastante por que yo tengo q estar en el area ,tratare de cambiar y estar mas tiempo en el area ,gracias”


* No, no son respuestas del Ardilla a unas preguntas de sus admiradores. Son de David Barral, delantero del Sporting de Gijón en un chat del diario asturiano La Nueva España. Claro que hay preguntas que invitan a dejarse llevar:

-pixaaaaaaaa¿k sentiste en el balcon el dia del ascenso al ver tanta gente en la calle?PUXA EL PIXAAAAAAAAAAA

-fue una esperiencia unica .. lo recordare toda mi vida y lo tengo gravado.

* Entrevista a Messi en febrero de este año en el Argentino.com

“-Hagamos un test: algunas de las preguntas que le hizo La Capital cuando tenía 13 años. Veamos cómo ha cambiado. Un libro.
- El de Maradona (“Yo soy el Diego”), lo empecé pero nunca lo terminé. No soy muy de leer…”


* Antonio Cassano: "Ya he escrito más libros de los que he leído".  Ha escrito dos libros… Mejor dicho, le han escrito.

Sin comentarios…

25 de noviembre de 2009

SOBRE EL FÚTBOL (en horas de sequía)


Después de las tres últimas entradas de El Arco, o nos vamos de cachondeo o algún lector distraído y ocasional se va a creer que aquí nos dedicamos a la cosa de la política y el deporte. Ambas cosas van  unidas cada vez más pero aspiramos a ver el deporte desde todos los ángulos. Uno de ellos es la crítica social aderezada con unas gotas de humor picantón. Hoy vamos de eso, pero como resulta que las tres últimas entradas nos han dejado algo seco el cerebro (ese daño colateral es muy propio de los que se dedican a la cosa politiquera), hemos tenido que recurrir a alguien de afuera para que nos saque hoy las castañas del fuego. Un desconocido. Encontrado cuando ya veíamos la hora de cierre y sin articulillo o pachanga que llevarnos a las teclas. Ya teníamos decidido salir del paso contando  algunos manidos chistes sobre fútbol pero hemos tenido algo de suerte (también hay que buscarla, no crean) encontrando la colaboración de un lector anónimo en la web de “Diario Vasco”. Año 1996, pero menos da una piedra. La hemos retocado mínimamente por alguna errata o cosa ortográfica sin importancia y aquí está: una vez más hemos cumplido como jabatos y, aún con el cerebrín más seco que un pantano en tiempos de sequía, acudimos puntuales a nuestra cita arquera aunque sea con un texto ajeno que, faltaría más, suscribimos de la zeta a la pe.
Ahora que llegan los mundiales, NECESITO hacerles una confesión:

YO FINJO QUE ME GUSTA EL FUTBOL!!!!

Es que a mis amigos les encanta, así que cuando estoy con ellos, hago como que disfruto... Aunque, sinceramente, no me entero de nada. ¿Que ellos gritan? Yo grito... ¿Que se excitan? Pues me excito. Y si meten gol, me desmadro... Igual que fingir un orgasmo.

Y es que algunos parece que disfrutan más con el fútbol que con el sexo.

Tú les oyes y están: "Métela, métela... Así, así, sigue, sigue... !Aguantaaaa! (Como si fuese un orgasmo) !HUUUYYYYYY!!" Así que pensé: "Si esto es mejor que el sexo, yo lo tengo que probar" Y decidí hacerme futbolero.

Pero no es tan fácil. Por ejemplo, no hay ningún libro que te enseñe a entender el Marca: a ver, dónde pone que Osasuna no es una ciudad... Y que un "interior izquierdo" y un "exterior derecho" no son pisos. O que un extremo derecha no es un facha...

Visto lo visto, llamé a un amigo y le dije: "Felipe, mira, es que yo finjo los goles y quiero sentir lo que tú sientes". Y Felipe me dijo: "Lo sentirás. Te voy a llevar a un partido que vas a flipar".

Y me llevó a la final de la Champions. Lo primero que me llamó la atención es que si eres futbolero puedes aparcar donde te salga de los mismísimos: "Oye, Felipe, que estamos en un paso de cebra, tapando una boca de riego y en la salida de emergencia del campo. ¿Y si viene la grúa?" Me contesta: "¿La grúa? Mírala (SEÑALA). Ahí la tienes, atravesada tapando la salida de ambulancias del hospital"


Otra cosa que puedes hacer si eres futbolero es vestirte de mamarracho. Tú vas al fútbol y a nadie le llama la atención que te pongas cuernos de vikingo, o que te pintes la cara como Braveheart. Incluso puedes ponerte ropa de invierno en verano. ¿Que no? Los futboleros son las únicas personas, aparte de Umbral, que van con bufanda todo el año.

Entonces mi amigo me dijo: "Ahora vamos a ver la llegada de los jugadores, ya verás qué alucine" Y efectivamente, aluciné. Vamos a ver: si estos tíos ganan miles de millones ¿por qué coño van en autobús? Joder, yo creo que como mínimo se podrían pillar un taxi ¿no? Esto sólo pasa en el fútbol. Dile tú a Julio Iglesias que vaya en bus y verás tú dónde te manda...

