SE ACABÓ EL CULEBRÓN DE MCLAREN
En nuestra encuesta de la columna derecha del Arco, los pocos que han votado se han decantado en un 50 % porque a ellos el asunto de Hamilton-Alonso les importaba un pimiento, pero –para mí- que no eran sinceros. El culebrón nos ha engachado bien enganchados a lo largo de todo el mundial y aunque su final ha sido sorprendente, era el mejor de los posibles ya que a todos dejaba contentos.
-¿Y a Mclaren, también, Puñetas? ¿Con la de pasta que le ha costado no ganar nada, ni siquiera el reintegro?
Pues sí, caballero. A Mclaren y Mercedes les sobra la pasta gansa pues venden coches a “puñaos” ya que sus clientes habituales suelen ser gentes de abultada cartera y a ellos no les afecta la crisis inmobiliaria, el cambio climático ni que gane Sapatero o Ansar, Bush o Putinov. Tienen garantizado el mercado por los siglos de los siglos. No sería necesario que participase en el Mundial, pero ya se sabe que a los ricachones les encanta presumir y hacerlo con un coche fabricado por una empresa que pelea siempre por el título del Mundial viste mucho. Que es de lo que se trata…
Gracias a esta rivalidad entre España e Inglaterra, la cosa ha estado este curso la mar de entretenida. Así que esperemos que Alonso aguante otro añito más en Mclaren para garantizar la continuidad del culebrón, al que debería sumarse Ferrari con sus dos pilotos, el Raikkonen y el Massa, que también tienen derecho a picarse entre ellos. Es más, lo están deseando. Al fin y al cabo, este deporte es más soso que mi tio Abundio, salvo accidentes o imprevistos (corren muchos pero al final son cuatro gatos los que se la juegan; los demás van de comparsas). Así que hace falta echarle un poco de salsa y perejil al asunto. Nadie me negará que este año rebosaba la Fórmula de lo uno y lo otro.
Por eso, desde esta página tan poco seria en según qué cosas, proponemos que al culebrón Mclaren (¡Fernando, sigue otro añito, por fa!), se añada Ferrari con el suyo, se realicen más espionajes (eso siempre da bastante emoción al cotarro) y, sobre todo, se incorporen al circo de las cuatro ruedas novedades que ya existen en las carreteras habituales. Así, por ejemplo, no estaría nada mal que se soltasen varios perros y gatos en mitad de cada carrera, para que los conductores de a pie viéramos como los sortean los mejores pilotos del mundo. O que se incorpore un piloto borracho que vaya en dirección contraria, tal como suele pasar a menudo en las carreteras españolas.
Puedo seguir dando ideas, pero me temo que nadie me va a hacer caso. Pensarán acaso que son demasiado peligrosas. ¿Y qué? Millones de conductores mediocres nos exponemos a ellas todos los días del año y la mayoría sobrevive. ¿Por qué no lo van a hacer los Alonso, Hamilton, Raikkonen, Massa y toda la morralla que va siempre detrás con un coche de baratillo y a tropecientos minutos del primero?
2 comentarios:
No soy dado a las frases hechas, pero en esta ocasión no puedo evitar recodar aquellas de que "quien siembra vientos, recoge tempestades".
El tipo este, con hipocorístico de bebida alcohólica, no tendría precio en un vestuario de primera división. Si con dos egos le han crecido los enanos, no me quiero imaginar cuando tuviera que dirigir a 22 chulos adinerados a cual más egoísta, ególatra y egocéntrico.
Pues ahora hay el rumor (completamente infundado, desde luego) de que MacLaren quiere fichar al mítico Schumacher para que haga parejita con Hamilton. Si es cierto el rumor, es que el tal Ron es más idiota de lo que parece, porque si Alonso tiene geniecito y se cree el astro rey, no digamos el bueno del Schuma... En fin, que se acabó el tinglado y ahora empieza a venderse el tenderete invernal de te compro, me traspasas, me vendo. ¡Nunca un deporte tan soso consiguió que se hablase tanto de él, al menos en España!
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