30 de marzo de 2007

ENTREMÉS SEMANASANTERO: LOS NOMBRES DE LOS EQUIPOS DE FÚTBOL


El siguiente artículo (un poco largo pero merece la pena) no es del Puñetas, aunque le hubiera encantado escribirlo. Pertenece a la bitácora “Humoradas”, para mi gusto, el humor más inteligente de la interné española . Su autor es Enrique Gallud Jardiel. ¿Les suena el apellido Jardiel? Pues eso…). El artículo lo publicó el 11 de abril de 2006 y hoy, aprovechando el breve paréntesis semanasantero, lo copio aquí para deleite de quienes no lo hayan podido leer. Lo hago así mío, como un hijo adoptivo, aunque su verdadero padre sea don Enrique. Aquí hay un enlace directo al mismo para el que desee la versión original.



“Sé que muchos me odiarán por lo que voy a escribir, pero mi deber filológico me compele irresistiblemente a que ponga en solfa todo tipo de asquerosidades y porquerías lingüísticas con las que me topo y la verdad es que a los nombres de nuestros amados equipos de fútbol no hay literalmente por dónde cogerlos. Me resigno a las iras del lector y cumplo estoicamente con mi deber. ¡Qué le vamos a hacer! Veamos lo que tenemos:


En primer lugar están los equipos con nombre normal, de ciudad, lo que es bastante lógico: Villarreal, Valencia... que se llaman Club de Fútbol. Estos dos barbarismos ya aceptados crean en problema del plural. Antes de decía «clubs de fútbol». Ahora la Academia quiere «clubes». (Esta forma de pluralizar palabras extranjeras acabadas en consonante es horrible. Por ejemplo pub, ‘establecimiento de bebida’, queda muy mal en la frase «Esta noche, yo y mis amigos nos vamos de pubes.»)


Pero siempre hay un listillo que quiere sobresalir y no sabe cómo. Y así, un club, en vez de Club de Fútbol quiere llamarse Fútbol Club (el Barcelona, Barça para los amigos). Este giro inglés, trasladado a oficios, por ejemplo daría «electricista perito», «industrial ingeniero», «bolsa agente» o «limpieza señora».


Luego están los que tienen delirios de grandeza y se llaman Real Madrid o Real Zaragoza, igualándose injustamente con la Real Fábrica de Tapices, pues «Real» implica patrocinio real. (A lo mejor el Real Madrid lo tiene. Eso explicaría muchas cosas.) Además, si sólo uno fuera real, estaría bien. Al serlo varios, se pierde prestigio. Yo propondría dejar Real Zaragoza como está (los maños que se aguanten) y cambiar el otro a Imperial Madrid. ¡Todavía hay clases!


Ahora bien, pase por que una ciudad sea real, ¡pero una sociedad!. La Real Sociedad es casi una contradicción en términos y no está muy clara su relación con el deporte. Podría ser la abreviatura de la Real Sociedad para el Cultivo del Champiñón.


Y después vienen los otros que quieren ser distintos: el Bétis Balompié, más castizo. Pero «balompié» no es buen castellano, sino un calco lingüístico, traducción literal del foot-ball inglés. Y luego el nombre del río, lo que ya no tiene lógica. ¿Y si otros equipos siguieran esta norma? ¿Qué tal quedaría Manzanares Balompié? ¿O Pisuerga Balompié? ¿Y si la ciudad no tiene río? ¿Y si dos ciudades comparten el mismo río? ¿Qué hacen entonces, se lo rifan? ¿Cómo debería llamarse el Córdoba: Bétis Balompié Más Lejos de la Desembocadura? ¡Qué ganas de complicarse la vida!


¿Y qué me dicen de los que se ponen étnicos? Como el Celta de Vigo. Normalizada esta costumbre, tendríamos quizá el Vándalo de Sevilla, el Astur de Oviedo, el Visigodo de Valladolid, el Hebreo de Toledo o el Fenicio de Barcelona. Acabaríamos de un plumazo con nuestro bonito y fructífero mestizaje.


Otros definen su actividad, lo que no está mal. El Deportivo de La Coruña es uno de los nombres más logrados. Son deportivos, en efecto. Pero ¿y el Recreativo de Huelva? Si se lo toman como una jira campestre o una tarde de recreo en el Zoo o en el Parque de Atracciones, no deberían competir.


