27 de junio de 2006

EL MUNDIAL DEL ABURRIMIENTO


Como el Mundial de futbolín se lo come todo (hasta el tráfico en interné ha descendido con la cosa esa de la Alemania cañí), dejo para más adelante un sabroso comentario local con carácter universal (el porvenir del Málaga C.F.), y me pongo en traje de faena (o sea, me disfrazo de viejo cascarrabias) para hablar de varias cosillas de este mundial que, como diría el Ardilla en su idioma corralero, “no sepué aguantá”.



En efecto, no se puede aguantar. Este mundial me aburre como una ostra. Por su pesadez, por su juego absolutamente inane, casi de parvulitos, por sus partidos escasamente motivadores, por la escasez de goles. Hasta los más crédulos en el tinglado, esos miles y miles de aficionados desplazados a Alemania, se divierten como pueden en las gradas (disfrazándose de todo menos de espectadores) ya que lo que discurre por el terreno de juego no interesa a casi nadie. Sólo el resultado y el prodigio de un gol que llega milagrosamente, a veces en el último minuto como le ocurre a esos plastas de la selección italiana que sestean por el campo en espera del milagro. ¡Qué horror, qué desvarío, qué siesta futbolera!



Quizás es que el Puñetas es muy exigente. Debe ser eso. A tíos que ganan en un partido lo que él en un quinquenio, debe pedírseles algo más que tikitaka, que tuya-mía, que rondos somnolientos, que pases al portero para ganar tiempo. Yo no concibo acudir a un espectáculo cualquiera y esperar que allí me den lo que les salga de las narices. Iría a por el libro de reclamaciones. El personal pitaría hasta desgañitarse. Caerían huevos y tomates al escenario y la próxima vez iban a acudir al mismo sus puñeteras suegras y consuegras. En el futbolín se ve que no, que los aficionados se quedan la mar de contentos con que el dineral que pagan por una entrada (eso sin incluir desplazamientos, hotel, cerveza y canas al aire) se vea recompensado simplemente por un gol metido con la rodilla en fuera de juego en el último segundo. ¡Hemos ganao! –gritan supercontentos. Qué concepción más ridícula y estrambótica tienen algunos, muchos, de lo que es la ganancia y el triunfo. Allá ellos.


Quizás es que los jugadores están empachados de tantos partidos como llevan en la temporada, hartos de disputar partidos del siglo, partidos de champion y partidos de rivalidad regional o local, que esto de enfrentarse a compañeros suyos del mismo equipo pero que ahora militan en selecciones distintas, como que no. Como que lo de llevar encima la losa de todo un país que ve en ellos poco menos que a sus psiquiatras y salvapatrias, como que no les hace mucha gracia. Todos guardando fuerzas para que no se les agoten definitivamente no vaya a ser que pasen a la siguiente eliminatoria y la palmen sin poder mover un dedo del pie. Y la emoción, como no, de enfrentarse a Ghana, Togo, Australia, Paraguay, Arabia…, cuando hace unos meses lo hacían contra los clubes más punteros del mundo. No hay color, claro. Ni ganas. Así que o esto se anima o algunos acabaremos dormidos en plan murciélago hasta que regrese la Liga de las Estrellitas y de los Estrellaos.


Pero, aparte lo reseñado, buena parte de culpa la tienen las trasnochadas y desvencijadas normas de juego del futbolín. Todas encaminadas a perjudicar el espectáculo, la rapidez, la tensión, el gol. Y la carcundia tecnológica. Escribo en el descanso del Brasil-Ghana. Una birria de partido en el que tendrían que haber expulsado a los 22 jugadores, unos porque no tienen capacidad para disputar una prueba cumbre del balompié mundial y otros porque tienen una torta encima que no pueden con ella. (¿Pero ese tío de la coleta es el mismísimo Ronaldinho, el de Barça, o una mala copia?). Gana Brasil por dos a cero en algunas cabalgadas en plan desperezamiento. En ambos goles se aprecia un más que evidente fuera de juego. Los espectadores, los jugadores y hasta el mismísimo árbitro lo ven en las pantallas gigantes que hay dentro del estadio. Pues da igual. Los goles han subido al marcador. ¿Habrá despropósito y atraso más espectacular y cochambroso que conceder en el campo dos goles cuando todo el mundo está viendo en la pantalla del estadio que los mismos han sido logrados por el camino de en medio?


-Pero paisa, mira a la pantalla fosforita –intento adivinar que le dicen asombrados los jugadores de Ghana al linier ciego, señalando hacia lo alto del estadio.



Da igual. Pura irrealidad y esperpento. Antiquísima época de las cavernas. En ella está el futbolín de élite, ese que mueve toneladas de euros y dólares a cambio de mal juego, normas antediluvianas y atraso tecnológico total. Joder, la que nos espera de aburrimiento y pesadez a los amigos exigentes del fútbol hasta que llegue el R.I.P. definitivo y terminal de este atroz Mundial.



A ver qué se cuenta el Ardilla el próximo día sobre sus correrías por la Alemania cañí.

2 comentarios:

la aguja 28/6/06, 0:20  

Pues yo te escribo desde el final del España-Francia (o Francia-España, que ha montado más).

Se acabaron las vísperas de mucho (días de nada, termina el refrán) y mañana a las seis y media toca levantarse para ir a trabajar. Mientras, los muchachitos del balompié nacional estarán buscando vuelo que les lleve a su destino de vacaciones.

Porque (¿o qué pensaban ustedes?) ya tienen sus habitaciones pagadas en los destinos paradisiacos a los que van. ¿O pensaban ustedes que a estas alturas del mes de junio van a echar a unos turistas en uno de esos paraísos tropicales porque resulta que va un tal Iker Casillas, o va un tal… (23 tíos anodinos más contando al "sabioncete").

Hoy lo hablaba con un amigo. Hay gente que critica al golf, la vela, el polo, y otras actividades elitistas porque son deportes de millonarios, y esos mismos criticones han estado animando a 23 multimillonarios que no podían con la goma del calzoncillo. Y les han animado más de lo que han animado nunca a su hijo a hincar los codos ante los libros.

Y, a juzgar por las caras de decepción que se veían en la telele, hay gente que esta noche ni polvete ni nada.

¡Anda y que les den! A ver si ahora en cuartos llega el espectáculo.

NOTA: ayer el titular era que la selección de Francia era más vieja que la de España; mañana será que la selección de Francia era más experta que la de España…

la aguja 28/6/06, 0:24  

Por cierto, de la carcunda de la International Boarding esa ya hablaremos. Que sigan con su brindis a la polémica como método para elevar el espectáculo.

  © Blogger template 'Greenery' by Ourblogtemplates.com 2008

¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).