EL EURODIPUTADO AGUAFIESTAS Y ANTIMADRIDISTA
Nadie conocía al señor don Joan Bernat excepto en su casa a la hora de comer, pero con unas cuantas palabritas acaba de hacerse más famoso que Petete. Don Joan es un señor sociolingüísta nacido en Ibiza. Hace unos añitos se presentó a las elecciones europeas como cabeza de lista de un partido-ensalada llamado Europa de los Pueblos, donde había todo tipo de hortalizas políticas: desde Esquerra Republicana de Cataluña al Partido Andalucista, pasando por Iniciativa Ciudadana de La Rioja o Andecha Astur. Como se ve, gente de andar muy por su casa. Don Joan sacó acta de diputado (los milagros se dan algunas veces) y desde entonces anda por Bruselas, en el Parlamento Europeo, haciendo patrias chicas.
Dado que en el Parlamento Europeo los 785 eurodiputados se aburren como ostras (incluido el bueno de don Joan), de vez en cuando les organizan unos saraos en dependencias cercanas para que dejen de bostezar y despierten de su cómoda rutina. Lo mismo aparece por allí David Bisbal dando alaridos que se organizan homenajes a clubes de fútbol, el deporte que más mola y matrimonia a la ciudadanía europea. Esta vez le tocaba al Real Madrid, con exposición de afotos, trofeos y demás bagatelas históricas. Ya se sabe: el deporte es muy importante en la “curtura” europea, el Madrid defiende los valores europeístas y el eurodiputado que quiera salir en las fotografías, que coja una camiseta del Beckham y, mientras la muestra a las cámaras, que eche una corderil sonrisa.
Pero, claro, en todas las fiestas siempre hay un aguafiestas. Era la ocasión que tantos meses llevaba esperando para poder salir en los papeles y hacerse un currículum de pedigrí patrio. “Ahora digo yo que el Madrid fue un estandarte fascista, que ganó seis copas de Europa porque el franquismo manejó bien los entresijos del fútbol europeo y me hago el rey de la pista y del mambo”. Dicho y hecho. Don Joan Bernat dejó a un lado la lingüística, la tiza de su docencia desertada, el seny catalán y hasta la butifarra con monchetas que se estaba comiendo en una tartera, y se puso a despotricar contra la historia del Real Madrid.
A algunos nos habría encantado que el profesor Bernat hubiera citado una amplia bibliografía como apoyo a sus tesis político-futboleras. Al fin y al cabo, cuando él nació el Madrid ya había ganado sus cinco primeras Copas de Europa, así que todo lo que parece saber de las mismas no lo ha vivido en primera persona sino de oídas, leídas o cantadas. En su defecto, habría sido todo un detalle habernos mostrado las páginas del “Manual del Perfecto Militante Integrado” que ERC regala a todos sus feligreses (a modo de catecismo del Padre Ripalda, pero en versión laica), donde a buen seguro se habla del talante fascistoide de Di Estéfano, Puskas, Kopa, Miguel Muñoz, Amancio o Gento, que aunque jugaba de extremo izquierda, en realidad era un falangista infiltrado proveniente de la vieja guardia moro-cantábrica.
Incluso la sexta Copa de Europa ganada por el Irreal Madrid en la temporada 65-66 (la cual el Puñetas vio con sus ojillos infantiles), el eurodiputado ibicenco se la endilga también a los enchufes franquistas del club blanco (que para don Joan es, más bien, marrón). La única Copa de Europa de la historia que ha ganado un equipo sin un jugador extranjero en sus filas. Un Madrid “ye-yé”, al que aquella temporada le tocó la lotería europea porque el equipo –plagado de jóvenes imberbes y novatos- estaba en renovación y no era nada del otro jueves. Sin embargo, aquella Copa también la ganó el cacatúa de Francisco Franco, bajo presuntas amenazas a los dirigentes de la UEFA: “O gana el Madrid, o vuestros pescuezos serán rebanados y echados a los perros sarnosos…”. Menudo pájaro era aquel enano disfrazado de general aflautado.
