27 de mayo de 2005

LAS VUELTAS QUE DA LA VIDA




Si me llegan a decir hace unos añitos (o mejor, ayer mismo) que los españolitos futboleros y no futboleros iban a desear que ganase un equipo inglés a uno italiano en un partido importante de Champion Li, es que me descojono de la risa. Pero como el mundo está loco, loco, pues eso, que no paro de reírme desde el miércoles y mi mandíbula amenaza desintegrarse.

Pero, amiguitos míos, ¿desde cuándo nos emociona y obnubila que un equipo inglés rollizo y altanero le gane la partida a una simpática trouppe de latinos guapetones y técnicamente pluscuamperfectos? Pues desde que el fútbol se ha vuelto de lo más estrafalario. Que en el Liverpool puedan jugar como titulares más jugadores españoles (hasta cinco) que en uno de los grandes del fútbol hispano ya es rocambolesco. Que el entrenador del equipo rojillo sea un madrileño apellidado Benítez suena a pitorreo, máxime con la leyenda de tradicionalistas y muy suyos que tienen los ingleses, cuando en los clubes españoles más importantes haber nacido entre Portugal, Marruecos y Francia juega en tu contra. Para más inri, que esos cinco jugadores hispánicos (tres jugaron la final de la Champion) sean unos ex del Real Madrid, Barcelona, Real Sociedad y hasta del Málaga (un tal Josemi) ya invita a la cogorza.

Los del Liverpool celebrando un título que han conseguido una mayoría de foráneos. Los españolitos rumbosos rezando para que el Liverpool de los “nuestros” ganase al Milan. Ya que no nos comemos una rosca con los equipos pretendidamente “nacionales” (plagados de extranjeros), al menos consolémonos con un equipo extranjero repleto de paisanos. Menos da una piedra. Así que, quien más quien menos, se levantó del sillón tres mil veces para tratar de empujar al equipo de San Benítez para que venciera a los milanistas y al menos nos procurara la honrilla de proclamar que media Champion nos pertenece. ¡Si hasta la bandera española estuvo danzando en el podium!

Eso sí, el partido de la final fue de épica. Como suele ser típico en la mayoría de las gestas hispanas. Ahí se nota que el Liverpool tiene de inglés lo que yo de ruso. Si hasta el Blair está orgullosísimo de nuestro Rafa Benítez. (Lo mismo la devolución del Peñón está cada vez más cerca…, je, je). Lo único evidente es que el fútbol se ha internacionalizado de tal manera que cuando se gana un torneo tan prestigioso como la Champion esa, al menos siete u ocho países se enorgullecen de tener a algún protagonista en el triunfal evento. Si esto facilita que la caspa y la burrez desaparezcan de las gradas, bien venido sea. Si ello permite que el futbolín se disfrute más como espectáculo, con su colorido y tal, que como guerra entre tribus, miel sobre hojuelas. Pero mucho me temo que no, porque tanto empuje y tantas ganas de que ganase el Liverpool no procedían por su buen juego o su simpatía. Es que algunos de los “nuestros” estaban ahí frente a esos “extranjeros” del Milán.

Al margen de estas disquisiciones que a nada conducen salvo a darse de bruces con un muro de hormigón, no veas como me alegra que el Rafa haya triunfado. En Valencia muchos tienen que estar echando las muelas. Pero en la ciudad del Turia, como en el Real u otros equipos a los que les gustaría contar ahora con Benítez (tienes que emigrar al extranjero para que los de tu país se den cuenta de lo que vales) se van a quedar con un palmo de narices al menos durante los próximos cuatro años. Porque a diferencia de los cantamañanas de aquí (por ejemplo, ya está el culé Laporta ofreciendo 8 millones de euros anuales a sus dos perlas de ébano, rompiendo cualquier estructura de grupo humano y de racionalidad económica), en el Liverpool lo tenían claro hace un año: aquí tienes, Rafaelito, cinco primaveras para que hagas un proyecto de trabajo que nos devuelva a la élite del fútbol europeo. En nuestra anarquía futbolera –lo de Irureta en el Deportivo de la Coruña ha sido la excepción que confirma la regla- dices lo de los cinco años y es que te sacan la navaja y te hacen un siete en los higadillos.

-Oiga, doctor, ¿no será que de tanto animar al Liverpool, me he vuelto inglés?
-No, amigo, sólo ha sido una locura mental transitoria.
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LAS VUELTAS A LA NORIA DE LOS MISMOS BURROS DE SIEMPRE
Si quieren indignarse un mucho, aquí tienen el caso de la niña María de Ponga. Enlazo con "Aguja de bitácora" porque mejor exposición del mismo es imposible.

1 comentarios:

la aguja 29/5/05, 0:16  

Pues si quieres que te dé mi opinión (ja ja, para eso pones el formulario de comentarios) te diré que me parece que el fútbol ha llegado a donde antes habían llegado otros oficios. Sabido es que los científicos españoles han triunfado fuera. Desde Isaac Peral, Narciso Monturiol y Juan de la Cierva, hasta Luis Rojas Marcos, el Jefe de los Servicios de Salud Mental de New York City.

¿Alguien se ha dado cuenta que las dos máquinas más efectivas en las guerras del siglo XX han sido creadas por inventores españoles? Me refiero al submarino y al helicóptero (ya he citado antes a sus inventores).

¡Qué desperdicio! Si nos hubieran tenido que pagar por las patentes, a estas hora en vez de tener que pagar impuestos, el Gobierno nos pagaría una mensualidad por ser españoles (como ocurre en Kuwait..., no no, no pagan por ser español, sino por ser kuwaití).

Que sí, que el fútbol ha entrado en la elite de las profesiones con mejor reconocimiento en el extranjero que en casa.

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