14 de abril de 2006

FRENTE AL EXCESO SEMANASANTERO, DEPORTE DEL BUENO



La Semana Santa alcanza su cenit cuando el Puñetas está a punto de exiliarse. Uno comprende tanta celebración religiosa, el ir y venir de miles de gentes con capirotes y velas, el desfile de bellísimas imágenes sobre tronos repletos de flores y músicas variadas que a veces ponen los pelos de punta. Pero, como ocurre con todo abuso, llega el hartazgo. La vida parece que se detenga y que sólo muestre una cara del prisma. Las televisiones, las radios, los periódicos, las conversaciones y la ciudad entera –como tantas otras ciudades- andan a todas horas dale que te pego con la cosa religiosa de la Semana Santa. Menos mal que este año también la profana del deporte ha estado bastante concurrida, especialmente con la final de Copa y los cuartos de final de la Euroliga de Baloncesto.


Al hilo de ello, frente al par de insensateces que se me ocurren en torno a este exceso semanasanteril y que podrían herir la sensibilidad de más de un acérrimo creyente, prefiero referir unas cuantas sensateces al hilo de la actualidad en esta Semana de Pasión.



- Panathinaikos 71, Tau 74. El conjunto vitoriano logró superar la eliminatoria en la cancha griega, donde no salen vivas ni las mascotas de los equipos visitantes. Justo sonar la bocina con el pitido final, los jugadores del Tau salieron echando leches para el vestuario, a una velocidad de record del mundo. Instantes antes, una decisión arbitral fue muy protestada por el público. Empezaron a llover monedas y líquidos varios a la cancha, debiendo estar el partido suspendido durante unos minutos. Desde que tengo uso de razón, estos espectáculos –y más graves- se ven en las pistas griegas sin que ningún órgano federativo propio o europeo les ponga coto. El que los antepasados de estos energúmenos fuesen gente tan ilustre como Sócrates o Platon no da derecho a que se sigan permitiendo estas barbaridades. Nunca – como en este caso- es más evidente que la especie humana ha degenerado a pasos agigantados. Menos mal que los equipos visitantes se saben el percal y suelen perder los partidos para evitar riesgos físicos innecesarios. Menos los chicos del Tau, que habían ensayado tropecientas mil veces cómo realizar la estampida final del partido hacia los vestuarios en menos que canta un gallo. ¡Jó, qué rapidez y qué reflejos!



- Zaragoza 1, Español 4. Los pericos ganaron a los baturricos. No me lo esperaba, francamente, pero a Lotina y sus chicos se le aparecieron todos los santos en ese partido. Los topicazos hablan de las “cosas del fútbol”. Quiá. Primero hay que tener fe (los del Español la tenían), luego hay que tener fuerzas (¡la de hambre que tienen los Tamudo y cía, viéndose en el furgón de cola de la Liga!) y finalmente hace falta que se aparezca el santo o santa de turno. Alguno se apiadó de Lotina para que no regresara a casa llorando. A mí me daba igual quien ganase, pero me encanta la victoria españolista porque a lo mejor por las Cataluñas algunos empiezan a enterarse de que el club blanquiazul también es de la tierra. Lo ha dicho Rafael Niubó, secretario general del Deporte catalán, en un sorprendente arranque de sensatez y sinceridad: “Al Español no se le ha dado históricamente el trato que merece y pido excusas”. Pocos se lo han creído, pero vale tío, compráte un par de gominolas.



- Barcelona 76, Real Madrid 70. Suelo ver los partidos de los terratenientes del deporte español con el anhelo de que discurran por los cauces de la deportividad, al margen de la estupidez habitual. Este partido se libró de los excesos, pese a que son inevitables las burreces de algunos y las majaderías de otros, como algunas pancartas que vi en el transcurso del encuentro. Cuando en los dos equipos tienes que buscar con lupa de mil aumentos un jugador que sea nativo, uno comprende que es difícil hacer patria o comunidad autónoma. Si se trata de evitar tanto grasiento amor al terruño, el Puñetas encantado con que en estos dos equipos (y en otros muchos) sólo sea autóctono (y especie a proteger) el masajista y las chicas que salen a lucir el trasero en los tiempos muertos, aunque creo que alguna extranjera también hay por ahí….


- Finalmente, y como no todo va a ser Semana de Pasión, aquí va un reflexivo y divertidísimo enlace sobre los nombres de los equipos de fútbol, publicado en la magnífica bitácora “Humoradas”. Menos mal que siempre nos quedará el buen humor…

4 comentarios:

Juan Puñetas 14/4/06, 23:54  

ACOTACIÓN AL EXCESO SEMANASANTERO DEL QUE HABLO EN EL COMENTARIO.

He aquí un artículo periodístico de Teodoro Leon Gross publicado en el diario SUR de Málaga el jueves 13 de abril. En él se resume perfectamente lo del "exceso".

"EN la Semana Santa, donde todo es artificioso, hay algo perfectamente natural: el desencuentro de sus partidarios y sus detractores. Eso está bien. A fin de cuentas, uno de los fundamentos de la modernidad es el derecho a la diferencia. No se trata de consenso sino de aceptar al otro incluso desde la mayor incomprensión. Y nada es tan difícil de comprender como las pasiones ajenas: a quienes no les gusta el fútbol, les resulta inverosímil la tensión casi histérica de los partidos, al borde del éxtasis o la angustia; y eso mismo sucede con la Semana Santa. O se mete uno en ese microcosmos alucinante o se queda fuera. Al cabo las cosas son lo que son. Y, de hecho, tal vez haya sido un error constante de los detractores de la Semana Santa considerar que ésta debía impregnarse de los valores racionales de la modernidad, lejos de su estética intrínseca del turbobarroquismo lírico, el casticismo de las mantillas y el paso de la oca, y todo a la sombra de la hipérbole en flor. Quizá la Semana Santa es esto o no es.