Cuando entré al estadio, me sentí como en un karaoke gigante, porque allí no paran de cantar. Sus canciones favoritas son dos: una que dice OEEE, OE, OE, OEEE, OE, OEE, OE; y luego hay otra que dice: EEEEEOOOO, EEEEOOOO. Que yo pensé: "No se puede decir más en menos". Y de repente empezaron: "Hola fondo norte... Hola Fondo Sur". Y dije: "Esta me la sé yo" (CANTANDO CON LA MÚSICA DE “HOLA DON PEPITO”) "Pasó usted ya por casa, por su casa yo pasé...". Y se quedaron todos mirándome, y les dije: "¿Qué pasa? ¿Os jode que me la sepa?" Pero lo que más me sorprendió fue cuando cantaron el himno, yo no sabía que el del Real Madrid era un himno musulmán: Alah Madrid, Alah Madrid.

En ese momento mi amigo me dijo: "Tío, va a empezar el partido ya, te vas a cagar". Y empezaron todos a tirar rollos de papel higiénico al campo, que dije: "Coño, esto va en serio".

Y entonces salieron los jugadores y yo seguía sin entender nada: ... cuarenta cámaras alrededor del campo, transmisión vía satélite, pantalla gigante y marcador Jumbotrón... ¿Y cómo deciden quién saca? !Tirando un duro al aire! !Coño, por lo menos que tiren un euro!!!

Cuando miré a mi alrededor, me di cuenta que todo el mundo estaba con los audífonos puestos... "Pero Felipe, ¿para esto te gastas diez mil pelas, para escuchar la radio?". Y Felipe:"La radio es fundamental, escucha, escucha..." Y me puso los audífonos: "Penetración por banda derecha, se acerca al borde del área, centro a la olla... !Jamónnnn Guijuelo... que jamónnnnn! El cuero que se escapa a la izquierda de la defensa, toca Figo, Figo, Figo, Figo, Figo... !Sí señor... un señor Farias! Pi, pi pi pi... Goooooooooooool!" Y tú: "Pero bueno, Felipe, ¿quién ha marcado? ¿Figo o Farias?". "Pero, tío, ¿cómo va a marcar Farias?". Y dices: "Joer, ya he metido otra vez la pata. Ha debido de marcar Guijuelo".

Y a partir del gol se montó una... Ya no me enteré de nada más... Empezaron a mover banderas, a sonar bocinas, que acojonan ¿eh? Parece que se te viene un barco encima... Y de repente se me abrazó un señor que no conocía de nada, me dio un puro y empezó a gritarme en la oreja "!Campeones,  campeones, OE, OE, OE!". Y ya no me soltó... Pero que me daba besos y todo! Y de pronto empezó todo el mundo: "!A la fuente, a la fuente!". Y a la que me di cuenta estaba dentro del agua, de la mano del señor del puro, que parecíamos los Del Río. Intentando subir al león de la Cibeles... Y cuando estoy arriba veo un montón de tíos a caballo que venían hacia mí... Y digo: "Qué bonito!  !Qué espectáculo! !Ahora entiendo esto del fútbol!" Y yo, para seguir la juerga, como ya me sabía la canción, me puse de pie, empecé a mover los brazos y grité: "!Eh, los del caballo! !OE, EO, OE, OE!"

En la boca.  La primera me la dieron en la boca. Y luego ya donde pillaron, blando o duro. Que me bajé de la fuente y le dije al del puro: "Tú haz lo que quieras, yo me voy". Y el tío me dijo: "Vale, pero mañana paso a las diez a buscarte, que hay que llevarle la copa a la Virgen". A la Virgen... acabé en la Paz curándome los moratones y acordándome de la Virgen: "Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy".

Saben lo que les digo... Que ahora que soy un experto, el fútbol me gusta menos que antes!!!!!!!!!!!

22 de noviembre de 2009

¿SERÁ EL FÚTBOL EL DETONANTE DE LA TERCERA GUERRA MUNDIAL?



Hoy vamos a dejarnos de coñas marineras y de cachondeo. Si para el Puñetas el furbo es  simplemente un deporte de masas en el que sus protagonistas sólo se representan a sí mismos, a los clubes o las Federaciones respectivas (un negocio muy privado que ha conseguido entusiasmar a la mayoría de los habitantes del planetilla Tierra no se sabe bien porqué), para esas mismas masas, así como para sus dirigentes, el asunto es mucho más transcendente. O sea, que cuando se enfrentan “Irlanda” y “Francia” en una eliminatoria para decidir cuál de las dos Federaciones de Fútbol participará en el Mundial de Fútbol, resulta que quienes juegan en realidad son esos países, representados en el terreno de juego por jugadores que, cual soldados, entonan muy emocionados el himno de su país y luego derrochan toda la energía del mundo “hasta matarse” por dejar bien alto el pabellón y el honor patrio. Semejante manera de entender el juego acabará pasando factura más temprano que tarde.

