EL ARDILLA ENTREVISTA AL PUÑETAS (PRIMER TIEMPO)
Bengointen tando convensé ar Puñetas pa aserle una entre vista. Arfin loéconseguío y endos peazos, akíla teneis. Espero quesus guste. Y si aargún direktó deperio dico legusta mi estilode entrevistá, llasa be ondeme tié.
-Avé, Puñeta, tú, ¿quienco ño ere?
-Pues un tipo bastante raro que, en algunos ratos libres, se dedica a escribir sobre deporte, tomándoselo mitad en serio, mitad a cachondeo. En su vida terrícola trabaja en el racional mundo de la enseñanza y en su vida extraterrestre se dedica a la irracional francachela del deporte.
-¿Crés entonses que tóel mundo que ase deporte estázum bao?
-No, lo que creo es que el deporte-espectáculo y de élite es pésimo para la salud física y mental, de ahí lo de irracional, aunque el que tiene suerte se forra de pasta gansa y de fama, o sea, de poder, que son dos de las cosas que más menean el culo del mundo.
-Pero haséde porte es sano; ¿no? Yono e echoen mi vía másque el deporte dempiná el codo, pero disen que esgüeno palasalú…
-No soy un entendido en la materia y por eso escribo sobre el deporte. Más o menos como hacen los alegres chicos del AS o el Marca, sólo que yo lo hago con mejor humor y menos trolas. Sin embargo, los médicos (esos seres que escriben peor que tú y que exigen a los demás prácticas saludables que ellos no realizan para sí) afirman que es fundamental para la salud de nuestro organismo mover el esqueleto, ya sea barriendo, doblando repetidamente el espinazo o corriendo detrás de un autobús. Convertir el movimiento necesario de huesos y carne en un frenesí y un derroche repetitivo e insano me parece una exageración y un error, pero díselo tú a los que viven, de una manera u otra, de este bello cuento.
-Tonses a tite gusta el ejersisio físico má queldeporte…
-Claro. Otra cosa es que, los que no valemos para la alta y desquiciante competición, nos conformemos con verla en un estadio o en una tele, más o menos como si aquello fuese un espectáculo único e irrepetible. No hay nada más monótono y repetitivo que el deporte, salvo la vida misma. Ya sabes, dormir, levantarse, comer, trabajar, sonarse los mocos…
-Pero túte lo passas muy vienconlo del deporte ese, nome mien tas…
-Claro, porque este mundillo ha pasado a tener gran importancia social y mediática, al extremo de que ya es un espejo en que poder examinar, objetivar y destripar nuestras propios anhelos y neuras como bichejos humanos medio socializados. Los que tenemos el gran defecto de ser muy críticos (bah, cuatro gatos, no creas….) hemos encontrado en el deporte un entorno cerrado y minúsculo donde poder sublimar nuestros bajos instintos críticos. Así, de paso, creemos que hacemos algo bueno por la humanidad, aunque sea en nuestros ratos libres. Quizás esto sea puro cinismo, pero es preferible un cínico que sabe de qué va el invento a un ingenuo creído de que el deporte sólo es una pelota o unos tíos y tías en pantalón corto haciendo felices a la gente al tiempo que se ganan el pan y el queso sudando la camiseta.
-¿Y cuántotiem popi ensas seguí dándola vara enel Arco?
-El que me permita la salud, el cachondeillo y mi inventiva, que uno no es de piedra. Así llevo desde 2004 y lo que te rondaré, resalao…
-Ay poco humó en eztodel deporte…
-Muy poco, y humor basado en la ironía, la sátira y la crítica, menos todavía. El personal se toma demasiado a pecho lo que no es sino una simple diversión. Todavía los deportistas se juegan meses de duro entrenamiento, sueldos, suculentas ganancias y otras fruslerías, pero los espectadores, especialmente en los deportes colectivos, deberían acudir a los estadios con actitudes menos agrias y más con ganas de pasárselo bien. La primera pregunta cachonda que deberían hacerse es: ¿qué diantres hacemos cien mil almas en este estadio viendo como unos tipos intentan meter una pelota entre tres palos, pagamos un potosí por verlos y encima nos cabreamos como monos contra el 50 % de los que están ahí abajo para darnos espectáculo?
-Er furbo é unade tus debilidade…
-Porque es el deporte rey de mi entorno y del planeta. Si no lo fuese me importaría un pimiento pero reúne en sí todas las bondades y necedades del mundejo y sociedad que hemos construido hasta la fecha.
-¿Y poqué ledas tanta caña ala prensa, las teles y asín?
