LUIS NO JUEGA AL AJEDREZ. En el ajedrez aficionado, y no digamos el profesional, es costumbre y norma que los dos jugadores se saluden. Hace poco el búlgaro Chaparinov perdió una partida por negarse a estrechar la mano de su rival, antes de comenzar el encuentro. Primero la deportividad, beibis, y luego, ya veremos… Pero en el deporte de los cabezazos –el fútbolín, claro- es relativamente frecuente el “ya veremos” y de la deportividad ni rastro ni huellas. Que todo un seleccionador se ponga a la altura del impresentable periodista que le acusa de cobarde en una entrevista en Onda Cero, demuestra que los acontecimientos ya le han superado desde hace tiempo. (A algunos periodistos –como Alfonso Azuara- expertos en quemar paellas, mejor les iría si se matriculasen en el Colegio Nacional de Entrenadores para sacarse el título y aprender algo. Así, al menos, dejaban de incordiar impune y alegremente). Ante la provocación del periodista Cero -¿cogen el mal chiste?-, don Luis se olvidó de la sabiduría y empezó a gritarle como un aficionadillo vulgar en día de partido. Aquello parecía los Sanfermines: todo el mundo salido de madre. Si encima dices en el mismo programa, amantísimo seleccionador de la nada, que España no aspira al triunfo en la Eurocopa, ¿cómo esperas que te traten algunos plumillas y destripa-micrófonos, tan aficionados a calentarnos las neuronas contando siempre que aspiramos a todo y que “semos” favoritos? ¡No les agües el negocio, querido sabio! Aprende del ajedrez y dales la mano (aunque no sea la que te da de comer) antes y después de los partidos y entrevistas, aunque luego en tu fuero interno o privadamente acabes ciscándote en todas sus parentelas.
LOS TIENE BIEN PUESTOS. Allá por febrero del 2006, el Puñetas hacía un panegírico a María José Rienda, con un título demoledor: “Extranjera en su país”. Con numerosas victorias en las pruebas del Campeonato del Mundo, aspiraba a ganar en los Juegos Olímpicos de Invierno de Turín, aunque luego –como pasó con Fernández Ochoa- el país se despertase diciendo, ¿y ésta de dónde ha salido? Luego, falló en la competición y aquí no hubo nada. Ello no impidió que en el Arco un lector con más mala leche que el Puñetas comentara: “Qué grande es Rienda, en cuanto tiene algo de presión se viene abajo”. Lean los comentarios porque no tienen desperdicio. En agosto de ese mismo año tuvo una gravísima lesión. A sus 31 años la cosa pintaba fea. Pero María José los tiene como los toros. Así que desde entonces sólo ha luchado por regresar a las pistas de nuevo. El otro día, en Alemania, por fin pudo hacerlo, tras casi año y medio de operaciones y dura recuperación. Lo de menos es que estuviera alejada de sus marcas habituales. Ella –y nosotros- se conformaba con participar. Fue un día victorioso. “Con mi lesión he aprendido a sufrir, a tener paciencia, a saber la importancia que tiene para cualquier deportista saber gestionar tu cuerpo y que no te superen los momentos amargos y bajos”. Algunas mujeres (sí, mujeres) demuestran –en el deporte y fuera de él- que a su lado muchos varones somos vulgares colillas cuando se trata de superar el sufrimiento y esforzarse. Los tienes bien puestos, hija mía…
1 comentarios:
Coincido en tu apreciación sobre el seleccionador y el periodista. Hoy ha llegado a Málaga y la gente, yo creo que más por cachondeo que otra cosa, y para ver si saltaba el "sabio" con algún corte de mangas o alguna churra o merina, ha gritado eso de "Raúl, Raúl, queremos un hijo tuyo". Si Luis fuese tan inteligente como yo (no tengo agüela, claro) habría pedido un micrófono y canturreado: "Raúl, ni contigo ni sin ti tienen los males de la selección remedio. Sin ti porque me matan y contigo porque me muero". Estoy seguro que los aplausos hubieran sido atronadores y lo habrían sacado a hombros por la terminal. Al Azuara lo conozco casi desde que era un niño. Todavía es menos "sabio" que el otro, pero en el mundo del periodismo el hombre se gana bien la vida. Me alegro por él. Los éxitos y los fracasos, ya se sabe, están muy mal repartidos.
Respecto a la señora Rienda, tus comentarios saliendo al paso de algunas opiniones de otros lectores eran correctos en el fondo y en la forma. Toco madera porque siempre -salvo en una ocasión- ha habido "buen rollo" con los escasos comentaristas que por aquí han pasado. Yo también he releído dichos comentarios y ya ves que tú fuiste el primero en hablar de los "roncones" de esta deportista, que los tenía en las victorias y lo ha demostrado ahora, en el momento quizás más duro de su carrera. Total, a su edad, la mayoría hubiera tirado los esquíes a la basuray se habría puesto a disfrutar de la vida como una posesa. El sano aire de Granada cría algunas criaturas como esta bella deportista.
Publicar un comentario