MATCH BALL AL PRESIDENTE MENTIROSILLO

Los ocho mejores jugadores españoles de tenis profesional, junto al capitán del equipo de Copa Davis, se han amotinado contra el Presidente de la Federación Española de Tenis, un tal Pedro Muñoz. Al principio de la semana emitían un comunicado en el que lo ponían a caer de un burro calificándolo de adoptar “formas dictatoriales, caprichosas y manipuladoras”, manifestándose “continuamente engañados en las decisiones tomadas desde su mandato” y pidiéndole que se deje ya de mentiras. La última jugada (que es la que ha servido de gota que colma el vaso) ha sido la de nombrar Madrid como sede de la eliminatoria de semifinales de la Davis, cuando los jugadores preferían una alternativa a nivel del mar por aquello de ponérselo más difícil a los norteamericanos. (Ya saben, los bombarderos yanquis basan su fuerte en la potencia y la velocidad y sería conveniente ralentizar el bote de la bola así como su rapidez. Algo de eso se hizo en Sevilla hace 4 añitos y resultó).

Sin embargo, el camarada Muñoz todo lo tenía ya decidido de antemano. Así que la consulta a los jugadores fue un embuste más y la tomadura de pelo a las otras sedes candidatas, también. Así que los jugadores se han hartado. Una cosa es que el Presidente ame la pela por encima de todo y tenga sus compromisos políticos y económicos a los que parece ser es bastante aficionado y otra no tener palabra o ser paladín del “donde ayer decía digo ahora digo Diego”. (Según el diario EL MUNDO, el camarada ha sido investigado por contratar los servicios de empresas vinculadas a él o a miembros de su familia para que trabajen –y facturen- a la Federación Madrileña de Tenis; en la justicia de tócame roque que tenemos en España, esas actividades no están mal vistas, pero algunos dudamos que eso sea muy ético, aunque esto de la ética sólo empieza a importar a los escasos profesores de filosofía que aún no han sido exterminados por el sistema educativo).

Total: que el lío se ha montado y que al final será Madrid donde transcurra el evento de una Copa Davis a la que habría que darle el cerrojazo. Primero porque el tenis es un deporte eminentemente individual y no parece que esos fervores patrióticos y nacionales que se gasta la susodicha cuadren muy bien con el mundo superprofesionalizado y dicharachero del tenis moderno. Y, en segundo lugar, porque es un torneo donde prima en exceso el sorteo, la suerte y el cachondeo. Jugar en tu propio país supone un ventajismo completo ya que se opta siempre por pistas prefabricadas y pelotas manufacturadas ex profeso para joder el juego del rival. Un desmadre donde, si tienes la suerte de jugar la mayoría de los partidos en casa, podrás hacer el agosto. Encima está la presión que el jugador siente porque en este atípico torneo no sólo está jugándose su particular bolsillo si no que “representa” a su país. Una memez que muchos no aguantan.

Por todo ello, los jugadores son los primeros interesados en querer cortar el bacalao en este tema (y en otros) pues no en balde son los que se juegan las habichuelas y las pelotas en el invento. De ahí que algunas veces más de uno haya rehusado acudir a determinada eliminatoria al considerar más prioritarias otras alternativas. Y de ahí que les moleste cantidubi el que un señorito de despacho y que no rasca bola les tome por el pito de un sereno. El Puñetas les comprende y apoya. (Vean aquí uno que opina lo contrario. Pues bueno, pues vale…Debe ser de los que opina que el jefe siempre tiene razón).

Así que los acontecimientos próximos deberían ser que don Pedro Muñoz se vaya a freír espárragos pasado mañana y que los jugadores que lleguen sanos y con ganas al mes de septiembre intenten ganar a los Roddick y compañía en el Madrid asignado. Y, en un futuro, que Rita la Cantaora juegue la Davis. Salvo que a los jefes y jefecillos del sarao les dé por reinventarla haciendo que los equipos participantes jueguen en pie de igualdad y sin tantas trampas de los unos y los otros. Ahora nos tocaba hacerlas a nosotros pero el Presidente de la Federación de Tenis tiene más interés en sacar unas pelas de la eliminatoria que poner las bases para ganar la famosa ensaladera este año. Éste ni con match ball se larga a su casa a plantar cebollas.