3 de marzo de 2006

A VECES, QUÉ GRANDE ES EL FÚTBOL



Con esto de la globalización y el trasvase de fronteras, le estamos dando la vuelta al calcetín. Antes se decía –en las relaciones laborales- que el único que no tenía nacionalidad era el dinero y el capital. En estos momentos ocurre en muchos casos lo contrario: sólo la pasta tiene identidad nacional. Lo mismo estoy equivocado, pero en el último partido de “Champion Li” entre el Real Madrid y el Arsenal, el equipo español empezó el encuentro con dos jugadores ingleses y el equipo inglés lo hizo con ninguno de su nacionalidad. ¿Qué equipo era más inglés: el Madrid o el Arsenal? Polemicen mientras que el Puñetas sale por peteneras.

“El delegado del Gobierno en Melilla preside el primer equipo de fútbol con 21 inmigrantes de diferentes nacionalidades: Guinea, Argelia, Camerún, Mali, India, Nigeria…”. El otro día me enteraba por la prensa de esta idea, que copia a los equipos más profesionales del planeta, haciendo que el vestuario sea un crisol de lenguas, culturas y religiones. La gran diferencia con el Arsenal o el Madrid, por no irnos más lejos, es que mientras en éstos equipazos juegan millonarios, en el CETI C.F. (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes Club de Fútbol) juegan unos tipos con más hambre de lentejas y pan que de gol. Claro que para ironía, la de que el futuro de sus integrantes –permanecer en España o ser repatriados- depende del presidente del equipo (recordemos: es el delegado del Gobierno). Sea como fuere, a nadie le va a quedar duda de que estos jugadores intentarán vaciarse en el campo para conseguir sus más ansiados deseos: una buena merendola y un permiso de trabajo o estancia. Una minucia comparada con lo de sus parientes ricos del Madrid o el Arsenal, aunque con la ventaja de no estar obligados a salir todos los días en los mass media contando sus nimias batallitas de siempre.



Esta sí es una de las grandezas del furbo: unir gente extraña y diferente para, con un balón en los pies (vale incluso que sea de trapo) olvidar temporalmente la tristeza, hacer amigos, echar toxinas fuera y hasta llevarse una carantoña o coz de recuerdo, que nunca viene mal. ¡Cuántas cosas nos puede dar el fútbol sin necesidad de Champion Li, grandes estadios, suculentos negocios, vagos millonarios y continuas comeduras de coco! O será que el Puñetas añora la simplicidad de otros tiempos, el calor de lo gratuito, el vértigo de lo cotidiano. ¡Si es que algunos somos más raros...!

2 comentarios:

la aguja 7/3/06, 21:00  

Pues debe ser una excepción en la que el fútbol sirve para algo que no sea enfrentar a la gente.

Esto sí que es deporte. Lo de los Eto'oooonto y compañía es un circo.

Anónimo 14/3/06, 0:08  

Aupa el CETI C.F!!!! te digo x si kieres saberlo ke ya han empezado a jugar y que han perdido sus 2 primeros partidos...el primero 6-0 contra el Basto Melilla y el segundo 1-4 contra la Constitucion...xo bueno eso es lo de menos, lo ke importa eske x fin el futbol sirve para algo mas... todos los domingos estare en la Espiguera para apoyar a este ekipo y esperemos ke no sea una moda pasajera y cuando acabe el boom del CETI C.F se les siga apoyando economicamente...aupa CETI C.F y aupa la Union Deportiva Melilla!! un saludo

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).