Otros definen su actividad, pero en inglés y naufragan miserablemente. El Sporting de Gijón hace el mismo deporte, pero en plan snob. Y el Rácing de Santander ya no se explica, pues racing significa ‘club de carreras’. Puede que, en efecto, sus jugadores corran mucho, pero ¿y la pelota? No parece que le hagan mucho caso a la pelota. Se limitan a correr y llegar antes a no se sabe dónde.


En cuanto a snobs liantes, nadie como el Athletic. Para no confundirse con el Atlético de Madrid, lo dejan en inglés para que así todo el mundo sepa que son de Bilbao. Buena lógica.


Luego está el Osasuna, palabra vasca que significa ‘la salud’. Ellos son así de raros. Si alguien lo entiende, por favor que me lo explique.


Cuando una ciudad grande tiene dos equipos, se suele armar también el lío. Sevilla lo resuelve con un río, como ya hemos visto. Valencia opta por Levante. Barcelona, en vez de hacer lo mismo y tener el Catalunya, lo llama Espanyol y eso allí ya es empezar con mal pie.


Soria opta por recordar su heroísmo pasado y denomina a su equipo Numancia. Así, el Valencia podría llamarse Sagunto C.F. Y ¿qué otros sitios heroicos tenemos? El Barcelona... ¿en qué localidad nació el Tambor del Bruch? El Real Madrid podría denominarse directamente Móstoles, por aquello del famoso alcalde que se rebeló contra Napoleón. Y los de Móstoles, si se quedan sin nombre para su equipo, que se chinchen. A fin de cuentas, en este país el Real Madrid tiene prioridad.


Los nombres mitológicos están bien. El Hércules de Alicante suena estupendo. Y el mundo greco-latino da para mucho. Podríamos tener el Prometeo de Santander, el Sísifo de Cádiz, el Ícaro de Córdoba o el Rómulo y Remo de Zaragoza.


En otros países tampoco son mancos en eso de poner nombres estúpidos. Algunos son combativos, como el Arsenal, que parece decir: «Tenemos guardadas armas de destrucción masiva. ¡Cuidado con nosotros!». Otros usan nombres de héroes, como el Ajax de Amsterdam. (¿Qué tal quedaría la noticia «Hoy se juega el derby regional El Cid-Viriato»?) A otros les ha quedado el nombre irreconocible, más allá de toda explicación, como el Boca Juniors. Otros parecen querer demostrar algo, como el Juventus (¿Es que creen que en los otros equipos sólo juegan viejos?) o el Manchester United (¿Es que iban a jugar los once por separado? ¿No se pensaban pasar la pelota?). El mejor es, sin duda, el Paris Saint Germaine (que equivaldría aquí al Madrid San Isidro Labrador.)


En un afán de llevar la cultura al mundo del fútbol, yo propongo cambiar los nombres de los equipos por otros tomados de la literatura (las novelas de Emilio Salgari, por ejemplo, dan mucho juego: podríamos usar Los Tigres de Mompracem o Los Piratas de la Malasia). Si se ha de mencionar el número de jugadores, se podrían adaptar los títulos. Habría equipos como Los Once Mosqueteros o Los Once Jinetes del Apocalipsis.


Se podría recurrir también al cine y tendríamos Once del Patíbulo, Once Negritos, Once Samuráis, Once Hombres sin Piedad.


O a la ópera: Deportivo de los Maestros Cantores de Nuremberg, Los Nibelungos F.C.


Sé que mi propuesta no fructificará y dentro de unos años las empresas acabarán adueñándose de los equipos. Una quiniela del futuro podría ser:


Unión Fenosa - Campofrío
Endesa - Pescanova
Santander - Repsol YPF
Telepizza - Catalana Occidente
Telefonica - Sos Cuétara

Ése sería definitivamente el final del fútbol en nuestro país, porque entonces los partidos los iba a ver su tía la del pueblo!"

1 comentarios:

la aguja 31/3/07, 23:10  

Pues sí, hay un equipo en Oviedo que se llama Oviedo Astur C.F.

Y sobre Osasuna, y dado que la "a" final es el artículo, que en vasco es sufijo, es redundante decir "el Osasuna". Hay que evitar poner el artículo delante: "hoy juega Osasuna" y no "⊗hoy juega el Osasuna".

Pero eso quedará para los puristas. Aunque en la tele me consta que lo suelen decir bien.

Sobre el último comentario en el original, que se me antoja algo agrio, decirle a nineu (aunque algo tarde) que se lea la web del club, donde entre otras acepciones quizá más acordes reconocen la de "salud".

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).