7 de junio de 2009

LA DESINFORMACIÓN Y LA OCULTACIÓN MEDIÁTICA AL SERVICIO DEL DEPORTE REY

CONSEJILLO CARIÑOSO: Si tiene la intención de leerse por completo el presente articulejo, compruebe antes que dispone en su botiquín de unas pastillas contra el dolor de cabeza y la vomitera. Cuando el Puñetas escribe sobre las televisiones y medios desinformativos hay que estar prevenidos…

“Desde que está considerada como una mercancía, la información ha dejado de verse sometida a los criterios tradicionales de la verificación, la autenticidad o el error. Ahora se rige por las leyes del mercado”. (Kapuscinski).

Cuando escribimos aquí sobre los delirios o las mentecateces de “los medios de incomunicación e intoxicación de masas” (vulgo telecacas, “arradios” y prensa de tinta y kbytes) no lo hacemos sólo para hacer gracia. Es que estamos convencidos de ello. Vamos, que desinforman, tergiversan, mienten y se inventan gran parte de lo que cuentan y, sobre todo, callan. Callan lo que les interesa, lo que no les interesa y lo que les mandan. Acaba de salir al mercado un libro de Pascual Serrano (ediciones Península, 26 eurillos) que explica todo esto con gran lujo de detalles: “Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo”. El que quiera mojarse el culo tiene ahí 600 páginas para hacerlo y luego restregárselas a esos progres y carcas que nos atiborran todos los días con sus bellas y fantasiosas trolas.

-Uyuyui, Puñetas, que tiene usted las teclas muy largas y ya le veo venir….
-Tranquilo, ser angelical, que lo que aquí digamos sólo lo leen cuatro gatos mal contados, así que no hay que preocuparse: no temblará el mundo de la desinformación y el mamoneo…

Explica Pascual Serrano cómo se selecciona la información, lo que lleva ineludiblemente al siguiente hecho: no existe la neutralidad ni la imparcialidad informativa. En dicha selección intervienen principalmente 4 filtros. El primero, “la magnitud, propiedad y orientación de los medios de comunicación”. (La mayoría de los grandes medios están en manos de empresas ajenas al mundo de la información o al frente de importantes sectores muy ideologizados política o económicamente). El segundo, “la publicidad como fuente de ingresos”. (Se publica lo que da dinero, lo que cuesta poco o lo que es más políticamente correcto). El filtro tercero es “el suministro de las noticias a los medios de comunicación”.  (Casi siempre proceden desde las mismísimas fuentes oficiales y de unas pocas agencias informativas). Y el cuarto, “las contramedidas y correctivos diversos como método para disciplinar a los medios”: (campañas de presión de los lobbies, del poder…).

Ya llegamos a donde queríamos. ¿Por qué la información deportiva que se ofrece por los medios es tan mayoritariamente futbolera? ¿Cómo se explica que otros deportes ampliamente practicados sean sistemáticamente ninguneados, como por ejemplo el balonmano o el mismísimo baloncesto? Durante varias semanas vengo siguiendo los deportes de Antena 3 (más bien, Puaf). Jamás les he visto dar una información sobre la Liga ACB mientras que en cambio le dedican un par de  minutejos a la NBA, siempre en relación con Gasol, que –faltaría más- suele ser habitualmente el mejor del equipo angelical. Que alguien me lo explique. Hablamos de un deporte con millones de seguidores, con una Liga muy competitiva y unas actuaciones internacionales a nivel de selección y clubes de altísimo nivel. No hay explicación convincente para este desprecio informativo salvo que nos tomen por subnormales o los Puaf se pasen de listos.

