2 de junio de 2009

LA MEADA DE LA LEY DE CONTROL DE DOPAJE (3 DE 3)

“Durante los procesos de recogida de muestras a un deportista requerido para pasar un control del dopaje, en el Área de Control sólo podrán estar presentes las siguientes personas, además del deportista sometido al control. a) El Oficial de control del dopaje. b) Al menos un segundo Agente de control del dopaje, que actuará como Adjunto de control del dopaje o como Técnico de control del dopaje. c) En su caso, un acompañante, expresamente autorizado por el deportista. d) En caso de que el deportista sea menor de edad, el padre, madre o tutor del mismo. e) En su caso, un observador de la Comisión de Control y Seguimiento de la Salud y el Dopaje, designado y debidamente autorizado por su Presidente. f) En los controles ordenados por las Federaciones deportivas internacionales o por la Agencia Mundial Antidopaje, un representante de las mismas, siempre que previamente haya sido comunicada y justificada esta circunstancia al Presidente de la Comisión de Control y Seguimiento de la Salud y el Dopaje, realizando la pertinente solicitud”. ¿A cuánto decía que vale la entrada de la meada?

“Durante la estancia en la sala de espera, el deportista tendrá a su disposición bebidas sin cafeína ni alcohol, que se encontrarán en recipientes individuales y que deberán estar cerradas y envasadas en vidrio o lata, debiéndolas elegir y abrir él mismo”. ¿Y deberá pagarlas o se las regalarán?

• “Una vez en la sala de toma de muestras de orina, el deportista deberá lavarse las manos y se retirará la ropa necesaria, al menos desde la cintura hasta las rodillas, subiendo las mangas para dejar claramente visibles los brazos y las manos, de forma que se pueda observar la emisión, directamente o a través del espejo que haya en la sala, sin ningún impedimento ni restricción”. Aquí no hago ningún comentario de pitorreo. El artículo, de por sí, es todo un pitorreo, un cachondeo y un fulaneo. Del deportista, claro… Del potencial criminal, quiero decir…

“La extracción de sangre se realizará en la «sala de extracción»”. Elemental, querido metomentodo… Y, por cierto, ¿no hay recogida de caquita? También puede ser un buen elemento de diagnóstico…

La burocratización que significa este Decretazo es impagable. Quiero decir, que costará un ojo de la cara del ciudadano, ciego desde que nace hasta que la palma. Esto les encanta a los politicastros porque así crean multitud de órganos y organillos donde poder aposentar a sus amiguetes y conocidos. Veamos unos cuantos de los órganos burocráticos: Comisión de Control y Seguimiento de la Salud y el Dopaje. Consejo Superior de Deportes. Concejalías del deporte. Consejerías y otras hierbas deportivas en las 17 Autonomías. Agencia estatal Antidopaje. Comité de Autorizaciones de Uso Terapéutico. Subcomisión de Protección de la Salud. Ministerio de Sanidad y Política Social. Agencia de protección de datos. Servicios de Inspección Sanitaria del Estado. Laboratorios de control del dopaje. Agente de Control del Dopaje. Técnico de control del dopaje. Oficial de control del dopaje…

He querido darme el gustazo de hacer algo por la patria una, grande y libre. He impreso el PDF del BOE que contenía este Real Decreto y luego le he prendido fuego en el WC. Era el lugar más apropiado. Espero no haber cometido una irrespetuosidad con las cabezas pensantes que han intervenido en el engendro, que en algunas páginas habla de “copaje” en vez de “dopaje” y es que los lapsus freudianos siempre salen a relucir. Se trata de “copar” el deporte totalmente, convirtiéndolo en una actividad más del Estado en la que se toma al deportista como un delincuente potencial, se le tiene localizado todos los días del año y a cualquier hora, se le obliga a contratar a un gerente o abogado para que le lleve el inmenso papeleo y burocracia exigida y se le obliga a mear ante gente que no es médica ni puñetera falta que hace pues la salud es lo único que importa, bla, bla, bla. Como ha dicho recientemente Toni Nadal, tío y entrenador de Nadal, “no es posible que a un deportista, por el mero hecho de ser deportista, se le trate como a un delincuente y que tenga que estar demostrando constantemente su inocencia. Me extraña a mí que no se les hagan controles a ellos  y que se lo hagan a los deportistas”. (…). "La culpa es de los políticos y del Comité Olímpico, propio de una época caciquil". Precisamente por eso les encanta controlar las vidas y las mingas ajenas. Y si así funcionan con los famosos y ricachones, no veas qué no harán o querrán hacer con nosotros, los pobres tontos del culo que todo lo tragamos… Por ejemplo, los que somos catalogados de piratas simplemente porque tenemos conexión a internet y nos bajamos algunos archivos; o defraudadores del erario público si nos equivocamos a nuestro favor en la declaración de la renta.

Claro que, más que boicots  a las Olimpiadas, yo haría otra cosa si fuese deportista de élite o del montón: negarme a salir en una foto donde haya un político y un dirigente-carcamal a diez kilómetros a la redonda. Yo, no es por señalar, llevo haciendo eso  en otros ámbitos desde que tengo uso de razón y en la gloria, oiga…

PD: Lo que llevamos opinando sobre el dopaje y sus tralarás, aquí...

2 comentarios:

la aguja 2/6/09, 13:15  

Lo siento pero voy a urgar en la llaga coprológica y en la sexual. Cosas de las que hay que hablar en román paladino no fuera a ser que con tanta verbigracia nos la estén dando con queso.

O sea, que el deportista se tiene que desnudar desde la cintura hasta las corvas para ver cómo sale la meada por el orificio uretral. O sea, que las chicas mean de pie. Y digo yo que quien supervise eso ha de ser del mismo sexo que el meador o meadora.

¿No lo pone en tan real decreto? ¿Y si la señora que supervisa la meada de la chica gimnasta es lesbiana y gusta de estas emisiones llamadas lluvias doradas? ¿Tendrá que pagar por el show que tan grácilmente se le ofrece?

Habla de un espejo... ¡Uy!, no sabes lo morboso que son los espejos en esto de la libido de cada vecino. Mira tú el Max Mosley, ni más ni menos que presidente mundial... Y mira tú qué hemos sabido de sus gustos y perversiones.

Que defiendo que cada cual se lo monte como mejor le plazca en su intimidad, pero el acto de mear, como el de cagar, follar, dormir o morirse, son actos íntimos que no se pueden obligar a hacer en público...

Mira tú, me voy a hacer de una religión que prohíba mear a la vista de nadie...

Juan Puñetas 9/6/09, 22:40  

No le falta razón y soy de su mismo parecer. Resumiendo esta pequeña trilogía, y sin abandonar lo coprológico, creo que estaremos de acuerdo en que este Real Decreto es una gran cagada...

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¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).