4 de noviembre de 2008

SE ACABÓ POR HOY LO DE GASTAR GASOLINA A ESPUERTAS

Se acabó el derroche por este año. La Fórmula Guán cerró los talleres tras el último gran premio de Brasil, donde Hamilton demostró que es un excelente campeón. Una carrera bastante más emocionante de lo previsto y menos de lo que nos contaban por la tele el Lobato y compañía. Hay que reconocer que son unos magníficos vendedores de humo. Por eso trabajan para la televisión. Al final, cuando todo parecía que el negrito inglés acabaría con una frustración de caballo, en la última curva adelantó a un piloto desconocido, de esos que están en la Fórmula Guán para hacer bulto y que  se vean  un montón de coches muy aparentes, aunque luego sean siempre tres o cuatro los que cortan el bacalao. Ya digo, en la última curva pisó el acelerador a tope y entró como campeón del derroche gasolinero. ¡Felisidades, macho!

Fernando Alonso quedó segundo demostrando que es un piloto de fiar aunque lleve entre manos un bólido Renault, modelo “cacharrete”. El culebrón de si  se va a Ferrari o no la próxima temporada anda la mar de emocionante, manteniendo la tensión ficticia de estos casos hasta que el personal –con la llegada de los fríos- se olvide de los coches de carreras y se pase corriendo al fútbol. Queda demostrado que Fernandito es un chico listo pero un poco rencoroso y no olvida al negrito Lewis, otro que tal, aunque al final la sangre no ha llegado al río. En algún momento el Puñetas esperaba que hubieran hecho un duelo a ver quien sacaba primero la pistola, perdón, a ver quien arrancaba primero su bólido y lo estrellaba contra el otro. Es bueno eso de la rivalidad deportiva siempre que no trascienda a lo personal y se contenga dentro de los límites de la mayor cortesía y buenas costumbres, pero me temo que en Spain algunos capullitos de alhelí ya los han traspasado. Y eso nos revienta, francamente. Aquí somos amantes del fair play, de la deportividad y de la buena educación, así que el numerito que una paginucha web montó hace poco nos ha parecido digno de recibir una buena colleja (virtual, por supuesto).

Los antideportivos se hacían llamar “pinchalaruedadehamilton” . Ya el nombrecito lo dice todo. Unos babosines de Alonso (la alonsomanía, lo llaman) que –como mandan los cánones del mal gusto- consiguieron en poco tiempo un elevadísimo número de mensajes y visitas. La iniciativa partía de una Agencia de Servicios, que es como ahora se llaman algunos garitos que no sirven para nada. Todo muy profesional, pero con muy mala uva. Afortunadamente, Hamilton les ha dado un buen corte de mangas y de eso que me alegro cantidubi dubi dá. A los “ideólogos” del invento los enviaba al África tropical a recoger bananas, ante la atenta mirada de un capataz negrazo. Su iniciativa ha sido no sólo de mal gusto si  no una soberana estupidez. Quizás hayan hecho un buen negocio en el par de semanitas que han estado haciendo el canelo deportivo, pero espero que la victoria merecida de Hamilton les haya indigestado los beneficios conseguidos a tan majadero precio. No todo vale, beibis, que sois unos beibis sin moral ni deportividad…  

2 comentarios:

Anónimo 4/11/08, 23:28  

No creo que las ganancias se les hayan indigestado. Una cosa es soliviantar al personal para sacarles los cuartos y otra muy distinta ser forofo de sus propias ideas. Me temo que estos chicos son de los listos, de los que andan en la onda de lo que puede funcionar dejando réditos. Por otro lado, majadería también la exhibida en Gran Bretaña, que últimamente se escandalizan por boberías. Armando el revolú que organizaron dieron empaque a lo que no era más que un juego de niños. Y ahora a por otra: ponle una chinita en el zapato a Torres (por aquello de que juega a lo inglés) o hazle un grano en la mano a Nalbandián.
Mientras no pase de ahí la cosa, es mejor desahogarse virtualmente. Y mire usted por donde, hemos llegado a la conclusión de que igual hacían un buen servicio social (que nadie ha sabido agradecer).
Capablanca (yo tampoco puedo firmar con mi nick, y no me da la gana de registrarme en el Blogger; si no va a funcionar, que quiten la opción de comentar con nick

Juan Puñetas 5/11/08, 17:57  

Quizás la palabra "indigestado" esté aquí utilizada más como un deseo que como una realidad. El que se mete pasta en el bolsillo, lo consiga como lo consiga, no suele tener ni remordimientos de conciencia ni le sienta mal el billetaje. A los que les sienta fatal es a los primos que no hacen lo mismo, pudiendo o no.

Ya sé que la paginita que cito y las cosas que se hacen en ella (y en otras de la misma calaña) suelen venderse como "un juego". Ahora todo es un juego. Con un juego de esos de videoconsola se puede atropellar a peatones, matar a pacíficos ciudadanos, cambiar el curso de la historia y otras bellas gestas. Todo muy lúdico y virtual, pero yo soy de la opinión de que TODO es real, hasta los juegos y hasta la fantasía de cada cual; que hay una fina frontera entre ambos mundos, y que muchos no los diferencian con claridad. Una cosa es escribir un cuento o historia y que el lector ponga su imaginación a funcionar y otra es que nos muestren por los ojos escenas e imágenes absolutamente reales aunque sean de mentirijillas. Aquí el espectador ya no necesita imaginación, sólo salir a la calle y actuar por imitación.

Este argumento radical se sale de esta bitacorilla deportiva y algo alegrota, pero concluiré con una frase rotunda de esas que me gustan (y que me invento en momentos de cruda realidad): Sólo los que tienen muy poca imaginación pueden decir eso de que la realidad -a veces- supera a la ficción.

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