-Porque me descojonan. Oír a unos tíos hechos y derechos cantar gooool ante unos micrófonos me reconcilia con Tarzán de los monos. Comprobar que informan en los telediarios (que ahora deberían llamarse telechorradas) más de fútbol que de política o economía, me hace recordar los lavados de cerebro de la antigua Formación del Espíritu Nacional de mi infancia. Reducir toda una programación a un encuentro deportivo tras otro es jibarizar la cruda realidad que nos rodea queriendo convertir un simple pasatiempo en el centro de nuestras vidillas o vidorras. Una actitud torticera y opiácea que me eriza los pelos del bigote.
-Po asta aquí mispregun tas del primé tiempo. Avé sien la según daparte te dejasde tanta filo Sofía, macho, yme contestas rápido y convuen humó a argunas curiosidades quete voi a interrogá…
-Sí, ya es hora de que me hagas preguntas inteligentes para que yo pueda responderlas de forma ídem…
6 comentarios:
¿"Jibarizar"?
¿Y se dedica usted al arte de la enseñanza? Luego no me catee a los niños por metaforizar en los dictados...
Yo también tengo una pregunta para usted, señor Puñetas: ¿por qué el título del blog?
Ay, Capanegra de mis entretelas... Aquí vamos bastante por libre y otra cosa no tendremos, pero imaginación... Ya sabe, la única virtud que no cuesta un duro. O eso creo, por lo cual es la facultad intelectual que más abunda entre los pobres. (Vea si no la de imaginación que está echando el personal en estos tiempos de crisis para sobrevivir con los cuatro euros del paro o de la pordiosera nómina).
Así que también aquí tenemos nuestras licencias lingüísticas, inventándonos palabrejas que no existen o jugando con las palabras.
Cavilo, si tiene a bien aceptármelo, que si los jíbaros son famosillos ellos gracias a su capacidad para reducir las cabezas de sus enemigos, a este bello "deporte" lo podríamos llamar "jibarizar".
Por extensión y generalización, piensa uno que podría aplicar el término a toda esa milonga perenne que tenemos sobre nuestras vidillas o vidorras destinada a comernos el coco sobre si Casillas hizo o no trampas en Bilbao, si Alfonsillo metió un gol con el pene o si Pepito Capullez ha dicho que todavía queda mucha Liga.
Dedicar gran parte de la programación televisiva a echar partidos por un tubo y a hablar de fútbol va y viene, ESO podría entrar muy bien en el término "jibarizar", inventado por este humilde genio llamado Puñetas.
Con este uso y abuso de la cosa futbolera y deportiva, como si no hubiera más tarta que repartir a los hambrientos ciudadanos, reducen nuestro coco y cerebro a la más mínima expresión Y LO HACEN CONSCIENTEMENTE, faltaría plus,uno, dos,tres, cuatro, cinco y la sexta.
Como los jíbaros, ya digo... Así que algunos que han sucumbido totalmente a sus atractivas garras han visto su cerebrín tan reducido con tanta gaita futbolero-deportivesca que ya sólo saben hablar de goles, árbitros y litros de gasolina quemada.
En cuanto a los cates y dictados, uy, qué antiguo es usted... eso ya no se lleva. Eso era en sus tiempos y en los míos. Los pedagogos modernos (que no han visto un niño o adolescente en su vida y en su propia salsa) piensan que un suspenso es un fracaso pues el estado natural del estudiante es el aprobado. Y como los políticos, los papis y hasta los chaveas y púberes se lo han creído (también muchos docentes), se creen que cuando hay un suspenso se debe exclusivamente a la inutilidad profesional de quien lo pone. Pese a lo cual ya ve que los números de aprobados no son mayoría absoluta, lo cual invita cuando menos a una seria reflexión. Por eso en algunas comunidades, como en esta Andalucía donde me lo curro, el gobierno quiere dar varios varios miles de euros extra a los profes para que aprueben a más gente. ¡Y todavía hay burros que no lo hacen! Incluso acaban de sacarse un ley por la que van a pagar 6000 eurillos a los chavales de Bachillerato y F.P. si asisten a clases y aprueban. Argumentan mil cosas para ello (que se los darán sólo a los que tengan rentas bajas y patatín patatán), pero ya ve, si no hay dinero por medio el personal ni aprueba, ni estudia ni se lo pasa bien.
