TOPALOV Y KRAMNIK, VAYA PAR DE PIEZAS...
Si hay algún acontecimiento interesante en estos momentos en el ámbito deportivo, político y cinematográfico, ese es el enfrentamiento por el campeonato del mundo absoluto de ajedrez que se disputa en Elista, capital de la república rusa de Kalmikia entre el búlgaro Vesselín Tópalov y el ruso Vladímir Krámnik. Un campeonato que pretende superar el cisma protagonizado en 1993 por Gari Kaspárov, gran dominador del ajedrez entre 1985 y 2000, cuando provocó la ruptura en dos grandes bloques irreconciliables, tras años y años de mangoneo y politiqueo. Ya sólo por esta reunificación merecería echarle unas letras al evento. Pero la cosa está dando mucho más de sí, aparte de unas partidas la mar de majas y emocionantes. (Se llevan disputadas ocho de las doce previstas y hay empate en el marcador).
Hace una semana el búlgaro Tópalov abrió la caja de los truenos al acusar a Krámnik de hacer trampas en el baño y dijo que no le daría la mano al principio y al final de cada partida, a lo que el ruso replicó que se retiraría si no se respetaba su privacidad. Resulta que el ruso iba demasiado al WC, donde prácticamente vivía, excepto cuando movía la pieza correspondiente. Y esto le olía a chamusquina a su rival.
-Seguro que el Vladímir habla sobre la partida con un entrenador disfrazado de urinario –debió pensar el jugador búlgaro. Y protestó porque le extrañaba tanta meada rusa.
El jugador ruso se cabreó y dijo que él mea cuando y donde le da la gana, que le estaban violando su vida y picha privada, que como se cabrease un poco más se iba a largar a Moscú dejando al búlgaro con un palmo de alfil y que -a este paso- de reunificación del título nasti de plasti (más o menos así se dirá en ruso el castizo “ná de ná”). Para calmar la mala idea del búlgaro el comité que vigila la competición le mostró en video las imágenes de los lugares de descanso, recreo y meada del jugador ruso. Y parece ser que se quedó satisfecho. Y más cuando Kramnik (al que todavía duraba el cabreo) hizo huelga de tablero en la quinta partida.
-Que juegue hoy el búlgaro contra su puñetera madre –vino a decir el chico, pero en ruso, con lo cual casi nadie se enteró de nada. Menos el Tópalov, que vio como le llovía un puntito del cielo.
Al final, el ruso reconsideró su postura (algo tendrá que ver en ello el que cada jugador ganará un milloncejo de dólares por disputar el campeonato) y dijo amén, yes, sí, jamalajá y algo equivalente en ruso. También juró en arameo que se las pagarían, pero de eso hablaremos en el párrafo siguiente, tras la publicidad.
(Publicidad. ¿Puede decirme alguien en qué competición deportiva va a encontrar espionaje, política, meadas, dos millones de dólares, una tortura mental como es la práctica del ajedrez a niveles de alta competición, la confrontación intelectual de un par de geniecitos humanos durante decenas de horas y la belleza estética de dos tíos como dos castillos metiéndoles mano a sus damas respectivas ante la atenta mirada de toda Rusia y Bulgaria? Porque allí se ven las partidas hasta en las teles, no como en España, donde el ajedrez es considerado por el populacho sólo como un divertimento de mariquitas. Fin de la Publi.)
Y llegó la revancha. El otro día, el equipo del ruso expresó su temor de que algún miembro del equipo de Topalov pueda colocar algún dispositivo electrónico o algún objeto similar en la sala de juego -probablemente en su área de descanso o en su retrete- con idea de agudizar la guerra sucia. Y proponía inspecciones de la sala, cacheos y registros del personal. ¿Alguien da más, además de la emoción que se traen entre pieza y pieza ambos maestros de la intriga y, también, del ajedrez?
No sabemos cómo acabará la cosa, pero pierdo la chaveta por saberlo. Es más, me gustaría ver en directo las partidas para saborear mejor el dulce, pero me temo que en España a ninguna telecaca le interesa el show que se disputa en Elista. Y no lo entiendo, porque más aburrido me parece ver a una cuadrilla de vagos y vagas tumbados en un sofá discutiendo sobre banalidades en ese Gran Hermano de Telepingo regentado por la sargenta Milá. “Si pudieramos observar el interior de la cabeza de un jugador de ajedrez, encontraríamos ahí un mundo lleno de sentimientos, imágenes, ideas, emoción y pasión” (Alfred Binet). A lo mejor ahí está el problema…
6 comentarios:
Me da que esto además de guerra psicológica es una guerra de desgaste.
Lo que ocurre es que como sigan consintiendo tanta chorrada suspicaz terminarán jugando las partidas en un cónclave; al término del campeonato sacarían una fumata para decirnos habemus as; o mejor we have world champion, que “mola mazo” y a lo mejor hace al ajedrez más interesante.
El problema para que el ajedrez sea televisado en España es que habría que ir explicando antes lo que es un enroque o la coronación de los peones. Lo de comer al paso sería ya para tesina.
¿Quién crees que se iba a enterar de los análisis que se hicieran entre movimiento y movimiento?
Dicen que todavía en las Rusias democráticas el ajedrez sigue formando parte del currículo escolar. Aquí, en las Españas monárquicoparlamentarias el currículo escolar de muchos profes de gimnasia sigue siendo el patadón al balón.