Ya digo, todas las acusaciones sin una bibliografía justificativa y unas referencias históricas documentadas. Pero eso es lo de menos. El señor Bernat ya podrá presumir ante sus nietos que hizo algo útil como europarlamentario. Un buen día de junio de 2007 se hizo más famoso que el Papa poniendo a parir –con un odio muy sano y democrático, eso sí- al equipo de la España franquista, ese Real Madrid imperial y facha donde hasta tienen un sir inglés llamado David Beckham. ¡Al fin lo conseguiste, Joanito: ya eres más conocido que Petete, en cuyo libro debiste adquirir tu enorme cultura futbolística! No sabes como envidio el pelotazo que acabas de dar…
9 comentarios:
Extraordinario su artículo, señor Puñetas. He estado mirando los años aquellos de las cinco copas de Europa seguidas y el Real sólo ganó dos ligas. Curiosa manera de ayudarle el régimen: fuera de España, donde no pintábamos nada, y en cambio dentro, no le hizo ningún favor.
Un saludo de alguien que le le lee a menudo aunque no tengo por costumbre hacer ningun comentario, pero hoy merecia la pena.
Estareis conmigo en que si no fue el equipo del regimen franquista, al menos gozó de sus favores y propaganda...
Querido amigo anónimo, dos puntos. Tienes más razón que San Cucufato. Estamos de acuerdo en que Franco no marcó los goles que lograron las Copas europeas del Madrid ni compró a los árbitros para que se las regalasen, tal como sugiere desnortadamente el político de ERC. Pero es evidente que el franquismo intentó utilizar la popularidad del Real para, subiéndose a sus lomos, sacar provecho. Y en este aprovechamiento, lo mismo se escapó algún favorcillo, penaltejo o fuera de juego gurucetano.
Pero esto no es una cosa típica de aquel general birrioso. Todos los sistemas políticos y gobiernos utilizan a los deportistas (a sus éxitos, claro) para consumo interno y externo. Recuerda la de movimientos apresurados de culo que hicieron el Rey y el Presidente del gobierno para ver quien recibía antes a los campeones del mundial de baloncesto. O mira los palcos de los principales equipos, a rebosar de las autoridades correspondientes, que caso de triunfo, pegarán unos botes de satisfacción superiores a si hubieran ganado las elecciones. (Es que piensan que el triunfo de los "suyos" les va a ser favorable en su provecho).
Pero una cosa es que dictadores, demócratas o reyezuelos se te suban a la chepa para chupar cámara porque eres famoso, has ganado un mundial o cinco copas de Europa seguidas, y otra bien distinta la majadería que ha dicho el señor Bernat. Al menos mientras no lo demuestre con luz, taquígrafos y pruebas. Suponiéndole del Barça, no me extrañaría que otros chalados del otro bando salgan un día de éstos con la historia oculta (pero también sin pruebas tangibles) de ese club pelotero que es "algo más que un club".
Mejor corramos un estúpido velo al asunto y que el tal Joan aspire a la presidencia del Ibiza C.F. para que pronto lo veamos en Primera División.
La verdad es que estos nacionalistas ya no saben que van a hacer para criticar todo lo que suena a español y puestos a criticar pues critican a un club de futbol que poco tendría que ver con el anterior regimen y menos en el ambito europeo.
Esta gente no se da cuenta de que nuestro antiguo jefe de estado murio hace treinta y dos años y siguen erre que erre.
