28 de noviembre de 2006

EL BANQUILLO DEL ATHLETIC, UNA SILLA ELÉCTRICA


En el Athletic de Bilbao acaban de despedir al entrenador. El equipo anda por la decimoctava plaza de la Liga, está eliminado de la Copa (el tradicional torneo en que siempre se ha comido algún rosco) y gana un partido de higos a brevas. Con estos mimbres, la cuerda se ha roto por donde suele hacerlo: por el entrenador. El culpable, el chivo expiatorio. Lo lamentable en un club que siempre ha fardado de modélico es que en un año lleva ya cuatro entrenadores tirados a la basura. Y el coche sigue sin arrancar. Uno de ellos, el ínclito Clemente, lo salvó la temporada pasada de la debacle y a principios de la actual lo echaron porque denunció que no había jugadores para garantizar claramente la categoría. A don Javi lo tenemos ahora de entrenador de Serbia comiéndose las mieles del triunfo. Lo que es la vida, en tu país eres un paria y en el extranjero te idolatran. Algo huele aquí a quemado, o mejor, a errado.



Así que el banquillo del Athletic de Bilbao parece una silla eléctrica: todo el que se sienta en él acaba achicharrado. Con muy buenas maneras, a veces con lloriqueos o –como en el caso de Clemente- por la puerta de atrás, pero siempre el inquilino termina chamuscado. ¿Y cual es la solución? Ya que no se puede echar a los jugadores ni en el mercado abunda mercancía nativa de cierta calidad, habrá que ir pensando que puestos a irse a la segunda división, mejor sería hacerlo con unos euros en los bolsillos y no endeudados hasta las cejas tras pagar la nómina de tropecientos entrenadores. Yo no sé si la directiva del Bilbao cree en la magia o los milagros, pero si el negocio va mal no será porque desde hace varios años no lo están diciendo los agoreros de siempre: hay que cambiar de filosofía, con sólo jugadores vascos no nos comemos ni una mandarina y más temprano que tarde acabaremos en el sumidero frente al resto de los equipos, los cuales sólo utilizan jugadores nativos para adornar el pastel, es decir, como guinda folklórica.


Este es el quid de la cuestión, que cuando han llegado las épocas de vacas flacas, siempre ha salido a colación. El problema de ahora es que la flaqueza coyuntural amenaza en convertirse en anorexia crónica y estructural. El tener jugadores sólo de la cantera y del país (un país muy pequeñito, para más inri) será muy romántico e inflará el ego patriótico, pero en un mundo globalizado, mercantilizado y en el que los clubes de fútbol empiezan a actuar como si fuesen multinacionales, es una filosofía condenada al fracaso. Por mucha raza, RH y gaitas que le echemos al asunto. Que se sepa, en esto del fútbol, a todo quisque le gusta ganar y como sea. En el Athletic también. La prueba es que en un año se han merendado con “patatas” a cuatro buenos entrenadores. Así que o se asume que lo primero es la tradición y el jugador del terruño, aunque tengamos que jugar en segunda o tercera división (en cuyo caso sobra echar tantos entrenadores y montar numeritos) o se dice que hasta aquí hemos llegado, vamos a ser como los demás, no estamos dispuestos a hacer más el panoli, o todos moros o todos cristianos. Y entonces va el club bilbaíno y ficha a un tío de Polonia, a un chileno, otro de las Maldivas o algún negrito de Senegal. Se agita la coctelera y la mezcla de sangres diversas quizás logre acabar con la cuesta abajo que se ve venir. Quizás.



Toca plantearse la duda. O seguimos más puristas que el aire puro, pero corriendo el riesgo de jugar en campos donde no llegan ni los buitres, o nos liamos la manta a la cabeza, mandamos a tomar por saco una tradición que nadie sigue en ningún ámbito de la vida cotidiana y aspiramos a estar en la Champion y a ser conocidos en medio mundo, pues Bilbao –qué leñe- se lo merece. Toca elegir. O nacionalismo de opereta o internacionalismo coquetón. O boina o pañuelo pirata. O nos encerramos en el caserío a comer chistorra con la pandilla o nos lanzamos a esos mundos de dios a reverdecer viejas glorias, cuando los vascos patrullaban por doquier. De ambas opciones se viene hablando desde hace tiempo, pero precisamente el paso de éste va abriendo cada vez más la brecha entre ellas. Serán los socios del club bilbaíno y su directiva quienes un día deberán decidir si merece la pena tirar por la borda el querido timón de toda la vida y comprarse uno nuevo en el mercado internacional. Lo único que cabe exigir es que –mientras se debate el asunto- no se pierdan los papeles y, francamente, con cuatro entrenadores en poco más de un año la cosa roza ya el despilfarro.

8 comentarios:

Anónimo 29/11/06, 1:30  

En tu linea satirica habitual (partiendo de la cual muchas cosas que escribes no se entenderian bien) me parece muy acertada la vision de las dos posturas que supongo tienen los aficionados del athletic bilbaino. O quizas ellos lo tengan claro y somos los demas los que andamos fuera de juego. Entre hacer caso al corazon o a la cabeza, yo prefiero la cabeza. Por cierto, Puñetas, que tu has planteado el asunto pero no te has definido claramente. ¿Sería posible saber cual es tu opinion personal?

la aguja 29/11/06, 13:03  

Se te ha olvidado decir que también un presidente ha salido despedido.

Quizá éste era el mal de todos los males. Fue él quien unipersonalmente (y forzando la opinión de los demás) echó a Clemente y trajo al entrenador que ahora se va.

Lo que sí está claro es que hace falta dirección. Veo a los jugadores de mi Athletic y veo que salvo cuatro todos son niños. ¿Ha fallado Lezama?