Afortunadamente las cosas van cambiando, pero el deporte de los 64 escaques sigue fuera de los programas escolares. Aunque el mus comienza a abrirse paso como actividad extraescolar ya en algunos institutos (en mis tiempos jugábamos con las cartas a la cuatrola, que suponía un pelotazo de adrenalina directo al cerebelo).
Aunque hablando del mus (y de la cuatrola) más bien debería decir actividad proescolar (pro- en su acepción “en vez de”).
Y esta es la realidad que nos ha tocado vivir. Así que, sin intención de desanimarte, yo que tú iba ya rompiendo esa carta que quieres enviar a Telepingo para que por lo menos televisen los movimientos finales del campeonato.
Por cierto, y hablando de deportes desheredados, nuestras chicas del hockey hierba jugarán para el bronce después de haber perdido hoy ante Australia por culpa del estúpido gol de oro. A quien co#%!es se le habrá ocurrido esta memez del gol de oro. Los partidos hay que jugarlos completos. Y las prórrogas también.
A los chaveas les encanta jugar al ajedrez, cuando se le enseña en condiciones, claro, no en plan Harry Potter o La Sirenita, porque como todos los juegos y deportes complejos, cuanto más sabes, más placer descubres en su práctica. Profes de gimnasia conozco que sólo recurren a él... cuando llueve porque el patio está mojado. Figúrate tú aquí en Málaga (donde ver lluvia es más difícil que encontrar un musulmán rezando un padre nuestro)la de veces que los zagales le darán a la torre y al caballo...
Yo he estado varias veces en el torneo internacional de Linares y la gente es capaz de tirarse horas enteras mirando a la pantallita, descifrando la jugada, analizando la siguiente y charlando de todo un poco. Oye, y sin exigirle a los ajedrecistas que se desnudasen... (Quiero decir, que todo este gustazo era la mar de casto).
Estudios hay que demuestran claramente que el ajedrez ayuda al aprendizaje de otras materias y de facultades intelectuales y psicológicas que se ponen en juego en diversos órdenes de la vida. Pero como en nuestro sistema educativo parece que lo importante es todo menos las matemáticas y el lenguaje, pues eso...
En fin, que el coñazo de la Fórmula I en Telepingo (retransmiten los entrenamientos y nos cuentan todos los días hasta lo que comen los pilotos -sólo falta el desnudo integral de alguna azafata, que todo se andará en cuanto baje la audiencia y el Alonsico)nos lo tragamos todos sin pestañear, así que no sé porqué las tragaderas telecaquiles de los españolitos no van a soportar una buena partida de ajedrez en directo. ¡Si hasta algunas teleles retransmiten cinco horas seguidas las procesiones de Semana Santa y mira que es aburrido el tema! Esperemos que cualquier siglo de éstos aparezca un Fernando Alonso o Gasol del ajedrez -dificil lo veo, Timoteo- y Telepingo o cualquier putilla telecaquil le dé una alegría a nuestro cuerpo serrano.
Pero si a mí me tienes convencido. Y de presentador que no se les ocurra poner a otro que no sea Leoncho García.
Lo que ocurre es que en la sala de ajedrez no se puede vociferar, ni llamar hijoputa al alfil. Que vamos, que no está el personal para que le insuflen cultura.
¿Dónde están aquellos buenos programas a la par que educativos que daban antes? Siempre recuerdo El hombre y la Tierra, A vista de pájaro, La segunda oportunidad… Incluso creo recordar que había un programa de ajedrez para los jovencitos.
Hasta el Un, dos, tres… era muchísimo más culto que la Casa del hermano esa. Me estoy haciendo viejo, contando batallitas…
Nos estamos haciendo viejos, querido amigo. Francamente, no te veo ahora haciendo lo que esos tipos de Sevilla, que para celebrar el macrobotellón se fueron a una gasolinera de la zona y allí, con 100.000 litros de combustible bajo sus pies, estuvieron fumando al lado de los surtidores, bebiendo alcohol y llamando por el móvil sin parar. ¿Tú crees que estos tíos y tías (universitarios en su mayoría -cualquier mindundi es hoy universitario) serían capaces hoy de aguantar El hombre y la Tierra, A vista de pájaro o la Segunda Oportunidad? Menos mal que hay otra parte de la juventud que estudia de verdad, trabaja en lo que puede, sabe idiomas y ayuda al prójimo. La edad de esta gente sí me gustaría tenerla, pero la de los pringaos de la gasolinera (son sólo un ejemplo de otros similares que se reparten por toda la geografía), a esos habrá que decirles que más vale viejecitos con Alzheimer que jóvenes descerebrados borrachos de alcohol y estupidez.
PD: ¿Y la policía de Sevilla, qué hizo? Según la prensa y los empleados y dueño de la gasolinera, que tuvo que cerrar, se limitó a evitar que hubiera peleas y altercados. No salieron todos por los aires porque Alá es piadoso.
Leoncho García, gran especialista en ajedrez
Pues sí, uno de los pocos periodistas deportivos -además de otras cosas- que sabe perfectamente de qué va el deporte del que opina. Yo lo he visto hasta enseñar ajedrez en la televisión, hace ya muuucho tiempo. Ahora prefieren el mamoneo de GH y otras majaderías.
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