Amigo, hay mucha gente por ahí (entre la que abundan muchos nacionalistas de todos los pelajes) que está aquejada de "franquitis crónica", una enfermedad que -como dices bien- debió quedar erradicada hace ya bastantes años gracias a la vacuna de la democracia. Sin embargo, mucho personal la tiene incubada en las neuronas (algunos en un caso patológico, pues ni siquiera vivieron en esa desgraciada época, pese a lo cual se han contagiado) y no hay manera de sacársela de encima. ¿Y sabes porqué? Mi médico de cabecera, que también sabe mucho de política, me lo ha dicho una vez en la consulta, donde también hablamos de estos temas: Puñetas,la franquitis crónica sólo se cura con muchos frascos y jarabes de democracia. Eso que nuestros recalcitrantes nacionalistas de uno y otro signo toman escasamente en el desayuno, almuerzo y cena. Y, claro, no se curan. Así nos salen frecuentemente con estas paridas, como la del eximio Joan Bernat. Un cordial saludo.
Amigo Puñetas, ya he dicho en otra ocasión que hace mucho tiempo oí a un tipo (siempre he lamentado no saber su nombre) que en la radio dijo refiriéndose a nuestro país algo así como: "para que una democracia se asiente han de pasar cien años".
En aquel momento me pareció una chorrada como un templo. Hoy la suscribo plenamente. Aquel era un tipo sabio, sin duda.
Después, con nuestro jovencito sistema pretendemos dar lecciones de democracia a los estadounidenses que llevan doscientos y la tira de años (sólo con ese pico ya nos doblan en edad). No sé yo si dentro de cien años nos pareceremos más a los gringos de lo que deberíamos.
Pero dejemos de tentar la suerte y las iras de tus lectores (que veo con mucho agrado que hoy se han soltado la melena y se han animado a eso que tanto gusta a quien escribe, que no es otra cosa que contrastar ideas a través de los comentarios) y opinaré sobre el tal Bernat.
Quiero yo pensar que el hombre se sintió como un crío en una fiesta de cumpleaños ajena. Quiero decir, que el niño-Bernat no era el centro de la fiesta y no se sintió a gusto.
Y como niño al fin, le dio una pataleta y rompió algunos protocolos.
La envidia no es cosa sana. Y si uno es eurodiputado ha de pensar antes de armarla que nos representa a todos, incluidos los del Irreal Madrid, como gustas de llamarlo.
Me parece muy digno que cada cual defienda su nacionalismo como dios le dé a entender. Pero yo le diría al tal Bernat lo que me dijo un carpintero en una ocasión: "Puedes decir que tu pan es bueno. Incluso puedes decir que tu pan es el mejor. Lo que no puedes decir es que el pan de los demás es malo".
¿Crees que lo entendería, o tal vez habría que traducírselo al lenguaje de los niños enrabietados?
¿Tú has visto que los políticos hagan lo que te dijo ese carpintero? En España está prohibida (o, al menos, no se estila) hacer propaganda negativa del tipo "la colonia tal apesta y la colonia cual es putrefacta, mientras que la nuestra huele a dioses". Pero en la política, y en su publicidad, sólo se dedican a poner a parir a los rivales, mientras que su propia mercancía apenas la refieren. Y así tienen el descrédito que tienen estos tipos.
El tal Bernat sólo demuestra -como dices bien- infantilismo. Pero ahí lo tienes, haciendo el ganso por esas Europeas.
Bernat Joan, no Joan Bernat.
Pues sí, tiene razón el anónimo comunicante. He consultado la interné esta y ahora se llama este hombre don Bernat Joan. Pues, oiga, juraría que entonces se llamaba Joan Bernat... Al menos así recuerdo haberlo leído en la prensa y tal. En cualquier caso sigue siendo el mismo personaje que entonces por lo que hablamos de un tema menor. Otra cosa sería (y todo podría ser, visto lo tal) que el buen hombre tampoco hubiese dicho lo que dijo y que refirieron los periódicos y hojas parroquiales.
En cualquier caso, Puñetas Juan aprovecha la ocasión que me brinda para felicitar a don Bernat porque su equipo va a ganar este año muchos titulillos. Lo único que espero es que mantenga la boquita cerrada si es que piensa soltar alguna parida futbolera sobre el rival eterno, conmemorando la del 2007 (de ser cierta, que a este paso ya empiezo a dudar hasta de mi nombre). O al menos, que lo que diga resulte gracioso...
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