28 de octubre de 2008

EL SÍNDROME MIJATOVIC

Recuerdo a Mijatovic, actual director deportivo del Irreal Madrid, cuando su época de jugador: con las manos en alto, protestón y quejica. Ahora que ha subido muchos peldaños en el escalafón, sigue igual. Lleva quejándose esta temporada (y la anterior…) de los arbitrajes que le hacen a su equipo. Lo hace con escasos argumentos porque lo suyo nunca ha sido el darle a la pelota (me refiero a la que tenemos sobre los hombros). Este domingo bramaba: “Estoy disgustado y preocupado por los arbitrajes que estamos recibiendo. Me están preocupando de verdad. No sé qué está pasando y no quiero rajar demasiado, pero tenemos razón para estar preocupados”. Sí, está muy preocupado el hombre. Sin motivos, pero muy preocupado. Tiene uno la impresión que le pagan sólo para estar preocupado y decirlo a menudo con cara de malafollá.

¿Alguien se imagina al banquero Emilio Botín preocupado porque el precio de la leche o de las patatas está por las nubes? ¿O porque el fontanero que le ha arreglado la caldera de la calefacción le ha cobrado 200 euros por la chapuza? Sigan imaginando el despropósito, pero cambiando al millonario banquero por el todopoderoso Real Madrid y al tendero y al fontanero por un árbitro. Sencillamente, ridículo. O enfermizo, que viene de enfermedad y que por ahí, por el síndrome arbitral, podrían explicarse algunas salidas de banco de don Pedja. “Mi deber es mostrar la preocupación que tenemos” –ha recalcado. Sí, está preocupadísimo el hombre y la palabreja no se le cae de la boca. Así que si él está “mu preocupao” adivinen como deben de estarlo los del Osasuna, Gijón, Málaga, Almería… Acojonaos, porque si la “mafia” arbitral ningunea al todopoderoso, qué no será capaz de hacer con los mindundis y desgraciaos…

Pa mí que la cosa es sindromática. Tener mucho poder aleja de la cruda realidad y cualquier ligero revés, rasguño o contratiempo se ve –a ojos del poderoso- como una afrenta, una manía, una persecución o una conspiración. Les pasa mucho a los políticos, que se creen intocables porque tienen un boletín oficial en el que escribir sus paridas submentales. Así que, desde el modestísimo Arco, pedimos a don Mijatovic y su amiguete Schuster que se vayan a un club modesto de Primera para saber lo que es bueno. A lo mejor empiezan entonces a enterarse de qué va la película, aunque da la sensación que ni por esas. Menos mal que en la Masía barcelonesa ha aterrizado un Guardiola muy asentado por el momento y todavía es capaz de decir cosas tan sensatas como que “el Barça y el Madrid no se pueden quejar”. No pueden ni deben. No los cree ni el lucero del alba.

2 comentarios:

Anónimo 29/10/08, 3:21  

A mí este tío siempre me ha dado mala espina. No sé qué está pasando, pero siempre me ha dado mala espina. No quiero decir mucho más, pero tengo razón para que me dé mala espina. Mi deber es mostrar la mala espina que me da.

Juan Puñetas 29/10/08, 23:25  

O sea, que tú también estás tan preocupado como él, pero porque te da muy mala espina. Yo también estoy preocupao porque el tipo está preocupao, aunque lo suyo -más que darme mala espina- es porque tiene muy mala follá. Si fuera de Granada, pues vale, pues va en la partida de nacimiento, pero es que viene de los Balcanes, aunque ya parezca hijo adoptivo de la Alhambra. Lo que es claro es que está mu preocupao y que nosotros también, por su mala espina y su mala follá. ¡Qué preocupación tenemos los tres!

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).