11 de noviembre de 2008

¡MADRE, LA QUE NOS HA CAÍDO ENCIMA!

Son las 23,30 de la noche de un aciago martes otoñal titulado 11 del 11 de 2008. Fuera del ordenador hace una rasca que te cagas mientras que leo asombrado, patidifuso, patitieso y paralelepipedesco (vale reírse) que el Real Madrid, ese al que algunos califican graciosamente como “el mejor club del mundo” ha sido eliminado esta noche por un equipillo de aficionados llamado Real Unión de Irún. ¿Pero qué habéis hecho, malandrines? ¡Ahora tendremos que aguantar durante siete días y siete noches la tremenda tormenta de rayos y truenos que los medios mediáticos y paralelepipenses van a descargar sobre nuestros huesos mortales en torno al drama calderoniano del club de ese mago de la diplomacia y del buen rollito que responde al nombre de Schuster! (Tómese, amigo lector, un ligero respiro porque tras leer la extensa exclamación anterior, lo mismo se ha quedado medio traspuesto por falta de aire!

Si no fuera por el rollete del trabajo, que es el que me da para pagar el ordenata con el que ahora escribo esta gilipollez, cogería el petate y el Vueling en busca de lugares recónditos del planeta donde no lleguen los lagrimeos, jadeos y gemidos que la deshonrosa eliminación del Irreal Madrid va a traer de reata en cuanto suenen las doce campanadas de medianoche en este martes de pasión. ¡Y todo por vuestra culpa, futbolistas de atrezzo, sí, vosotros, los del Real Unión, que no habéis pensado en que era mejor caer rendidos en el Bernabéu a ser los responsables de que nos maltraten, apaleen y acosen sexualmente todos  los periodistas, periodistos y paralelepípedos que –dentro de unos minutos- van a empezar a lloriquear, a maldecir, a poner a caldo al alemán ese, tan simpático, tan dicharachero, tan amigo de los árbitros!

En menudo lío habéis metido a medio país, chicos del Irún… ¿No os bastaba llevaros unas bellas fotografías del campo del miedo escénico, unas camisetas blanquecinas con las firmas en tecnicolor y surround de vuestros ídolos  y un souvenir del Irreal, evocando sus tropecientas Copas de Europa? Yo os maldigo, amiguetes míos, por dar origen a la madre de todas las derrotas, esa que nos va a restregar por tierra, mar y aire el poderoso ejército periodístico promadridista en cuanto acabe de darse cuenta de la tragedia que habéis ocasionado por culpa de vuestra frivolidad, de vuestras ansias de victoria, de vuestro desparpajo y hasta de vuestro buen fútbol. Claro que, bien mirado, la semana pasará y otros polvos sustituirán a estos lodos y en lo que resta de temporada ya tendrán nuestros amigachos deportivescos un pretexto menos para desbarrar sobre la vida y hacienda de Raulito y su Brigada Internacional. Encima, lo mismo tenemos suerte, echan al Schuster y contratan a alguien que sepa contar chistes y entretenernos en nuestras largas horas de asueto con más gracia que el hispanoalemán. Pese a los buenos deseos, ¡vaya paralelepípeda semana trágica que nos espera!  

2 comentarios:

la aguja 20/11/08, 1:19  

Esta competición debería ser jugada sólo por jugadores españoles; aunque claro, con esto de las nacionalizaciones, al final tampoco tendría sentido. Deberían fijar que se jugara por jugadores españoles nacidos en España, o los que tengan más de dieciséis años de nacionalidad española; algo así para que no se la saltaran a la torera.

Yo quiero pensar que ahora tienen una competición menos en la que pensar, y más tiempo para centrarse en lo que realmente les interesa; aunque claro, caer a manos de un equipo de segunda B no es cosa agradable de recordar.

Juan Puñetas 22/11/08, 14:05  

Aquí lo que pasa es que hay una sobreinformación sobredimensionada y sobreabundante sobre el sobreRealMadrid. Un empacho, vamos. Si el equipo éste entrenara y jugara en una capital de provincia cualquiera (donde los periodistillas sólo van cuando se comete un suceso luctuoso o hay una noticia gilipollesca), casi nadie sabría nada de lo que se cuece en esta santa casa, más publicitada que los ligues de la Obregón.

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).