Hay ejemplos muy recientes de que esta forma tan torticera de entender los encuentros internacionales puede acabar un día como el rosario de la aurora. El Argelia-Egipto último ha derivado en un serio conflicto entre ambos países y la puesta en circulación de miles de policías para intentar que el asunto no se fuese de las manos. El despropósito salpicó también a Sudan, Francia y otros lugares donde hay una abundante colonia de egipcios y argelinos. El hijo mayor del presidente egipcio calificó a los aficionados argelinos de “terroristas” y “mercenarios”; ambos países han llamado a consultas a sus embajadores; los heridos se han contado por decenas y sólo Alá sabe los rencores y agravios que van a quedarse dormidos y latentes hasta que llegue otra ocasión y salgan de nuevo a la luz. Naturalmente, el incendio aún será mayor al acumularse  los odios anteriores a los nuevos.

Imaginemos un futuro no muy lejano, plagado por historias como las argelinas, egipcias, francesas, irlandesas (¡hasta el ministro de Justicia ha intervenido en el asunto de la famosa mano de Henry!), turcas, rusas, etc. Historias en tiempos duros como los de ahora, con polarización mundial en el ámbito religioso y político, con guerras a pequeña escala fácilmente exportables, con un dirigente loco de por medio (¡hay tantos donde elegir!) y unas potencias en crisis por falta de líderes o por serios problemas económicos. Una guerra es un acto irracional prolongado en el tiempo donde se cascan de lo lindo las gentes de al menos dos países. Con las envidias y odios acumulados bastaría una pequeña chispa (como ocurrió en lo que ha quedado en llamarse la “Guerra del fútbol”) para que se líen a mamporros los energúmenos y analfabetos de turno. No es nada descabellado pensar que -en un futuro más o menos próximo- podría producirse un importante conflicto armado entre varios o muchos países por culpa de un incendio surgido tras un partido de fútbol internacional. Cuando los aires de guerra ya son respirados por los contendientes respectivos el detonante puede ser cualquier cosa. Precisamente el fútbol, entendido como lo entiende la gran mayoría, reúne todas las condiciones objetivas para ser esa chispa inoportuna que haga reventar las inquinas y malhumores acumulados en el tiempo, aumentados a su vez por una situación mundial muy delicada.

Habría una manera de solucionar, en parte, el hipotético futurible. No pretenderé que el personal opine como el muá, que sólo ve en el futbolín un espectáculo más o menos cutre por el que su corazoncito jamás subirá de pulsaciones juegue quien juegue, pero al menos los oficiantes y mercaderes de la cosa podrían poner algo de su parte. Lo señoritos que mandan en el fútbol mundial podrían actualizar ciertas reglas conflictivas e introducir las nuevas tecnologías (como ya se ha hecho en otros deportes) para evitar errores e injusticias perfectamente evitables. Cámaras para repetir la jugada, ojos de halcón, etc. Y los negociantes de la cosa (políticos, periodistas, televisiones…) deberían ayudar poniéndose de acuerdo en un código ético por el que dejarían en paz al fútbol (que se lama sus propias heridas), no lo usarían en vano, abandonarían las trincheras y los tambores belicistas con que adornan a la feligresía cada vez que hay encuentros en “la cumbre” y, en fin, bajarían el tono hasta convertir a este deporte en lo que simplemente es: un espectáculo de masas, pero nada más, al que el gentío debe acudir para divertirse y pasárselo bomba. Bomba, pero de la buena...

Me temo que ni los unos ni los otros se bajarán del burro y sentarán la cabeza pues los beneficios del negocio son considerables. Hasta ahora el futbolín viene actuando de adormidera de las masas pero empieza a haber signos evidentes de que estamos entrando en la fase de la pura y dura drogadicción, es decir, de la pérdida total del sentido crítico y de la realidad. Cuando el personal empieza a dejar de razonar porque va mamado perdido cualquiera sabe cual puede ser su comportamiento en momentos de máxima tensión, con frustraciones largamente reprimidas y odios visceralmente latentes. Quizás ahora suene a cachondeo pero quién sabe si en el futuro no tendremos un buen lío mundial con el fútbol como detonante. Desde luego, hay más posibilidades de que eso ocurra que esa tontería del fin del mundo en el 2012 que algunos cantamañanas se han sacado de la manga y del sombrero para hacer su agosto y llevarse los cuartos de los incautos y analfabetos de este planeta. Que son muchiiiiísimos, dicho sea de paso y entre los que espero que no estemos ni usted ni yo.

19 de noviembre de 2009

MIEDO A LA LIBERTAD


El otro día el Parlamento vasco aprobó una resolución en la que invitaba a la RFEF a que cuente con el País Vasco en sus próximas citas de la selección española de fútbol. También hacía referencia a la organización de una etapa de la Vuelta Ciclista a España. Esta no pasa por el País Vasco desde la edición de 1978 y la “Roja” (vaya nombrecito cursi) no pone sus pies en aquel terruño desde 1967.

¿Qué es lo que ha pasado en todos estos años para que una tierra tan amante del ciclismo y el fútbol no albergue citas importantes del deporte? Que sepamos, no es sólo el fútbol y la Vuelta. Hay otros muchos acontecimientos deportivos de primera línea que tampoco han sido solicitados para su presentación o representación en Bilbao, San Sebastián o Vitoria. La explicación parece evidente.

