28 de noviembre de 2007

KASPAROV, CON MÁS MORAL QUE EL ALCOYANO

KASPAROV, FOR PRESIDENT. El ya retirado campeón del mundo de ajedrez, Gari Kasparov (asqueado por la mugre politiquera que rodea a este deporte a nivel directivo), en vez de ocuparse de vivir de las rentas millonarias, cultivando margaritas u hortalizas en cualquier país democrático, tiene metida entre ceja y ceja la idea de que Rusia puede llegar a ser un país civilizado en cuanto se desaloje del poder y del Estado a una casta dirigente corrupta, casposa y delincuente como la que lidera el camarada Putin, ex jefe de la KGB y al que más de uno llevaríamos ante un tribunal de crímenes contra la humanidad o de derechos humanos. Lo tenemos difícil. Es más, cualquier día de éstos le dan el premio Bobo-Nóbel de la Paz. Por todo ello, que un deportista adquiera un alto compromiso político en un país donde estar frente al poder es jugarse el pescuezo y la vida tiene un mérito enorme que aquí subrayamos con enorme simpatía y solidaridad, aunque las palabras sirvan de poco. A fecha de hoy el campeón está en prisión incomunicada por participar en una concentración de protesta. Sin derecho alguno, incluido el de ser asistido por un abogado. ¿Y quién es el responsable de esta nueva putada? Pues un sátrapa llamado Putin, al que deseamos que le entre una diarrea crónica y no pueda levantarse de la taza del WC ni para ir a acostarse. Más no caerá esa breva porque todos los hijos de putin suelen tener una salud de hierro. Y luego dicen algúnos crédulos que hay dios… ¡Sí, sí…!



CON MÁS MORAL QUE EL ALCOYANO. El conjunto compostelano de baloncesto Obradoiro lleva la friolera de 17 años peleándose con la ACB y la jurisdicción deportiva (Federación Española de Baloncesto y el Consejo Superior de Deportes) para que le admitan jugar en la Liga ACB. Parece ser que tras la última sentencia del Tribunal Supremo dándole la razón al Obradoiro, por fin lo podrá hacer aunque no se sabe con qué dineros pues anda con las arcas más bien vacías: supongo que por tanto gasto en abogados y recursos judiciales. Todo empezó por una reclamación que hizo allá por 1990 sobre una alineación indebida de un jugador rival en una eliminatoria decisiva. Todo lo que ha venido después lo cuenta la sentencia última del Supremo, aunque el menda es incapaz de sacar nada en claro dado que la jerga judicial, llena de oscurantismo y palabrería vana y opaca, le resulta absolutamente incomprensible. (Si tras leer la sentencia, alguien se aclara sobre el vía crucis judicial de Obradoiro, que nos lo cuente…). Lo único claro del asunto kafkiano es que la ACB deberá admitir al Obradoiro para la temporada próxima. Cosa que, por cierto, el Puñetas duda, por mucho Tribunal Supremo que haya por en medio. ¿Qué se apuestan? En cualquier caso, a los directivos del club gallego habría que darles la medalla de oro de la Mosca Cojonera. Se la tienen bien ganada. O dicho de otra manera, “tienes más moral que el Alcoyano…, perdón, que el Obradoiro”.

2 comentarios:

la aguja 3/12/07, 3:05  

El problema que le veo yo a esta aventura de Kasparov es que en el ajedrez es prácticamente imposible hacer trampas, mientras que en la política es imposible no hacerlas para triunfar.

Puede parecer una majadería, pero si no se adapta y va de caballero por la vida lo van a dejar enrocado en un calabozo a perpetuidad. Si molesta en demasía aparecerán pruebas y testigos falsos como para tirar la llave al Moscova. Y no le van a dar tablas, que Putin ya se habrá leído esa obra de Maquiavelo que casi tiene nombre ajedrecístico.

Lo del Obradoiro me sugiere una pregunta muy simple: ¿y la indemnización por el dinero gastado y el dejado de percibir?

Juan Puñetas 5/12/07, 20:21  

Lo del Obradoiro me temo que quedará en aguas de borrajas, ya sabes, una nueva apelación y que pasen otros tropecientos años. Lo mismo les da tiempo a los de la ACB and Company a que se arruine definitivamente el club gallego, a que desaparezca o a que se aburra...

Lo de Kasparov está todavía más crudo. Que se dé por contento con estar de vez en cuando visitando la cárcel. A otros y otras el asunto les ha salido más caro, incluida la muerte y el asesinato. Yo, sinceramente, con la pasta que debe tener en Suiza o aledaños el bueno del Gary, me largaba de la Madrastra Rusia y me dedicaba a cultivar hortalizas y a vivir apaciblemente. Lo que no quita para que mi admiración hacia Kasparov, antes deportiva, ahora sea política (a pesar de mi descreimiento absoluto sobre el tema). El hijo de putin es mucho hijo de putin... (Por cierto, que el otrora sempiterno rival de Kasparov, el tal Karpov, trabaja para el Putinov en un puesto importante. El Anatoli siempre fue del régimen, nunca ocultó sus preferencias políticas mamporreras y sigue haciendo carrera dentro del club de los indeseables. Para mí, como si se la machaca... (No me cae nada simpático).

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