26 de septiembre de 2006

UNA NACIÓN, UNA SELECCIÓN Y LOS NIÑOS EN MEDIO


Hoy la cosa tiene ciertas connotaciones políticas, lo que para algunas gentes de mente obtusa (esas que sólo ven por el ojo de la cerradura de su ideología, partido o pesebre) puede representar un riesgo de síncope o de taquicardia. No me hago responsable de que algunos y algunas tengan menos entendederas y caletre que un alcohólico a las puertas de una destilería.

La cosa se describe con cuatro palabras: la telele pública catalana está difundiendo un anuncio que muestra a varios niños jugando un partido de fútbol. Uno de ellos, vestido con camiseta de color rojo (los colores de la selección española) impide jugar a otro niño porque va vestido con la camiseta de la selección catalana. Al final, éste y otros dos chaveas más (uno de los dos es una niña, por aquello de la igualdad sexuá) se quitan la camiseta y juegan con los demás desnudos de cintura para arriba. Las letrajas finales del anuncio afirman “Una nació, una selecció”. ¿Está claro, no?



Hay algunos por las Cataluñas que se empeñan en recordarnos periódicamente que “Som una nació”. Pues bueno, pues vale, pues a mí qué. Lo que ya no está tan claro es la forma de recordarlo. Si alguien critica cualquier asuntejo que se traigan entre manos los políticos autóctonos, se le descalifica con que está ofendiendo a Cataluña. Si el Defensor del Pueblo español recurre algunos artículos del novísimo Estatuto catalán, está atacando a la bella tierra catalana, incluidos a los seres inertes que la pueblan. Los últimos días unos cuantos miles de forofos del terruño boicotearon a la escritora Elvira Lindo el pregón de las fiestas de la Mercé de Barcelona, porque sólo admiten que el mismo se pronuncie en el idioma nativo. Hace poco se montó una tormenta de verano en un vaso de agua porque a Etóo, jugador del bendito Barça, le preguntó una periodista en catalán y el camerunés dijo que no entendía nada, que le preguntase en castellano. ¿Pero para qué han fichado a Etoo, para que meta goles o para que hable catalán, camerunés y castellano?


Algunos ciudadanos de Cataluña parece que están todo el santo día envueltos en la senyera, peinan barretina desde que se levantan hasta que se acuestan y “cagan tió” siempre que el reloj da las doce. Ejercen de patriotas y nacionalistas las 24 horas del día y los 12 meses del año. Y eso, francamente, aparte de ser muy cansado y aburrido, hace que uno se vuelva demasiado intransigente con los que no se lo toman tan a pecho, te convierte en un cascarrabias, eleva la tensión arterial y al final te sorbe el poco cerebro que tienes, dejándote hecho unos zorros y un cateto integral. La ventaja es que, gracias a este exceso de bilirrubina patrioteril, muchos se ganan la vida muy ricamente y encima sacando pecho y medallas ante el resto de la tropa. Como todavía Cataluña no es una nación con Estado, pagan el pato los que no comulgan con ellos. El día que lo sea, pagarán el pato, la vaca y hasta el cerdo. O tendrán que cambiar de nación. Visto el énfasis excesivo e insensato con el que estos comepatrias se toman las cosas de la tierra, el porvenir está ya escrito con renglones torcidos.



De modo que a nadie puede extrañar que se usen niños para confeccionar anuncios como el que comentamos. Qué malo que es el zagal de la selección española que no deja jugar al que lleva la camiseta catalana. Con lo fácil que sería mostrar un anuncio positivo: los niños se miran entre sí y deciden jugar todos sin camiseta. Ea, ya no hay España, ni Brasil, ni Cataluña ni la Puñeta. A tomar por saco todas las selecciones. Eso sería un anuncio rompedor, valiente y totalmente progresista. Usar a los niños para campañas políticas es una obscenidad. Si fuera por el Puñetas no habría selecciones nacionales deportivas (¿por qué demonios tenemos que admitir que unos países, naciones o corrales jueguen unos contra otros, siendo representados por unos indocumentados como suelen serlo los deportistas?), pero uno comprende que el aroma del terruño a muchos les alegra las pajarillas, aunque normalmente, cuando vienen mal dadas, son los primeros que salen huyendo del barco, preferentemente por la frontera. Resulta entonces que su verdadera patria eran ellos mismos.