El Partido Nacionalista Vasco y sus amistades peligrosas llevaban gobernando Euskadi desde el inicio de la transición y a esta gente no les saques del levantamiento de piedras y la cesta punta. Bromas aparte, es evidente que en todo este tiempo los camaradas han huido (y huyen) de todo lo que huela a “español” –menos la pasta, claro- como si se tratase de la peste porcina o la gripe A. El problema tiene narices porque en ningún lugar consta que ellos sean los propietarios del solar vasco y que allí se tiene que hacer siempre lo que ellos digan. Si al PNV le revienta “la Roja” no tiene porqué prohibir o poner peros a que juegue alguna vez un partidillo en el País Vasco: hay gente “pa tó”. Que a uno no le guste una cosa no significa que no pueda gustar a otros,  por lo que impedirlo a las bravas –por ordeno, mando y el te vas a enterar- dice muy poco del amor por la libertad ajena. La propia, ya se sabe, ni tocarla porque es sagrada.

La plataforma que defiende la oficialidad de las selecciones vascas, bajo el nombre de Euskal Herria, ESAIT, ha puesto el gritazo en el cielo con la resolución del nuevo Parlamento, ocupado  en esta legislatura por los enemigos del pueblo vasco: “Pretenden impulsar la conciencia española entre la ciudadanía vasca”. ¿Conciencia española? ¿Y eso qué coño es? ¿Desde cuándo un vulgarote juego como el fútbol lleva implícita la conciencia nacional de quienes lo practican? ¿No saben estos mastuerzos que los jugadores, los españoles y los vascos, sólo se representan a sí mismos, a sus clubes y quizás a su Federación privada, cuando saltan al campote y empiezan a darle patadas a la dichosa pelotita? Si todos sus argumentos en otros ámbitos de las ideas tienen la misma racionalidad que en éste, mejor que se dediquen a la cría del champiñón en un caserío perdido o se enrolen hacia el Índico en busca de atún para el marmitako. 

Lo que no es de recibo para esa ciudadanía vasca es que una parte de ella –sea pequeña o grande- no pueda presenciar ciertos acontecimientos deportivos simplemente porque uno de los contendientes es vestido en Galerías Spain, como si Euskadi fuese un territorio de otro planeta. Nadie va a acudir obligado  a presenciar el espectáculo. ¿A qué ha venido entonces tantos años de sequía y de muro deportivo?  Pues simplemente a que esta gente tan cerrilmente patriotera, palurda y catetona ha impuesto su parecer al resto del paisanaje en vez de permitir que éste hiciese libremente de su capa un sayo. “El acuerdo del Parlamento Vasco, va en contra del sentir mayoritario de los ciudadanos de Euskal Herria”. Pero, mastuercillos míos…, ¿no dicen las reglas de juego aquí y en Groenlandia que un Parlamento democrático representa la soberanía popular? Ah, que eso sólo ocurre cuando el Parlamento está en vuestras manos... ¡Pues empezad por ahí, machotes…!

Cierto es que hay por en medio una banda de bandidos que pudiera aprovecharse de la situación para organizar sus típicas fiestas y divertimentos de celebrarse “allí” (en su “casa”, entienden los muy suyos)  cualquiera de esos grandes acontecimientos deportivos con selecciones “españolas” o deportistas  hispanos  de alto nivel. Nos lo ha recordado ese hombre de medio pelo que responde al nombre de Anasagasti (toda una vida dedicada a mamar de la política) al poner a la banda como hipócrita justificación: mientras exista ETA mejor dejarse de tanta selección y tanta Vuelta. Lo que ha querido decir, en román paladino, o se ha expresado muy mal, es  que por las tierras vascas quienes mandan son los bandidos de la banda esa y que mejor no cabrearles. Hagamos como con los piratas somalíes: impuesto revolucionario y salir pitando con el rabo entre las piernas. Más o menos lo que ha hecho el PNV y sus amistades peligrosas en una treintena de años hasta que hace poco fue desocupado democráticamente del poder tras las últimas elecciones autonómicas, lo cual provocó una llantina de tal calibre a los peneuvistas de pesebre que el nivel del Cantábrico subió varios centímetros. Si todos los países siguiesen semejante razonamiento, incluida España, jamás organizarían Olimpiadas ni Campeonatos Mundiales ni nada de nada pues siempre hay una ETA, un Al Qaeda, un IRA o unos descerebrados dispuestos a aguar la fiesta con sangre y fuego. Rindámonos pues, en plan peneuvista, y que manden los pistoleros.  

En fin, que mientras los que se creen dueños del cortijo han puesto el grito en el cielo (Nafarroa Bai: "Expresión de nacionalismo español rancio"; EA: “Pedir la Vuelta y que España juegue en Euskadi es una frivolidad que raya en la irresponsabilidad”), algunos dirigentes del deporte español –como don Lizzaqué- han tenido un orgasmo múltiple pensando que porque vayan Del Bosque y sus muchachos a Bilbao o aledaños se va a producir el evento más histórico de toda la historia vasca. Ni la burrez de los unos ni la ingenuidad y subidón de algunos otros. Simplemente de lo que se trata es de que en el País Vasco –como en cualquier otro lugar del mundo- puedan ver a los deportistas de élite de toda Spain y del extranjero más desarrollado disputando partidos, corriendo carreras, dando raquetazos o nadando en la Ría. Y nada más. Ni rollos patateros de representatividad inexistente (ni política ni territorial) ni poner una pica en Flandes. Aunque los del Parlamento vasco también han errado en algo sus intenciones –es la RFEF y sus clubes quienes tienen potestad para organizar los partidos- de lo que se trata, queridos mamoncillos, es simple y llanamente de fútbol, ciclismo o lo que caiga. Dejad la conciencia nacional de los unos y otros para cuando estéis hartos de vino, que es cuando las grandes ideas dan bastante risa. Se trata -simplemente- de que haya libertad para que puedan organizarse los eventos deportivos que se crean convenientes (siempre habrá gente interesada en acudir a ellos) y no de impedir en nombre de vuestra santa libertad la libertad de los demás. Esa que tanto miedo da... 

