23 de diciembre de 2005

CUMPLIMOS UN AÑO Y UN DÍA

Burla burlando, nos hemos chupado un año entero de bitácora deportiva, pasándonos por el arco del triunfo a deportistas famosos, deportes populacheros y partidos del siglo. Sí, de manera mal contada, acabamos de cumplir un año y un día (bendita condena) como puñeteros espectadores de la cosa cómico-deportiva, tratada siempre con el respeto debido y la ortografía adecuada. Muchas bitácoras de contenidos deportivos nacen, crecen, se desarrollan y mueren en menos que canta un gallo. Escribir sobre todo tipo de pelotas acaba convirtiéndose en una lata ya que la cosa no da para mucho, pero ya he dicho alguna vez que particularmente lo hago porque –aparte de divertirme con el invento- el deporte es un espejo en el que se refleja maravillosamente la sociedad en que vivimos. (Al menda le gusta cantidubi mirarse en él). A veces las imágenes son la releche de buenas, pero en muchísimos casos no pasan de la vulgar astracanada, el chirriante esperpento o la cachondeable parida. Claro que más vale reírse con estas cosas que no echarse la bayoneta al hombro. Con una pizca de imaginación, unas gotas de ironía, una cucharada de sátira, una hojita de hipérboles y un saco de santa paciencia, hemos logrado sobrevivir más tiempo del que esperábamos. Jodé, un añito y un día. Confieso que a menudo no es fácil encontrar un tema que debatir en este rinconcillo amigo. ¡El deporte es tan repetitivo y simplón! Pero San Cucufato, patrono de mis imposibles, siempre me ha echado una mano amiga. Hoy, antes de pirarme unos días en busca de los recuerdos y las nostalgias (que no para otra maldita cosa sirven las navidades), quiero dar las gracias desde aquí a los anónimos lectores que de vez en cuando le han echado una ojeada a estas letrajas. Si buscaban un punto de vista algo irreverente, diver o sarcástico sobre el mundillo deportivo, espero que hayan encontrado algo de su interés. Seguiremos en la misma tónica el año entrante (con permiso de la autoridad incompetente, claro), aunque como soy culillo de mal asiento, algunas cosillas innovadoras nos trajinaremos para no aburrir al ocasional lector. -Pero déjese de vulgares agradecimientos y de simplonas argumentaciones y cuéntenos algo, Puñetas… Pues tiene usted razón, alma insolente. Me despido este añito con varias de mis opiniones vertidas en la magnífica “Aguja de Bitácora”, una señora bitácora deportiva. (Va por ti, amigo Luis….) “Sin que nadie se ofenda, que no es esa mi intención, me parece que el deporte en este país, salvando las excepciones que confirman la regla, es como un enorme campo de cardos borriqueros que crecen como pueden y les dejan, sin agua, sin vitaminas y sin que nadie les preste la atención debida. De vez en cuando sale por generación espontánea una bella flor y entonces todo el mundo pierde el culo y los genitales para hacerse con ella, sea en una foto, una entrevista o un autógrafo. Una Universidad que vive prácticamente de espaldas al mundo del deporte. Unos centros docentes con escasas instalaciones deportivas y una asignatura de educación física minusvalorada. Una mentalidad poco amiga del esfuerzo, la rutina y la planificación como puebla las mentes de muchos paisanos. Unos medios de comunicación que más que medios son tres cuartos. Unos políticos muy chiquitititos. En fin, un cúmulo de realidades que hace que aquí, a pesar del potencial demográfico y económico existente, sólo podamos tener grandes eriales de esos cardos borriqueros que antes citaba. Menos mal que los milagros existen y por esas cosas divinas de la botánica aparecen de higos a brevas un Manolo Santana, una Sánchez Vicario, un Indurain, un Carlos Sáinz, un Fernando Alonso y algunos más que me dejo en el teclado”. “Si el Atletic gana, GANAMOS. Si pierde, PERDIERON. Si el niño aprueba, es que es muy listo. Si suspende, es que el maestro no sabe enseñar. Si te toca pagar a Hacienda, es porque el Erario público te roba, pero si te tiene que devolver es que es de justicia. Si apruebas las oposiciones, es que has estudiado mucho, pero si te catean ya se sabe, los enchufes, los padrinos…. Los triunfos son nuestros y los fracasos ajenos. Y así nos va divinamente. Por eso tenemos la mejor liga de fútbol del mundo, la mejor liga de baloncesto de Europa, la mejor liga de balonmano mundial, la mejor Armada del tenis, las nadadoras sincronizadas más macizas del orbe. Habría que recordar a tanto patriota que florece como las setas tras un día de lluvia (o sea, tras un triunfo deportivo importante) que normalmente el tiempo es de sequía y que es ahí cuando hay que dedicarse a regar, trabajar y a hincarla. Lo de ponerse medallitas en tiempos de gloria lo sabe hacer hasta el más tonto del barrio. No tiene ningún mérito”. “El pago por arbitrar un partido de fútbol de regional o de las categorías inferiores debería conllevar un plus por peligrosidad y un bono-descuento en la próxima compra en el Carrefour o similar. Si es que algunos se juegan el pellejo de una manera….” “Habría que estudiar detenidamente la relación psicopatológica entre la práctica del fútbol y el escupitajo. No seré yo quien, tras el discurrir de 90 minutos, siente sus partes nobles en el ensalivado césped de cualquier campo futbolero. El día en que los jugadores del fútbol sala, baloncesto o balonmano adquieran el vicio o la práctica escupitajeril de sus homónimos del baloncésped, será digno de ver tan glorioso espectáculo”. “Cada vez que ha cambiado el partido en el gobierno en este país poliédrico y fantasmal, ha cambiado el Secretario de Estado para el Deporte. Ahora le toca el turno a uno del PSOE, este señor de nombre tan impronunciable. Sólo quiero dejar una pregunta en el aire: ¿hasta a las mismísimas aguas del deporte tiene que llegar la contaminación de la política de partido? ¿Es que no puede haber un remansillo de paz y de libertad donde no pongan sus sucias manos estos funcionarios de la política?” “Veinticinco años de democracia, siglo XXI, tropecientos años de imperio, otros tantos de guerritas y cantinelas, pero todo sigue como siempre: un pueblo inculto que se va detrás del primer trono que pasa por la calle, de cualquier ignorante de sonrisa embaucadora, de cualquier farandulero o soplagaitas vestido de corto o de luces. Si no llega a ser por los romanos, los árabes, los griegos, los cartagineses y toda la enorme patulea de gente que nos visitó, colonizó y hasta conquistó, todavía estaríamos en la Edad de piedra. Sí, ya sé que exagero un poco, pero a unos pocos nos revuelve el estómago que lo que importa verdaderamente a la masa sea que a unos millonarios que no rascan bola les hayan eliminado de un torneucho deportivo. ¡Al pilón con ellos y a preocuparse de lo que verdaderamente nos afecta! Vamos, digo yo...”

1 comentarios:

la aguja 27/12/05, 19:36  

Pues hoy 27 de diciembre yo también me he acordado de ti. Y he subido una de esas anécdotas que tanto te gustan: real como la vida misma. Feliz Solsticio (que uno cada vez es menos creyente en esto de la mercadotecnia) y Próspero 2006, amigo Juan.

Y en enero, nada de rebajas. A dar caña desde el principio, jaja.

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).