De modo que el tema seguirá dando que hablar y pues bueno, pues vale, pues a mí qué. Pero que se haga con seny, con sensatez, con respeto, sin abusar de los niños y las ancianitas. Y como siempre miro el percal de manera crítica pero positiva, je, je, aquí van unas cuantas sugerencias para aquellos a los que les encanta etiquetar a los seres humanos: para enfrentarlos y separarlos, claro. Aquellos que en vez de ver en el prójimo una persona con dos ojos, una nariz y dos piernas ven primero de dónde es, su religión, su color de piel, el caudal de su cuenta corriente, su lengua o cómo se lo monta en la cama. A tomar por saco tanto inquisidor y cornúpeta. ¿Para cuando selecciones cristianas, mahometanas o budistas? ¿Cuándo veremos la selección del Mediterráneo, la del Cantábrico o la del Indico? ¿Y una homosexual, otra pedófila o una formada por seres virginales? Una selección que representase a los de derechas sería genial. Y otra para los de izquierdas y otra para los mediopensionistas. Y así, se me ocurren selecciones nacionales a gogó. Si se trata de encontrar nuevos alicientes a nuestras anodinas y aborregadas vidas, yo encantado de dar ideas. Claro que donde se ponga un España-Cataluña, no veas. Chachi piruli. Y a inventarse una nueva trola (o una nueva escaramuza) para seguir viviendo en el cuento y del pesebre. Cuando ya nos habíamos librado de un mayoritario nacionalismo español vienen ahora estos y otros soldaditos de opereta a tocar el trombón, pom, pom. Jodé, seguimos sin poder dormir tranquilos…

5 comentarios:

Jc 28/9/06, 19:29  

Querido amigo Puñetas, como bien sabes no soy aficionado al deporte, pero sí a tu sentido del humor. Y hoy me has tocado la fibra sensible. Ya sabes que ciertos temas "me ponen".

Y puestos a sugerir, ¿por qué no una selección de boxeo de dirigentes del PSOE enfrentada a otra de dirigentes del PP? Con un poco de suerte, se romperían los morros todos y los tendríamos una temporada alejados de nosotros. Además, de arbitro en el combate pondría a un dirigente del PNV y a otro de CIU, de forma que, con un otro poco más de suerte, a los árbitros también les cayera algún mamporro. Y por último, como "sparrings" para que se entrenaran, dirigentes del BNG y de ERC. Así también saldrían con algún ojo morado.

la aguja 29/9/06, 1:44  

El otro día leí que la expresión más brutal de los nacionalismos y patriotismos es la guerra (o algo así venía a decír, aunque de forma más fina).

La guerra es una confrontación. El deporte es una confrontación.

No sé si me entiende.

Utilizar el deporte para exaltar sentimientos patrióticos es una memez. Pero el propio deporte es el culpable. Primero por tomar prestados símbolos como banderas, himnos y gentilicios. Segundo por dejarse manipular por los Estados en la creencia de que así medrarían en la escala internacional. Pues bien, objetivo conseguido, pero, ¿a qué precio?

Aunque presentar al deporte como culpable de su actual destino no es algo que tenga mucha consistencia. Ha habido personas con nombres y apellidos que actuaron en su momento en esta dirección. Entre otros la nobleza integrada en el COI desde sus albores. Y esos otros políticos de segundo nivel que son los dirigentes de federaciones internacionales.

En todo este asunto de las selecciones nacionales españolas habrá que pronunciarse en su día, aunque ya sabes mi parecer. Quizá vascos y catalanes tengan razón en sus argumentos jurídicos (las federaciones son entidades privadas, y corresponde aplicarles el derecho privado), pero se está utilizando el deporte para unas reivindicaciones políticas. ¿Qué necesidad hay de dejarse utilizar? ¿Seguir medrando?

Lo dicho, la culpa de que el deporte sea un bumerán es de sus dirigentes.

¿Y por qué no unas selecciones de las MegaCorporaciones? Veamos. La selección de Coca-Cola contra la selección de Pepsi-Cola; o la de Pizza Hut contra la de TelePizza; o la de IBM contra la de Apple. Si lo que se vende es espectáculo, ¿qué más da la nacionalidad de los actores?

Juan Puñetas 30/9/06, 0:08  

Es que sois más cachondos que el Puñetas. Se pone uno a escribir una cosa tremebunda sobre la utilización politiquera de los niños, aunque vayan de modelos publicitarios, aboga porque las selecciones nacionales se vayan al carajo y pa una vez que se pone positivo y propugna que -ya puestos- se inventen nuevos tipos de selecciones, vais vosotros y echais más leña e ideas al fuego. Cualquier día de estos nos declaran "personas non gratas" en cualquier lugarejo o el juez Garzón nos mete mano en razón del artículo tal de cual.