15 de noviembre de 2009

EL MURO DEPORTIVO DE LA RDA

Cuando se acaban de cumplir 20 años de la caída del Muro de Berlín pocos recuerdan que, en el ámbito deportivo, también caía otro gran muro: el del dopaje en la RDA (República Democrática Alemana, aunque de Democrática no tenía ni un pelo del bigote de Stalin). Nacida en 1949 tras la Segunda Guerra Mundial, se estableció en una parte del territorio alemán, siendo ocupada por la Unión Soviética. Hoy, afortunadamente, la RDA y la URSS se han hecho añicos, como el Muro berlinés. Aunque aún quedan nostálgicos (hay gente masoquista a la que las dictaduras le erotizan bastante), en el ámbito deportivo hay plena unanimidad: aquellos dos países alcanzaron numerosos éxitos deportivos gracias a que el deporte era un asunto de Estado y a que a los deportistas más selectos los dopaban en cantidades industriales. “El objetivo es asegurar al deporte de la RDA una posición que demuestre la superioridad de la sociedad socialista sobre la capitalista gracias a la utilización de UM”.  Así llamaba la Stasi  (UM: productos de apoyo) a lo que era un plan estatal de dopaje, perfectamente planificado. Los deportistas apenas competían fuera de la órbita soviética (así se evitaba que otros países metieran las narices y sospecharan), pero no dudaban en acudir a unos Juegos Olímpicos o Mundiales, donde el deporte se confundía con la política, dentro de aquella Guerra Fría de infausto recuerdo.

En la RDA se dedicaron especialmente al atletismo y la natación, deportes en los que prevalece el físico (velocidad o resistencia). Pruebas en que las hormonas del crecimiento, las transfusiones sanguíneas y demás guarradas químicas podían hacer efecto. En 1972, en los Juegos de Munich, la RDA ganó más medallas que la RFA. Cuatro años más tarde, en Montreal, las nadadoras orientales se llevaban 11 de los 13 oros en juego. En Seúl la RDA consiguió 102 medallas, sólo aventajada por la URSS. Para un país de unos 17 millones de habitantes, no estaba nada mal la cosecha de chatarra. Sólo que tanto éxito olía ciertamente a chamusquina, máxime cuando los mayores triunfos procedían de la parte femenina. En Seúl, por ejemplo, las féminas consiguieron el triple de medallas que sus compañeros. O estaban hechas de una pasta especial o allí había trampa. Recuerdo que las nadadoras apenas cabían en el bañador, todo músculo, con espaldas más grandes que las de un leñador. Las walkirias, las llamaban. Sus 24 medallas convertían en ridículas las 9 de los chicos. Y no digamos en el atletismo (31 contra 12). A muchas les pilló la reunificación alemana tras la caída del Muro, pero nunca más se supo de ellas. Algunas, como la prometedora atleta Katrin Krabbe, fueron pilladas con las manos en la masa. La mayoría prefirieron hacer mutis por el foro: sin UM el cuerpo  ya no funcionaba igual. El Muro se les había caído encima con todos sus cascotes.

Se calcula que unos 10.000 deportistas de Alemania oriental fueron dopados entre 1970 y 1989. A la fuerza. Porque esa es la particularidad de este dopaje, nada comparable al que se produce en la actualidad. Era un dopaje planificado por el Estado para conseguir éxitos de propaganda política, sin tener en cuenta las nefastas consecuencias futuras en la salud de los deportistas.  A los que  apuntaban maneras, aunque fuesen tiernos infantes, ya se les empezaba a preparar “adecuadamente”. “Las gimnastas no crecían, las atletas y nadadoras se quedaban embarazadas y luego abortaban para aprovechar el cambio hormonal, y el dopaje desde los laboratorios era parte de la dieta”. (ABC) “A largo plazo, muchos han testimoniado las consecuencias espantosas del dopaje: cánceres, disfunciones hormonales, infertilidad en algunas mujeres e hijos con discapacidades en otras”. (El Mundo).

Cómo sería la cosa que arramblado el Muro y la RDA, tras las investigaciones pertinentes –y aún queda mucha tela por cortar- ya se ha sentado en el banquillo a diversos responsables de entonces y hasta se ha establecido un plan de indemnizaciones para los deportistas más afectados por las secuelas físicas que les han quedado de aquellos lodos. De entre ellos, el caso que más me ha impresionado es el de Heidi Krieger, campeona de Europa de peso (ver viñeta). A consecuencia del consumo de esteroides y hormonas modificó su metabolismo y le dio aspecto de hombre. Al final, tuvo que cambiarse de sexo y hoy se llama Andreas. Krieger declaró en el año 2000 en un juicio que se siguió contra los máximos responsables de la trampa.

