13 de diciembre de 2008

ARTÍCULO INTERRUPTUS

Lleva el Puñetas más de una semana tratando de enjaretar un precioso cuentecillo sobre ese Ministerio de los Deportes que don Zapa quiere tener próximamente en su gobierno. A ello ya le ha dedicado el Espectador un sabroso sopapo. Y, la verdad, es que uno ya tenía el primer párrafo perfectamente construido. Así:

“Dios mío (con perdón): con lo tranquilitos que estábamos algunos y llega don Zapatero, presi del gobierno de España, recibe a los dicharacheros chicos de la Copa Davis hace unas semanas y promete que pronto habrá un Ministerio del Deporte. ¡La que se va a liar! El personal es capaz de transigir que los gobernantes sean unos zoquetes en Economía o que en Educación no sepan leer ni escribir, pero de lo que el paisanaje nunca va a pasar es de quien esté al frente de un  Ministerio tan capital. Lo van a mirar con lupa. No sabe el bueno de Zapatero en qué jardín se va a meter. La primera consecuencia será  la necesidad imperiosa de crear otros 17 mini-ministerios (uno por cada Autonomía) pues cada cortijillo tiene sus especificidades y perendengues propios: a unos les pirra el hockey sobre patines, a otros el levantamiento de piedra, a otros la caza del percebe, a los sureños el salto de la rana, a los del centro el juego de bolos, etc. Y eso, naturalmente, sólo podrá ser promocionado y dirigido por el personal que lo vive y siente hasta la médula patria. O sea, por el personal de cada reino de taifas. ¡La que nos espera!“

Pero… ahí se me acabó la inspiración. Han pasado los días, he intentado encontrar otro párrafo para la finalización del artículo, pero que si quieres arroz, Catalina. Ná de ná. El cerebro se me ha quedado en pelota picada. No logro escribir una frase, ni redonda ni longitudinal. Parece que alguien me haya echado un mal de ojo. ¿Será la CIA, el CNI, la prensa deportivesca que se frota las manos con la promesa ministerial o, sencillamente, es que el Puñetas es humano y ha entrado en crisis creativa? Estoy intrigado, preocupado y hasta acojonado. ¿Y si la mente y la tecla se me han quedado en blanco y las próximas entradas se las tengo que encargar a un negro? ¿Qué me ocurre, doctor? ¡Soy incapaz de pergeñar cuatro letras sobre el futuro Ministerio de Deportes! ¿Habré llegado ya a mi nivel de incompetencia? ¿Se me habrán acabado las pilas y tengo que volver al aceite de hígado de bacalao y a la lata de Acuarius? ¿Estaré enamorado? ¿O sencillamente es que es muy difícil escribir sobre la NADA?

¡Otras, Pedrín! ¡¡¡ Acabo de descubrir lo que me pasa !!!

PD:  Por si acaso, si algún amable lector está algo más iluminado que yo, le invito a proseguir con un estupendo y crítico párrafo, tras el mío de más arriba. Le estaría eternamente agradecido. (Ojo, no vale pedir dinero). 

3 comentarios:

The Great Sportsmen 15/12/08, 23:47  

Que haga un ministerio de Copa Davis, otro de balonmano, otro de waterpolo, otro de billar...

Anónimo 16/12/08, 14:20  

...Otro de la construcción, otro de la hostelería, otro de jardinería y ornatos varios, otro de blogueros...

Juan Puñetas 16/12/08, 20:02  

Vosotros dad ideas... Y como no quiero quedarme atrás, ahí van tres propuestas más:

- Un ministerio del Barça (en el chiringuito catalán, claro; así todos sabríamos que, en efecto, el club culé es "algo més que un club").

-El Ministerio del Betis (éste en el reino de taifas de don Manuel er Chaves: así podría colocar en la Junta a los pocos hermanos que aún no chupan de la teta juntera).

- El Ministerio de Rafael Nadal. Una vez que ha conseguido ya todos los grandes torneos y trofeos, y recibidos todos los premios más importantes -si exceptuamos el Nobel de lo que Sea-, lo único que le falta al chico es que le pongan un ministerio. Como todo se andará, yo me adelanto con mi habitual visión profética. ¡El que avisa no es traidor!

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).