8 de abril de 2005

¡¡ HORROR, OTRO MADRID-BARÇA !!

Ya está aquí. Puntual como la gripe, la legionella o la alergia primaveral. Se acabaron por unos días los grandes problemas, o sea, lo del paro, la carestía de la vivienda, el atraco de los bancos, la estupidez de los políticos o el puterío de los programas televisivos. Por unos días todo el país (y parte del extranjero) se olvida de todas las sinvergonzonerías que nos rodean y empieza a sumergirse en el mayor cuento de hadas jamás contado. Al menos dos veces al año lo tenemos garantizado los parias del deporte, esos a los que el fútbol nos interesa más como fenómeno social y patológico que como espectáculo. Miento, a veces los Madrid-Barça (y viceversa) son un gran espectáculo ora pornográfico, ora violento, siempre estupidizante.

Ya decía el otro día el señorito Laporta, presidente del Barcelona, que estos partidos son lo mejor del mundo. Desconozco los gustos del president, pero tengo la sensación que es poco sibarita el hombre, aunque siempre vaya vestido de modelo del Corte Inglés. El oponente, el señorón Florentino, todavía no ha dicho nada al respecto, pero algo se le ocurrirá antes de que llegue el momento del chupinazo. En cualquier caso, ya se encargan todos los medios de comunicación de darnos la tabarra a todas horas con el partido de marras, dentro de esa política plural que tanto nos gusta ejercer en este país y que consiste en que todos los medios dicen lo mismo, a la misma hora y en los mismos días.

Leo que la reventa para el fatídico partido ya supera los 800 euros por un asiento que suele costar 90 euros. Ya lo de los 90 me resulta un tomadura de pelo y un trágala, pero como el número de idiotas por kilómetro cuadrado aumenta en estos casos en proporciones ilimitadas (la imbecilidad no tiene numerus clausus), resulta que hay quien prefiere pagar los 800 del ala en vez irse unos días al Caribe por el mismo dinero o comprarse un par de jamones de Jabugo que dan filetitos para toda una Liga. Incluso algún tonto del haba, conforme se acerque la hora del partido, será capaz de pagar mil euros. Para molerlo a palos, vamos.

Y como la comedura de coco y el lavado de cerebro funcionan a las mil maravillas las 24 horas de cada día del año, el campo del Bernabeú se llenará a reventar y los comedores de miles y miles de viviendas albergarán el partido en la pequeña pantalla, previo pago al pobrecito Polanco de 12 euros (dos mil castañas de las de antes), que no es moco de pavo. Los madridistas siguen cuidando su mente todos los días con la lectura del bello cuento de la niña lechera, aquella que se hacía tantas ilusiones con la venta de su cántaro de leche, que al final se veía millonaria total, hasta que tropezó y la leche del cántaro se fue a hacer puñetas. Los barcelonistas, para una vez que pueden presumir de algo, acuden a Madrid con la modestia del que aún no se cree el milagro que les está ocurriendo durante esta Liga. Los espectadores pagan una burrada, los jugadores se entrenan para que el partido aburra hasta a las ovejas (casi siempre suele suceder) y el árbitro del encuentro está escribiendo un testamento o preparando el exilio, por si las cosas le ruedan mal en el asunto.

El menda lerenda que escribe hoy con tan pocas luces y tan fuera de la riada, disfrutará de lo lindo no viendo el partido. Ni siquiera lo escuchará por la radio, pues el masoquismo no entra dentro de sus placeres. Eso sí, sonreirá de oreja a oreja en plan autosuficiente, mascando para sus adentros: “Para derbys interesantes, el Sevilla-Betis dentro de unas semanas. Como un drama lorquiano, las navajas y los cuchillos ya se están afilando. El Madrid-Barça a su lado es un juego de niños. Millonarios, pero más niños que mi sobrinillo de 5 años. El que quiera sangre y emociones fuertes, que se prepare para dentro de cinco semanas. Y que también vaya preparando la cartera, claro”.

1 comentarios:

Rulo Minas 9/4/05, 2:58  

Hola Juan,

a mí me parece que estos tipos tienen eso que se llama en esa jerga médica macarrónica "ombliguitis".

Lo mejor del mundo para mí es la SuperBowl, o el combate por el título mundial de los pesos pesados. Para otro será el interior que un día acabará metiéndole Ferrarín Alonso al Kaiser. Y para el de más allá ha sido el triplete de las selecciones de balonmano y de fútbol sala.

Y todo depende del momento. En estos momentos (las 03:00 horas) para mí lo mejor del mundo es irme a "sobar a la piltra".

Yo tampoco veré esta vez el partido de este siglo/temporada. Pero estoy seguro de que durante la semana que viene me va a ser imposible evitar enterarme del resultado.

  © Blogger template 'Greenery' by Ourblogtemplates.com 2008

¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).