Las cifras de la Alemania unificada, veinte años después del Muro, confirman el embuste y el delito de la RDA: Alemania gana las mismas medallas que ganaba la RFA, más o menos las que vienen a corresponder a su número de habitantes y poderío económico. Frente a los nostálgicos de unos tiempos y de una época que ningún ser humano decente y con sentido común quiere que regresen, reconforta conocer el detallazo de la ex atleta Ines Geipel. “Su mayor éxito, logrado gracias al doping, fue el récord mundial en la carrera de relevos de 4x100 metros. Geipel hizo borrar su nombre del registro, pese a la oposición de la Asociación Alemana de Atletismo y de sus tres colegas, que aparecen ahora como plusmarquistas de una disciplina que no existe: la carrera de relevos femenina de 3x100 metros.” (DW-World.de).


11 de noviembre de 2009

EL ALCORCONAZO

Dedicado a los chavales del Alcorcón por su victoria en la Copa por 4-1 ante el Real Madrid. Aunque algunos todavía no se hayan enterado, de higos a brevas el pez chico suele merendarse al grandón. Y aunque, como dice el clásico, cuando el dedo señala a la Luna el imbécil suele mirar al dedo, (frase que dedico a muchos de los medios informativos que se han volcado en denigrar al pez gordo y ningunear al pezqueñín), desde el Arco queremos esbozar una sonrisa cómplice sobre este milagrillo gracias al ingenio del estupendo dibujante del absurdo Alfons Figueras. La dedicamos, por supuesto, para vitorear a los triunfadores, no para ciscarnos en los derrotados, que bastante tienen con lo que tienen. 

¡Va por vosotros, chavalotes!


 

8 de noviembre de 2009

DAVID EL MALO Y GOLIAT EL BUENO


 
El sábado pasado se disputó en Alemania el título de la WBA de los pesos pesados entre David Haye (el aspirante) y Nicolay Valuev (el campeón). Confieso que le he perdido la pista al boxeo desde hace muchos años. Concretamente desde que fue relegado a las puertas del infierno mediático al considerar que eso de que se peguen dos tíos en un ring es un plato que nuestra civilizadísima sociedad occidental no puede digerir sin echar los higadillos al exterior. Execrable violencia, dicen los puros y arcangélicos críticos, mientras que ellos mismos y sus hijitos ven películas donde la sangre corre más que el agua o juegan con la Play a cosas audiovisuales dignas de psicópatas y asesinos en serie. En fin, que al boxeo los bien pensantes le echaron la cruz y raya hace tiempo (ahora le toca a los toros) y ahí sigue, sí, pero malviviendo en la penumbra como si fuera un deporte de apestados.

La casualidad quiso que el Puñetas leyera unas manifestaciones del aspirante Haye, horas antes de enfrentarse al campeón. “Es la cosa más fea que he visto nunca”. “Tiene un pecho realmente peludo, enmarañado y es repugnante”. "Nunca he sido un gran aficionado a tener pelo enmarañado en mi cara. Por mi talla, le llego a su pecho y la palabra para decirlo es que él no huele demasiado agradable”. "No tiene la habilidad técnica para batir a alguien tan rápido y experimentado como yo". “Lo considero una rareza de circo que está en el boxeo”. “Es asqueroso”.

Uno ya sabe por la historia que los fanfarrones abundan en el mundo del boxeo (aunque menos que en la política, ojo). Pero este tipo de insultos iban más allá de lo razonable. Lo primero que hice fue buscar el careto del campeón y ciertamente es para dar susto. Un tipo de 2,13 de estatura y de casi 150 kilos de peso. Y en efecto, más peludo que un mono. Cosa, por cierto, nada habitual en el boxeo donde los púgiles se depilan hasta el escroto. Luego encontré la foto del campeón junto al aspirante y la diferencia de estatura y de percha causan cierta hilaridad. Máxime cuando el aspirante faltón no es precisamente un Adonis. Encima es británico de Londres pero la flema y el humor típico de su país se ve que todavía no le ha dado tiempo de aprenderlo. Total, que sentí curiosidad por estos dos personajes, el David malo y el Goliat bueno pues por mucho que rebusqué por la internet no encontré ninguna grosería ni falta de educación del campeón ruso. Y es que, como dice el clásico, el burro grande suele ser más noble que el asno pequeñín.

Como para ver el combate había que pagar a Canal Pus, me quedé con las ganas de ver pelea tan desigual. El propio Haye manifestó que se había preparado para la ocasión calzando unas botas con plataforma y muelles para así poder llegar a la altura del rival. Lo cierto es que esperaba que se hiciera justicia en el cuadrilátero y que saliera de allí hecho papilla el inglesito injuriador, pero se ve que eso de que “cada cual debe tener lo que se merece” es una cosa muy antigua: el mequetrefe ganó al gigantón por puntos y hasta pudo enviarlo a la lona en un par de ocasiones. Mi gozo en un pozo.

