10 de febrero de 2010

CHARLA CON JACINTO RX

Estaba el Puñetas el otro día comiéndose un bocadillo de sardinas (¿qué pasa? ¿pescado azul, bueno contra el colesterol, no?) cuando por poco si le da un síncope.

-¡Buenas, Juanillo! 

Casi se me queda una sardina atravesada en mitad del gaznate. Era Jacinto RX, el extraterrestre, del cual hacía varios meses que no tenía noticias. Se presentó de sopetón, sin avisar, traspasando la materia como en los de su especie es habitual y el susto que me dio por tan inesperada visita todavía me provoca taquicardias.

-Preséntate de manera menos imprevista, Jacinto, que uno ya no está para sustos…
-Perdona, hombre, ya no recordaba que los humanoides no valéis un duro, un euro, un dólar o lo que sea. He estado  unos meses en RX16 dando informes de mis visitas a la Tierra así como recibiendo nuevas instrucciones.  Y por aquí, ¿qué tal? ¿Sigue el Barça como líder?
-Sí, hijo, sí. Aquí siempre ganan los mismos. ¿No podrías tú hacer alguna cosa rara de esas que hacéis los extraterrestres para que, un suponer, sea campeón de Liga el Badalona, el Getafe o el Jerez?
-Milagros, no, Puñetas. Los de RX16 somos uno de los prototipos vivientes más evolucionados del universo conocido pero no somos dioses. No me pidas imposibles. Además, respetamos plenamente la libertad y el albedrío de nuestros prójimos, aunque sean tan primitivos y poquilla cosa como los humanoides terrícolas. Así que eso de que siempre ganen los mismos lo tenéis que solucionar vosotros solitos. En el fútbol, en la política, en la economía y hasta en los Oscar del Hollywood ese.

Estuve charlando con Jacinto hasta altas horas de la madrugada, pero mis ojos acabaron cerrándose de cansancio. Mientras, él seguía tan vivaracho como siempre. Cada vez estoy más convencido de que los terrícolas somos una mierdecilla pinchada en un palo comparado con lo que hay por esos otros mundos.

-Te voy a dar una primicia, Puñetas. En mi planeta no hay deporte. Ni como medio de desarrollo físico y perfeccionamiento corporal, ni mucho menos como espectáculo. Me llevé a RX16 una filmación sobre el último Barcelona-Madrid de fútbol y la proyecté a los miles de colegas que tengo allí. A los cinco minutos, pasada la sorpresa inicial, todos salieron huyendo. ¡Qué horror!, gritaban. ¿Cómo puede gustar “eso” a alguien? Y es que el deporte, tal como lo entendéis por aquí, desapareció de mi planeta hace cientos de millones de años-luz. Ya ves que somos, casi en su totalidad, pura energía viviente por lo que no necesitamos realizar ejercicio físico alguno. Me cuentan que tiempos muy, pero que muy pretéritos, cuando éramos una civilización tan raquítica como la vuestra, las gentes hacían alguna práctica más o menos parecida a lo que se hace aquí. Pronto los descubrimientos científicos y técnicos hicieron inútil el esfuerzo físico del personal. Bastaba estar sentado y enchufado a una maquinita para que los músculos trabajaran, incluyendo el corazón. Sólo quedó entonces el deporte de élite, que poco más tarde moriría entre escándalos  pues los competidores no jugaban limpio. Al principio era fácilmente detectable quienes mentían y engañaban (creo que aquí a eso le llamáis “dopaje”), pero llegó un momento en que ya era imposible detectar a los tramposos. La ingeniería genética acabó de dar la puntilla al espíritu más o menos deportivo de los que se ganaban la vida distrayendo al personal corriendo detrás de un balón, saltando una valla o metiendo una bola en un agujero. Pero ya digo, estas cosas son tan antiguas que ya nadie las conoce en RX16 salvo algunos privilegiados como el que te habla.
-¿Y la gente no se aburre sin este tipo de expresiones deportivas que, como sabes, en la Tierra dan tanto que hablar, entretienen un montón y hasta provocan disputas y saraos por un “ese gol fue en fuera de juego” o “la expulsión fue injustísima”? ¡Fíjate que en España ahora va a haber fútbol todos los días de la semana…!
-Si es que hay mosquitos en la Tierra que tienen más cerebro que algunos federativos… Pero ese no es mi problema, Puñetas. El día que las cosas se pongan feas aquí, os quitamos de en medio y santas pascuas.
-¿Quieres decir que nos invadiríais, como hemos visto tantas veces en las películas?
-Pero, ¡hombre de la Tierra!, ¿cómo vamos a gastar energía, recursos y tiempo viniendo a un planetucho miserable que es el horror del universo conocido? Vuestra torpeza no puede hacernos daño y si pudiera, destruiríamos este suburbio simplemente haciéndolo desaparecer. Abracadabra y se acabó. Por cierto, llegado ese caso y si aún vives, tú tranquilo que Jacinto RX se acordaría de ti y te llevaría a mi planeta aunque no sé yo qué demonios podrías hacer allí. Bueno, algún trabajillo te buscaría…
-Pero si no hay deporte, ¿yo qué pinto allá? Yo soy yo y mi circunstancia…
-Menos lobos, terrícola. Pero dejemos el deporte ese que te tiene comida la sesera y pasemos a hablar de política. Me han dicho mis contactos extrasensoriales que…

Cuando me desperté por la mañana Jacinto ya no estaba allí. No sé a dónde se habrá ido, aunque me dejó una nota en 3D, una tecnología abandonada en su planeta hace cientos de años-luz . Supongo que el tío quería que yo viese qué niveles de atraso tenemos los terrícolas respecto a su planeta. En la nota ponía:
¿A que no sabes qué deporte de los vuestros me da más risa? Espero decírtelo la próxima vez que nos veamos. Ah, y procuraré no darte un susto al verte.

2 comentarios:

la aguja 22/2/10, 0:58  

Es de suponer que el deporte tal y como lo conocemos hoy pasará acabará desapareciendo como desaparecieron imperios más poderosos.

Cien, doscientos, quinientos años... Sé que no lo vamos a ver, pero el sistema, corrupto a más no poder, no va a dar de sí toda la vida.

Quizá hasta por aburrimiento deje de interesarnos...

Juan Puñetas 3/3/10, 19:15  

Bueno, se inventarán otra cosa, pero lo que conocemos como deporte de competición y tal desaparecerá. Por aburrimiento de los espectadores, por haber llegado al cenit de las posibilidades humanas y porque vamos hacia un sedentarismo total. Jacinto RX sabe bien que esto se acabará, como se acabó en su planeta.

¿Y qué otra cosa se pueden inventar los que están interesados en que el personal ande entretenido en cosas fantasmales y distractivas? Pues ya tenemos algunos inventos en sus inicios: el internet, los videojuegos, el sofá con televisión incluida... Porque en sí los inventos no son malos sino el modo en que se les utiliza o por cómo acaban siendo usados. Fíjate el potencial tan enorme que tiene la televisión y la han convertido en puro estercolero.

  © Blogger template 'Greenery' by Ourblogtemplates.com 2008

¡Gracias por vuestra plantilla! (El Puñetas, agradecido).