¡A APRENDER IDIOMAS, MACHOS Y MACHAS...!
A través del miniblog “De Tertulia” de la bitácora “El Espectador” leo una noticia que me ha llenado de estupor y alegría a un mismo tiempo. A través del enlace a Sport News se entera el Puñetas que en las Englands se está montando un nuevo sistema de control de la inmigración. La idea es que sólo lleguen a las Islas unos 20.000 inmigrantes al año pues ya se sabe que los extranjeros son muy guarros, analfabetos, delincuentes y enciman no saben hablar inglés, cosa a todas luces inexplicable e intolerable. La cosa, pues, se va a poner muy dura para los futuros inmigrantes: un contrato previo de trabajo, dominio del idioma y otras menudencias. ¿Tendrán también que pagar una fianza, suscribir un seguro de Responsabilidad Civil o les obligarán –como medida higiénica- a practicarse previamente una lobotomía? La información no llega a dar respuesta a nuestras inquietudes, pero todo se andará. Malos tiempos corren para salir uno de su país, salvo que lleves en la cartera una buena morterá de pasta, en cuyo caso no sólo te reciben con los brazos y el culo abierto si no que encima te hacen deducciones fiscales, te invitan a coñac o güisqui y te dan un beso en salva sea la parte. ¡Bienvenido, inmigrante con parné!
Como era previsible, el mundo del deporte no podrá permanecer al margen de estos festejos que el Gobierno británico les tiene preparados a los que se atrevan a cruzar el charco y llegar a las costas del Imperio (sólo les queda la Premier League, Gibraltar y el tío Sam, pero siguen creyéndose alguien: así son los pobrecicos…). Por tanto, todos aquellos que no sean de la UE, aunque se dediquen al glorioso juego del fútbol y aspiren a jugar en el Chelsea o Manchester United, tendrán que pasar antes por la Academia de Inglés del barrio de su pueblo y obtener al menos un notable o sobresaliente. No valdrá con saber decir solamente goal, football, okay y libras esterlinas. Habrá que dominar cantidubi el idioma de don Shakespeare, a pesar de que los goles no se meten o defienden con la boca o con la lengua.
Como es natural, las exigencias idiomáticas de los ingleses no se van a hacer esperar en nuestro terruño cortijero, vulgarmente llamado Spain. Así que pronto veremos cómo Cataluña, Islas Baleares, País Vasco, Galicia y Valencia regulan que “sus” inmigrantes (aunque se disfracen de futbolistas afamados venidos del África tropical) deberán hablar catalán, euskera o gallego. El castellano está siendo desterrado de sus sistemas educativos, así que el que quiera ganarse la vida millonariamente metiendo goletes ya sabe que no le servirá de nada dominar el idioma de Cervantes si no el del genio literario local. Por supuesto, el resto de los cortijillos –esos que todavía hablan en castellano- también tomarán las necesarias medidas idiomáticas para no ser menos que los teóricamente bilingües. Y es que no puede ser que tipos tan influyentes y con tantas cosas que contar ante los medios de comunicación como los futbolistas no sepan enhebrar la aguja del idioma del país que los acoge con los brazos abiertos.
Desde el Arco estimamos que sería una discriminación intolerable que sólo los foráneos tuvieran que pasar por las Academias de Idiomas y la escuela. Proponemos (de hecho ya lo hicimos hace mucho tiempo) que los deportistas locales –y todo hijo de vecino- se pasen también por los colegios de adultos para mejorar su ortografía, sintaxis, gramática, vocabulario y esas pequeñas tonterías que tiene el idioma. No puede ser (quedaría feo) que los inmigrantes acaben sabiendo hablar nuestro idioma nativo mucho mejor que nosotros mismos. Y todo por haberles obligado a aprenderlo como condición sine qua non para poder trabajar y ganar Ligas en nuestro país. Y es que antes llegaba uno a un país extraño, empezabas a trabajar, te relacionabas y burla burlando comenzabas a aprender un poco el nuevo idioma. Mitad por necesidad, mitad por obligación. De ahora en adelante, no te dejarán entrar si no lo sabes previamente. Los tiempos, ya se saben, crean nuevas “necesidades” y cambian que es una barbaridad bárbara. Dicho queda…
PD: Adiós, don Frank Rijkaard. En un mundo futbolero donde los descerebrados, despendolados y trileros abundan más de lo deseable, es lógico que sea de bien nacidos el despedirle con cierta admiración. Si alguien sobraba en esa casa de grillos actual que es el Barça, ése era usted. Por una vez se impone la lógica.
2 comentarios:
No deja de tener su coña marinera que envíen a los cracks del fútbol a la escuela. Aunque supongo que el examen para estos megamillonarios será algo así como: "yes, míster, very well".
De paso podrían aprender algo de geografía del país, un pelín de su historia, y algo de más de una materia a elegir: folklore, gastronomía o idas y venidas de la jet-society a la que van a pertenecer.
En fin, que de puertas afuera vale, pero que habrá tongo vale tambíen.
Teniendo en cuenta que jugadores y entrenadores de postín pueden llegar a pasar por diez o más equipos (algunas veces jugando en varios países), lo mismo conseguimos que algunos acaben siendo políglotas y que tras finalizar su vida deportiva consigan reengancharse en la cotidiana como traductores o intérpretes.
Lo que ocurrirá al final es que a unos les exigirán que aprendan o que se traigan los deberes hechos de casa y a otros les pasarán la mano. No me veo yo pidiéndole a Cristiano Ronaldo que sepa tal o cual idioma si están interesados por su fichaje. Ahora, si el jugador es una medianía, una pequeña promesa o no es muy mediático, ten por seguro que no sólo le pedirán estos ingleses que parle pikinglis si no que hasta le mirarán la dentadura.
Publicar un comentario