A un boxeador de 36 años las victorias se le empiezan a poner muy difícil, máxime si tienes poca idea de técnica, eres lento y los kilos te rebosan por los cuatro puntos cardinales. Así que un día puede llegar un pobre desgraciado como el Haye y te envía al asilo. Eso es lo que más me fastidia, que un tipo mal encarado como éste (y que encima no tiene dos tortas) se haya liquidado a un gachó que será más feo que Picio pero –que yo sepa- sabe ir por la vida sin insultar ni mofarse de nadie. Quizás porque está acostumbrado a que se mofen de él. Espero que más pronto que tarde a este Haye le pongan en su sitio en el cuadrilátero: es decir, lo coloquen a cuatro patas. Lo que no logro entender es porqué la WBA no le ha multado por los insultos que ha lanzado al ya ex campeón ruso. Una cosa son las gracietas dichas en el ritual del pesaje, incluyendo las miradas asesinas en plan teatrero, y otra las “lindezas” que ha tenido que oír el gigantón del Valuev. Por una vez, qué quieren que les diga, me habría encantado que hubiera ganado Goliat.

PD: Y como no siempre triunfan los malos, Elizabeth Lambert, jugadora de la Universidad de Nuevo México, ha sido expulsada del equipo por su juego violento y marrullero. El video con sus hazañas la han convertido en súper famosa y lo mismo se forra de dólares en el futuro pero al menos no lo hará sobre el césped de un estadio de fútbol. ¿Quién dijo que sólo el boxeo es violento?

4 de noviembre de 2009

LA LEY DEL EMBUDO



Vive el Puñetas en uno de los países del mundo donde hay más leyes por kilómetro cuadrado y habitante. Se fabrican como churros, vengan o no a cuento; se interpretan como dios da a entender pues quienes las escriben adolecen de la virtud de la simplicidad y de ir al grano; la gran mayoría encierran trampas y argucias que sólo conocen los iniciados y, por si fuera poco, su cumplimiento suele ser bastante arbitrario y escaso, siendo los mayores incumplidores aquellos que deberían dar precisamente ejemplo: quienes se las inventan, interpretan o imponen a los demás. En cuestiones leguleyas somos la maravilla de las maravillas, la envidia del planeta y parte de la galaxia…

Una de esas leyes que venía circulando por el país en plan disparate era una que –ahora nos enteramos- llaman la “Ley Beckham”. Que semejante analfabeto haya dado tanto que hablar, incluyendo el aportar su nombre a una ley española, es para salir corriendo camino de Groenlandia, cuando menos. Dicha ley la parieron los políticos de turno con la idea de atraer hacia Spain a ciertas cabezas de huevo del mundo mundial (investigadores, científicos, investigadores, intelectuales de alto copete…) pero resulta que al final los únicos que se han servido y aprovechado de ella han sido los futbolistas extranjeros y sus tapaderas, los clubes que los han contratado. ¿Cómo van a venir científicos a España cuando los pocos que tenemos tienen que buscarse las habichuelas fuera de nuestras fronteras? La respuesta a la ley citada demuestra la estupidez e ignorancia del legislador así como la picaresca de los enteradillos de turno pues, según cuentan ahora las crónicas, los que venían de fuera acogiéndose a ella tributaban sólo al 24 %. Poco más o menos que si fueran pobres de solemnidad. (A este respecto, hace más o menos dos meses, recogíamos aquí la pataleta –bien razonable- del mánager general del Bayern de Múnich, Uli Hoenes, criticando el trato fiscal privilegiado que reciben los futbolistas en España, que le da a los clubes de la Primera División española una ventaja competitiva sobre el resto de Europa. ¡Qué razón tenía el muy pillín!).

Aunque, cuando recogimos la queja del alemán fuimos muy pesimistas con que el actual Gobierno cambiase dicha ley, mira tú por dónde quien tiene boca se equivoca: Don Zapatero nos da una patada en todos los morros y se atreve a mordisquear la oreja un poquitín a los millonarios del futbolín, subiéndoles la tributación al 43 %, pese a lo cual esos jugadores –los que vendrán a partir del 1 de enero de 2010- seguirán siendo riquísimos porque quienes suelen pagarles los impuestos son los clubes. Así da gusto.

En cuanto ha saltado la noticia al césped, los de la Liga Profesional del Fútbolín han puesto el grito en el cielo y en el bolsillo.  "Al fútbol español una modificación del régimen especial de impatriados le supondrá una factura de más de cien millones de euros, por lo que en el caso de ser adoptada habrá que tomar el camino de enfrentarse a esta decisión, llegando incluso a tener que parar la competición". Eso han dicho, en una huida hacia adelante que ojalá se haga realidad –quizás el personal de a pie empiece ya a darse cuenta del morro y cemento armado que gastan los clubes profesionales y sus dirigentes-. En vez de empezar a ahorrar como todo quisque (por ejemplo, no despidiendo entrenadores en cuanto se pierden cuatro partidos seguidos o llevando a los jugadores a hoteles de tres estrellas, que tampoco están mal), estos esforzados del patriotismo futbolero pretenden mantener la discriminación con los futbolistas españoles, que por el mero hecho de serlo tributan muy por encima de ese ridículo 24 % (en España, se diga lo que se diga, es una bicoca ser extranjero) y, por otro lado, quieren seguir riéndose de todos los millones de currantes  que no tienen un club o entidad que les pague los impuestos sino que han de de quitárselos del pan escaso de sus bocas para que el Estado haga de las suyas, mientras que a los dioses del balompié, ni tocarlos, que para eso realizan una labor social de la máxima urgencia histórica: meter goles entre tres palitroques pintados de blanco.