En fin, que en la cosa idiomática soy bastante permisivo si los alumnos (uy, perdón, y alumnas..., que me puede caer un puro...) usan imaginación y fantasía. Ya bastante corsé tiene el idioma como para no permitir un poco de aventurilla, fantasía y desparpajo en su uso y aprendizaje. Recuerde que la manipulación y el dominio de los demás suele venir casi siempre utilizando la vía del lenguaje. Así que, respetando lo fundamental (que sirva como medio de comunicación con los otros y aprenderlo bien) también hay que meterle un poquito de imaginación y fantasía. No para usar como arma manipulativa, que es lo que pretenden a veces quienes mandan y mangonean, si no para hacerlo más nuestro y engrandecerlo. Con ello, además, le inoculamos un poquito de sano antivirus para así defendernos de las manipulaciones ajenas y otras malas hierbas.
Amigo mío, le dejo porque tengo ganas de jibarizar un bombón helado de chocolate que acaba de traerme el Ardilla. Tanto lo voy a jibarizar que no va a quedar de él ni el palote.
En relación al porqué del título del blog, la verdad es que me salió sin mucho pensar. Mi idea sobre la bitácora (que aunque ha ido evolucionando mantiene sus objetivos iniciales) era escribir sobre el deporte aportando una visión minoritaria, crítica, satírica, haciéndolo con un lenguaje sencillo aunque con trazos de cierta "originalidad" formal y, sobre todo, con bastante sentido del humor, aunque en ocasiones también hay una seriedad que tira de espaldas.
La expresión clásica de "Eso me lo paso (o se lo pasó) por el arco del triunfo" venía al caso pues pretendía dar una idea un poco rompedora en el tratamiento del deporte, incluso provocativa y, por supuesto, de pasarme por debajo tantas tonterías, historietas y cuentos chinos como intentan vendernos en el alocado mundo deportivo actual, espejo en el que se ve reflejado todo lo bueno y malo de nuestra sociedad. (O sea, que aunque no lo parezca, también pongo en solfa muchas cosas que nos rodean, aunque no sean estrictamente deportivas).
Las palabras "El arco del triunfo" evocan victorias épicas, grandes batallas... (así ven algunos el deporte, algo en lo que no creo y que me da la risa) pero, a su vez, la preposición "Por" nos lleva a la frase hecha de marras: ¿el autor se pasa por el arco del triunfo el deporte y toda su parafernalia de grandes héroes, épicas luchas y victorias epopéyicas? Pues sí, eso parece. Digamos que me mueve un poco desmitificar todo este gran cotarro, y hacerlo por divertimento propio que no por odio o enfrentamiento con un mundo que me gusta/disgusta en según qué casos y ocasiones y que lo mismo que despierta vicios nefastos, también procura virtudes convenientes. No soy nada, pero que nada maniqueo.
Un lector habitual se habrá dado cuenta que intento aportar una visión sobre el deporte que se sale de los cánones mayoritarios, que a veces me columpio en el alambre en algunas argumentaciones y que, sobre todo, aquí nos tomamos la cosa como debería ser: relajada pero con rotundidad, con algo de cachondeo, sin olvidar el lado serio y respetable que también lo hay cuando se trata de personas, equipos, sociedades, ideología, etc. Ahí aparecen las viñetas y esos personajes secundarios a los que de vez en cuando doy cancha para intentar no aburrirme y dar rienda suelta a mi pequeña o gran imaginación.
Va pasando el tiempo y este mundillo del deporte es tomado cada vez casi como una religión y eso acrecienta mi posición y mi irreverencia. Jamás esperaré ninguna loa mínima de nadie que viva o crea en el "sistema". Estoy al margen pero no soy un incendiario ni un zumbado. En el fondo de las crítica y la sátira, uno demuestra cierto aprecio y hasta ternura por las gentes y cosas que giran alrededor de este deporte nuestro de cada día, que estás en los cielos mediático, venga a nosotros tus Ligas, Champions y Olimpiadas y hágase tu voluntad ecétera ecétera…
No sé, me parece un título afortunado aunque en Google tiene sus dificultades a la hora de buscar, si bien tras todos estos años ya he conseguido que al escribir el título de la bitácora aparezca en primer lugar este modesto lugar y no el arco del triunfo de París, lo que es un arco del triunfo o la frase hecha habitual.
¿Desde 2004? Enhorabuena, son cinco años ya, que no hay mucha gente que los dure.
Ya te he agregado a mi lista de blogs.
Un saludo!
Páginas Deportivas
Uf, en este mundo tan cambiante y superrápido de la interné el Puñetas es ya más viejo que el baúl de la Piquer. No me darán una medalla al mérito al trabajo internetero (tampoco la aceptaría) pero sí pretendo llegar a ser declarado abuelo mayor del reino de las bitácoras deportivescas. ¡Más que nada para que mis futuros nietos sepan que el abuelo no es idiota!
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