Sin embargo, hay algo clave para el éxito del derecho a la diferencia: éste no rige por imposición, sino por respeto mutuo. Y los partidarios de la Semana Santa, al final, parecen cada vez menos tolerantes, desde luego menos que los detractores. Por eso la fiesta tiende a ser invasiva. Su metáfora es la tribuna monstruosa de la Plaza de la Constitución, una agresión que con el cambio de contratista aún se prolonga más tiempo que antes. Y en las calles de Málaga hace ya tiempo que no se puede hacer urbanismo sin permiso de la Agrupación: si algún proyecto modifica ligeramente el itinerario de una cofradía, aparece el argumento de la tradición. Eso sí, este año se habla de aumentar los desfiles al sábado, y ahí por lo visto no rige el argumento de la tradición. En fin, esta invasividad cuenta con el aval del Ayuntamiento, que no asume su papel de hacer funcionar la Semana Santa en la ciudad de todos sino que entrega la ciudad a la Semana Santa. El tráfico, la seguridad policial, la limpieza y todo lo demás queda a expensas de ésta. No hay regulación para casi nada. Los ensayos de las bandas si te tocan delante de casa o del despacho, ya te puedes dar varios meses por jodido. En fin, aquí parece faltar criterio y equilibrio. Estos días quizá el alcalde no está para ese debate -yendo como va a cada salida, templo, encierro y misas del alba, suficiente para acabar con cualquier inteligencia normal- pero al menos a veces debería asumir su función de árbitro".

la aguja 19/4/06, 3:36  

Yo también creo que lo primero es el orden público. Y que religión y Estado han de ir por separado.

Si todos somos iguales ante la ley, y si el Estado es laico, un español o conjunto de ellos pueden ser musulmanes (y seguro que los hay, como los hubo).

¿Qué tal si se juntan todos cada día a la hora en punto y se ponen a rezar con el culo en pompa en mitad de la Plaza del Sol, por poner un ejemplo? Seguro que alguien diría que estorban a la circulación.

Pues los de los capirotes, ídem de ídem con sus ritos religiosos (¿por qué se dirá eso de eres tonto de capirote?).

Y ya que hablo de la Puerta del Sol, pues a medianoche del 31 de diciembre que se junta allí tanta gente... al fin y al cabo también es una manifestación cultural, tradicional y etc. Pero la diferencia es que allí caben de todos los credos (salvo orientales que cambian el año cuando les da la gana).

Sobre los partidos en Grecia, la verdad es que no hay lo que hay que tener. Sí prohibieron a equipos ingleses jugar torneos europeos. Pero con griegos y turcos parece que no hay bemoles. Será porque, a pesar de todo, los ingleses están civilizados y por aquellos otros lares son del Neolítico deportivo.

Esta teoría bien la pone en práctica la Guardia Civil cuando te para y te multa a ti porque no tienes la pegatina de la ITV, y no ven que los coches de gitanos, de yonkis y de otras esferas van sin placa de matrícula delante y con una tablilla de ocume mal pintados los números detrás.

Juan Puñetas 19/4/06, 18:42  

En relación a tu último párrafo, te voy a contar una anecdota que oí una vez al asturiano periodista Jose Luis Balbín (de lo más honesto e independiente que hay y ha habido en la prensa de este país), aunque refería que le pasó al escritor y articulista Antonio Burgos.

Don Antonio hacía frecuentes viajes en moto de gran cilindrada entre Sevilla y Cádiz. Una vez le paró la Guardia Civil y le pidió papeles y esas cosas para ver si lo podía multar pues no había cometido ninguna irregularidad. Como Burgos no se calla una (aparte de que es un cachondo), en esas que ve que pasa por al lado una motillo con dos gitanos y, a simple vista, cometiendo varias irregularidades: sin casco, dos ocupantes en vez de uno... Los guardias también los vieron pero no los pararon ni dijeron ná. Así que Antonio Burgos, que ya se había presentado y al que uno de los guardias hasta había reconocido, les preguntó:
-¿Y a esos por qué no los paráis?

A lo que el Guardia más veterano le contestó:

-Don Antonio, porque esos no tienen un duro y no podrán pagar multa alguna.

Al periodista lo habían parado sencillamente porque si le pillaban en renuncio de papeles, tenía pinta de que podría pagar. Detener a los gitanos era perder el tiempo. (Por eso yo soy partidario de que en ciertas infracciones se retire de la circulación el vehículo, más tiempo conforme la infracción sea mas grave. Verías como así se acaban las tonterías en la carretera y en las ciudades. O sea, empiezan a disminuir los muertos y heridos).

A esta desfachatez -lo mismo que comentas en tu último párrafo- algunos cantamañas progres de hoy en día (que de progres tienen lo que yo de cura) le llaman "discriminación positiva". En este caso, hacia el muerto de hambre. Antiguamente la cosa se podría llamar "quitar el dinero al rico para dárselo al pobre", pero en la actualidad no sólo no se meten con los ricos (sólo con la clase media, esa que tiene un par de miles de euros en la cuenta corriente por si vienen mal dadas) si no que los pobres tampoco ven un duro porque en el viaje de un bolsillo a otro, entre intermediarios, ivas, papeleos, publicidad y el ecétera consiguiente, al final no queda ni un chavo (y si queda algo hay bolsillos intermedios que se lo embolsan).

Enrique Gallud Jardiel 20/4/06, 13:04  

Muchas gracias por su amabilidad y,por la publicidad.
Saludos desde Humoradas.

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).