6 de febrero de 2008

FIERAS A UN LADO Y OTRO DEL CIRCO - AVISO A LOS FOROFOS DEL FÚTBOL

FIERAS A UN LADO Y OTRO DEL CIRCO. Buen pollo se está montando en el circo de la Fórmula I por culpa de los gilipo y descerebrados que el otro día extendieron pancartas insultantes y racistas contra Hamilton, amén de largar por esa boquita que dios les ha dado para cagar sin necesidad de tener que ir al retrete. Cada vez abundan más estos gorrinos de dos patas que, por no representar no se representan ni a sí mismos, pero cuya estupidez congénita puede servir de pretexto para que a otros de la misma ralea, pero situados en la orilla o frontera de enfrente, también se les suba el pavo y arremetan en plan canalla e injusto contra los que nada tienen que ver con los indocumentados que empezaron el lío. Así que ya tenemos a los sensacionalistas medios británicos escribiendo que aquí por España hay mucho racista suelto y tal y cual. A lo que desde abajo de los Pirineos se suele responder que proyectan en otros sus propios demonios familiares, o dicho en refrán castellano, que cree el ladrón que todos son de su misma condición. La realidad es que, tanto a un lado como del otro, los comedores de alfalfa abundan en una proporción mínima si los comparamos con la gente de bien, pero no sé como nos la apañamos que al final siempre los imbéciles minoritarios acaban tomando el rábano por las hojas y jodiendo la marrana. Así que desde aquí, en plan fino, mandamos a freír espárragos y buñuelos a los cafres de uno y otro país que se han subido tan artificialmente a esta burbuja, fastidiando nuestra hermandad de países civilizados sin ninguna necesidad. Lo único en que deberíamos llevarnos fatal los buenos españoles e ingleses es en la gastronomía. En eso somos casi irreconciliables y a mucha honra, pero por culpa de dos millonarios y sus cuatro latas…


AVISO A LOS FOROFOS DEL FÚTBOL.
Queridos amigos: como el Puñetas desea la mejor salud del mundo a todo el mundo (valga la redundancia y la verdad sincera), quisiera deciros a través de estas cuatro letras que médicos alemanes muy sabios han investigado cosas tan interesantes para vosotros, ustedes, como que "la pasión por el fútbol multiplica la incidencia de accidentes cardiacos" (publicado en el suplemento de salud del diario El Mundo). Lo han explicado con nombres rarísimos (que si función endotelial y monocítica…), pero que a la pata la llana significa que la podéis espichar simplemente por culpa de un penalti, un gol en el último minuto o una tarjeta roja enseñada por el arbitrucho a vuestro jugadorazo preferido. Ya avisados, ¿creéis que merece la pena irse al otro barrio por semejantes sandeces? Sí, ya sé que de algo hay que morirse, pero siempre será mejor de un hartazgo de jamón, de berberechos o de orgasmos que de goles. No sé si algunos apreciáis la diferencia, aunque sobre gustos ya dijo el clásico que no hay nada escrito. (El clásico de marras era analfabeto por parte de libro…No sé si lo barruntábais). En todo caso, sugiero que antes de empezar la temporada, los más exaltados y ansiosos, os hagáis un pequeño chequeo (paga la Seguridad Social) para prevenir males mayores. O en todo caso, ya que os gusta tanto el deporte, je, je, que os preparéis físicamente a lo largo de la temporada –por supuesto en los días en que no televisan ningún partido- para que así vuestro sistema cardiovascular esté tan entrenado y saludable como el de vuestros idolillos peloteros. Sé que este aviso sólo va dirigido a una mínima parte de los aficionados al futbolín, pero me daría con un canto en los dientes si con mi discursillo y recomendaciones consiguiera salvar la vida de un solo forofo. De nada, majetes.

3 comentarios:

Anónimo 6/2/08, 23:31  

Hola! excelente trabajo, me gusta mucho tu blog y queria ver si estabas interesado en intercambiar links con el mio.mi sitio es A Puro Gol y mi mail es apurogol@gmail.com

saludos

la aguja 10/2/08, 17:19  

Lo que no me ha gustado es que el ministrillo de deportes inglés pidiera explicaciones a sus homólogos españoles (y menos que éstos le atendieran). Si el muy hijo de la Gran Bretaña tiene más que callar que ninguno de sus colegas europeos. Ahora habrá que pedirle explicaciones a él cada vez que sus conciudadanos hooligans asalten una ciudad con la disculpa de un partidete de champioñes UEFA.

Sobre el corazón, qué decirte cuando los propios profesionales de la cardiología se dejan llevar también por las pasiones y sus instintos más primarios.

Aunque ahora que lo pienso, ser ultra-forofo de un equipo debe ser equiparable a practicar deporte. Corriendo o remando o pedaleando se eleva el ritmo cardiaco con los consiguientes beneficios cardiovasculares que ello supone.

Durante la asistencia a un partido futbolero en calidad de ultra-forofo el ritmo cardiaco también debe elevarse a 140/160 pulsaciones por minuto, con picos de 180/200 pulsaciones en momentos cumbre (penaltis, tarjetas, goles in extremis).

Por otro lado, el pelotazo de adrenalina que la neurona de estos ultras reciben cuando se enfrentan en una pelea a otros tan ultras como ellos o a las fuerzas de orden público debe ser lo suficientemente fuerte como para engancharse y acudir finde tras finde.

Sabido es que la adrenalina viajando a ciertas dosis por el cerebro crea una suerte de adicción. (Había por ahí un estudio —quizá científico— que justificaba así el que boxeadores, toreros, alpinistas y profesionales de actividades con similar nivel de riesgo siempre estén volviendo tras retirarse).

Juan Puñetas 13/2/08, 1:30  

Si por cuatro indigentes cerebrales estos periodistillos de la Gran Bretaña montan este pollo sin plumas, ¿qué deberíamos montar los que vivimos por aquí, tras ver el modélico comportamiento que realizan no unos pocos sino bastantes súbditos de su Graciosa Majestad cuando vienen a nuestras costas y hoteles y montan toda la pollería que bien sabemos?

Para mí que los medios de masas (entre los cuales incluyo ya a los políticos que chupan poder) viven del escándalo -que si no existe, se provoca o maximaliza-, que es lo que les da de comer.

Lo del tema médico es más serio de lo que parece, según los entendidos. Un tipo que se atiborra de cerveza, de porquerías comestibles, que se le sube el pavo de las pulsaciones gratuitamente porque se cree que está viendo un milagro, cuando sólo es un simple partido de fútbol, es un tipo que tiene todas las papeletas para llevarse un buen susto corporal.

Otra cosa es que algunos santos se dedican a proteger la salud de este personal excesivo, desprotegiendo en cambio a gente que merece un mejor trato dado que se cuidan a sí mismos, a su entorno y hasta al prójimo. Pero ya se sabe que en las cosas humanas y divinas la justicia anda desaparecida. (En realidad, todavía está porque asome las narices alguna vez...).

Así que no sabe uno si, al final, es mejor dedicarse a la mala vida corporal que a la buena...

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).