Escribiendo en serio: juá, juá, juá...(Es lo único que se me ocurre ante vuestras propuestas, aunque reconozco que en el caso de JC la cosa está más complicada porque muy listos no son nuestros políticos profesionales, pero muy tontos, tampoco. Lo de la Pepsi contra la Coca Cola o similares, la Aguja debería patentarlo antes de que un espabilao copie la idea. Algunas geniales paridas acabaron convirtiéndose en realidad con los años y quienes las tuvieron se quedaron con un palmo de narices por no registrarlas). Pero qué cachondos sois...

Ireneu Castillo 6/10/06, 0:37  

Muy correcta tu exposición, JP, pero te falta decir -no se si lo das por sentado o no, pido disculpas si es así- que si la selección catalana y la vasca es una tonteria, la española con su gran abanderado Manolo el del Bombo y la récua de mulas tordas peseteras -capaces de ganar de boquilla un mundial y en realidad no pueden ni con la selección del Vaticano-, no se quedan a la zaga.

Puestos a repartir, repartamos bien... ;-)

Anónimo 6/10/06, 18:07  

Amigo Ireneu, en el mismo articulillo señalo en color mi posición: “Con lo fácil que sería mostrar un anuncio positivo: los niños se miran entre sí y deciden jugar todos sin camiseta. Ea, ya no hay España, ni Brasil, ni Cataluña ni la Puñeta. A tomar por saco todas las selecciones”.

El 15 de septiembre, comentando la decisión de Riquelme de no jugar más por Argentina, pues a su madre la están matando a disgustos (eso dice él), escribía: “Riquelme no se considera un soldado ni un defensor de los valores y esencias patrias concentrados/as en un balón de reglamento.” Y, acababa con el siguiente coñeo: “Madre sólo hay una. A la “otra”, se llame Argentina, España, Cataluña (para algunos), Israel, USA, Cuba o las Chimbambas, que la vayan dando. Un hurra por Riquelme: ¡HURRA!”.

En ese mismo articulillo, un lector me preguntaba que donde dejaba el patriotismo, a lo que le respondía: “Amigo mío, el patriotismo se me evaporó el día, ya muy lejano, en que llegué a la conclusión de que patriota es aquel a quien no le importa dar la vida DE LOS DEMÁS por su patria. Prefiero el término "paisano" (de país) y "ciudadano" (de ciudad). Un cordial saludo en la discrepancia.”

Es comprensible tu duda respecto a si considero a las selecciones vasca y catalana una tontería y ante la española me pongo de rodillas y le beso los callos a Luis, ya que eso es lo que suele hacer la mayoría. Por mí pueden desaparecer todas las selecciones “nacionales” de todos los deportes. Empezando porque jamás reconoceré que una recua de mulas tordas peseteras represente a un país. Trabajan en entidades privadas, las selecciona una entidad privada y un señor al que han puesto ahí privadamente. Y sus triunfos y fracasos no repercuten en la mejora social del país. Otra cosa es que el asunto de fondo de todo esto sea el nacionalismo tontuno que nos invade y que se cuela por el deporte rey a la menor oportunidad. Mira ahora Gibraltar, que no tiene ni para hacer un equipo de fútbol, y ya está queriendo formar parte de las Federaciones Internacionales para tener su selección y su Manolo el del Bombo (bombín, en este caso).

Perdona el rollo. En el mismo artículo señalo al final: “Cuando ya nos habíamos librado de un mayoritario nacionalismo español vienen ahora estos y otros soldaditos de opereta a tocar el trombón, pom, pom. Jodé, seguimos sin poder dormir tranquilos…”. Esto, ves, ya son palabras mayores…, o política, o merdé…. Comparado con ello, aunque venga de ahí, lo de las selecciones del futbolín me parece un tema menor, aunque reconozco que apasiona a todo quisque, porque ya que en la política no nos dejan meter baza (cada 4 añitos un votito a unas listas cerradas y bloqueadas en pan lentejas, si quieres vota y si no las dejas), al menos en el furbo muchos pueden sacarse la espina. Ya sabes: gritando, escupiendo, alegrándose o sonrojándose con una pandilla de millonarios que dicen que representan a “nuestra” ciudad, “región” o “nación”. La vida es un puro cuento, que dijo Handersen.

Gracias por tu opinión.

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