No osaré cuestionar el mediático poderío futbolero pero está supervalorado. Su protagonismo es excesivo hasta el punto que la información futbolística se confunde intencionadamente con la “deportiva”, como si el único deporte noticioso de este país fuese el que practican Casillas o Messi. Su tratamiento informativo es atosigante y estomagante. Nos la cuelan antes de los partidos, durante y después. Prácticamente nos están dando la vara sobre un “transcendental” encuentro (o jornada liguera) durante toda la semana, con imágenes retrospectivas, entrevistas a tutiplén, encuestas callejeras y músicas variopintas. Para otros deportes, en cambio, la alternativa informativa es la más estricta miseria: no existen imágenes ni palabras ni por ahí te pudras. “Rien de rien” que dicen en la intimidad los franchutes. Cero patatero. La nada informativa. La censura (sí, sí, CENSURA) más intencionada. Es la prueba del ocho de que lo que les interesa no es informar sobre lo objetivamente noticiable sino ganar dinero, audiencia, entretener y…  engañar. 
Usan el fútbol como la pescadilla que se muerde la cola: parten de su mayor potencial informativo, lo aumentan hasta niveles grotescos, lo evacuan con el pretexto de que eso –y sólo eso- es lo que quiere el paisanaje y recogen las plusvalías correspondientes en forma de suculentos contratos publicitarios y otras cosuchas crematísticas. Nos engañan estos tipos cuando ningunean de esta manera el resto de la información deportiva, como prueba el que cuando se produce algún hecho llamativo ajeno a la práctica habitual del deporte censurado (una pelea, un accidente, un hecho siniestro) entonces nos lo restriegan varias veces (y a cámara lenta) por todo el morro (el suyo y el nuestro). Por ejemplo, esas batallas del hockey sobre hielo cuando jamás se les ocurre ofrecernos un partido en directo para verlas al instante. Ocurre como con los toros. Hay varios millones de aficionados pero la única información que se les ofrece televisualmente es cuando el bicharraco empitona a un torero. Entonces repiten la jugada tropecientas veces, aunque sea a la hora de comer y amenace el estómago del espectador con devolver de nuevo los garbanzos al plato. ¡Bonita manera de concebir la “información taurina”!).

No es sólo un problema de oferta y demanda. Los medios están estimulando artificialmente la demanda futbolera con su descarada oferta sobre todo lo que se mueve en torno a la pelotita de marras. ¿Y lo hacen sólo porque el fútbol es el deporte rey? No. Recurriendo a los filtros que cita Pascual Serrano aseguramos sin rubor ni vergüenza que los medios seleccionan en exceso este deporte no sólo por el exclusivo interés informativo sino porque les inyecta amplios beneficios económicos en publicidad y otras gaitas,  porque es la información que les resulta más barata de ofrecer (Barça y Real Madrid, más del 80 % de la información) y porque el negocio de los unos se apoya en el de los otros, como bien demuestran los contratos. Quizás todo ésto sea muy legítimo (el negocio es el negocio) pero entonces que callen y no nos hablen de que son unos medios "informativos" de la leche.

Luego salen diciendo que 15 milloncejos de espectadores han visto la final de una copichuela llamada Champions. Son pocos habida cuenta la comedura de coco informativa que nos dieron por tierra, mar y aire a los 40 millones de hipotéticos telecaqueros. Del Giro, por ejemplo, no dijeron ni pío así que –según sus cuentas- el ciclismo debe interesarle a los espectadores… un cero coma cero bajo cero. ¡Así hacen los números estos tenderos de la desinformación! Es su última jugada trilera: hacer creer que su interés económico, informativo, ideológico y deportivo coincide plenamente con el de los espectadores y gente de la calle. (Lo mismo afirman sobre la oferta musical, peliculera, masturbatoria, informativa y cultural con que nos crucifican cada día). De creerles al final va a resultar que la gente es idiota y sólo le gusta el  fútbol (las 24 horas, por supuesto), el reality show, las películas oscarizadas, lo que hace con sus bragas la Obregón y las paridas de cualquier mindundi disfrazado de payaso televisivo, sea en un mitin, en una isla desierta o en un plató con miles de lucecitas. ¿Pero qué hemos hecho para merecer esto? –me pregunto. Pues yo mismo me respondo en plan autogestionario: creer que la vida está encerrada y narrada en una caja tonta y dedicarle diariamente un montón de horas que ni se merece ni nos procura nada bueno para la salud y el intelecto. 

-Puñetas, que hoy se ha pasado tres pueblos; que no le van a sacar en Antena 3 ni en ninguna tele, aunque sea preguntándole alguna chorradilla en mitad de la calle…
-Ni se les ocurra a esos miembros y miembras…

2 comentarios:

la aguja 14/6/09, 23:32  

Con la mercadotecnia, las matemáticas estadísticas y el cálculo de probabilidades, la psicología social, y el dinero y el estatus, todo ello empleado con fines torticeros y métodos arteros, se gobierna el mundo.

La verdad, la honradez y la honestidad, la seriedad, la profesionalidad, el compromiso, están pasados de moda.

Juan Puñetas 15/6/09, 1:22  

Y tan pasados... O será, quizás, que algunos no hemos sabido "evolucionar" con los tiempos. Con estos tiempos en que nadie sabe lo hora que es, en que se informa de tanto que acabamos por no enterarnos de nada, donde se habla en las telecacas durante 36 minutos sobre el fichaje de un gladiador futbolero y, en fin, donde se nos engancha al diván (antes llamado sofá) con cualquier pretexto banal.

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).