14 de enero de 2005

MENOS PICO Y MÁS PALA

Hablaba en un comentario anterior sobre la manía de muchos deportistas y dirigentes de abrir la boca antes de tiempo o de hacerlo para emitir sonidos guturales más cercanos a la llamada de la selva que del campo de juego.

No comprendo como gente tan poco dotada para la gramática, la dialéctica y los juegos lingüísticos, está a todas horas largando delante de los micros y de los bolígrafos de los periodistas. Alá no la ha llamado para la oratoria y la concordancia entre sujeto-predicado sino para que trabajen, se entrenen y consigan éxitos históricos en los coliseos deportivos.

Pero no aprenden, la tentación es mucha y la vanidad infinita. La ventaja es que con sus frases deslumbrantes el espectador o aficionado algo crítico y con sentido del humor se puede divertir un rato largo, que es a lo que me dediqué un poco en las épocas navideñas, cuando estuve unos días tirado a la bartola. (Más o menos lo que hacen muchos de estos bocazas). Veamos algunos ejemplillos:

* Casillas, portero del Real Madrid: “Iremos a Cibeles a final de temporada”. Sí, ¿pero a celebrar un éxito deportivo o a refrescaros la cara en la fuente?
* Virginia Ruano, tenista, mejor deportista nacional femenina: “En la panadería del barrio, mi cara ni les suena”. Consuélate pensando que tampoco les suena la cara del Premio Nóbel de Medicina y es gente más importante y necesaria que tú.
* García Remón: “No me considero un entrenador de transición”. Lo dijo el 28 de diciembre. Dos días después era cesado como entrenador del Real Madrid.
* Luis Aragonés, seleccionador español de fútbol, criticado por sus manifestaciones racistas en un entrenamiento: “Lo único que hice fue motivar al gitano diciéndole que era mejor que el negro”. Luis no es racista. Eso lo sabemos todos. Pero, ¿quién fue el gracioso –o el subnormal- que hace muchos años le apodó “el Sabio de Hortaleza”?
* Enrique Cerezo, presidente del At. De Madrid, en relación a la venta del estadio Calderón: “El que diga que no hay transparencia, que vaya a Ulloa Ópticos”. O sea, donde él encarga sus gafas.
* Partido de baloncesto Caja San Fernando-Estudiantes: “Estudiantes le dio la vuelta al partido tras la expulsión de su entrenador, quien dijo a los árbitros: Yo me voy a casa, no aguanto más, me estáis buscando y esto es una vergüenza”. Lo que es una vergüenza es que sus jugadores jueguen mejor cuando él no está sentado en el banquillo.

Lo dicho: menos darle al pico y más currar con la pala.

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