El periodiquito oficioso del Capistodado publica hoy los siguientes acuerdos, entre otros:
Decreto por el que se regulan las convalidaciones de títulos y estudios y dispensas para futbolistas, de acuerdo con la siguiente tabla:
Futbolistas que hayan actuado durante una temporada en la primera división de Liga: Dispensa de ingreso en las escuelas de ingenieros industriales, peritos electricistas y similares.
Futbolistas que hayan obtenido el título de máximos goleadores de la liga: Convalidación de su titulo en la facultad de Filosofía y Letras con el grado de Doctor en Historia, y en el caso de que acrediten saber que Colón descubrió América, con el grado de Archipámpano de las Indias.
Futbolistas internacionales: convalidación de su titulo de internacional por el de Doctor en Ciencias.
Futbolistas nacionalizados, hijos de padres españoles o, en su defecto, biznietos de bisabuelo español: Lo que les dé la gana.
(Noticia publicada en la revista Can Can del 17 de noviembre de 1958. La reproducimos para escarnio de todas las autoridades que han pasado por este país desde aquel día. Ni en dictadura ni en democracia ningún gobierno ha sido capaz de hacer realidad lo que se publicaba oficialmente por entonces. Si usted está de acuerdo con que, de una vez, se aplique dicha norma, firme en los comentarios indicando su nombre de andar por casa, su número de pie y su coeficiente intelectual. Para que la firma tenga validez de lobby ante las autoridades actuales deberá enviar 5 euros a la siguiente dirección: Bitácora “Por el Arco del Triunfo”. C/ Internet s/n. 290.058 San Auxilio Bendito Del Copetín – Spain)
Publicado en Can Can el 17/11/1958
Publicado en Can Can el 17/11/1958
2 comentarios:
Pues por ahí van los tiros de las nuevas convalidaciones.
El propio presidente Zapatero ha dicho durante el acto de presentación del Plan ADO 2012: "Los deportistas españoles son los mejores embajadores de España en la actualidad". (Y la Pajín no estaba por allí para babear).
Pues nada, a tomar por saco los esfuerzos que requiere ser diplomático. A partir de ahora habrá que comprarle a los hijos una raqueta o un balón, a ver si el niño sale diplomático.
Todo tiene una explicación, Aguja. Dado que la educación (y los títulos que se expiden en su nombre) ha caído tan bajo, cualquier analfabeto puede pasar perfectamente por embajador e ilustre. Así tenemos a las telecacas, llenas a rebosar de intelectuales y gentes de la cultura más vanguardista, y al mundillo del deporte, dando sin parar embajadores para la nueva diplomacia planetaria.
Lo curioso es que hace ya cincuenta años se reían de las mismas cosas de las que nos reímos hoy nosotros, lo que significar que el mundo no avanza tanto como pensamos (si salvamos, claro es, la tecnología cagarrutera).
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