No se puede acortar el tiempo de cocción en las recetas.

A ver si me fichan a Luis Fernández. El banquillo del Athletic ha de tener alguien con carisma, categoría y... que entienda y comparta la filosofía del club. ¿Crees que el actual entrenador del Barça aceptaría entrenar a un equipo con esta filosofía?

A lo mejor es que a los niños del País Vasco ya no les gusta tanto el fútbol, y ahora se dedican a otras cosas. Y claro, la calidad se resiente cuando la cantidad disminuye.

¡¡¡Aúpa Athletic!!!

Anónimo 1/12/06, 23:21  

Mucho va a haber que auparlo para que este año no baje a Segunda a acompañar al Málaga a practicar un poco de slalom por el desierto. Pero en fin, mientras hay vida hay esperanza, según cuentan los que creen en los milagros.

Al comunicante anónimo le interesa mi opinión personal sobre la política (¿podríamos decir "nacionalista", o quedaría feo?), del Athletic en relación con la procedencia de sus jugadores. De poco sirve mi opinión. Me he limitado a señalar las dos caras de la misma moneda: cuando las cosas no se hacen bien (y cada año, en Primera, hay tres equipos que las hacen peor que los demás) se paga con el descenso a Segunda. Lo de menos es que se haga con medio País Vasco jugando en el equipo bilbaino o con un equipo repleto de inmigrantes. En cualquier caso, me decanto por una apertura al mercado internacional de jugadores. La mezcla de jugadores nativos y foráneos daría más juego y gloria, aunque el corazoncito patrioteril o pueblerino gozase menos. Y se evitarían seguramente disgustos como el de este año. Pero, mira, cada uno es libre de ahorcarse con el método que quiera... Debemos respetarlo y, si llega el caso, asistir al entierro con la debida congoja y conmiseración. Sé que estoy abusando del humor negro pero es que estoy preparando un articulillo futuro en este plan y todavía me quedan algunas migajas entre las teclas. Pido perdón.

la aguja 2/12/06, 16:41  

Sólo permíteme dar un matiz. Nacionalismo podría ser esa filosofía del Athletic de jugar sólo con los de casa, no diré que no.

Pero la acepción político, exclusivista y peyorativa que ha tomado el término últimamente nada tiene que ver con esa filosofía deportiva. Recordad que se lleva más de cien años con esa filosofía y el nuevo valor que se está acuñando en nuestro país surge después del entierro del dictador.

Que por otro lado los que la vivimos creemos que es la verdadera forma de plantear los deportes de equipo: ENTRE AMIGOS.

Anónimo 3/12/06, 9:20  

primero pense que hablaban de otro Athletic, pero aqui en Mexico solo uno juega sin extranjeros y son las Chivas, que por cierto estan por ser campeones!!! suerte!!

Anónimo 3/12/06, 20:26  

La verdad es que no sé los motivos históricos por los que el Athletic de Bilbao sólo quiere jugar con futbolistas nacidos en el País Vasco, Navarra y la Rioja Alavesa. Incluso creo que no hace muchos años jugó un jugador vasco-francés (un tal Lizaranzu). Y me gustaría saber desde cuando y las razones que se alegan para tal particularidad, que no existe en ningún otro equipo español de alto nivel y, probablemente, en ninguno del entorno europeo. Buceando un ratito por la web no he encontrado nada clarificador. El equipo bilbaíno no atufa a representante del nacionalismo vasco (al menos, fuera de Bilbao) y tiene por toda España numerosas peñas deportivas que le siguen y aplauden fervientemente. Ya digo, me gustaría conocer la raíz de esta filosofía y a partir de ahí opinar más certeramente. Prismático señala que los Chivas de México juegan sin extranjeros. En el caso del Athletic de Bilbao no es que jueguen sin extranjeros. Es que en él no juega ningún jugador español nacido fuera de la región ("nación" para los nacionalistas de boina y RH positivo). Sólo juegan los nacidos en el terruño. Para algunos (no descubro el Mediterraneo) ésto huele que apesta a puro nacionalismo y para otros sólo es una simpática señal de identidad del club que -junto con el Real Madrid y el Barcelona- jamás ha descendido a la Segunda División en los muchos años que lleva disputándose la Liga Española. Pues, como sigan así las cosas, me parece que va a dejar solos a aquellos. Mi conclusión final (bastante festiva) la dejo escrita en la columna izquierda del ARCO, en el Podium de Noviembre, al darle al club vasco una medalla de plata y una caja de supositorios energéticos. Chistoso que es el Puñetas...

la aguja 3/12/06, 22:32  

El diario francés L'Equipe llegó a decir hace ya unos buenos años que era un caso único en el fútbol mundial.

Cuando contrataron a Lizarazu, el jugador de Iparralde (el País Vasco francés o Euskal Herria Norte) se dio la simpática paradoja de que en el Athletic (equipo histórico en la Primera División) nadie sabía lo que había que hacer para contratar a un extranjero, y debieron pedir ayuda a la federación española.

Conste que el primer entrenador del Athletic era inglés (de ahí el hábito en España de llamar “míster” al entrenador) y por eso que la exigencia de ser de la tierra no corra para los entrenadores.

En fin, viendo tu sincero interés en el asunto, te busco los orígenes de esta filosofía. Y si no los encuentro te lo escaneo y te lo hago llegar. Pero no esperes nada del otro mundo. Simplemente, un acuerdo no escrito. Y así sigue, es una norma no escrita. Busca en los Estatutos y en las normativas del Athletic y no encontrarás nada al respecto.

Anónimo 11/1/07, 12:24  

Aupa Mane, Caguen SOS!!!!!!!!!!!!!

Con este si se sacan las las castañas del fuego.

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).