22 de octubre de 2009

MALAS NOTICIAS PARA LOS OPTIMISTAS



Ya se lo venía barruntando Nostradamus Puñetas pero no era cosa de sembrar antes de tiempo las alarmas. En un mundo donde está empezando a primar la seguridad por encima de la libertad es normal que al final el personal vaya armado hasta los dientes o protegido hasta las cachas. Los alemanes, que para estas cosas son unos linces, ya se han puesto manos a la obra: “Los futbolistas internacionales alemanes sólo deberán abandonar en su tiempo libre el hotel de concentración en el Mundial de Sudáfrica 2010 equipados de chalecos antibalas y acompañados de guardaespaldas armados”.(Leído en "El Mundo").

La cosa todavía es una recomendación de la empresa de seguridad encargada de estos menesteres, lo que quiere decir que la realidad final puede ser peor. ¿Qué tal si los jugadores van desde el hotel al campo dentro de unos modernos tanques antiminas? ¿Y si los vestuarios, antes de entrar, son registrados por un equipo de la policía secreta teutona, desde las taquillas a las tomas de agua? ¿Y si veinte helicópteros vigilan desde el cielo a los miles de espectadores? ¿Y si los cuerpos de operaciones especiales se mezclan en las gradas para evitar males mayores, instintos asesinos y zumbidos de abejas como los que hubo hace poco en la Copa FIFA Confederaciones? Pero, como toda seguridad es poca, quizás lo más aconsejable sería que los jugadores jugasen protegidos por esos mismos chalecos antibalas usados al ir de compras fuera del hotel. Y todas estas medidas extraordinarias de seguridad, ¿por qué? –se preguntará el inquieto y, ya aterrado, lector. Pues porque los deportistas modernos de alto standing se han convertido en representantes de sus países de origen o adopción, tal como si fuesen altas autoridades. En consecuencia, mecachis en la mar, empieza a ser obligatorio el concederles las mismas o superiores medidas de seguridad que a los mandatarios cuando estos salen de picos pardos a otros lugarejos del planeta. Y es que hay mucho criminal y terrorista suelto por ahí dispuesto a subir a los altares de la gloria a costa de montar un sangriento cirio con los nuevos embajadores de las patrias ajenas: los tíos que hacen deporte de alta competición, empezando por los futbolistas, los preferidos de la afición.

Convertir a nuestros amados idolillos de la pelota y otras hierbas en altos representantes de su país (cuando lo único que hacen es dar patadas, correr o saltar, y representarse a sí mismos) tiene esos inconvenientes: que la gente a la que le gusta joder la marrana de manera violenta acabe por encontrar sentido al sinsentido de querer cargarse a alguno buscando cualquier pretexto político, económico, ideológico o novelesco. Nostradamus Puñetas, en su bola de cristal, ve el futuro en esta dirección y ya hay indicios –como en el caso alemán- de que algunos empiezan a tentarse la ropa, por si acaso. Mañana será en Sudáfrica y pasado en Río o en Jabalcuerno del Porrosillo. Y es que hasta los cacharros más inanes (como el móvil o el Euribor) los hemos convertido en instrumentos de acciones violentas y delictivas, así que toda precaución será poca. ¡Hasta los cepillos de dientes pueden ser armas de delito! Por de pronto, y más previsores que nadie, en el Arco hemos puesto un detector invisible de mala leche que provocará una alarma en nuestro ordenador central cuando la escala de la web supere el nivel  3 de alerta amarilla y el 5 de alerta roja. Hay que cuidarse, camaradas….

-Pi pi, pi, ¡peligro!, pi, pi, pi, pi, ¡peligro!….
-Jodé, el detector no respeta ni a su dueño… ¡Soy inocente, maldito cacharro….!

4 comentarios:

la aguja 9/11/09, 0:52  

Acabarán creando una cajita de cristal para que los muchachitos hagan sus jueguecillos deportivos. Tanto decir que los deportistas representan a países, al final han atraído la atención de los descerebrados sobre ellos. Y lo bueno es que es falso... Un deportista no representa a ningún país. Ni siquiera a su federación, ya que ése es el cometido del presidente federativo.

Juan Puñetas 12/11/09, 0:00  

Será todo lo falso que sea pero los descerebrados más descerebrados no atienden a razones ni sutilezas. Así que no sé porqué tengo el presentimiento de que tú y yo y el vecino acabaremos (aunque ya seamos viejecitos) viendo partidos en que los jugadores y deportistas vayan protegidos hasta las cachas. Como les pasaba a los gladiadores, por ejemplo, que llevaban encima toda una ferretería y sólo era para defenderse de quien tenían enfrente.

O quizás (ésto me lo acaba de decir JAcinto RX) el juego sea virtual, es decir, que los equipos y deportistas estén en un lugar sin público disputando lo suyo y las cámaras recojan el evento que, a su vez, será proyectado en los grandes coliseums, todo con su parafernalia de HD, Sonido envolvente, y todo tan real que parecerá que allí están -en persona- los deportistas. De esta manera estarían a salvo de las masas y de las fieras mientras que éstas tendrían garantizado su espectáculo cotidiano. Por supuesto (aunque esto dependerá mucho del grado de civilización y progreso técnico) la actitud de los espectadores ante el espectáculo -indiferencia, aplausos, pitos, etc- también sería trasladada al instante al otro escenario, al que cobija s los deportistas, que recibirían así el feedback correspondiente.

¿Ciencia ficción? Viniendo la explicación de Jacinto RX, yo no lo aseguraría...

la aguja 18/11/09, 0:04  

He aquí motivos para esa cajita de cristal.

la aguja 18/11/09, 0:04  
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

  © Blogger template 'Greenery' by Ourblogtemplates.com 2008

¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).