Parece que el ministro de Deportes, don Zapatero, anda más pelado que el culo de un mono y que necesita sacar dinero hasta de las piedras para que papá Estado no se hunda en la miseria y –con él- todos acabemos yéndonos a la porra. Tras la anunciada subida del IVA, que va a dejar en cueros a la clase obrera y a la de medio pelo, ahora –para compensar un poquitín- añade la guinda de unos cien millones de euros que saldrán de los bolsillos de los nuevos craks que don Laporta y don Florentín quieran incorporar a sus megaproyectos balompédicos desde el próximo año. “Con esta subida muchos de esos grandes jugadores recalarán en otros clubes de Europa” –han dicho sin rubor ni vergüenza gentes de la LFP. Por fin han desnudado a estos falsos dioses: el Ronaldo, el Ibra y otros que les precedieron han venido al Madrid y al Barça no por amor a tan lindas camisetas sino por querencia a lo de siempre: la pasta. Y cuanta más, mejor (sobre todo si es libre de impuestos y el que los paga en tu nombre lo hace en un ridículo porcentaje respecto a tus ingresos).

¿Acordará la LFP un paro empresarial en la Liga? Es capaz… Pero mientras lo meditan con la chequera algunos tontícolas pensamos que la burbuja futbolera estallará un año de estos, más temprano que tarde. Lo único que pedimos, en nuestra tontez congénita, es que cuando se produzca sus responsables no acudan llorosos ante el papá Estado a pedirle una ayudita por el amor de dios. Si yo estuviese en el lugar adecuado para tomar las medidas consiguientes, lo tendría bien clarito: iba a aumentar la densidad de población carcelaria española en cuestión de días. Y es que muchos estamos hasta las narices de que en este país siempre se inventen y apliquen las leyes siguiendo las directrices de la ley fundamental del reino: la del embudo. Lo tenemos claro: el que la hace, la paga y no puede ser que proporcionalmente pague más al fisco quien gana menos. Así de claro y así de simplísimo. El que busque privilegios de niñato rico que se vaya a vender sus abalorios más falsos que Judas a las Islas Jersey o las Caiman donde –por cierto- creo que tienen una Liga de lo más interesante...

1 de noviembre de 2009

HACER EL AMOR TAMBIÉN ES DEPORTE


Hoy el Puñetas se ha ido de puente de Todos los Santos, así que se quedan ustedes en las manos de mi suplente, Pepino Tomasoni, Doctor  en sexología y Catedrático Numerario de coitos multiculturales. Hoy, por primera vez en estos seis años del Arco, le dejo encargado para que escriba y suba a la internet el articulillo del domingo mientras que yo hago turismo por esos mundos de dios. Espero que el tío no me la líe con sus cosas…

“Si la caza y la pesca son considerados un deporte; si también se le da tal categoría al alpinismo,  al automovilismo y al ajedrez; si hasta la colombicultura es un deporte, entonces yo me apunto a que también es deporte el fornicio cuando el personal se lía en la cama –o en cualquier otro tipo de cancha- con la parienta, el pariento o el pariente. Su práctica exige un esfuerzo físico y motriz (las pulsaciones suben que no veas), se suda la camiseta y la piel, contempla un conjunto de reglas con un objetivo final (el gol-orgasmo), permite mantenerse en forma física y mental (después de practicarlo el personal se queda la mar de relajadito, como tras un partido de padel) y se mueve dentro de lo que etimológicamente significa la palabra “deporte”: descanso, placer, diversión… Lo único que no suele haber es periodistas cotillas que lo retransmitan públicamente  aunque  hay paparazzi que lo intentan todos los días, especialmente cuando lo llevan a cabo las gentes del famoseo.

Dado que hoy día todo lo que es deporte alcanza niveles de poder, influencia y privilegio bastante excesivos, todavía más a mi favor para que el fornicio, folleteo o sexualidad compartida sean considerados también como una interesante práctica deportiva. A este paso todo lo que no sea deporte va a dejar de ser considerado un hecho relevante, así que la humanidad no puede permitirse el lujo de que sus desahogos corporales con el prójimo o prójima sean ninguneados o pierdan utilidad social por no salir en los telediarios ni en los carruseles deportivos.

Dentro de esta práctica deportiva podríamos distinguir una variable “amateur”, desempeñada por la inmensa mayoría de la humanidad, y que se produce cuando su ejercicio se realiza libremente, sin trato económico de por medio, y una variable “profesional”, que se da cuando al menos una de las partes contendientes cobra una retribución dineraria o en especie. En esta variable el encuentro –a veces- puede retransmitirse al personal mediante el empleo, por ejemplo, de la técnica cinematográfica.  

Piénselo bien, amable lector o lectora, ahora que no está el Puñetas para censurarme. ¿Por qué hacer el amor no va a ser un deporte si lo es el golf o el tiro con arco? El día que todos lo tengan tan claro como yo, el mundo será más feliz y menos tontuelo… Les besa sus partes nobles  Pepino Tomasoni”.

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).